Opinión /

El porvenir del PSOE


Lunes, 13 de febrero de 2012
Luis Fernando Valero

En la revista “Temas para el debate”, patrocinada por Alfonso Guerra, del Partido Socialista Obrero Español, PSOE, en su último número de febrero, dedicado a “El futuro del PSOE”, se escribe: “El PSOE ha sufrido una dura derrota electoral, cuyas causas van más allá de las consecuencias de la crisis económica”. Ésta ha sido la excusa que han dado todos los dirigentes para no dimitir ninguno, después de los catastróficos resultados. 

Por ello quizás el editorial de “Temas para el debate” continúa: “En los últimos años se ha venido produciendo un alejamiento del PSOE de su electorado y sus necesidades. Los procesos de indefinición ideológica, desde los que se postulaban “viajes al centro” o pragmatismos electorales de tipo social-radical, junto a la confusión ideológica que se ha creado intentando acoplar el socialismo- que es solidario- con el nacionalismo- que es decididamente egoísta-han ido alejando a amplios sectores de la sociedad del partido socialista”.

El PSOE ha celebrado su congreso el XXXVIII en la ciudad de Sevilla y su futuro lo ha tenido que elegir entre dos vías que no implicaban en absoluto lo que el partido, en decir de los analistas, necesitaba, un abrir ventanas y dejar entrar un aire fresco y vitalizador. Los que competían eran un político, Alfredo Rubalcaba, con más de 30 años de militancia, para algunos un dinosaurio que pervivía de la época de González y que ha sido portavoz y Vicepresidente del gobierno de Rodríguez Zapatero, por lo tanto corresponsable y colaborador de la catástrofe y una joven militante, Carmen Chacón, considerada la “hija política” de Zapatero, ex Ministra de Sanidad y ex Ministra de Defensa, ambos han estado con el presidente que ha conseguido con su política los peores resultados del PSOE en toda su historia.

La democracia tiene por origen la igualdad de condiciones, el problema que ha tenido el PSOE en el tiempo de Rodríguez Zapatero es que no ha tenido un discurso igual en toda España y en eso los simpatizantes del partido han dejado de darle su confianza, unido al abandono del discurso social y político propio de la socialdemocracia europea.

Otro problema que ha tenido el PSOE ha sido que ha olvidado que los partidos son instituciones básicas de la participación política, pero desgraciadamente en su funcionamiento interno están sometidos  a las burocracias de los partidos, lo que se denomina el “aparato” que los mantiene  un 'régimen de excepción', ya que restringe el ejercicio de algunas libertades, desactiva los controles propios de una democracia constitucional y contradice pautas de la representación política. 

Por ello quizás, algunos socialistas clásicos del PSOE se han ido saliendo de él o han mantenido posiciones muy críticas. El ex Presidente de la Comunidad de Madrid Joaquín Leguina, que escribió en su  blog:

“Recibo un correo de un viejo compañero del PSOE que ha sido delegado en el congresillo celebrado en Madrid el sábado 21 de enero.
“Han asistido –me informa- un buen número de compañeros jóvenes (de 20 a 24 años), que han intervenido en las ponencias con buen criterio y con discursos, a menudo, brillantes. No trasmitían consignas sino ideas bien fundadas. Para mí, un descubrimiento y una experiencia muy agradables.
También se refirió a uno de esos jóvenes:
“Un joven, de nombre Pablo, inspector de hacienda, que fue presidente de la comisión 2 de la Ponencia Marco, me pareció un compañero con una formación (profesional, política e intelectual) muy relevante y una visión muy clara de la imposición fiscal como herramienta de redistribución de la riqueza.
Y mi amigo se pregunta:
“¿Cómo es posible que entre los candidatos para ir al Congreso de Sevilla no hubiese sitio para ninguno de los jóvenes que habían trabajado en las comisiones (y por lo tanto en el estudio y discusión de la Ponencia Marco), ni siquiera para Pablo? Las dos candidaturas estaban repletas de representantes del Pleistoceno Inferior”.

Este anquilosamiento del PSOE ha sido su perdición y por los resultados que se han ofrecido, en las votaciones del Congreso de Sevilla, da la impresión de que los “representantes del Pleistoceno Inferior” estaban más preocupados por mantener sus cargos y sus canonjías que por encontrar una salida al partido, y prueba de ello es que la candidatura de Rubalcaba ganó por un 51% frente al 49% de Chacón. Al final lo que ocurre es que los delegados, la mayoría del aparato burocrático del partido, funcionan como una militancia profesionalizada que suple la voluntariedad del convencido, motivado por la afluencia de ideas y se sustituye por el aplauso al que le puede mantener en el cargo.

Ramón Vargas Machuca, ex diputado del PSOE desde 1977 a 1993, actualmente catedrático de Filosofía Política en la Universidad de Cádiz, señala en un artículo titulado El drama del PSOE (El País, 01/02/2012):“La crisis de incumplimiento, de insolvencia y de impotencia del partido no se arregla con un apaño entre jerarcas, sino con un proceso constituyente para recuperar lo que se ha diluido y dotarse de ciertas reglas”.

Otro de los problemas que ha llevado Rodríguez Zapatero al partido ha sido, también, apuntado por Leguina, que demasiados jóvenes solo tienen experiencia dentro de la burocracia del partido y sin mayores estudios y formación han ido subiendo en el partido con los años y así él escribe: “Oblato: Dícese de aquel individuo que no ha salido del convento (socialista) y en él ha trabajado y de él ha vivido”.

La promoción política de la mayor parte de ellos es obra del zapaterismo… todos le deben algo a José Blanco: directamente sus “ascensos” políticos o, en cualquier caso, el nihil obstat, porque en el PSOE de Zapatero apenas ha prosperado alguien que no haya pasado por el “comité de selección”.

Con los resultados habidos en el Congreso de Sevilla no parece que se haya abierto la puerta a la esperanza, ni a la inteligencia política, ni el coraje cívico, ya que el partido ha salido dividido y con acuse de revanchismo de los vencedores frente a los vencidos y dado lo ajustado de la votación, demuestra claramente que el PSOE está dividido y sin posibilidades de poder renacer de momento, máxime cuando en marzo hay elecciones en Andalucía, el último bastión en poder del PSOE en toda España y que todas las encuestan afirman que perderán a manos del Partido Popular, que en estos momentos tiene 18 puntos de ventaja en todas las encuestas y sacará una mayoría absoluta en la autonomía andaluza, como la tiene actualmente en el Parlamento Español. Quizás por eso en el editorial ya comentado de “Temas para el debate” dice en su último párrafo: “El camino de los cambios del PSOE no es un camino fácil ni de recorrido corto, pero es el momento de construir un nuevo gran proyecto socialista para el siglo XXI, que conecte con las esperanzas y necesidades de una gran mayoría de ciudadanos”.

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