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“Si me van a zampar preso, que también zampen a Mauricio Funes y a Munguía Payés'

Ruano fue el primer alcalde en atreverse a entrar de lleno a la negociación con las pandillas y reconoce sin matices que para ello ha tenido que violar la Ley de Proscripción de Pandillas. El bien jurídico más importante es la vida, argumenta. Dice que terminó de entrar al proceso empujado por el gobierno de Mauricio Funes y que ahora se siente solo. A su candidato presidencial le reclama ausencia: no haberse atrevido ni a opinar sobre el tema.

Lunes, 11 de marzo de 2013
Carlos Martínez

Foto de archivo del alcalde de Ilopango, Salvador Ruano, con representantes de la pandilla MS-13 y Barrio 18, firman un acuerdo de paz el 22 de enero 2013, durante el acto oficial donde se declaró a Ilopango un Municipio Libre de Violencia.
Foto de archivo del alcalde de Ilopango, Salvador Ruano, con representantes de la pandilla MS-13 y Barrio 18, firman un acuerdo de paz el 22 de enero 2013, durante el acto oficial donde se declaró a Ilopango un Municipio Libre de Violencia.

Un periodista llamado Douglas Farah publicó recientemente un informe que elaboró para una ONG estadounidense en el que plantea una serie de riesgos derivados del proceso de pacificación, entre ellos el hecho de que la pandilla está adoptando más conciencia de su incidencia política y lo ejemplifica con el caso del municipio de Ilopango. Asegura que una de las amenazas es que de facto la pandilla comience a cogobernar el municipio. 
Creo que algo vi en un periódico. Si cogobernar significa que ellos soliciten una posibilidad de trabajo y cuando esta posibilidad de trabajo es materializada… o sea, ¿cogobernar por tener una granja de pollos? Es que a ver: en esta situación no hay líneas claras a seguir, lo que quisiera tal vez es que viéramos las cosas con claridad: ¡aquí hay una dificultad clarísima, un problema de verdad, estrucutural! Y ante ese problema, esta aventura que tenemos en Ilopango no ha tenido la posibilidad de obtener ningún apoyo exterior.

En este tipo de ejercicio las pandillas participan ya no solo como beneficiarias, sino desde la planificación y el diseño mismo del proceso. Hay quienes ven en esto el riesgo de legitimar a las pandillas a través del diálogo institucional con la alcaldía.
Aquí se puede especular, pero también se puede palpar que los esfuerzos grandes que los gobiernos como Estados Unidos le han dado a El Salvador lo único que han hecho es generar más muertos. Esos son análisis aventureros que implican tener una bola mágica. Yo lo que hablo son realidades: aunque haya muertos, han bajado de una forma abismal con respecto de lo que se daba antes y también las extorsiones: ¡pongamos los pies en la tierra: no han desaparecido! Pero venir a especular… no sé quién se ha atrevido a dar esta información. Yo creo que ese periodista está como haciéndose el interesante sobre algo que no conoce a profundidad.

Independientemente de lo que diga ese informe, ¿nunca ha temido como uno de los posibles riesgos legitimar a estas organizaciones a través del contacto institucional con ellas? ¿A través del contacto permanente convertirlos en actores legítimos?
Yo fui obligado por el gobierno central a aceptar una supuesta tregua. Yo tenía ya las líneas tiradas sobre la posibilidad de que el joven –tenga letras, números o nada tatuado en el cuerpo- tenga la posibilidad de tener oportunidades en su vida, pero yo no lo concebía como un esfuerzo con las pandillas. A mí me arrinconó el gobierno central. Aquí el que legitimó eso es el gobierno central.

Pero usted había comenzado conversaciones con ellos antes de que se conociera sobre la tregua.
Sí, pero yo no los veía como maras sino como bichos de colonias, pero yo no hice pactos ni firmé nada… si no hubiera sido impulsado por el gobierno central. Yo lo que estaba generando para todos es posibilidades de trabajo en diferentes áreas, sin tomarlos como maras. A mí me mandaron a decir que me iban a zampar preso por la ley de proscripción de pandillas, mandó decírmelo un oficial de policía y un fiscal que ya no está. Puta, están criticando lo que hago, pero no levantan las manos para proponer algo.

