Después de cuatro años de que los políticos rechazaran dar en concesión el Puerto de Cutuco, la Asamblea Legislativa terminó aprobando este jueves hacer exactamente lo que en 2007 propuso una comisión técnica, con la excepción de un par de detalles que quedaron plasmados en lo que oficialmente se llama 'Ley de concesión fase I del Puerto de La Unión Centroamericana'.
Los diputados decidieron autorizar a la estatal Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA) negociar la concesión del puerto construido con financiamiento japonés a manos privadas para un período de 30 años. El Estado salvadoreño no tendrá participación alguna en el manejo del puerto, y este fue el punto principal de desacuerdo que hubo en 2007, cuando una comisión formada por el gobierno del presidente Antonio Saca lanzó su propuesta.
Los legisladores se reservaron el derecho de ratificar cualquier acuerdo de concesión, y por eso es que una vez la CEPA haya acordado contratar al concesionario del puerto, los términos del acuerdo deberán pasar a estudio de la Asamblea para su aprobación.
En 2007, cuando la comisión formada por Saca expuso su propuesta, el mismo gobernante le dio la espalda. El gobernante, luego de meses de discusión pública y tras encontrar el rechazo de partidos como el FMLN y el PCN -sin los cuales no iba a poder obtener los votos suficientes- retrocedió e hizo llegar a la Asamblea Legislativa en abril de 2008 una propuesta con diferencias sustanciales. Incluyó, por ejemplo, que el contratista privado que desarrollaría el puerto de Cutuco obtuviera la concesión para operar este puerto, pero también el puerto de Acajutla, en Sonsonate.
El plan original aspiraba a convertir a El Salvador en la terminal portuaria más importante del Pacífico en Mesoamérica -con la excepción de Panamá-, concediendo las operaciones a una empresa de talla mundial. Con Cutuco convertiro en un 'hub' regional, estaría garantizado que el puerto se convertiría en un polo de desarrollo para toda la zona oriental salvadoreña. La comisión precisó que el plan sería exitoso siempre y cuando la concesión de los dos principales puertos marítimos salvadoreños se manejara por aparte, y por lo tanto recomendaba que se emitiera una ley específica para la concesión de Cutuco.
La propuesta, sin embargo, pronto encontró detractores. El FMLN fue tajante al plantear que un modelo con control accionario de privados nunca contaría con sus votos. El partido de izquierdas insistió en que el Estado debía ser el accionista mayoritario. Mientras esta discusión transcurría, la construcción del puerto -financiada por Japón- avanzaba para ir camino a su finalización en los últimos meses de 2008.
La construcción del puerto de contenedores terminó en 2008 y a pesar de que el país está pagando los 200 millones de dólares invertidos en él, la estructura quedó tirada mientras los partidos representados en el parlamento rechazaban la propuesta presidencial. El país entró en un limbo, luego vino el cambio de gobierno y este hizo un intento por dar algún uso a las instalaciones. A mediados de 2010 finalmente atracó un buque en el nuevo muelle, pero sin una ley que defina su manera de funcionamiento, Cutuco ha sido una caricatura de lo que ofrecía el plan original.
Este jueves, los diputados terminaron aprobando dar en manos privadas las instalaciones para su administración, y entre los legisladores que avalaron el proyecto están muchos de los que en 2007 y 2008 rechazaban el control administrativo de los inversionistas privados.
Como base de la discusión, los diputados tomaron el anteproyecto de ley presentado en marzo de este año por el Ejecutivo. Este establece que el Estado salvadoreño no tendrá ninguna participación en las operaciones del puerto, y que manos privadas se encargarán del desarrollo, contratación de personal y responsabilidades del proyecto.
Es una especie de arrendamiento de infraestructura conocida en el argot de puertos como 'Landlord Port', que implica la administración de la tierra y la infraestructura. Dice la ley que 'CEPA concesionará (...) la operación de la Fase I de La Unión Centroamericana a un operador portuario especializado en contenedores, el que tendrá a su cargo la administración, equipamiento, mantenimiento, explotación comercial, desarrollo de la infraestructura, promoción, posicionamiento internacional y generación de negocios en el mencionado puerto.'
La fórmula propuesta por este gobierno y avalada por los diputados se diferencia respecto de la discutida hace cuatro años en un par de puntos principales: mientras el proyecto Saca facultaba a las autoridades a prorrogar la concesión del puerto después de los primeros 10 años de operación, la aprobada este jueves establece que eso solo podría hacerse al cumplirse 25 años de la concesión. Otra diferencia es que la empresa creada para operar el puerto debe ser una y esta no podrá concesionar a otra.
La aprobación de la ley fue casi unánime, pues hubo tres legisladores del partido Gana que se abstuvieron. El paso que dio este día la Asamblea, era el que hacía falta en 2007 o en 2008 para que el puerto comenzara a funcionar en 2009, y que supuestamente iba a convertir a Cutuco en un imán internacional a la altura de los mejores puertos del mundo en manejo de contenedores.
Ahora, la CEPA negociará concesionar el puerto de Cutuco por un período de 30 años y exigirá una inversión mínima de 30 millones de dólares al concesionario. Esa inversión servirá para dotar a la terminal de lo indispensable para hacerla suficientemente atractiva para las grandes líneas de transporte marítimo del mundo, de tal manera que prefieran atracar y manejar carga en El Salvador, y no en otros puertos ya existentes en la región, o en construcción, como sucede con Costa Rica y Guatemala, que están intentando hacerle competencia a Cutuco.
