Con un 49% de los votos y 10 puntos arriba de Arena, la victoria del FMLN es casi segura; para ganar en segunda vuelta Arena necesitaría la casi totalidad de los votos de Gana. Pero el FMLN no ha ganado todavía.
El mensaje del candidato Sanchez Cerén en su conferencia de prensa después de la victoria parece indicar que continuarán con la campaña constructiva y de no confrontación. Llamó a la apertura, a la inclusión y a la esperanza, empezando a pensar como el futuro presidente, preocupado por gobernar. En contraposición, Quijano en su discurso dio el mejor ejemplo de lo que no hay que hacer: confrontativo, provocador.
Los resultados menos favorables para el FMLN son en las zonas urbanas, en el gran San Salvador, incluso en Santa Tecla donde Oscar Ortiz les había dado cinco victorias consecutivas. Los votantes de esas zonas son, en su mayoría, educados, preocupados por el país , que necesitan mayor seguridad en ciertos puntos claves, mayor razonamiento y discusión. A este segmento de la población los logros y programas sociales, base de la campaña del Frente, no son su mayor preocupación, si lo son la seguridad ciudadana, la democracia - incluyendo la alternancia en el poder, y la economía.
Un grupo respetable de 'demócratas de siempre' ha compartido su preocupación 'ante un posible alineamiento internacional de carácter ideológico y más aún ante la posibilidad de ataques contra la independencia judicial y otras instituciones del estado'. Para reducir esas preocupaciones el Frente debe enfatizar el respeto a la Constitución, recordar los logros recientes para avanzar la democracia como son los cambios políticos que logran separación entre los poderes de estado, introducen los concejos municipales pluripartidistas y refuerzan la participación ciudadana y la transparencia.
La mayoría de los gobiernos de América Latina son ahora de izquierda, desde Uruguay y Chile, también liderados por ex-guerrilleros, el del PRI en México y el de Perú con Ollanta Humala, pasando por Bolivia y Ecuador, hasta Venezuela y Cuba. Todos ellos son de izquierda en sus respectivos países, todos son muy diferentes, todos han introducido cambios fundamentales en sus países, unos buenos y otros malos. De allí la importancia de que el Frente vaya esclareciendo y haciendo explícito su modelo, o por lo menos los lineamientos principales del mismo, lo que hará y lo que no hará; ello también le ayudará a gobernar mejor. Para todos estos objetivos el debate es una buena herramienta.
Una de las mayores diferencias en lo que va de la campaña han sido las posiciones de los dos partidos en el tema de seguridad ciudadana. Arena propuso la militarización de ella, un volver a las políticas de mano dura. El Frente ha propuesto una política más integral, pero le falta explicarla más, y sobre todo, enfatizar el cese a la corrupción en los cuerpos de seguridad, lo que debe incluir un cambio en sus personal de alto nivel, una depuración de la PNC.
Para el Frente lograr credibilidad en que introducirá cambios en los cuerpos de seguridad, así como para traer mayor confianza en los agentes económicos claves, el FMLN ganaría si continúa dando buenos ejemplos de posibles integrantes de su gabinete en las áreas económicas, financieras y de seguridad.
Una última reflexión que surge de este primer análisis de los resultados electorales para el FMLN es en lo relativo a sus posibles alianzas políticas. No hay necesidad de una alianza incondicional con Saca. El Frente puede lograr victoria sin él, aunque necesita algunos de los votos que él obtuvo. Saca, como él mismo lo ha expresado, no tiene control sobre la mayoría de los votos que obtuvo. El Frente también puede obtener el 1% de los votos que necesita de otros grupos, incluyendo los que se abstuvieron, ello lo puede hacer más con medidas como las presentadas arriba que con una alianza con los de Unidad.
Para el país la mejor alianza posible sería una alianza de Arena y el FMLN, quizás incluyendo otros actores, basada en un pacto de nación sobre los puntos prioritarios para el país: el pacto fiscal, la inversión privada, la política de seguridad ciudadana y la agenda de reformas políticas. Ello beneficiaría también a ambos partidos. Con ello Arena podría mostrar un verdadero cambio que mucho necesita, y el Frente un buen comienzo para su mayor desafío: el gobernar bien para todos los salvadoreños.
