El alcalde capitalino, Norman Quijano, de Arena, no sufrió aflicción alguna en las encuestas. Pero no se confió y pidió permiso en la alcaldía para dedicarse de lleno en las últimas semanas a hacer su campaña para la reelección. Regaló víveres y materiales de construcción, y a su séquito a menudo se sumaron candidatos a diputados por San Salvador, especialmente algunos de los menos expuestos a medios hasta ahora.
Sábado, 10 de marzo de 2012
Frederick Meza
CAMINEMOS JUNTOS, OTROS 25 AÑOS
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