Armados con piedras y palos, un grupo de vendedores de la zona de la Calle Arce se apostaron en los alrededores de la basílica del Sagrado de Corazón la noche del sábado para defender sus puestos de trabajo ante el inminente desalojo anunciado por la alcadía de San Salvador. En menos de tres horas, un contingente de agentes policiales y municipales lograron desalojarlos, pero la acción trajo costo elevados, especialmente para el patrimonio cultural del centro histórico.
Domingo, 8 de mayo de 2011
Frederick Meza
CAMINEMOS JUNTOS, OTROS 25 AÑOS
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