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Chile estaba preparado, Haití no

Al final de este sábado, la cifra de muertos por el terremoto en Chile sobrepasaba los 200. Y mientras los especialistas comenzaban a explicar por qué un sismo más potente en Chile causó menos daños que el de Haití del 12 de enero, Japón se preparaba ante la posible llegada de un tsunami a primeras horas de la tarde de domingo (10:30 p.m. en El Salvador).


Sábado, 27 de febrero de 2010
AP / El Faro

Residentes observan una carretera destruida en Concepción, Chile, el sábado 27 de febrero después del terremoto de magnitud 8.8 que golpeó el centro de Chile. El epicentro se ubicó a 115 kilómetros de Concepción, la segunda ciudad más grande del país.
Residentes observan una carretera destruida en Concepción, Chile, el sábado 27 de febrero después del terremoto de magnitud 8.8 que golpeó el centro de Chile. El epicentro se ubicó a 115 kilómetros de Concepción, la segunda ciudad más grande del país.

Santiago y Puerto Príncipe, febrero 27. Uno de los mayores terremotos jamás registrados destruyó casas, puentes y autopistas el sábado en el centro de Chile, matando a más de 300 personas y provocando un maremoto que avanzaba a gran velocidad por el Océano Pacífico. Sin embargo, a pesar de haber sido mucho más potente que el de devastó Haití hace mes y medio, los daños que provocó fueron sustancialmente menores.

El terremoto de magnitud 8.8 llegó a sentirse hasta en Sao Paulo, en Brasil, a unos 2 mil 900 kilómetros al este. Aún no están claros los daños, ya que varias réplicas sacudieron la nación andina, una de ellas casi tan poderosa como el sismo del 12 de enero en Puerto Príncipe, que fue de 7.

La presidenta Michelle Bachelet envió un 'mensaje de tranquilidad, ánimo y esperanza' a todo el país, hablando por radio y televisión.'Una vez más se pone a prueba la capacidad nuestra para enfrentar la adversidad y ponernos nuevamente de pie', dijo.

La presidenta señaló una cifra preliminar de 214 muertos, 15 desaparecidos y un millón y medio de damnificados. En la noche, sin embargo, los fallecidos ya superaban los 300.

Agregó que el violento sismo afectó a Chile desde la norteña Antofagasta hasta la región de Los Lagos, 'donde vive el 80% de la población' chilena. 'Fue una catástrofe de devastadoras consecuencias'.

Bachelet tuvo una primera reunión dos horas después del terremoto en la madrugada del sábado para coordinar las acciones necesarias de ayuda a la población afectada. Luego visitó por vía aérea varias de las regiones afectadas.

Bachelet agradeció la solidaridad de los jefes de estado de México, Estados Unidos, Rusia, Argentina, Bolivia, España, entre otros. Anunció que el año escolar que debía comenzar este lunes, fue aplazado hasta el 11 de marzo, justamente cuando entregará el poder al presidente electo Sebastián Piñera. 'Estamos trabajando para normalizar la situación en el país. Ha sido un sismo de tremenda magnitud y será ardua la tarea para enfrentar la emergencia y la reconstrucción', señaló.

Poco a poco se reanudaron servicios en el país, pero casi un tercio de la zona de la capital y localidades periféricas, donde vive el 40% de los 17 millones de chilenos, estaba sin luz, la mayoría de semáforos apagados, el subterráneo no funcionaba y el transporte publico aún era escaso, según reportes oficiales.

Piñera reportó con enfado haber visto saqueos mientras sobrevolaba algunas de las zonas afectadas. Prometió 'luchar con la máxima energía contra todos los intentos de saqueo que vi con mis propios ojos'.

El principal puerto de Chile, en Valparaíso, a unos 120 kilómetros de Santiago, fue cerrado mientras se analizaban los daños. Dos refinerías de petróleo cerraron y filas de vehículos salían de las gasolineras del país con conductores nerviosos, ansiosos por llenar sus tanques. Codelco, el principal productor de cobre del mundo, interrumpió el trabajo en dos de sus minas, aunque anunció que espera reanudarlo pronto, reportó el diario La Tercera.

