Me gustaría escuchar su propuesta sobre la administración privada de los centros penales.
Uno de los temas que el presidente de la República mencionó cuando se estaba hablando de seguridad era la falta de recursos. Habló de que necesitaban como 28 millones para desarrollar cierta parte del plan de seguridad. Entonces yo le dije al presidente: “Permítanos ayudarle no sólo con 28 millones, sino con toda la infraestructura que este país necesita para salir adelante a través de una ley de concesiones entre privados y públicos en la que se pueda construir carreteras, administrar puertos, aeropuertos y, ¿por qué no?, construir y administrar cárceles. Puede perfectamente el Estado, sin estarse preocupando de que no tiene 30 millones para construir una penitenciaría o que no tiene para ampliar porque no le caben los presos concesionar la construcción y la administración de penitenciarías. Es una excelente opción que le ponemos a disposición.
¿Esta es una idea que surgió de manera espontánea en la reunión de consulta con el presidente o tiene algún nivel de desarrollo?
No, surge de manera espontánea. Lo que sí tiene ya algún nivel de desarrollo es el tema de las distintas infraestructuras y le pongo dos ejemplos puntuales: administrar el puerto de La Unión le va a costar al país de 30 a 40 millones de dólares. Eso perfectamente se los puede ahorrar. De ahí podría sacar los 30 que quiere ahorita el presidente, con solo esperarse a la concesión. El Chaparral: 160 millones, una inversión en generadoras hidroeléctricas son inversiones cuyo retorno usted lo va a tener a 20 o 25 años. Imagínese usted cuando no tiene ese dinero ahora y cuando hay gente que se está muriendo en la calle porque no hay seguridad.
Antes de pasar a eso: en la propuesta que la Cámara de Comercio hizo al gobierno hay propuestas que van desde refuerzo presupuestario para la policía hasta más inversión en centros penales... Pareciera contradictorio: estas medidas implican más plata y ustedes se opusieron a una reforma fiscal que implicaba más plata. ¿Por qué esto no es incoherente?
No es incoherente bajo ningún punto de vista y le explico por qué: si esa reforma tributaria hubiera pasado como venía, el presidente hubiera quebrado la economía de este país y no hubiera tenido dinero ni para el tema de delincuencia ni para salud ni para educación. Además hay 28 propuestas de esas 52, que cuestan cero dólares. Las otras tienen un costo, por supuesto. Si podemos encauzar bien el dinero; si en lugar de perder 40 millones en el puerto se los ahorra y si en lugar de invertir 160 en la presa lo ocupa en este tema... si permite que el sector privado le ayude, los 800 millones que el Estado compra al año en compras del Estado, un 60-70% es infraestructura: un hospital, una calle... ¿por que no permite que se le ayude?
¿Qué entiende usted por “ayudar”?
Que haya una ley de concesiones, con un marco legal bien claro que le guste a los 84 diputados, que permita que el sector privado construya todas estas obras de infraestructura. Entonces el presidente tendrá más recursos para sus fines de salud, educación y seguridad.
Pero el sector privado no lo hace gratis. Cobra. Es decir, que si yo le concesiono la construcción de una calle, igual le tengo que pagar.
¡Por supuesto! Pero aquí ahorita el problema es que no tenés los recursos para desarrollar el país. Tú necesitás recursos para desarrollar las obras de infraestructura, para darle educación, salud y seguridad a las personas, para mantener el gobierno. El privado lo hace y se cobra a 25 años, porque es una inversión a largo plazo. Es como cuando tú quieres construir una casa, no tienes el dinero para hacerlo, te vas al banco, pedís la plata y la pagás a 20 años, pero tú tenés la casa hoy, que la necesitás para que tus hijos vivan debajo de un techo. El país necesita seguridad, sin descuidar carreteras ni las otras cosas.
Lo que usted está proponiendo es que se le deje a la empresa privada hacer negocio. Sin embargo, está en el ambiente la idea de que la empresa privada debe desembolsar plata, pagar más. Hay un antecedente interesante: a través de la plata de la empresa privada, no de tratos comerciales, sino de desembolsos, se consiguió controlar el fenómeno de los secuestros. Financiaron unidades específicas, porque los estaban secuestrando. ¿No es mejor ese modelo ahora?
Totalmente. Desgraciadamente el gobierno no le ha abierto las puertas a ese proyecto. Ese proyecto del patronato que se tenía desde ANEP ha estado ahí siempre. Cuando se estuvo ayudando a aquella unidad élite, que luego la desmantelaron, la ayuda y la asistencia ahí estaba, pero sencillamente se desmanteló. ¿A quién se le va a dar ahora? ¿A este desorden e ineficiencia institucional? ¡Obviamente no! Ese proyecto no se ha muerto, lo que sí se ha muerto es la voluntad de hacer uso claro, efectivo y puntual de esas cuestiones. Una idea más: necesitamos también darle empleo a estas personas, a los mareros, a las pandillas, que tengan oportunidades de empleo. En la Longitudinal del Norte, ¿por qué no reemplazar maquinaria por manos, aunque seamos más ineficientes? ¿Por qué no abrir 5 mil oportunidades de trabajo que se le pueden dar a estos jóvenes y poder ofrecerles un trabajo?