Este tipo de esfuerzos no pueden hacerse si no se viola la ley de proscripción de pandillas. ¿Son conscientes de ello?
Soy consciente de que el gobierno tiene una iniciativa para modificar esa ley y que si yo la estoy violando por llevar la paz, por reducir la muerte… sí, la estoy violando. Pero quiero dejar claro algo: si la estoy violando yo la está violando el presidente Mauricio Funes, y el ministro David Munguía Payés. Entonces si vamos a responder con la ley ante el esfuerzo de generar una alternativa a la violencia pese a la ley, sí somos culpables. Y lo que esperaría es que este gobierno haga lo que tenga que hacer para que actuemos bajo el marco de la legalidad.

¿La ley de proscripción de pandillas estorba?
Debe ser modificada, no derogada, para darle la oportunidad a aquel que ya pagó una condena para que se reinserte a la vida productiva y aquel que no ha cometido un hecho delictivo, mucho que mejor. Aquel cuya actitud esté en riña con la legalidad que se le aplique la ley, pero que den el espacio para que el que quiera reivindicarse en su vida tenga el espacio. Nosotros fuimos bichos y nos pudimos haber equivocado participando en estas organizaciones, ¿no tenés el derecho de rectificar en el futuro aunque ya te hayás puesto letras o números?

Sé que el comisionado de policía Mauricio Arriaza Chicas, jefe regional, ha adversado que esta ley pueda ser desdeñada en la práctica y ha intentado implementarla a rajatabla.
Yo quisiera dejar de lado a ese comisionado, porque en este momento por mucha amenaza indirecta que me ha mandado no ha hecho nada. Si yo te contara una amenaza particular que lanzó alguna vez… ha dicho palabras claras de arrestarme y de meterme en dificulatades políticas. Yo no quiero entrar en controversias. Estoy construyendo y para construir se necesita madurez y tener la claridad que yo tengo, aunque esto esté en riña con la ley de proscripción de pandillas, yo estoy convencido de la babosada que estamos haciendo. A mí este gobierno me metió en dificultades y se metió en dificultades, espero que este mismo gobierno me saque de esta dificultad. Lo hice de manera consciente con tal de bajar los índices de muertos. La doctrina jurídica lo dice: el principal derecho a tutelar es la vida.

Uno de los reclamos ciudadanos más usuales es este: Ilopango es un municipio pobre, fundamentalmente habitado por clase media, media baja o pobre. ¿No es incorrecto el mensaje de que solo recibirán apoyo laboral aquellos que lastimaron, humillaron y aterrorizaron al municipio, pero no ocurre con el resto de personas desempleadas en el municipio?
Si yo fuera un ciudadano común con esas dificultades yo estaría opinando lo mismo y ellos tienen razón, ¡pero yo soy un funcionario público! El ciudadano no se da cuenta de que así como él hay miles en su similar condición… yo no puedo pensar como un solo individuo, no puedo ver un árbol teniendo el bosque enfrente, es un problema grave siendo funcionario público. Yo no me estoy comportando como un individuo, sino como un funcionario que tiene la obligación y que está obligado a liderar esfuerzos aunque a nivel individual la gente no lo pueda apreciar, aunque con el tiempo todos se vean beneficiados porque sus vidas correrán menos riesgos.

Otra opinión recurrente es que el Estado agachó la cabeza ante los pandilleros y que esta es la prueba máxima de que estas organizaciones nos ganaron y no nos dejaron otra que negociar con ellos.
Yo soy alcalde y no tengo la potestad de llevar seguridad ni de reprimir el delito, eso no me toca a mí, a mí no me han ganado. A mí solo me toca de alguna manera realizar medidas preventivas. Tengo escuela de manejo para automóvil y moto, ¡esa es una herramienta de trabajo! He tenido ferias de empleos, hay cursos con AID, hay escuelas de fútbol, estoy intentando tener un gimnasio para jóvenes… que no son para pandilleros. Yo estoy tratando de ser integral. Yo solo tengo 10 meses de haberme sentado en la silla de alcalde y sin haber recibido el apoyo de nadie, pero sí la crítica, porque todos quieren vivir en paz y que a sus hijos no les pase nada.

