El marchista guatemalteco Erick Barrondo demostró al desanimado atletismo de Centroamérica que desde una pequeña aldea se puede escalar hasta la gloria olímpica con la receta del esfuerzo y la fe inquebrantable en el triunfo. Barrondo escribió el sábado por primera vez el nombre de Guatemala en el medallero de los Juegos Olímpicos al lograr la plata de los 20 km marcha frente a los miles de londinenses que rodearon The Mall, la emblemática avenida que une el Palacio de Buckingham con la céntrica plaza Trafalgar.
Desde su debut en Helsinki-52, Guatemala se tomó 60 largos años para producir un deportista del nivel de Irving Saladino y Lloyd La Beach. Los dos panameños eran los únicos centroamericanos hasta ahora en poseer un metal olímpico en atletismo, con 60 años de diferencia entre ambos. La Beach, cuyos padres eran jamaicanos inmigrados a Panamá para trabajar en la construcción del canal, fue un velocista que alcanzó dos medallas de bronce en los Juegos de 1948, los segundos que organizó Londres.
El tercer y último metal de Panamá en sus 12 participaciones llegó con el fabuloso oro de Saladino en el salto de longitud de los Juegos de Pekín en 2008. En Londres, el canguro panameño de 29 años no tiene opciones de sumar su segunda medalla -fue eliminado el viernes en las clasificaciones- pero sí las mantiene Barrondo si es capaz de recuperarse rápido del esfuerzo para competir el sábado en los 50 km marcha.
Pero más allá de estas apariciones esporádicas, los atletas centroamericanos que han logrado clasificar a los Juegos se quedaron siempre muy lejos del podio. Por Costa Rica (10 participaciones olímpicas), su mejor carta ha sido el velocista Nery Brenes, que llegó a las semifinales de los 400 metros de Pekín-08 y que en Londres fue eliminado el sábado en la primera ronda.
Desde Honduras (10) quien llegó más lejos fue Rolando Palacios con sus cuartos de final en los 200 m también de Pekín. El atletismo de El Salvador (9) no ha podido mejorar el decimocuarto lugar de Rosario Martínez en lanzamiento de peso en México-68 ni tampoco Nicaragua (10) el decimoctavo de Rolando Mendoza en la misma prueba en los Juegos aztecas.
Por Guatemala (10), hasta la irrupción de Barrondo su mejores clasificados eran los también marchadores José Víctor Alonzo, decimoséptimo en 50 km en Los Ángeles-84, y Julio Urías, que logró idéntica posición en la misma especialidad en Atlanta-96. Recién bajado del podio en The Mall, Barrondo lanzó un mensaje a los jóvenes que le consideran un héroe en Guatemala.
Un mensaje que trata de motivar una mayor práctica del deporte y que es aplicable a toda la juventud centroamericana, que trata de salir adelante en la región más violenta del mundo. 'Me voy a sentir el hombre más feliz del mundo si mañana alguien en Guatemala deja un arma en el suelo, toma unas zapatillas y se va a un estadio', emplazó el marchista, que a sus 21 años sabe muy bien de lo que habla.
