Opinión /

Assange, Garzón y Pinochet


Domingo, 19 de agosto de 2012
Luis Fernando Valero

Los cables diplomáticos hechos públicos por Wikileaks, la organización que dirige Julian Assange, fueron analizados, clasificados y verificados por una serie de periódicos de gran prestigio en países occidentales; de valor muy desigual, mostraban cómo se comportan determinados gobiernos especialmente en temas internacionales. Sacaban a la luz eso que casi todos esconden que se llama: “las alcantarillas del Estado”.

El presunto “facilitador” de los documentos, el soldado Bradley Manning, está en una prisión secreta en Estados Unidos privado, según su abogado, de toda garantía. Y Julián Assange podría ser acusado de traición y espionaje, lo que puede conllevar  la pena de muerte.
Conviene recordar que el Reino Unido a un dictador como Pinochet, acusado de delitos como genocidio, lo dejó irse tranquilamente.

Julián Assange no tiene una denuncia formal en Suecia, ya que los hechos de los que se le acusa han tenido una evolución curiosa, por ello se le requiere para interrogarlo y ver si procede su acusación.

El 21 de agosto de 2010 por indicaciones de la policía sueca, la fiscal Maria Häljebo ordenó el arresto de Assange acusado de la violación de Anna Ardin, La fiscal retiró la acusación a las pocas horas declarando que no había motivos para sospechar que él estuviera implicado en una violación.
Posteriormente en septiembre de 2010 la fiscal superior sueca, Marianne Ny, consideró que había razones para creer que el delito se había cometido y que éste debe ser calificado de violación y en consecuencia ordenó reabrir la investigación preliminar contra Assange por un presunto delito de violación.
Assange ha afirmado que tuvo relaciones consentidas en el piso de las acusadoras que lo habían invitado. En Suecia es considerado violación no ponerse preservativo. El problema es que ahora afirman que tienen miedo de haber sido contagiadas de SIDA. Una de las dos mujeres, según la acusación, quiso contactar con Assange tras la 'agresión sexual' porque quería que se sometiese al test del sida por lo que contactó con la otra para que la ayudara a localizarle. Acudieron a la policía sueca y ésta  solicitó la intervención de la INTERPOL.

Assange se presentó voluntariamente y fue detenido por la policía metropolitana de Londres. El 16 de diciembre fue puesto en libertad bajo fianza después que un tribunal británico rechazara un recurso presentado por la fiscalía sueca para mantenerle en prisión. El 24 de febrero de 2011, el juez británico Howard Riddle autorizó la extradición de Assange a Suecia, dado que Suecia ofrece todas las garantías judiciales. Rechazó los argumentos de la defensa de Assange que afirmaba que en ese país no tendría un juicio justo debido a que los medios y la opinión pública están en su contra, influenciados por el propio Primer Ministro sueco, Frederik Reinfeldt, que le consideró culpable públicamente.


Lo curioso es que las “violadas” no dijeron nada inmediatamente a los hechos, su preocupación fue posterior. Por ello hay quien cree que todo ello fue una trampa para Assange dada su labor que le ha merecido numerosos reconocimientos internacionales y premios de organizaciones significativas, aunque molestara a algunos gobiernos poderosos.

Assange cree que su extradición a Suecia no es más que  un paso intermedio para su extradición a Estados Unidos y allí no tendría las mínimas garantías y cabe el fallo final de la pena de muerte o la reclusión en una de las prisiones de alta seguridad características de un sistema penal como el norteamericano.
Ante esa situación Julián Assange ha decidido pedir asilo, lo interesante es saber por qué ha escogido Ecuador.


El Reino Unido que ha reaccionado de una forma muy poco diplomática y además con insinuaciones  nada consonantes con la diplomacia, ya que podrían violar la Convención de Viena, que son palabras mayores y el irrespeto a un gobierno legitimo y democrático.

Pero Assange no está solo ya que existe un gran movimiento de apoyo en Internet, y hay quien piensa que se teme tenga en su poder más documentos de la administración americana que podría hacer públicos si consigue la libertad.
Además el abogado principal de Assange es ahora Baltasar Garzón, el juez que pidió la extradición de Pinochet y que ahora ha sido inhabilitado por el Sistema Judicial español como Juez de la Audiencia Nacional. La polémica está servida.

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