Vendedores informales y el Cuerpo de Agentes Metropolitanos (CAM) de San Salvador se enfrentaron en el desalojo de 33 manzanas del centro capitalino. Unos 970 puestos de ventas sobre aceras y calles fueron desmontados entre viernes 26 y sábado 27 de octubre de 2012, tras un ultimátum de 72 horas. Hubo un par de heridos y decenas de personas fueron evacuadas.
Luego del desalojo, el parque Hula-Hula, la Calle Arce (entre 5a. Av. Norte y 3a. Av. Sur), y la Avenida España y 1a. Calle Oriente quedarían liberadas de ventas informales. De acuerdo a la alcaldía la intervención es parte del proyecto de ordenamiento capitalino, para impulsar la recuperación urbanística y económica de la zona. Por el momento, la municipalidad expresa que no se intervendrá otros lugares, por lo que pide calma al resto de comerciantes de la capital salvadoreña.
¿En qué consiste el proyecto de ordenamiento capitalino? Al entrar a la Web de la alcaldía capitalina solo aparece el Plan Estratégico del período anterior. No hay ninguna orientación sobre 2012-2015. En este sentido, es posible asumir que el proyecto que se está implementando es “Orden, Mejoramiento y Desarrollo Urbano”, cuyo objetivo es modernizar San Salvador manteniendo su historia con espacios ordenados y convertirla en una ciudad competitiva. Esta fuente de información permite plantear que el avance del Plan Estratégico es modesto; y el del Plan de Ordenamiento Urbano, bajo. Este atraso explicaría lo expresado por varios de los marchantes desalojados: “no tenemos una alternativa viable para vender”.
¿Cuáles son los problemas de fondo? Anarquía e inseguridad. Razón por la que el ordenamiento y desarrollo territorial de San Salvador es impostergable. Hay cuatro factores que han incidido en el caos capitalino: (1) El terremoto de 1986 produjo el “abandono” del llamado centro histórico y un progresivo deterioro habitacional y comercial; (2) El acelerado y centralizado proceso de urbanización y la sub-ocupación estructural (crecimiento del sector informal), hacen que decenas de miles de personas se “rebusquen” en la capital salvadoreña; (3) El caótico sistema de transporte hace que se afiance la anarquía y el congestionamiento en la ciudad capital; y (4) El desorden y la impunidad facilitan la expansión de los negocios ilícitos. En resumen, la recuperación de San Salvador demanda la puesta en marcha de un Plan de Ciudad, donde cada sector aporta a la solución del problema.
Es esencial lograr un entendimiento entre la alcaldía de San Salvador y la presidencia de la República. Hoy en día, no hay un acuerdo básico. Así lo constata la comunicación oficial: “El Presidente de la República aclaró que la Policía Nacional Civil no participó en el desalojo ni confrontó con vendedores durante las acciones que realizó anoche la alcaldía capitalina en el centro de San Salvador, sino que se mantuvo en un rol disuasivo”. Por ello, tan importante como promover el asocio público-privado es lograr el asocio público-público.
¿Qué hacer? La clave está en que los partidos políticos respalden acciones como las siguientes: (1) La alcaldía de San Salvador convoca a dueños de inmuebles y comerciantes ubicados en 50 manzanas del centro histórico (luego seguir con el Distrito 6 y así sucesivamente), para implementar un plan de desarrollo económico territorial; (2) La presidencia de la República y el Consejo de Alcaldes del Área Metropolitana de San Salvador (COAMSS) acuerdan “municipalizar” el transporte colectivo en el AMSS; y (3) Universidades asesoran a la alcaldía en las dos acciones anteriores y el Ministerio de Economía –vía CDMYPE y en asocio con la municipalidad- asiste técnicamente a emprendedores capitalinos.