El ministro de interior Edmundo Pérez Yoma calificó el terremoto como 'devastador', pero la presidenta aclaró que 'el sistema está funcionado. La gente debe permanecer en calma. Nosotros estamos haciendo todo lo que podemos con todas las fuerzas que tenemos. Cualquier información se las compartiremos de inmediato'.

El ministro de Transportes y Telecomunicaciones René Cortázar pidió a los chilenos hacer llamadas telefónicas y viajes solo cuando sea 'absolutamente necesario'.

Varios edificios quedaron derruidos y las llamas devoraron una prisión. Millones de personas salieron a las calles debido a la falta de electricidad. En Concepción, 500 kilómetros al sur y una de las ciudades más afectadas por el terremoto producido a la 1:34 de la madrugada (cero horas con 34 minutos en El Salvador) colapsó un edificio de 14 pisos y los bomberos hacían esfuerzos por rescatar a personas atrapadas.

En el archipiélago de Juan Fernández, a 660 kilómetros de la costa chilena, se reportaron 11 desaparecidos a causa de una marejada que penetró hasta tres kilómetros de tierra. Entre los muertos en la tragedia, la Cancillería de Perú dijo que dos eran peruanos.

Las autoridades intentaban llegar a todas las localidades golpeadas por el sismo y se realizaban esfuerzos de búsqueda y rescate de víctimas en toda la zona central del país. 'Estamos en pleno proceso de evaluación', declaró la directora de la Oficina Nacional de Emergencias del Ministerio de Interior (ONEMI), Carmen Fernández.

Indicó que hasta ahora sólo tienen 'tendencias preliminares' del número de afectados. Una de las localidades más golpeadas es Talca, a 105 kilómetros del epicentro. La gente que dormía en camas sintió de repente lo que parecían turbulencias de un avión, mientras sus posesiones caían al suelo de todas partes y los muros temblaban.

Un fuerte ruido surgió de la tierra que se convulsionaba y pronto el sonido de los gritos se mezcló con el de los vidrios rotos. El centro histórico del pueblo, con la mayoría de construcciones de adobe, cayó casi en su totalidad.

La ministra de Vivienda, Patricia Poblete, calculó que 'estamos hablando de una cifra preliminar de un millón 500 mil viviendas' afectadas, de las cuales hay '500 mil con daños severos, (que) probablemente no se pueden habitar' más. Aclaró que demorarán hasta dos semanas en tener datos más rigurosos.

Olas de 2 metros en Hawai y Japón alerta

El Centro Geológico de Estados Unidos reportó que después del sismo de 90 segundos de duración ocurrieron por lo menos 52 réplicas de magnitud 5 grados o más, incluso una de 6.9 grados. El epicentro se ubicó a 325 kilómetros al suroeste de Santiago y a una profundidad de 35 kilómetros. El terremoto desató una posibilidad de tsunami en prácticamente todo el Pacífico, aunque conforme pasaba el tiempo se fueron descartando daños en Perú, Ecuador y Guatemala.

Sin embargo, la Agencia Meteorológica de Japón emitió una alerta de tsunami para la madrugada de domingo en dicho país, producto del terremoto al otro extremo del Océano Pacífico, en Chile. Olas de hasta tres metros podrían golpear las zonas costeras del norte de Japón en las próximas horas, avisó la Agencia. Se espera que el maremoto sea mayor en el norte.

Las autoridades estimaron que el tsunami podría llegar al país sobre la 1:30 de la tarde, hora local (10:30 p.m. de este sábado, hora salvadoreña).

La agencia meteorológica pidió a los residentes de las zonas costeras que se trasladaran a terrenos más elevados.

El oleaje fue notable en las orillas de Hawai, California y las islas del Pacífico Sur el sábado, antes de que éstas avanzaran hacia Alaska y partes de Asia.

No hubo reportes inmediatos de daños, heridos o muertes en Estados Unidos o en las islas del Pacífico, pero un tsunami que inundó un poblado de una isla de Chile mató al menos a cinco personas y dejó a 11 desaparecidas.

En Hawai, el agua empezó a retroceder de la costa en Hilo justo antes de las 12 del mediodía, exponiendo corales y enviando aguas lodosas y arenosas a la costa. Las olas luego cubrieron la isla Coconut, cerca de la costa de Hilo.

El tsunami provocó una serie de oleadas en intervalos de 20 minutos y las olas eran menos fuertes y llegaban más tarde de lo que se había previsto. La ola más fuerte en Hilo medía 1.7 metros, mientras que en Maui se vieron algunas de hasta dos metros.