CEPA tendrá la misión de negociar un contrato que establezca un pago o ganancias concretas y la posibilidad de contrataciones de mano de obra salvadoreña, ya que en general, el operador tiene discrecionalidad para contratar personal.
Desde 2007 había varias empresas internacionales que estaban interesadas en competir por convertirse en las operadoras de Cutuco, pero con las trabas legislativas fueron retirándose poco a poco. En julio de 2008, el entonces director de CEPA, Ricardo Montenegro, dijo que el proceso de concesión de Cutuco y Acajutla estaba planificado para iniciar entre diciembre de 2008 y enero de 2009. Dubai Ports, Valenciaport y el grupo APM-Maersk habían visitado Cutuco y habían expresado su entusiasmo ante la posibilidad de administrarlo con la visión de convertirlo en el referente regional más importante.
En 2008, cuando los diputados discutieron -y rechazaron- la concesión a manos privadas, el FMLN demandaba un modelo en que el Estado fuera el propietario del 51% del capital accionario de una administración público privada. El inversionista tendría el 49% de las acciones restantes. El Ejecutivo, en cambio, proponía una fórmula 10-90 a favor de la concesionaria.
A la hora de discutir la ley de concesión este jueves, el jefe de los diputados de Arena, Donato Vaquerano, explicó que su partido había decidido dar los votos para evitar más retrasos en el trabajo del puerto y como previsión de que llegada la campaña electoral para 2012 el tema pudiera estancarse nuevamente. 'Es un acuerdo, es un tema importante que no puede politizarse por asuntos de campaña, por eso vamos a votar', dijo.
En el FMLN, Orestes Ortez aseguró que el modelo de concesión de las instalaciones asegura que el Estado mantiene la soberanía y por lo tanto no estaban retrocediendo. 'La soberanía la sigue conservando el Estado salvadoreño y solo le da jurisdicción y autonomía al operador en lo que es el muelle y la plataforma que estamos habilitando para los servicios portuarios.'
Sin embargo, de los tres modelos conocidos, este es donde el Estado cede más soberanía. Los otros dos, conocidos como 'public port' y 'tool port', garantizan más control estatal. El primero implica el control todal de parte del Estado, es decir, un puerto público en donde no hay mano privada. El 'tool port' supone una especie de término medio, en la cual el Estado interviene en el manejo de la carga, pero abre la posibilidad de concesión de otros servicios que rodean al puerto.
Llegado el momento de la votación en la plenaria, la presidencia de la Asamblea ordenó leer el decreto de 10 páginas que iba a aprobarse. Era casi mediodía y la diputada arenera Carmen Elena Calderón comenzó a leer.
En cierto momento, el diputado Ernesto Angulo -también de Arena- dejó el pleno y se dirigió al cuarto de prensa, en la parte sur del Salón Azul. Ahí varios periodistas miraban entretenidos y con cara de tensión la transmisión que el canal 4 de televisión hacía desde la ciudad de Ravenna, Italia. Angulo y otros legisladores se les unieron para disfrutar unos 15 minutos del partido de fútbol de playa que enfrentaba a las selecciones de El Salvador y Rusia. El marcador mostraba un 4-4 y el cronómetro indicaba que faltaba más o menos la mitad de los 12 minutos del tercer período.
Acabó el tercer período con un 5-5 y hubo necesidad del tiempo extra. El pleno seguía con la lectura del decreto, pero para entonces ya salían desde la sala de prensa gritos e insultos dirigidos a la pantalla del televisor. Estaba claro que los legisladores de alguna manera intuían que algo interesante ocurría en Ravenna, pero no tenían certezas. Se llegó a la mitad del tiempo extra de 3 minutos cuando el salvadoreño Frank Velásquez tomó la pelota, sorteó a un rival y venció al arquero italiano para sentenciar el 6-5 con que El Salvador se aseguraba su pase a las semifinales de la Copa del Mundo de Fútbol de Playa.
La sala de prensa estalló en gritos y abrazos, y el diputado Angulo salió apresurado hacia el pleno y gritó: '¡Ganamooooooos!' La diputada Calderón sonrió, pero su tarea era terminar de leer el decreto y así lo intentó. El escándalo y la algarabía en el Salón Azul se dispararon hasta tal intensidad que en el sonido amplificado de la sala de sesiones ya se perdía la voz de la diputada y entonces esta hizo una pausa en la lectura y aprovechó que estaba en uso del micrófono: 'Ganamos a Italia', dijo. Todo el pleno, entonces, comenzó a celebrar y a comentar la noticia, a tal punto que fue imposible seguir con la sesión. El diputado pecenista Ciro Cruz Zepeda, quien presidía la sesión, tomó la palabra para felicitar a la selección y retomar el control de la situación. Tras su felicitación a los jugadores hubo un aplauso general en el Salón, y solo minutos después se tranquilizó suficiente como para retomar la lectura del decreto.
Llegado el momento de votar, solo tres legisladores de Gana se abstuvieron.
El puerto de Cutuco fue construido por el consorcio nipón-belga TOA Corporation/Jan De Nul. La concepción original del puerto como un hub internacional pasaba por la convicción de que la obra dinamizaría significativamente la economía nacional. Sus gestores estimaban que el Cutuco que soñaban permitiría un crecimiento estimado del 5% anual, como mínimo, del producto interno bruto (PIB) regional; que la población en la zona crecería un 81% en los siguientes 20 años, y que la operación de la terminal generaría un crecimiento del empleo de entre 3 y 4% anual en el país.
