El volcán Chaparrastique, que hace una semana tuvo una erupción de cenizas, presentaba este domingo 5 de enero una situación 'inestable' y los especialistas mantenían la vigilancia sobre su actividad. 'Esto (la actividad del volcán) no ha terminado y está en una situación inestable', declaró a Radio Nacional de El Salvador el ministro de Medio Ambiente, Herman Rosa Chávez.
Vulcánologos y otros técnicos de la secretaría de ambiente mantienen una red de monitoreo localizado en puntos estratégicos alrededor del coloso de 2,130 metros, ubicado en el departamento de San Miguel. El objetivo es determinar las señales sísmicas, la emanación de gases y la dirección del viento.
Imágenes captadas por las cámaras web instaladas al noroeste, suroeste y Sur del volcán indican que las emanaciones desde el cráter continúan elevándose entre 100 y 150 metros de altura y luego se 'disipan'.
A pesar de la disminución de la actividad, el informe técnico advierte que 'no se descartan episodios eruptivos a través del cráter central o sus flancos'.
Con el fin de 'reducir' los riesgos para la salud de la población que vive en áreas adyacentes al coloso, el ministro Rosa Chávez recomendó la limpieza de la ceniza volcánica que permanece en techos de viviendas, escuelas, centros de salud y en calles primarias y secundarias de la zona.
Por su parte, el director de Protección Civil, Jorge Meléndez, determinó que los habitantes de una decena de comunidades rurales inmediatas al volcán 'pueden regresar' a sus viviendas, pero deberán adoptar medidas preventivas establecidas por los técnicos.
Sin embargo, la restricción de retornar a los hogares se mantiene en otras comunidades de la misma zona.
El volcán tuvo su última gran erupción en 1976. De acuerdo con los expertos, registra al menos 20 erupciones en los últimos 300 años.
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