Unas dos horas más tarde, el Centro de Alertas de Tsunami del Pacífico canceló el estado de alerta por maremoto en Hawai, ya que aparentemente la región no sufrió daños tras recibir las turbulentas olas. La gobernadora Linda Lingle dijo que 'fue un gran día ahora que esto ha terminado'.

No hubo reportes inmediatos de daños serios a través de la Cuenca del Pacífico, tan sólo olas de maremoto que llegaron hasta los 2.1 metros (unos siete pies) en algunas cadenas de islas. Las olas llegaron a California, pero casi no fueron registradas durante un día de tormentas. No se reportaron heridos o daños mayores en propiedades.

Casi 50 países y cadenas de islas se mantenían bajo alertas de tsunami, desde la Antártica hasta el noreste ruso.

El tsunami avanzó a toda velocidad a través del Océano Pacífico. Sin embargo, los funcionarios en Hawai tuvieron suficiente tiempo para evacuar a la población de la zona potencial de desastre.

Las sirenas sonaron para alertar a los residentes y turistas. En Honolulu se formaron colas en los supermercados para comprar agua embotellada, alimentos enlatados y pilas eléctricas. Igualmente había esperas en las estaciones de servicio.

Miles de personas el domingo por la mañana se quedaron en los montes y elevaciones de la isla de Upolu.

En Tonga, donde murieron nueve personas en el tsunami del 29 de septiembre, policías y agentes de defensa civil comenzaron a evacuar a decenas de miles de personas de las zonas bajas costeras.

En la isla de Robinson Crusoe, una enorme ola causada por el tsunami cubrió la mitad de la aldea de San Juan Batista y tres personas desaparecieron, dijo Iván de la Maza, superintendente del puerto chileno de Valparaíso.

Un helicóptero y una fragata de la marina zarparon rumbo a la isla para participar en su búsqueda, agregó.

Un alerta de tsunami —el de mayor nivel— entró en vigencia el sábado en Hawai, Guam, la Samoa estadounidense, Samoa y decenas de islas del Pacífico.

La televisión chilena informó que 209 reos escaparon de la cárcel de Chillán, a unos 350 kilómetros al sur, luego de estallar un incendio en el penal.

Olas de gran tamaño entraron a la comuna de Talcahuano, junto a la ciudad de Concepción, a unos 500 kilómetros al suroeste de Santiago.

En Santiago de Chile, 325 kilómetros (200 millas) al nordeste del epicentro, media docena de vehículos yacían volcados sobre el asfalto tras desplomarse el segundo piso de la autopista sobre la que circulaban.

El terremoto del sábado en Chile fue varias veces más poderoso que la catástrofe sísmica que asoló Haití el mes pasado, pero la cifra de muertos fue mayor en el país caribeño por varios órdenes de magnitud. Las razones son sencillas.

Chile, en comparación con Haití, es un país rico, mucho mejor organizado e infinitamente mejor preparado para responder. Su construcción es antisísmica porque tiene una experiencia con los temblores de tierra de la que carece Haití.

Y además, está el factor suerte: el epicentro del temblor del sábado se encontraba lejos de la costa y a casi 34 kilómetros bajo la superficie en una zona relativamente incontaminada, mientras que el desastre tectónico haitiano fue más superficial —a unos 12 kilómetros de profundidad— y en las afueras de Puerto Príncipe.

'Los terremotos no matan, no causan daños si no hay nada que dañar', dijo Eric Calais, un geofísico de la universidad Purdue que estudia al sismo haitiano.

El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS por sus siglas en inglés) dice que ocho poblaciones haitianas grandes y pequeñas —incluida esta capital de 3 millones de habitantes— sufrieron temblores entre 'violentos' y 'extremos' durante el terremoto de magnitud 7, que según el gobierno dejó unos 220 mil muertos y 1.2 millones de personas sin techo.

En cambio, ninguna zona urbana chilena sufrió más que un temblor 'grave' —el tercer nivel de seriedad— en el desastre de magnitud 8.8 del sábado, según la medición del USGS.

