Montevideo, URUGUAY. Uruguay se convirtió el miércoles en el segundo país latinoamericano, después de Argentina, en legalizar el matrimonio homosexual, luego de que la Cámara de Diputados diera sanción definitiva a un proyecto de ley de “matrimonio igualitario”.
Al grito de “libertad” e “igualdad”, el público que había colmado las barras desde el inicio del debate parlamentario estalló en aplausos y llantos emocionados tras la aprobación del proyecto, que recibió 71 votos de un total de 92 diputados presentes.
La Cámara de Diputados ya había aprobado el texto en diciembre de 2012, pero tuvo que ratificarlo luego de que el Senado le realizara modificaciones. En todas las oportunidades la norma fue aprobada por una amplia mayoría y con el respaldo de legisladores de todos los partidos políticos.
“Mañana vamos a ser una sociedad más justa, más igualitaria, con más derechos para todos y todas”, aseguró el diputado de la coalición oficialista Frente Amplio (FA, izquierda) Sebastián Sabini, al defender su respaldo al proyecto.
El polémico texto, que ha sido cuestionado por la Iglesia católica y grupos de defensa de la familia, sostiene que “el matrimonio civil es la unión permanente, con arreglo a la ley, de dos personas de distinto o igual sexo”.
Pero además incluye cambios –tanto para parejas homosexuales como heterosexuales– en las normas sobre filiación, divorcio, edad mínima para contraer matrimonio, régimen sucesorio, adopción y el orden de los apellidos de los hijos, que será de libre elección de las parejas.
“Hoy el Estado uruguayo reconoce que hay una forma de amar que es diferente a la heterosexual, pero tan válida como la otra”, dijo tras la votación Federico Graña, del colectivo de Ovejas Negras, que reúne a lesbianas, gays y travestis y que promovió la campaña por el denominado “matrimonio igualitario”.
“Hoy nos sacamos la tapa de la presión de arriba, la tapa de ser raritos (...) se acabó esa etapa”, añadió en una conferencia de prensa en el parlamento realizada tras la votación.
“Esta victoria es la victoria de todos los organismos sociales que luchan por una sociedad más justa e igualitaria”, sostuvo Graña, anunciando que la organización planea “exigir que en todos los organismos multilaterales (...) se trate esta temática y se pelee porque América Latina sea un continente igualitario”.
Una emocionada Michelle Suárez, la primera abogada transexual del país y autora del proyecto inicial sobre matrimonio igualitario, manifestó a su vez su “profunda alegría porque esta piedra angular hacia una igualdad no meramente formal, sino sustantiva, esté ocurriendo” en Uruguay.
“Pensé que no lo iba a ver”
En la plaza Primero de Mayo, frente al Palacio Legislativo, embanderada con los colores del arcoiris, la música electrónica animaba una fiesta que recién comenzaba. Algunos disfrazados, otros tomados de la mano, y la mayoría dando rienda suelta a su emoción: decenas de personas celebraban la votación.
“Anoche no podía dormir, estoy muy emocionado”, confesó Roberto Acosta, de 62 años, vestido de dorado de la cabeza a los pies y con un sombrero con los colores del orgullo gay: “Es increíble estar luchando tanto tiempo y lograrlo; pensé que yo no lo iba a ver”.
“Por más que te cases o no te cases, el derecho va a estar”, enfatizó Acosta, quien sostiene que la lucha de los colectivos homosexuales no termina con este proyecto. “Ahora tenemos que dedicarnos a las chicas trans”, sostuvo.
Silvina, que prefirió no decir su apellido porque confesó que sus padres aún no conocen su orientación sexual, cree que pese al avance social todavía falta más tolerancia: “Supuestamente somos un país tolerante pero a mí me tiraron una piedra hace unos meses por estar con alguien riéndome en la calle. Pero espero que esto concientice a todos. Por lo menos lo legal va a estar”.
En los últimos seis años, Uruguay legalizó la unión civil de homosexuales y la adopción de niños por parte de parejas del mismo sexo, además de habilitar el cambio de nombre y sexo y el ingreso de homosexuales a las Fuerzas Armadas.
En junio del año pasado, la Justicia reconoció, además, por primera vez un matrimonio entre dos personas del mismo sexo celebrado en España.
En la región, el matrimonio homosexual está permitido en Argentina desde 2010 y en Ciudad de México, desde 2009.
La ley entrará en vigencia a los 90 días de su promulgación, periodo en el cual el Poder Ejecutivo deberá reglamentarla.
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