Nacionales /

Areneros se resignan a perder la llave de la mayoría calificada en Asamblea

Aunque nadie se atreve a afirmar categóricamente que la diputada arenera por Santa Ana Claudia Luz Ramírez García deja el partido, tanto legisladores como dirigentes del partido Arena dan por hecho que perderán el escaño 29, que hasta ahora les ha permitido bloquear decisiones de mayoría calificada, como por ejemplo la ratificación de contratos de préstamos internacionales.

Jueves, 4 de abril de 2013
Gabriel Labrador

Foto de archivo de Claudia Ramírez llegando a la Asamblea Legislativa el primero de mayo 2012, día de la toma de posesión de los diputados electos" /></div> <figcaption class=
Foto de archivo de Claudia Ramírez llegando a la Asamblea Legislativa el primero de mayo 2012, día de la toma de posesión de los diputados electos

El partido Arena da por perdida su batalla por retener el poder que los salvadoreños les dieron en las urnas en 2012, y se resigna a perder un quinto escaño en la actual legislatura 2012-2015, con lo que con 28 diputados no sería ya indispensable para que la Asamblea Legislativa tome decisiones que según la Constitución necesitan del concurso de dos tercios de los 84 parlamentarios.

La diputada santaneca Claudia Luz Ramírez García confirmó este jueves en televisión que abandona las filas areneras. La deserción constituye el quinto escaño que pierden los colores areneros después de que en noviembre anterior la bancada de Arena se rompiera cuando cuatro diputados se declararon independientes. El partido de derechas obtuvo 33 escaños en los comicios de marzo de 2012, y ahora se quedan con 28.

Ramírez señaló diferencias con la dirigencia arenera a quien acusó de tomar decisiones inadecuadas como haber ordenado a la fracción legislativa que votara a favor de Salomón Padilla como presidente de la Corte Suprema de Justicia en agosto pasado cuando él era una persona con militancia probada en el FMLN. 'Tres fantasmas a quienes nunca vi ordenaron que votáramos así', dijo Ramírez, aparentemente, en alusión a Alfredo Cristiani, expresidente de Arena; Óscar Santamaría, miembro del Coena; y Donato Vaquerano, jefe de la fracción parlamentaria de Arena. Sin embargo, más adelante en la entrevista con Moisés Urbina, Ramírez se contradijo al decir que Cristiani nunca debió haber abandonado la cúpula dirigencial. 

Ramírez también se mostró inconforme con la selección de René Portillo Cuadra como compañero de fórmula de Norman Quijano. Dijo que fue un error haber marginado a tres militantes areneros: Margarita Escobar, Orlando Cabrera Candray y la alcaldesa Milagro Navas. Ramírez no externó su preferencia por alguno de los tres pero también dijo que cuando el Coena vetó a Ana Vilma de Escobar para ingresar al Coena había cometido otro error. 

La legisladora santaneca dijo que había intentado comunicarse durante un mes con el presidente Jorge Velado pero que había sido imposible. Señaló que cuando la Asamblea Legislativa estaba por elegir a los magistrados de la Corte de Cuentas, en obediencia del mandato constitucional, ella se opuso a que su bancada eligiera a Gregorio Sánchez Trejo como presidente de la entidad contralora.  

La hasta ayer diputada de Arena ahora tiene que esperar que el Tribunal de Ética del partido determine, de manera oficial, que ya no es parte de la institución. Ella, por su parte, dijo que había presentado su carta de renuncia a las 4:45 pm del miércoles y que esta había sido dada por recibida por una secretaria en la sede central de Arena en la colonia Flor Blanca. Margarita Escobar, vocera del partido, dijo este jueves por la mañana que el presidente Jorge Velado se desplazó hasta Santa Ana la tarde anterior para intentar comunicarse con Ramírez y saber lo que pasaba. Fue imposible, según Escobar. 

Hasta hoy, Arena ha logrado evitar el redireccionamiento de 400 millones de dólares de un préstamo internacional que el gobierno pretende usar para el pago de subsidios o para financiar el voto en el exterior en las elecciones presidenciales de 2014. Asimismo, sin los 29 escaños, Arena ya no sería necesaria para decisiones sobre la constitución de la Corte Suprema de Justicia, cuyos magistrados se pueden nombrar con el voto mínimo de 56 diputados. La próxima elección de magistrados de la Corte, sin embargo, está prevista hasta 2015, aunque la Asamblea liderada por el FMLN ha mantenido un constante desafío a las resoluciones, fallos y sentencias de la Sala de lo Constitucional, con una retórica que ha incluido la amenaza de destitución de magistrados.

De hecho, la ahora independiente Claudia Ramírez dijo que observará la Constitución y que si encuentra que los magistrados de la Sala infringen la Constitución lo denunciará penalmente, lo cual supone que ella puede unirse al coro de voces en el congreso que hablan de destituir a los magistrados Florentín Meléndez, Belarmino Jaime, Rodolfo González y Sidney Blanco. 

