Opinión /

Un año después


Domingo, 14 de marzo de 2010
El Faro

 El 15 de marzo de 2009 los salvadoreños amanecimos bajo una tremenda tensión política, y nos acostamos divididos, sí, pero habiendo superado una de las pruebas más importantes de nuestra joven democracia. Hace un año, Mauricio Funes era electo presidente en una jornada pacífica, festiva y emocionante que nos sorprendió evidenciando que éramos una sociedad más madura políticamente de lo que los más optimistas habían pensado.

Un año después, el sistema político comienza a normalizarse. Ha retrocedido la polarización como principal fuerza motriz del sistema y ello ha dado pie a una nueva relación y manera de comunicarse entre todos los actores.

Arena, que hace un año era la mayor y más poderosa fuerza política, comprobó que perder una elección presidencial tiene consecuencias mucho mayores de las presupuestadas. Hoy, derrotada y diezmada, no es ni la sombra de hace doce meses. 

El FMLN también ha sufrido una transformación meteórica en este año. Del partido victorioso que festejaba entonces hoy es cada vez más el principal partido de oposición, y las diferencias con el mandatario se han agudizado más de lo que podia vislumbrarse entonces. Hace un año festejaban alzando los brazos junto a Funes. En el primer aniversario del triunfo electoral ni siquiera estuvieron juntos. Funes no llegó al festejo de su partido. 

El presidente también ha cambiado. Aquel candidato que estrenó su victoria con un discurso de estadista, en el que llamaba a las partes al diálogo y la comunión, es hoy el presidente mejor evaluado del continente; ha asumido el liderazgo nacional y ha tomado decisiones difíciles aún en detrimento de la relación con su propio partido.

Pero algunas de las ilusiones que se desbordaron aquel 15 de marzo entre quienes eligieron al actual mandatario se han esfumado rápidamente, debido a una administración menos transparente de la que prometió el entonces candidato; a la continuidad de prácticas de las administraciones anteriores y, sobre todo, la falta de avance en la solución a problemas graves como la violencia y la inseguridad. 

El país, en muchos sentidos, parece a simple vista igual: crisis de seguridad pública y crisis económica. Pero esta percepción es engañosa. Hoy, al menos, abordamos estos problemas sin la distorsión que causaba, hasta hace un año, una polarización exacerbada que no admitía críticas desde la propia trinchera ideológica, ni reconocimientos desde la otra. Y esto es un tremendo avance. 

logo-undefined
CAMINEMOS JUNTOS, OTROS 25 AÑOS
Si te parece valioso el trabajo de El Faro, apóyanos para seguir. Únete a nuestra comunidad de lectores y lectoras que con su membresía mensual, trimestral o anual garantizan nuestra sostenibilidad y hacen posible que nuestro equipo de periodistas continúen haciendo periodismo transparente, confiable y ético.
Apóyanos desde $3.75/mes. Cancela cuando quieras.

Edificio Centro Colón, 5to Piso, Oficina 5-7, San José, Costa Rica.
El Faro es apoyado por:
logo_footer
logo_footer
logo_footer
logo_footer
logo_footer
FUNDACIÓN PERIÓDICA (San José, Costa Rica). Todos los Derechos Reservados. Copyright© 1998 - 2023. Fundado el 25 de abril de 1998.