Opinión /

Concejos pluripartidistas


Lunes, 14 de marzo de 2011
Mauricio Silva

Uno de los cambios importantes que incluye la nueva propuesta para la ley electoral que está siendo considerada por la Asamblea y los partidos políticos es el de integrar concejos municipales pluripartidistas. Ello significa que los concejos municipales estarán formados por miembros de varios partidos políticos, o independientes, de forma proporcional a los votos obtenidos en las elecciones municipales, con la salvedad de que el partido, o independiente, con más votos obtendría la mitad de los regidores – incluyendo el sindico y el alcalde o alcaldesa. Ello substituiría la forma actual de integrar los concejos municipales que es unipartidista, o sea, el partido que obtiene la mayoría de votos nombra todo el concejo.

El cambio propuesto existe, con variaciones, en la mayoría de los países de América Latina y de los países desarrollados. La experiencia en esos países con los concejos pluripartidistas es muy buena, aunque también arroja algunas lecciones de cosas que no se deben repetir. La experiencia es muy buena pues los concejos pluripartidistas refuerzan la democracia y la transparencia al nivel local - el nivel más simple y más cerca de la población - por lo que se constituyen en excelentes escuelas de administración pública. La idea de los concejos pluripartidistas se discute en el país desde 1994, pero para ella ha faltado el apoyo político.

Los concejos pluripartidistas han sido una buena experiencia en América Latina por varias razones. Ellos fortalecen la democracia a través de mayor debate, ya que existe mayor representatividad de los diferentes sectores que forman el municipio en el gobierno local, incluyendo la representatividad que puedan aportar los candidatos independientes. Esa forma de constituir los concejos municipales da voz a las minorías a la vez que asegura una mayor gobernabilidad. La salvedad propuesta en el proyecto de ley, que el partido con más votos tenga la mayoría del concejo y el alcalde, es una de las lecciones importantes de varios países de América Latina donde no se aplico esa clausula, lo que llevo en muchos casos a que ningún grupo político tuviera mayoría, dificultando asi la gobernabilidad al nivel local, por lo que la cláusula propuesta es correcta.

El mayor debate y representatividad hacen que las decisiones del concejo sean más consensuadas, y por tanto, con mayor apropiación por parte de la población, aunque algunas veces más difíciles de lograr. La mayor representatividad implica mayor riqueza de ideas y puntos de vista. Todo ello constituye una experiencia muy valiosa de democracia participativa al nivel primario de gobierno, lo que es clave en una democracia en formación como la del país. Es también la forma más práctica para introducir las candidaturas independientes.

Los concejos pluripartidistas aseguran una mayor transparencia pues no solo un partido conoce las discusiones y decisiones tomadas, si no todos los sectores representados en los concejos. Esos sectores tienen acceso a la información por lo menos a través de sus representantes, aunque en la mayoría de los países con estos sistemas, las sesiones de concejos son abiertas al público en general y la prensa, con algunas excepciones en las cuales el concejo mismo puede solicitar sesiones cerradas.

En El Salvador ya se han dado algunos casos de concejos pluripartidistas los cuales fueron experiencias buenas y valiosas para las fuerzas políticas que participaron. Los primeros concejos municipales del FMLN en San Salvador fueron constituidos por representantes de varios partidos políticos e independientes. Ello le permitió al Frente ganar su primera victoria electoral significativa, enseño a gobernar a muchos de los que participaron y obligo a gobiernos mucho más participativos y transparentes. Esas experiencias nacionales y las internacionales dan mucho respaldo a la idea de los concejos multipartidistas plasmada en la propuesta de ley electoral que está bajo  consideración en el país, la cual esperamos se apruebe.

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