Arena confirmó este fin de semana la sospecha de que algunas piezas importantes se desprenderían del partido cuando Antonio Saca, exmandatario de la República y expresidente arenero, se lanzara a competir por un segundo mandato como presidente de la República. Apenas cinco días después del anuncio de Saca, Francisco Laínez, exdirigente arenero, ex ministro de Relaciones Exteriores del gobierno de Saca y exprecandidato presidencial, dejó las huestes areneras argumentando falta de sintonía de su ideología con la del candidato presidencial Norman Quijano.
La salida de Laínez se produce en momentos en que un expresidente de Arena, Walter Araujo, también ha dicho que ha valorado la posibilidad de renunciar a la organización para sentirse más cómo en su rol como juez electoral independiente. Araujo se queja de que en la máxima dirección arenera hay quienes no comprenden que él, como magistrado del Tribunal Supremo Electoral, no puede anteponer los intereses del partido a los del país.
En su carta de renuncia, Laínez señaló al candidato Quijano como el responsable de su salida. El excanciller dice estar “desencantado” de que el alcalde no haya reconocido públicamente que fue él, ya como candidato presidencial, quien en octubre pasado pidió la cabeza de Laínez como vicepresidente de organización y tercero al mando de Arena. Luego el exdirigente arenero hace un señalamiento al Consejo Ejecutivo Nacional: “En lugar de reconocerse con hombría y responsabilidad la decisión tomada para culminar con mi dimisión, (el partido opta) por enmascararla, argumentando que hubo renuncia sin explicar que fue exigencia de Quijano, su demanda y su punto de honor”.
Quijano ha negado esa versión de los hechos desde el año pasado y este sábado lo acusó de mentir. “!Válgame Dios! Cada día miente más; no tengo mayor comentario al respecto. Tenemos cosas más importantes en las cuales enfocarnos”.
Estas rupturas no son sorpresa para los areneros. La decisión de Saca de buscar la presidencia de la República en 2014 ya había encendido las luces de alerta de diputados y dirigentes de Arena, que preveían un nuevo éxodo, después de la ruptura de septiembre de 2009, y tras la salida de cuatro diputados en 2012.
Días antes de que Saca anunciara su candidatura, un miembro del Coena razonaba que era mejor que el partido sufriera una nueva purga: “Que se salgan los areneros que se tengan que ir porque esos no son areneros ni nunca lo han sido”, decía, bajo condición del anonimato porque no estaba autorizado para hablar del tema. Hace un mes, los diputados areneros creían que, como mínimo, el lanzamiento de Saca podría significar la deserción de una veintena de alcaldes y algún diputado.
Ante las razones que adujo Laínez para renunciar y el nuevo discurso de Araujo -en 2007 defendía que los magistrados del TSE, incluidos los provenientes de la Corte Suprema de Justicia, respondieran a sus partidos-, la dirección nacional de Arena ha optado por la cautela.
Durante un mitin en Chalatenango este sábado, Jorge Velado, presidente de Arena, dijo que incluso se le tenía “respeto y cariño” a Laínez, pero que no compartía cuando en su carta de renuncia expresaba que Arena corría el riesgo de perder las próximas elecciones “si seguía evadiendo el reconocimiento de sus errores”. “Como humanos somos vulnerables, errores vamos a cometer siempre -dijo Velado-. Pero en marzo de 2012 volvimos a ser la primera fuerza política después de tres años, es decir, algo bueno hemos de haber hecho. Y él fue parte de esto, las acciones hablan por sí solas.”
Ante las sospechas de algunos areneros, que ven a Saca como el imán que atrajo fuera de Arena a Laínez, el Coena se decanta por el voto de confianza. Jorge Velado, por ejemplo, cruza sus dedos índice y medio cuando dice: “A mí lo que me dijo (Laínez) es que él está cerrando el capítulo de su vida dentro de la política, yo confío en la seriedad de sus palabras. No sospecho que se vaya a otro partido o movimiento”.
Ernesto Muyshondt, vicepresidente del partido, cree que las verdaderas pretensiones de Laínez aflorarán pronto, aunque dice no saber cuáles son. “No sé los motivos, si es por motivos económicos o por qué. Será en los próximos días que se conocerá la verdadera razón de su salida del partido”.
En la cancha de Saca -el movimiento Unidad-, el nombre de Laínez está bajo consideración desde hace semanas como posible candidato a la vicepresidencia.
Velado se muestra escéptico ante la posibilidad de que el excanciller salga eventualmente junto a Saca. 'Laínez fue maltratado por Saca hace algunos años. Me sorprendería mucho (que se fuera con Saca) porque todos sabemos la forma en cómo Saca lo trató en el proceso de selección de candidato y algunas otras otras cosas que no me corresponde a mí explicar. No lo veo a él como un posible compañero de fórmula, me extrañaría mucho”, dice Velado, en alusión al cuestionado proceso interno para elegir candidato presidencial en 2008, y que terminó ungiendo a Rodrigo Ávila para los comicios de 2009. Las estructuras de entonces fueron coaccionadas para que eligieran a Ávila, según denunció en su momento la exvicepresidenta Ana Vilma de Escobar.