Hacia el final de la tarde de este miércoles, las redes sociales eran un coro de areneros desconsolados por la renuncia de la diputada santaneca aunque había voces que preferían negar el asunto. “Hasta que no lo escuche de su voz no voy a dudar de su lealtad. No la voy a denigrar mientras no esté confirmado”, decía Roberto d'Aubuisson, diputado de Arena y vicepresidente en la Asamblea. El presidente del partido, Jorge Velado, dijo escuetamente a través de su cuenta de Twitter que no había recibido carta de renuncia alguna de la diputada Ramírez, aunque tampoco negó, de manera tajante, su separación. Ya por la noche, los diputados fueron convocados a una reunión para este jueves y la renuncia de Ramírez fue tomada como un hecho inminente.

En Arena ya tienen claro lo que significa haber perdido otra legisladora. “Ya con esos votos pueden hacer lo que quieran, préstamos, funcionarios de segundo grado... es lamentable que estemos ante una nueva forma de hacer política”, dijo Guillermo Ávila Qüehl, exdiputado de Arena y miembro del tribunal de ética de la organización.

Desde octubre, cuando Arena comenzó a denunciar ante los medios de comunicación que había intentos de compra de diputados en la Asamblea, diversas fuentes del partido, entre diputados y dirigentes, explicaban que entre las personas sospechosas estaba Claudia Ramírez. Un miembro del Consejo Ejecutivo Nacional de Arena y dos diputados, consultados por este periódico, coincidieron en que para los días en que Sigifredo Ochoa Pérez, Adelmo Rivas, Rigoberto Soto y Jesús Grande se separaron de la bancada arenera, en noviembre pasado, la diputada santaneca informó a la dirigencia de su partido que personas ligadas a Gana le habían ofrecido dinero para desertar en esa ocasión, y que ella aseguró que no iba a dejar las filas tricolores por nada ni por nadie.

Ramírez fue integrante de la Sociedad de Abogados de Occidente (SAO) y es este período su primera experiencia como diputada propietaria. También fue empleada del Tribunal Supremo Electoral (TSE) en donde para 2011 era la subdirectora de desarrollo humano.

La posibilidad de que Arena perdiera la llave para la mayoría calificada en el congreso cobró fuerza el año pasado cuando los diputados aprobaron el presupuesto general de la nación con 55 votos -a pesar de que se necesitaban solo 43-. Con la salida de Ramírez, Arena queda más frágil. Ernesto Muyshondt, segundo al mando en Arena y vicepresidente de ideología, matizó esa nueva realidad y dijo que confiaba en que dentro de la Asamblea la correlación de fuerzas aún pueda inclinarse a su favor. “Arena, por sí sola, no puede impedir la mayoría calificada. Sin embargo creemos que hay partidos que son defensores de la libertad y de la institucionalidad del país, como CD y como algunos diputados del PCN”, dijo, en alusión a Douglas Avilés, de CD, y a otros seis diputados de CN cuyas posturas en las últimas semanas se han acercado a la de Arena, como es el caso de la elección de la Corte de Cuentas.

Muyshondt también lamentó que no hayan prosperado las denuncias antes los medios y los avisos de tipo penal que interpusieron ante la Fiscalía General de la República en los que supuestamente denunciaban el intento de compra de voluntades en el congreso. El diputado de La Unión Jorge Escobar fue el único diputado arenero que denunció que un exdiputado de Gana, Miguel Ahues, le había ofrecido dinero a cambio de que votara a favor del presupuesto general. David Reyes, diputado y director de juventud de Arena, denunció que había recibido amenazas de muerte, aunque no explicó nunca las razones de dichas afrentas.

“Es lamentable la compra de voluntades -dijo Muyshondt- pero lo más lamentable es que no se investigue la procedencia de ese dinero pese a nuestras reiteradas denuncia ante la Fiscalía General de la República”. El diputado Reyes reclamó la tarde de este miércoles, a través de su cuenta de Twitter, que el fiscal general, Luis Martínez, no había podido atenderlo esta semana para platicar sobre sus denuncias. Martínez, quien ocupó diversos cargos públicos en los gobiernos de Arena, pidió disculpas a Reyes -también en Twitter- y le dijo que podían reprogramarla para la próxima semana.

Había sido la propia diputada Ramírez quien confirmó que había renunciado al partido, según dijo el dierctor de noticias del Canal 6 de televisión, Moisés Urbina. Ella sostuvo una conversación telefónica con el periodista y le confirmó la versión. “Confirmó que ella había renunciado y aceptó estar mañana en la entrevista conmigo”, dijo Urbina a este periódico. Urbina conduce el programa de entrevistas “Frente a frente”.

logo-undefined
CAMINEMOS JUNTOS, OTROS 25 AÑOS
Si te parece valioso el trabajo de El Faro, apóyanos para seguir. Únete a nuestra comunidad de lectores y lectoras que con su membresía mensual, trimestral o anual garantizan nuestra sostenibilidad y hacen posible que nuestro equipo de periodistas continúen haciendo periodismo transparente, confiable y ético.
Apóyanos desde $3.75/mes. Cancela cuando quieras.

Edificio Centro Colón, 5to Piso, Oficina 5-7, San José, Costa Rica.
El Faro es apoyado por:
logo_footer
logo_footer
logo_footer
logo_footer
logo_footer
FUNDACIÓN PERIÓDICA (San José, Costa Rica). Todos los Derechos Reservados. Copyright© 1998 - 2023. Fundado el 25 de abril de 1998.