México, agosto 25. El gobierno mexicano indaga el asesinato de 72 presuntos migrantes indocumentados de Centro y Sudamérica que buscaban llegar a Estados Unidos, presumiblemente a manos del cártel de las drogas de Los Zetas.
El vocero de seguridad del gobierno federal, Alejandro Poiré, informó el miércoles en rueda de prensa que las víctimas localizadas la víspera en una municipalidad del estado norteño de Tamaulipas podrían corresponder a migrantes de países como El Salvador, Honduras, Ecuador y Brasil, según declaró un sobreviviente de la masacre que se identificó como ciudadano ecuatoriano.
El portavoz de la Secretaría de Marina, contralmirante José Luis Vergara, añadió que el sobreviviente dijo a las autoridades que miembros del cartel de Los Zetas eran los autores de la muerte de los 58 hombres y las 14 mujeres, cuyos cuerpos fueron localizados en un rancho de la municipalidad de San Fernando, a unos 160 kilómetros al sur de la ciudad fronteriza estadounidense de Brownsville, Texas.
Del hallazgo de los cadáveres se informó la noche del martes, después de un enfrentamiento en el que murieron un soldado y tres de los presuntos asesinos. Pero fue hasta este miércoles cuando, tras el testimonio del sobreviviente, se supo que detrás podrían estar Los Zetas, que según reveló El Faro en 2009, desde hace meses se dedican a secuestrar indocumentados para pedir a sus parientes el pago de rescates.
Poiré dijo que está por confirmarse la identidad de las víctimas, pero por lo pronto México entró en contacto con autoridades de las naciones mencionadas por el sobreviviente para que colaboren.
El cónsul general de Brasil en México, Marcio Araujo Lage, dijo a la AP que en el lugar se encontraron algunos documentos 'que indican que podrían ser cuatro' brasileños entre las víctimas, aunque aún no lo tienen plenamente corroborado.
La vocera de la Secretaría Nacional del Migrante de Ecuador, Natalia Deleg, dijo a la AP que aún no han confirmado que el sobreviviente sea ecuatoriano. Añadió que no han recibido 'reportes de familiares que se hayan acercado a averiguar algún tipo de información relacionada con esta noticia.'
La canciller mexicana Patricia Espinosa, de visita en Quito, dijo que el gobierno hará lo necesario para identificar a las víctimas.
El vocero del gobierno federal mexicano dijo que los hechos se dan en un entorno de creciente violencia en el noreste del país por una fractura y una 'lucha encarnizada' de Los Zetas con sus antiguos aliados del cartel del Golfo.
'Lo que ilustran (los hechos) es que el crimen organizado... no tiene ningún límite ni parangón ético', señaló Poiré.
Amnistía Internacional consideró que la matanza 'demuestra el extremo peligro y violencia que los centroamericanos enfrentan en su viaje hacia al norte', además de la falla de las autoridades mexicanas para protegerlos.
Poiré refirió que en los últimos meses la autoridad ha recibido información de que algunas organizaciones criminales participan en el secuestro y extorsión de migrantes e incluso ha habido algunos intentos de reclutamiento de indocumentados por parte de los cárteles de las drogas.
Las declaraciones de Poiré se producen un año después de que El Faro revelara la red de corrupción que involucra a funcionarios de todo tipo y de diversidad de instituciones que a menudo trabajan de acuerdo con las bandas organizadas y hasta en complicidad con Los Zetas.
Lo anterior 'sugiere que algunas organizaciones están enfrentando una situación adversa para abastecerse' tanto de recursos económicos como de nuevos sicarios, expuso Poiré.
El coordinador de asesores del mexicano Instituto Nacional de Migración (INM), Antonio Díaz, dijo que en lo que va del 2010 han detectado alrededor de siete secuestros de migrantes por parte del crimen organizado.
Antes del hallazgo, miembros de la Armada de México se enfrentaron con presuntos narcotraficantes, en una acción en la que murieron un marino y tres sospechosos.
El subsecretario para América Latina de la cancillería, Salvador Beltrán del Río, descartó que lo ocurrido lastime las relaciones bilaterales con las naciones de origen de las víctimas, pues refirió que México comunica constantemente a los países de donde salen los migrantes los riesgos que, como indocumentados, enfrentan al atravesar su territorio.
La mayoría de los indocumentados que utilizan México para intentar llegar a Estados Unidos proceden de Centroamérica.
Estadísticas del INM señalan que entre enero y julio de 2010 habían sido retenidos unos 43 mil 700 extranjeros, de los cuales más de 40 mil procedían de América Central, sobre todo Honduras y Guatemala.
La Secretaría de Marina había dicho que el enfrentamiento y la posterior localización de los cuerpos ocurrió después de que el sobreviviente ecuatoriano llegó herido a pedir ayuda hasta un puesto de control de la Armada de México.
Un funcionario federal, no autorizado a ser identificado, había dicho a la AP que los cuerpos se encontraron en un cuarto del rancho, algunos de los cuales estaban apilados y otros sentados.
Las autoridades detuvieron a un menor de edad mexicano como presunto miembro del grupo criminal que tenía a los presuntos migrantes.
La violencia atribuida al crimen organizado y el narcotráfico ha dejado más de 28 mil víctimas desde diciembre de 2006, cuando el presidente Felipe Calderón lanzó una ofensiva contra los carteles de las drogas.