Muyshondt desvirtúa otras de las razones que esgrime Laínez para dimitir: “Me parece raro que Francisco diga que la dirigencia ha cometido errores si él participó del Coena de Tony Saca, que fue el que secuestró el partido. Me sorprende que señale errores porque cuando estuvo en ese Coena, en ese gobierno, y cuando fue parte del círculo íntimo de Saca, nunca dijo nada de eso”, agregó.
Velado únicamente se quejó de la manera en la que Laínez dio a conocer su renuncia: señalando públicamente los errores partidarios. “Una nota escrita está bien para mostrar inconformidades, pero una nota filtrada a los medios para que se haga morbo alrededor o bulla, no es correcto”.
El Faro intentó comunicarse con Laínez, sin embargo, este no devolvió las llamadas telefónicas.
En su carta de renuncia, Laínez parecía quejarse de que tanto él como la diputada por San Salvador Ana Vilma de Escobar fueron ignorados para cargos preponderantes en la campaña. De Escobar fue bloqueada como posible directora de información del Coena la semana pasada, cuando la dirigencia prefirió nombrar a la legisladora Margarita Escobar. “El mayor Roberto d'Aubuisson (fundador de Arena) nunca hubiera permitido que en el partido se marginaran liderazgos”, dice Laínez en su carta. En el proceso interno que terminó en septiembre con la nominación de Norman Quijano como carta presidencial, Laínez también había competido y a raíz de entonces, según el excanciller, fue víctima de ataques por parte de Quijano. “La carrera desenfrenada que comenzaron algunos inmediatamente después de la elección de alcaldes y diputados de 2012 provocó en el partido cambios encaminados a dividir y marginar a todos aquellos que no comulgaban con una candidatura particular (...) Resulta extraño que la única solicitud para dimitir al cargo en el Coena fue precisamente hacia la persona que con un fuerte respaldo de las bases compitió codo a codo contra Quijano”, escribió Laínez.
Velado matizó el señalamiento. Aseguró que incluso hace unas semanas el candidato presidencial ofreció a Laínez un puesto importante en la campaña y además una participación en el gabinete de gobierno sin detallar el área.
La incomodidad de Velado con la carta de Laínez hecha llegar a la prensa, choca, además, con el reclamo que en una entrevista con El Faro hacía el expresidente arenero Walter Araujo. Este dijo que es 'la vieja derecha' la que opta por discutir sus diferencias de espalda al público, a la gente.
Araujo añadió que él, como magistrado del TSE, está por encima de los intereses de su partido, ya que debe actuar según le convenga al país. El Faro consultó con la dirigencia del partido si se sentiría cómodo con un magistrado que abiertamente ha dicho que quiere discutir con la dirigencia de Arena cómo retirarse a sí mismo sus propias obligaciones partidarias en aras de las despartidización del TSE. Quijano, Velado y Muyshondt respondieron que están de acuerdo con la despartidización de las funciones jurisdiccionales del Tribunal pero que mientras una reforma a la Constitución de la República no lo ordene, las cosas deben seguir igual.
“Aun cuando creemos que hay que despartidizar estos puestos, en este momento no es así, y mientras no haya esos cambios obviamente el representante de un partido político tiene que velar por los intereses de su partido político, eso es lo que en principio debe de existir”, dice Jorge Velado.
¿Es conveniente que el magistrado de Arena en el TSE diga que quiere desapegarse de su relación partidaria? “Hasta que la reforma no ocurra no sería conveniente, especialmente si él fue nombrado como representante de Arena en la magistratura para el tribunal”, dice Muyshdont. “Si los otros partidos tienen su representante, Arena tendría su derecho de tener una persona que esté en consultas permanentes con su partido, que le esté informando permamentemente lo que está aconteciendo en el Tribunal”, agregó.
El vicepresidente de Ideología arenero recuerda que Araujo fue elegido por la Asamblea para un mandato de cinco años que vencen en julio de 2014 y que, por lo tanto, esperan que siga en el cargo hasta entonces.
Araujo ha dicho que él no desea asistir -y de hecho dice que no lo hace- a ninguna reunión estratégica del partido y que tampoco se reúne periódicamente con los dirigentes, aunque podría hacerlo para hablar exclusivamente del proceso electoral salvadoreño... así como podría hacerlo con otro candidato o partido político.
El candidato a presidente, Norman Quijano, subraya que Araujo no puede desligarse de sus responsabilidades partidarias. “Lo que hay que provocar es una reforma y entiendo que será constitucional porque la Constitución dice que los tres partidos que tengan mayores votos en una elección presidencial tienen derecho a contar con un magistrado en el TSE. Si (Walter Araujo) está ahí, está representando a nuestro partido”, dice.
