Opinión /

El Congreso Centroamericano de Antropología


Lunes, 14 de marzo de 2011
Carlos Lara Martínez

Del 21 al 25 de Febrero de 2011, se celebró el VIII Congreso Centroamericano de Antropología, en Tegucigalpa, Honduras, siendo la Universidad Nacional Autónoma de Honduras y la Universidad Pedagógica Nacional, las sedes de este magno evento.  Este congreso es organizado por la Red Centroamericana de Antropología, una red que agrupa a los antropólogos (antropólogos socioculturales, arqueólogos, antropólogos físicos y lingüistas) de Centroamérica, México y diversos países del mundo, que se interesan por la problemática sociocultural de los países centroamericanos.

 

El principal objetivo de esta red es promover el desarrollo del conocimiento antropológico en la región, impulsando el estudio sistemático de estas disciplinas y promoviendo la realización de investigaciones científicas sobre diversos temas de las sociedades y las culturas de Centroamérica, tomando como base el método etnográfico y otras metodologías propias de las ciencias antropológicas.      

 

Otro objetivo de gran trascendencia de la Red Centroamericana de Antropología es promover el intercambio científico entre profesionales y estudiantes de los diversos países de Centroamérica y México, propiciando de esta manera el intercambio de ideas y de proyectos de investigación.  Esto eleva el nivel de creación científica en nuestro país.

 

Este año, al VIII Congreso se presentaron más de 150 ponencias, la mayoría de ellas de investigadores de las diversas universidades de Centroamérica y México, pero también asistieron académicos de Europa y de los Estados Unidos.  Entre las temáticas que se trataron destaca “la construcción de identidades y ciudadanías de poblaciones de origen africano en América Central y México”, “las prácticas religiosas en México y Centroamérica”, temas de antropología de la educación, como “procesos y contextos educativos” y “la interculturalidad en la educación universitaria: desafíos y propuestas”.  También estuvieron presentes los temas de antropología política, como “procesos políticos y cambio sociocultural en América Central y México”, el tema de las identidades y el patrimonio cultural, así como “género y migrantes” y la problemática de la antropología médica.

 

Como en todo congreso académico, se presentaron videos, libros y muestras de la diversidad cultural de Honduras y Centroamérica.  Destaca el libro de la Doctora Carmen Araya, de la Universidad de Costa Rica: “De París en Miniatura al Malestar de la Ciudad”, en el cual se examina la dinámica de la globalización en la ciudad de San José.

 

La delegación de El Salvador estaba compuesta por profesores e investigadores de la Universidad de El Salvador y la Universidad Tecnológica.  Resaltó la participación de los estudiantes del programa de Antropología Sociocultural de la Universidad de El Salvador, quienes representaron el contingente más fuerte de los estudiantes de antropología de Centroamérica.

 

Los egresados de Antropología Sociocultural de la Universidad de El Salvador, presentaron sus investigaciones, las cuales las han estado realizando a través de los seminarios de investigación que se desarrollan en los últimos dos años de la carrera.  Estas investigaciones son: “El Proceso Electoral 2009 en el Municipio de Chalatenango.  Un Acercamiento al Estudio de la Cultura Política”; “Organizaciones Estudiantiles: Ritual, Simbolismo y Cultura Política”; “Memoria Histórica del Movimiento Estudiantil de la Universidad de El Salvador”; “Desarrollo y Fortalecimiento de la Memoria Histórica de San Francisco Angulo”; “Amos y Víctimas de la Violencia: Un Estudio sobre el Aspecto Simbólico de la Violencia Pandilleril”; “Género y Migración: Recomposición Familiar”; “Simbología y Ritual: Etnografía de la Semana Santa de Sonsonate”; y “El Papel del Museo Nacional de Antropología en la Construcción de la Identidad Nacional Salvadoreña en Período de Transformación Sociocultural”.  

 

Todas estas investigaciones, se llevaron a cabo con base en el método etnográfico, esto es, los estudiantes se insertaron en las comunidades que estudiaron y convivieron por cuatro meses con los sujetos en estudio, generando un conocimiento “desde adentro”, es decir, desde la perspectiva del sujeto social.  Esto es lo que caracteriza a la antropología, la aplicación del método etnográfico, que consiste en convivir de manera prolongada con los sujetos que protagonizan los procesos socioculturales, con el objeto de desarrollar un conocimiento que de cuenta de la manera de pensar, de sentir y de actuar de estos sujetos sociales.  Como diría el antropólogo norteamericano Clifford Geertz, “la vocación esencial de la antropología interpretativa no es dar respuestas a nuestras preguntas más profundas, sino darnos acceso a respuestas dadas por otros” (1987, 40). 

 

Esto es precisamente lo que necesita El Salvador, tener acceso a las perspectivas, los puntos de vista, las maneras de pensar, sentir y actuar, de los sujetos sociales (de los individuos en tanto que miembros de los grupos sociales) que impulsan los procesos que se llevan a cabo en el territorio nacional: ¿por qué los jóvenes se involucran en las maras o pandillas?, ¿qué sentido tiene la mara para un joven?, ¿cuál es el sentido para los salvadoreños de las elecciones políticas?, ¿hemos internalizado el valor de la democracia?, ¿por qué mantenemos y nos empeñamos en desarrollar la memoria histórica?, ¿cuál es el sentido de la memoria histórica para la población salvadoreña?, ¿cuál es el impacto de las migraciones en los municipios de Chalatenango?, ¿qué impacto tienen estas migraciones desde la perspectiva de género?.  Pero en El Salvador se siguen realizando rituales tradicionales, como el de la Semana Santa, ¿cuál es el significado de estos rituales para la población salvadoreña?, ¿qué les dice estos rituales a principios del siglo XXI?.  Y finalmente, ¿cuál es el papel de los museos en la construcción de la identidad nacional salvadoreña?, ¿qué les dicen los museos a los salvadoreños?.  Estas y otras preguntas deben ser respondidas, registrando, estudiando e interpretando, “el punto de vista de los sujetos sociales”.

 

La antropología tiene un papel fundamental en la sociedad salvadoreña, pues creemos conocer la manera de pensar, sentir y actuar de nuestras poblaciones, del pueblo, como dicen los políticos, pero no es cierto, NO LOS CONOCEMOS, necesitamos internarnos en su cultura o, más exactamente, en sus culturas, para conocer su sentido de la vida, eso sólo se logra a través del método etnográfico.  

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