Muchos son los problemas agudos que enfrenta nuestra sociedad, entre otros, la escalada de violencia, la pobreza, la crisis económica. Escobar Galindo decía en un artículo el mes pasado: “Estamos en un momento de ansiedades que tienden a desbordarse….los problemas no solo se multiplican, sino que también se complican de manera prácticamente incontrolable, al menos con los métodos y recursos que funcionaban en el pasado. La política es el principal escenario de todo ello”. Ante ello, y conscientes que lo pasado no funciona, nos preguntamos ¿Cómo enfrentar esos problemas, cuánto le corresponde al gobierno y cuánto a otros sectores? ¿Cuánto gobierno queremos y para qué? En otras palabras, ¿cómo lograr gobernabilidad?
El Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, pronunció un discurso en la Universidad de Michigan en mayo pasado, que nos puede ayudar a reflexionar sobre esas interrogantes, ya que aunque en otro contexto, muchas de sus ideas parecen muy apropiadas para nuestra situación. Cito a continuación partes de ese discurso.
“Algunas de estas inquietudes pueden ser atribuidas al momento tan increíblemente difícil que vivimos como nación…Y todos estos cambios, todos estos desafíos, inevitablemente causan tensión política. Ello hace que la gente se preocupe acerca del futuro..Pero es importante que nosotros mantengamos una perspectiva histórica…la democracia es difícil por naturaleza. Hemos estado batallando acerca del adecuado tamaño del gobierno desde el día que nuestros padres de la patria se reunieron. Hemos luchado acerca del significado de la libertad individual y la equidad….A medida que nuestra economía cambia…hemos debatido en cada coyuntura, sobre la mejor manera de asegurar que todos los ciudadanos tenga una oportunidad.
Así que antes de deprimirnos mucho acerca de la situación actual recordemos…que nuestro experimento con la democracia ha funcionado mejor que cualquier otra forma de gobierno. A través de la revolución y la guerra civil, de periodos de gran convulsión social y económica ..(la democracia) ha prevalecido. ¿Así que…como hacemos para mantener nuestra democracia? Déjenme ofrecerles unas cortas reflexiones basadas en nuestra experiencia.
Primero, nuestra democracia se ha fortalecido porque hemos reconocido la necesidad de un gobierno que aunque limitado, pueda aun ayudarnos a adaptarnos a un mundo cambiante…el gobierno no tiene todas las respuestas, hemos valorado y defendido nuestras libertades individuales. Pero por el otro lado, está la creencia que hay ciertas cosas que solo podemos lograr juntos, como una nación… Roosevelt dijo, el objetivo del gobierno es el bienestar del pueblo…quebrar monopolios, establecer nuestro sistema de parques nacionales.
Otros alegan que el gobierno es por naturaleza malo…pero ello ignora que el gobierno somos nosotros. Nosotros, el pueblo, tenemos en nuestras manos el poder de elegir nuestros gobernantes, cambiar nuestras leyes, y forjar nuestro destino…Ya no es válido el debate si más o menos gobierno. Lo que deberíamos preguntarnos es como crear un gobierno mejor y más inteligente.
La segunda forma de mantener nuestra democracia sana es el mantener un nivel básico de cívica en nuestro debate público. No podemos esperar solucionar nuestros problemas si lo único que hacemos es destruirnos. Lanzando frases como “socialistas”, “toma tipo soviética” y “fascistas” y “loco de derecha”,… cierra la puerta a soluciones de compromiso. Le resta al debate democrático.
Si solo nos exponemos a opiniones y puntos de vista que están en línea con los nuestros, estudios sugieren que nos polarizamos mas .. que solo reforzaremos y profundizaremos nuestras divisiones. Pero si buscamos activamente información que desafía nuestros propios pensamientos e ideas, quizás podamos empezar a entender otros puntos de vista.
El tercer ingrediente para que una democracia funcione ..es la participación…uno de los efectos del clima político envenenado que vivimos es alejar a los ciudadanos de participar en la vida pública; ¿nos preguntamos para que participar? El punto es que cuando no ponemos atención a las decisiones de nuestros líderes, cuando no nos educamos sobre los asuntos críticos actuales, cuando optamos por no hace oír nuestras voces y opiniones, es allí cuando se quiebra la democracia.
Nada de esto vendrá fácil. Tú también tendrás que luchar. Tu también tendrás que empujar barreras de lo que se considera posible…lo que es cierto es nuestra habilidad para forjar nuestro destino, de mirar por sobre nuestras diferencias y todos nuestros desacuerdos y todavía forjar un futuro común. Esa tarea esta en sus manos.”