De acuerdo con la energía liberada en el epicentro, dijo Calais, el sismo chileno fue 501 veces más poderoso que el haitiano. También fue mucho más poderoso que el del 13 de enero de 2001 en El Salvador, al que el USGS le atribuye una magnitud revisada de 7.7 grados Richter. Originalmente se hablaba de 7.1 grados y luego se revisó y se ajustó hasta la magnitud que se le atribuye hoy.

Los sobrevivientes en Haití describieron el pánico cerval, generalmente bien fundado a medida que los edificios mal construidos caían a su alrededor. Muchos se aferraban a columnas de cemento que se volvían polvo entre sus manos.

En cambio, las casas y oficinas de los chilenos están diseñadas para soportar los temblores. Sus esqueletos de acero oscilan con las ondas sísmicas en lugar de resistirlas.

'Cuando uno mira la arquitectura en Chile, ve edificios dañados, pero no totalmente derruidos como en Haití', dijo Cameron Sinclair, director ejecutivo de Arquitectura para la Humanidad, una organización sin fines de lucro que ha ayudado en la reconstrucción de 36 países que han sufrido desastres.

Arquitectos chilenos han construido miles de viviendas para sectores de bajos ingresos y cuyas estructuras resisten los terremotos. En Haití no existen códigos edilicios. En El Salvador hay una norma de construcción sismorresistente que comenzó a utilizarse en 1974.

El arquitecto Patrick Midy dijo que en el país caribeño y el más pobre del hemisferio occidental había sólo tres edificios antisísmicos, que él supiera.

La organización de Sinclair recibió en su sede de San Francisco 400 pedidos de ayuda al día siguiente del sismo en Haití, pero hasta el momento no había recibido una sola de Chile.

'Como porcentaje de la población, Chile tiene más sismólogos e ingenieros especializados de prestigio mundial que cualquier otro país', dijo Brian E. Tucker, presidente de GeoHazards International, una organización sin fines de lucro con sede en Palo Alto, California.

Sus consejos encuentran eco en el gobierno de la nación latinoamericana, ya que entran no sólo en los planos de los arquitectos y los códigos edilicios sino también en los planes para emergencias.

'El hecho de que la presidenta (Michelle Bachelet) pudiera dar informes minuto a minuto apenas unas horas después de un terremoto en la mitad de la noche da una idea de su preparación para los desastres', dijo Sinclair.

En comparación, la mayoría de los haitianos no sabían si su presidente René Preval estaba vivo o muerto al día siguiente del sismo. El Palacio Nacional y su residencia se habían derrumbado, junto con la mayoría de los edificios oficiales.

El sacudón sísmico sacó del aire la televisión, los teléfonos celulares y las radios de Haití.

El coronel Hugo Rodríguez, comandante de la unidad aérea chilena con la fuerza de paz en Haití, y sus hombres aguardaban ansiosos el sábado las noticias de sus familias. Dijo que sabía que su familia estaba a salvo y confiaba en que Chile superaría el desastre.

'Estamos organizados y preparados para afrontar una crisis, en particular un desastre natural', dijo el aviador. 'Chile es un país donde hay muchos desastres naturales'.

El geólogo Calais dijo que la actividad sísmica es tan frecuente en Chile —donde en 1960 se produjo el terremoto más poderoso registrado en la historia, 9.5 grados Richter— como el resto de los países andinos. En el mundo, según los registros del USGS, la ocurrencia promedio de terremotos con magnitud de 8 grados o superior a 8 grados, es de apenas uno al año.

'Es muy probable que toda persona allí haya experimentado un gran terremoto en su vida', dijo Calais. 'El último en Puerto Príncipe fue hace 250 años. ¿Quién lo recuerda?'

En las calles de Puerto Príncipe el sábado, pocos sabían del temblor en Chile. Más de un millón carecen de vivienda y la mayoría de electricidad, y la preocupación dominante es conseguir comida.

Fanfan Bozot, un cantante de reggae que almorzaba con un amigo, meneó la cabeza ante el hecho de que su gobierno necesita ayuda internacional para distribuir alimentos y agua. 'Chile tiene un gobierno responsable', dijo con disgusto. 'Nuestro gobierno es incompetente'.

Chilenos caminan cerca de un edificio destruido en Concepción, en el sur de Chile. Foto Ap
Chilenos caminan cerca de un edificio destruido en Concepción, en el sur de Chile. Foto Ap

 

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