¿Usted cree que el sector privado estaría dispuesto a abrir plazas específicas para pandilleros en rehabilitación?
La idea es que, por ejemplo, se les pueda dar asesoría: “Miren, así se llevan los bolados contables, estos son los temas de costos, así se administra una empresa”, ayudarles a que ellos mismos puedan ser autosuficientes. Ellos mismos pueden agruparse y formar sus propias empresas y ahí cuenten con el apoyo del sector privado para hacer eso. No habría ningún problema en hacerlo.
Fusades mencionó la posibilidad de crear una especie de fideicomiso del sector privado para el financiamiento de esfuerzos específicos en materia de seguridad. ¿Qué le parece?
Don Tony Cabrales algo mencionó, pero yo no sé de qué está hablando. Ahorita se me ocurre... nosotros tenemos el Fovial, que es 10 centavos por galón para el tema de las calles; tenemos también el Fosalud, que es un fondo de salud que viene de los productos que dañan la salud... pudiéramos tener un Foseguridad, por ejemplo. ¿Por qué no todo el iva de compra de armamentos o de cosas que tienen que ver con el tema de seguridad se guarda en un fondo para ser utilizado como un recurso especial para el tema de seguridad?
¿Y qué tal alterar el impuesto sobre la renta para subir su techo?
Si tú en una economía le cargas a la misma pata todo el peso, es decir, la misma pata tiene que pagar los costos de la burocracia, de la ineficiencia estatal, de la falta de transparencia, de los impuestos que tenemos que pagar todos, del costo de la delincuencia, de la falta de competitividad, entonces vas a terminar quebrando esa pata. Tenés que hacer un justo balance entre las patas y la pata que generalmente no se carga es la del Estado, y te doy algunas ideas: todavía falta focalizar los subsidios. Las compras públicas, de 800 millones de dólares, las podrías hacer por subasta pública, es decir que todos los que estamos vendiendo algo al Estado estemos subastando on line, eso te puede generar por lo menos de un 10 a un 12% de ahorro, probado en ejercicio, no teorías. El ajuste de los alquileres de las entidades gubernamentales, que ha sido escandaloso lo que se paga en algunos alquileres. El congelamiento de nuevas plazas. ¿Sabías tú que CEPA rompe contrato con 2 mil 100 empleados que estaban por outsourcing y los está empezando a contratar? ¿Cuál es la política de ahorro del Estado? ¿Qué pasa con el régimen simplificado para que paguen impuestos los que no pagan y pueden pagar? Eso le puede generar 600 millones de dólares al gobierno el próximo año. Cuando tú resuelves esos problemas empecemos a hablar de otro tema. Lo más fácil es siempre tratar de cobrar más impuestos, lo cual deprime la economía, lo que va en contra de toda política de desarrollo económico. Yo creo que hay que ordenar primero la casa.
Aún así seguimos siendo uno de los países de todo el continente, e incluso de Centroamérica, con la más baja carga tributaria.
Pero hay que saber por qué y el resultado es que 8 mil 148 empresas son las que pagan el 80% de los impuestos. No es porque no se estén pagando los impuestos, es porque no se está cobrando a los que no los pagan. ¿Por qué no algo simplificado para que los que no paguen, paguen? Y con esos 600 millones tú subes el 33% de la recaudación actual. Automático subís al 16%, sólo con los que no están pagando.
Esta serie de medidas que propone, que van desde reingenierías institucionales, hasta modificaciones legales, toman un plazo a la hora de comenzar a generar recursos. ¿Cómo le parecería la posibilidad de establecer un impuesto temporal para cierto sector de la economía con el fin de financiar instrumentos contra la violencia a corto plazo?
Habría que ver de qué se está hablando. Como usted le vuelve a dar la vuelta al lado de los impuestos, yo le vuelvo a dar la vuelta al lado del Estado: el Estado ya tiene en sus manos la posibilidad de hacer las cosas. Ahorita se están empezando a querer comprar grúas (para equipar el puerto de La Unión) que van a costar ocho o 10 millones de dólares que no urgen, que no se van a ocupar, que no van a ser rentables. ¿Por qué gastar esos recursos? Todo se puede evaluar, si nosotros no estamos diciendo que no.
“Solidaridad”, demandó el presidente en cadena nacional.
¿Pero por qué no hablamos de los conceptos de transparencia o eficiencia o meritocracia en los puertos de gobierno?