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Llega a El Salvador la nueva embajadora de EEUU

Tras casi un año acéfala, la Embajada de Estados Unidos en El Salvador recibió este domingo a su nueva embajadora.

Domingo, 26 de septiembre de 2010
El Faro/Ap

Mari Carmen Oponte, la nueva embajadora de Estados Unidos en El Salvador, saluda al salir del aeropuerto a su llegada a Comalapa, en las afueras de San Salvador, El Salvador. Foto AP
Mari Carmen Oponte, la nueva embajadora de Estados Unidos en El Salvador, saluda al salir del aeropuerto a su llegada a Comalapa, en las afueras de San Salvador, El Salvador. Foto AP

La nueva embajadora de Estados Unidos para El Salvador, Mari Carmen Aponte, llegó al El Salvador este domingo 26 de septiembre. Al arribar al país, en un breve anuncio, prometió esforzarse por ayudar a superar los problemas que enfrentan los salvadoreños:'Hay muchos retos que el pueblo enfrenta en el área de la seguridad, el área económica y en área social, (y) estoy comprometida para hacer todo lo que esté a mi alcance para ayudar a El Salvador a superar estos retos y avanzar en beneficio de los intereses de los dos países', dijo Aponte.

La nueva embajadora no respondió preguntas porque aún no ha presentado sus credenciales ante el presidente Mauricio Funes. Aponte manifestó que 'este es un momento bien importante y bien prometedor entre las relaciones de los Estados Unidos y El Salvador' y dijo que con el apoyo del personal en la Embajada 'trabajaré y estoy totalmente comprometida para poder ayudar a superar estos retos que nos preocupan a los dos países'.

Funes se prepara para viajar a Washington y entrevistarse con la secretaria de Estado Hillary Clinton para proponerle una alianza 'para combatir la pobreza, la marginalidad y la exclusión social'.

Afirmó que, 'solo combatiendo la pobreza, la injusticia social, la marginalidad, la exclusión, es que le vamos a quitar el terreno fértil que ahora encuentra el narcotráfico en nuestro país y vamos a reducir el flujo migratorio de compatriotas, especialmente de jóvenes, que no encuentran oportunidad aquí en El Salvador'.

Dijo también que otro tema ineludible en la agenda será cómo la Casa Blanca puede seguir ayudando a combatir el narcotráfico e insistirá en el pedido de un plan de seguridad solo para Centroamérica, distinto del Mérida, que fue creado para México y esta región.

Antes de asumir su puesto como Embajadora de Estados Unidos ante El Salvador, Aponte se desempeñó como abogada y consultora independiente de Aponte Consulting. Previamente, ejerció el Derecho por casi veinte años en firmas de abogados en Washington D.C y fue miembro de la junta directiva del Consejo Nacional de La Raza y el Fondo de Educación y Defensa Legal de Puerto Rico.

La embajadora fue nombrada embajadora durante un receso del Senado. La Constitución de EE.UU. exige que los altos funcionarios sean confirmados por el Senado antes de asumir el cargo. Sin embargo, mientras el Senado de los EE.UU. está en receso, el Presidente puede actuar sólo, haciendo un nombramiento de receso. Este tipo de nombramientos  es autorizado por el Artículo II, Sección 2 de la Constitución de Estados Unidos que dice: “El Presidente tendrá la facultad de llenar todas las vacantes que se puedan presentar durante el receso del Senado, otorgando nombramientos que expirarán al final de la siguiente sesión del mismo”.

La revista Foreign Policy publicó el 27 de abril de este año un artículo que califica como tortuoso el camino que la confirmación de la embajadora nominada en El Salvador Mari Carmen Aponte todavía tiene que recorrer. Aponte enfrentó la oposición de legisladores Republicanos que pidieron investigar a la ahora embajadora por la relación que ella tuvo con un cubano-americano hace más de 15 años.

La objeciones surgieron en una reunión del Comité de Asuntos Externos del Senado cuando se aprobó la nominación, a pesar del voto negativo de varios miembros Republicanos del Comité, liderados por el Senador Jim De Mnt quien demandaba más información sobre la relación amorosa de Aponte con Roberto Tamayo, vendedor de seguros cubano-americano de quien se sospechaba que tenía relaciones con el FBI y el aparato de inteligencia de Castro.

 

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