El albergue Judá nació hace 17 años en Acajutla, Sonsonate, como un lugar para la rehabilitación de alcohólicos y drogadictos. Sin embargo, la mayoría de los internos son discapacitados mentales abandonandos a la indigencia por sus familias y el albergue trata de ayudarles con refugio y comida, labor que en teoría debe asumir el Estado, y que el refugio apenas puede brindar con suma precariedad.
Lunes, 28 de febrero de 2011
William López
CAMINEMOS JUNTOS, OTROS 25 AÑOS
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