Aún no hay fecha para la reanudación del juicio contra el ex ministro de Defensa salvadoreño, Guillermo García. Pero el juez de Florida que lleva el caso, Michael Horn, decidió esta semana suspenderlo para dar tiempo a la defensa de presentar sus alegatos finales, lo que podría darse en enero o febrero de 2013.
García enfrenta un juicio por deportación acusado por el gobierno de Estados Unidos de violaciones a Derechos Humanos durante su periodo al frente del ministerio de Defensa (1979-1983). Como consecuencia de los ataques terroristas de septiembre de 2011, ese país emitió nuevas leyes que prohiben la presencia de extranjeros terroristas y violadores de derechos humanos en suelo estadounidense.
Terry Karl, la tercer y último testigo de la parte acusadora presentó su declaración el viernes pasado. Karl es una profesora de ciencias Políticas de la Universidad de Stanford, experta en el conflicto armado salvadoreño, que analizó el periodo de García en el ministerio de Defensa.
Srgún reportes del periódico de Florida “El Nuevo Herald”, Karl demostró que las masacres, desapariciones y torturas aumentaron durante la administración del general Guillermo García al frente del Ejército. “El total de muertes debido a masacres se incrementó durante el mandato del ministro de la Defensa García”, dijo Karl. “Las masacres se convirtieron en algo normal”.
La experta citó además algunas acciones para demostrar que García ejercía su poder a favor de los perpetradores de estos crímenes: primero fue la liberación de Roberto D’Aubuisson, detenido en mayo de 1980 en la finca San Luis con planes de ejecuciones y conspiraciones (entre ellos la Operación Piña para asesinar a monseñor Óscar Arnulfo Romero). Esta liberación “fue como una luz verde para matar”, dijo Karl. “Era un mensaje que decía adelante y que habría impunidad total”.
Algunas de las peores masacres cometidas en América Latina en el Siglo XX, incluyendo El Mozote y el Río Sumpul, fueron perpetradas por el Ejército salvadoreño cuando era comandado por el general García.
En los primeros días del actual juicio por deportación declararon también en contra de García el ex embajador estadounidense Robert White y el doctor Juan Romagoza, un médico salvadoreño que sobrevivió a torturas que le infligieron los cuerpos de seguridad.
García vive en Florida desde el fin del conflicto armado y ya fue encontrado culpable de torturas y violaciones a los derechos humanos en un juicio civil celebrado también en Florida en 2002, en el que fue juzgado junto a otro ex ministro de Defensa, el general Eugenio Vides Casanova. Ambos fueron condenados a pagar más de 54 millones de dólares a las víctimas.
De ser encontrado culpable en el juicio que enfrenta actualmente, García sería deportado a El Salvador. Vides Casanova ya perdió un juicio similar, pero apeló al mismo, lo que le ha permitido continuar en suelo estadounidense hasta que se celebre un nuevo juicio.