Opinión /

Ganadores y perdedores en el conflicto Asamblea-CSJ


Miércoles, 15 de agosto de 2012
Carlos Gregorio López Bernal

La prolongación del conflicto provocado por la negativa de la asamblea legislativa a acatar las resoluciones de la Sala de lo Constitucional genera serias preocupaciones sobre el compromiso de los partidos políticos, o mejor dicho, de las dirigencias de esos partidos con la democracia. Pero esta situación atenta también contra la memoria de los salvadoreños, ya de por sí bastante endeble y maleable.

En el transcurso de un par de meses, y gracias a una orquestada campaña mediática impulsada por el FMLN y organizaciones afines, han desaparecido del panorama de la opinión pública, los orígenes del conflicto en cuestión. Pareciera, como insiste la radio “Maya Visión” — especie de voz oficial del FMLN —, que todo este problema se reduce a una conspiración malévola de la derecha del país, para “recuperar” sus antiguos privilegios. A esta “conspiración” agregan sus buenos oficios, muchos “traidores” y varios “ingenuos” que no alcanzan a entender la magnitud y gravedad de la intriga en curso. En el centro de este discurso se encuentran los “cuatro magistrados” que supuestamente han atentado contra el orden constitucional del país.

Es casi imposible es encontrar hoy en día, una valoración desapasionada y diacrónica del desempeño de la actual sala de lo constitucional desde su nombramiento a la fecha. Pareciera que en casi tres años, solo hubiera dado las sentencias referidas a la elección de los magistrados de la generación 2012. Esta amnesia premeditada del FMLN no es casual, pero resulta interesante y preocupante que un partido que ha hecho de la “memoria histórica” un bastión ideológico, hoy la niega.

Y es que basta una rápida revisión de las posiciones y demandas del FMLN cuando era oposición y las que mantiene hoy en día para ver cuánto ha cambiado este partido. Ese giro podría resumirse como sigue: lo que antes era muy malo, hoy no lo es; lo que antes eran principios indiscutibles, hoy son relativos. Dicho en otros términos: Si ARENA, lo hizo, el FMLN puede hacerlo.

Una de las demandas históricas del FMLN — tanto que aparece en los primeros documentos de las negociaciones de paz — es precisamente la independencia del órganos de justicia; tanto insistió el FMLN, que la reforma al sistema judicial fue parte importante de los acuerdos de paz de 1992. Y una de las quejas recurrentes del FMLN a lo largo de las últimas dos décadas fue precisamente la falta de independencia de las sucesivas cortes supremas de justicias y de las salas de lo constitucional, a las cuales señalaban de haber sido constituidas mediantes “arreglos” entre los partidos de derecha.


Paradójicamente, si hay algo que distingue a la actual sala de lo constitucional es precisamente su probada y más que evidente independencia, frente a partidos políticos y poderes fácticos. Lo que antes el FMLN añoraba, hoy lo detesta. Y esa independencia a la hora de emitir sus sentencias, ha provocado que la Sala haya chocado con diferentes partidos políticos e incluso con la presidencia. No debiéramos olvidar cuántas críticas y ataques recibió la sala cuando sentenció sobre las candidaturas no partidarias, el incluir la fotografía en las papeletas de votación, o la “partida secreta” que tan prolíficamente usó el expresidente Saca y cuya pérdida tanto resintió el presidente Funes en su momento.

Producto de esos choques fue el nefasto decreto 743, incubado en ARENA, con una aparente no participación del FMLN y sancionado con prodigiosa rapidez por el Ejecutivo. Fue solo el abrumador rechazo de la sociedad civil a través de diferentes instancias y mecanismos lo que obligó a derogar dicho decreto. Aparentemente ARENA entendió el error cometido y se mostró dispuesta a enmendarlo; curiosamente fue el FMLN que prolongó el impasse negando sus votos para resolverlo.

¿A qué se debió esta actitud del FMLN? Sencillamente a que en el fondo estaba de acuerdo con el objetivo del decreto que era inmovilizar a la Sala, obligándola a emitir sentencias por unanimidad. Para entonces era claro que la independencia de la Sala se había constituido en amenaza para los intereses de los partidos y su manera de actuar, no siempre ética. Esa “amenaza compartida” explica esa insana y perversa alianza del FMLN con GANA, CN y PES. La sala se volvió en blanco confeso y compartido por estos partidos.

