El diputado Orlando Arévalo hizo público el nacimiento de una organización de centro derecha a la que bautizó con el nombre de “Partido Popular”, en la cual militan políticos añejos como Rónal Umaña y Horacio Ríos.
El Partido Popular nació el 13 de enero y es hijo del Movimiento Cívico Independiente (Mocilyd) que Arévalo creó junto a un grupo de ex dirigentes políticos meses después de que el Partido de Conciliación Nacional (PCN) lo expulsara por considerar que conspiraba para afectar a la cúpula de ese partido.
Arévalo, diputado elegido por el departamento de la Libertad, fue el principal asesor del ex candidato presidencial pecenista Tomás Chévez, y no escondió su descontento luego de que la cúpula de ese partido lo expulsara para apoyar la candidatura de Rodrigo Ávila, de Arena. El PCN expulsó sus candidatos argumentando las mismas razones con las cuales más tarde sacaría a Arévalo de sus filas.
Arévalo asume como secretario general del PP y dice que en el partido hay fuerte presencia del gremio agropecuario, campesino, del sector transporte y empresarial del país. “Aquí hay cabida para todos aquellos con pensamiento de centroderecha, con pensamiento democrático”, dice.
Dice sentirse “reforzado” con la compañía de ex líderes políticos de otros partidos. Tal es el caso de Rónal Umaña, ex secretario general del PDC, y Horacio Ríos, ex dirigente del ya extinto Partido Acción Nacional (PAN). El primero ahora es secretario de ideología y el segundo del sector agropecuario del PP. A estos se suma el jefe de uno de los gremios de transportistas que más influencia tuvo en la administración del ex presidente Antonio Saca: Catalino Miranda, ahora encargado de la organización del PP. Otro nombre célebre es el del ex compañero de fórmula Tomás Chévez , y el ex comisionado y ex candidato a la vicepresidencia del PCN, Rafael González Garciaguirre.
Pero quizá la principal sorpresa que dio Arévalo es la incorporación de dos ex altos jefes del alto mando militar que hasta ahora no habían rodado en la carretera política salvadoreña. Se trata del ex ministro de Defensa Jaime Guzmán Morales –en el gobierno de Armando Calderón Sol- y del ex jefe del Estado Mayor en la era del ex presidente Antonio Saca, Carlos Soto.
Según Arévalo, la incorporación de estos militares junto a los personajes de los otros sectores, podrían colocar al PP en una escenario favorable para las elecciones municipales y legislativas del año 2012. “Podemos tener potenciales candidatos a diputaciones en San Salvador con Catalino, Horacio Ríos en La Paz, el general Soto en Usulután, el general Guzmán Morales en La Paz, Rafael Garciaguirre en San Miguel… todos seguros ganadores”, dice Arévalo.
La sexta candidatura corre por su cuenta, en La Libertad. Arévalo fue el segundo diputado que más votos jaló para el PCN en su departamento (19,526) en las elecciones de enero del año pasado, solo superado por los 20,593 que obtuvo el máximo líder del partido, Ciro Cruz Zepeda, quien corría por el departamento más poblado del país, San Salvador.
Ahora, en el PP, Arévalo espera repetir la justa y aprovechar el río revuelto que está dejando la crisis interna que vive el máximo referente de la derecha, el partido Arena. Asegura que ni la aparición del nuevo movimiento político Gana -que integran los disidentes areneros- representa por sí misma a la nueva derecha que necesita El Salvador. Con el apoyo de empresarios de renombre, dice el diputado –no oculta el apoyo directo del empresario Enrique Rais, que incluso tiene a su hermana, Blanca Rais, en la cúpula del PP como encargada de asuntos internacionales- asegura que en 2012 se formará un nuevo mapa político.
“En un río revuelto el que mejor sabe pescar y tira la atarraya más fina, es el que más pescados saca”, dice, sobre la coyuntura actual.
Arévalo, que inició su trayectoria política en las filas del Partido Demócrata Cristiano como líder del sector campesino, militó también en el partido Arena, del que salió expulsado, y luego se incorporó al PCN, hasta cuando también fue expulsado. Ahora, Arévalo es el secretario general del Partido Popular, que en su lanzamiento incluso contó con la curiosa aparición del ex embajador de Estados Unidos en El Salvador William Walker.
“Tengo buenos contactos, buenos amigos y buenos apoyos”, dice Arévalo, a modo de explicación de la presencia del ex diplomático.