Las extorsiones a las grandes empresas de Ilopango y para los autobuses no han parado. Siguen atemorizados por las pandillas. ¿Qué les responde usted a los grandes empresarios de su municipio que siguen padeciendo este problema?
Que hagan la presión necesaria para que el gobierno tome una actitud responsable y puedan sacar esto y que esto pueda convertirse en una política de Estado y no oportunismo del gobierno en turno. ¡Claro que no ha desaparecido! Pero si el gobierno de la República tratara de construir una política pública encaminada a reinsertar a esta gente y toma en cuenta a los empresarios… poco a poco todos vamos a ir entendiendo que debemos de ceder algunas acciones o temores para construir la paz y el desarrollo en el país. Pero si nuestro gobierno sigue manteniendo esto entre bambalinas, estas gremiales tienen razón de tener temor porque no saben cómo se inició esto, en qué etapas se encuentra y para dónde lo quieren llevar.

¿Usted tiene dudas aún sobre esas cosas?
De lo que tengo dudas es de que el gobierno me vaya a fortalecer a mí económicamente como me prometió en su momento.

¿Qué tipo de respaldo ha recibido luego del acto de inauguración en el que participaron el ministro y el viceministro de Seguridad Pública?
Ningún tipo de respaldo, ni un centavo partido por la mitad. Ni he vuelto a hablar con el ministro, ni me responde el teléfono. Ya le he llamado como dos o tres veces y no me responde ninguna llamada, no me contesta. Nos dimos los teléfonos para tener comunicación… no responde.

Usted dijo que se metía a esto esperando del gobierno nacional recursos económicos…
Y he visto defraudado eso. Lo más problemático es la comunicación, porque yo sé que hay dificultad para traer recursos, pero si me dicen: “Chamba, tenemos tal problema pero estamos en tal etapa y esperamos que en tal fecha…", ¡algo! Pero no tenemos nada. Me preocupa, porque al menos la comunicación deberíamos tenerla o mediana claridad sobre la gestión sobre el recurso que nos prometieron.

¿Con Raúl Mijango sí tiene comunicación?
Al Raúl lo invité el otro día a que viniera y siempre me dice: “no, no, aún no sabemos nada”, y como él se hace como que no es parte del gobierno, entonces no lo voy a presionar más. Porque el actor principal que me llamó a mí y con el que estuvimos reunidos fue el ministro Munguía Payés y yo de él reclamo la falta de comunicación sobre los fondos que nos prometió en su oficina.

¿Él le llamó a usted?
Sí, él nos llamó a los cuatro alcaldes (de los primeros municipios santuario) y nos reunimos en una salita de reuniones en el Ministerio que entiendo que no era su oficina.

De la empresa privada, ¿ha recibido ayuda?
Nada. Absolutamente nada. Yo percibo que tienen temor y nosotros empezamos con un proceso que ya tiene unos cuantos meses. Yo los voy a buscar más adelante cuando esto esté más encaminado para decirles: “está dando resultados”, para que algunos pandilleros se incorporen a trabajar… Aunque toda ayuda hubiera sido buena hasta ahora.

¿Los proyectos en Ilopango se están haciendo exclusivamente con los fondos públicos de la alcaldía?
Así es.

Me ha parecido en distintos actos haberlo visto enojado y haciendo reclamos a su propio candidato presidencial Norman Quijano.
Je… yo pasé esa página, pero sí puedo decirte que lo que puedo percibir es que un candidato como Norman es el único que tiene posibilidad de plantear algo en serio en seguridad y que está obligado a hacerlo… y que ojalá lo haga pronto. De los otros dos candidatos: uno impulsó el Mano Dura (Antonio Saca) que solo trajo más muertos, y el otro (el vicepresidente Salvador Sánchez Cerén) es parte de un gobierno que no quiere asumir responsabilidad.