¿Qué explica entonces que ARENA no haya actuado como los otros partidos (con la excepción de CD)? Obviamente el hecho de ser el principal y quizá único partido de oposición hace que ARENA se posicione de manera diferente. Algún “ingenuo”, como diría Maya Visión, diría que ARENA ha cambiado del 2009 a la fecha. Vale decir que lo uno no excluye lo otro. No debemos olvidar que, en los dos años posteriores a 2009, ARENA no solo perdió el Ejecutivo, sino que sufrió una crisis interna tal que llevó a la ruptura y surgimiento de GANA. Tan grave fue la debacle que el partido debió entrar en un proceso de recomposición, cuya magnitud y resultados quizá nunca sabremos.

Con todo, durante dos años, el desempeño de ARENA como partido de oposición fue errático, reduciéndose a quejumbrosas denuncias contra los traidores de GANA, y una tozuda oposición a las iniciativas del Ejecutivo, un guión para el cual tuvo un brillante mentor en el FMLN de las legislaturas anteriores. Una ARENA carente de ideas y de agenda, de repente encontró un norte gracias al FMLN. En la misma medida el FMLN comenzó a replicar acciones y actitudes antes usadas por los tricolores y que estos percibieron cuánto rechazo generaban en los sectores más críticos y pensantes de la sociedad civil. Hábilmente ARENA retomó esas agendas, lo cual no excluye el riesgo de contaminarlas, pero en todo caso, ARENA es solo un actor social más de los que apoyan a la Sala.


El empecinamiento y ensañamiento de FMLN contra la Sala, más el creciente y manifiesto rechazo que ello provoca, le permitió a ARENA reencontrar el rumbo — al menos momentáneamente — y reposicionarse en el debate político nacional. Caso curioso, un partido fracturado y desorientado, encuentra su mejor aliado en el partido que lo derrotó en las presidenciales.

Todavía es prematuro establecer ganadores y perdedores en este conflicto. Pero independientemente de lo que acontezca ya es claro que el gran ganador, al menos en términos históricos, será la Sala de lo Constitucional. El gran perdedor, en cambio, será el FMLN. Y lo será simplemente porque no ha sido consecuentemente con su trayectoria histórica. Una Sala de lo Constitucional independiente, como realmente ha sido la presente, seguramente que en más de algún momento resultará incómoda para alguien, o incluso “atentatoria” contra los intereses de los partidos políticos, independientemente de si están en el poder o en la oposición; pero siempre será mejor para el país. Eso es justamente lo que el FMLN ha olvidado, no obstante su insistencia en la memoria histórica.

Ahora bien, estas ganancias o pérdidas pueden ser temporales, dependiendo de la capacidad de las dirigencias de los partidos políticos para procesarlas, capitalizarlas y hacer las readecuaciones necesarias. Por suerte, la ganancia definitiva es para la democracia salvadoreña. Ya existe un antecedente de que es posible tener independencia en la Sala de lo Constitucional, y que buena parte de la sociedad salvadoreña ha sabido valorar ese hecho y se ha mostrado dispuesta a defender la Sala, independientemente de diferencias y filiaciones ideológicas.

PD: en atención a los efusivos calificativos de algunos dirigentes del FMLN, cuando aparecen en Maya Visión y en las tribunas públicas. Definitivamente no caigo en la categoría de los “traidores”, pero no excluyo la posibilidad de estar entre los ingenuos; pero ingenuo se puede ser, siendo de izquierda o de derecha.


logo-undefined
CAMINEMOS JUNTOS, OTROS 25 AÑOS
Si te parece valioso el trabajo de El Faro, apóyanos para seguir. Únete a nuestra comunidad de lectores y lectoras que con su membresía mensual, trimestral o anual garantizan nuestra sostenibilidad y hacen posible que nuestro equipo de periodistas continúen haciendo periodismo transparente, confiable y ético.
Apóyanos desde $3.75/mes. Cancela cuando quieras.

Edificio Centro Colón, 5to Piso, Oficina 5-7, San José, Costa Rica.
El Faro es apoyado por:
logo_footer
logo_footer
logo_footer
logo_footer
logo_footer
FUNDACIÓN PERIÓDICA (San José, Costa Rica). Todos los Derechos Reservados. Copyright© 1998 - 2023. Fundado el 25 de abril de 1998.