Pero su candidato nos dijo que prefiere no tener una opinión sobre estos procesos con las pandillas porque no quiere ponerse en primera línea.
Él sabe por qué lo dice… si no opina sobre eso ojalá que opine sobre algo que le dé viabilidad al pueblo o una esperanza, si no quiere opinar sobre la tregua. Ojo: yo no me estoy contrapunteando con Norman, porque no se trata de eso, sino que en su momento yo di mi punto de vista y mi partido tienen la madurez para escuchar una crítica.

¿Quiere ver a Norman Quijano mojándose más en este proceso?
A ver… yo sigo preocupado por este tema, porque no he visto nada todavía, pero al mismo tiempo estoy esperanzado a que Norman pueda dar una propuesta viable, no digo para Ilopango, sino para un país angustiado y desesperanzado. No he tenido oportunidad de hablar con Norman sobre esta situación. Ojalá se me dé la posibilidad de hablar con él. Yo espero encontrármelo y decirle: “doctor, esto me preocupa”.

Aquí vinieron una serie de autoridades del gobierno y dieron discursos durante el primer acto en el que se inauguraba un municipio libre de violencia; el partido Arena lo esgrime como argumento probatorio de su vinculación al proceso de pacificación… ¿no se siente utilizado?
No me siento utilizado porque desde el momento en que yo acepté, diosito me regaló un par de dedos de frente para ver los posibles escenarios. Lo que me siento es un titán llamando a otros líderes a hacerse cargo de una gesta histórica de pacificación y de desarrollo… ¡Difícil! Me siento solo, pero esperanzado en ir dando los resultados y que otros van a tener que imitar lo bueno que va a pasar en mi municipio. Solo sí que me siento en este tema.

¿Confía en las pandillas?
No en las pandillas, sino en el ser humano, en el individuo que me pide una oportunidad de trabajo.

Cuando los pandilleros se han sentado con usted en esta alcaldía y han dialogado, ¿confía en su palabra?
Confío en la honestidad con la que se han manifestado conmigo. No hablo de grupúsculos que solo vienen a pedir trabajo, sino que han dejado de cometer delitos y eso beneficia a todos.

Ahora, eso que usted plantea aún no es percibido por los ciudadanos que más bien siguen desconfiando de este proceso.
Eso depende de a quién le pregunte, pero, ¿cómo lo va a percibir el pueblo cuando el gobierno no se determina ante este tema, o cuando hay medios de comunicación que esperan ver de nuevo ensangrentado a este municipio? Aquí, les guste o no les guste a los que nos quieren ver fracasar esto, se ha calmado muchísimo.

¿Ha tenido comunicación con pandilleros que están dentro de cárceles?
A veces me han pasado llamadas. No pregunto más, pero me imagino que sí ellos están dentro de la cárcel.

Si a usted le preguntaran fuera del país si este es un proceso de la iglesia y la sociedad civil o del gobierno central, ¿qué respondería?
Ayer vi al ministro en la tele diciendo que esto casi que era responsabilidad de él, pero siempre es “sí, pero no”… yo insisto en que estoy decepcionado en este camino con las autoridades centrales y cuando me decís que estoy en contra de la Ley de Proscripción de Pandillas, sí, desafortunadamente, para llevar la vida a mi municipio, para disminuir la muerte, he tenido que tomar acciones que van en contra de esta ley. Y si me van a zampar preso a mí, que me zampen preso a Mauricio Funes, a Munguía, al director de la Policía, porque en la reunión inicial estuvimos con ellos dos (el ministro y el director de la Policía). Yo quisiera que el gobierno se pusiera serio y que no le tuvieran miedo a lo que dicen los gringos, que quieren traer al país sus fórmulas… si los gringos tienen una fórmula mejor que la traigan… ¡¿pero dónde puercas están?!, los gringos son corresponsables de lo que nos pasa acá.

¿Cómo los gringos han entorpecido este proceso?
Salió diciendo (la embajadora) Mari Carmen Aponte que la ley dice esto y esto… y sale corriendo el ministro… que por eso es que no se pone claro, por el miedo que le tienen a las represalias económicas que van a tomar los gringos. Si los gringos hubieran dicho “les vamos a dar el beneficio de la duda”, el Mauricio hubiera salido diciendo “yo fui el que inventé esto con el Munguía”. ¡Hay que ser valiente!

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