<p>Hasta la segunda semana de abril el Cuerpo de Bomberos de El Salvador registraba 1,072 incendios en todo el país, de los cuales 240 tuvieron como causa cortocircuitos o 'descuidos en instalaciones eléctricas'. El Centro Histórico de San Salvador, donde las conexiones y cableados deberían haber sido renovados hace años, es una colección de ejemplos de este peligro latente.</p>

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En el bar La Dalia en el centro Hist&amp;oacute;rico de San Salvador, cuelga un interruptor de una de las l&amp;aacute;mparas del lugar. Seg&amp;uacute;n el sargento Sergio Henr&amp;iacute;quez Castaneda, del Cuerpo de Bomberos de El Salvador, hay un riesgo en los interruptores o tomacorrientes colgantes, ya que el movimiento genera fricci&amp;oacute;n y desgaste en la goma protectora de los cables y, si entran en contacto un cable con otro, hacen cortocircuito.

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Las &amp;ldquo;regletas&amp;rdquo; son un riesgo latente cuando son sobrecargadas. Estas solo ofrecen seguridad cuando son certificadas por alg&amp;uacute;n laboratorio especializado. Mario Rodr&amp;iacute;guez es propietario de un negocio en el mercado ExCuartel, en San Salvador y dice que hace 40 a&amp;ntilde;os tom&amp;oacute; un curso de electricista por correspondencia. Hace unos meses su regleta sufri&amp;oacute; un cortocircuito, pero Rodr&amp;iacute;guez la conserva en uso.

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&lt;p&gt;Cuando las instalaciones no alcanzan a suplir la demanda el&amp;eacute;ctrica para las que han sido creadas, estas se sobrecargan. En la imprenta 'M&amp;aacute;rtir', en el centro de San Salvador, los dados suplen de energ&amp;iacute;a a una m&amp;aacute;quina tipogr&amp;aacute;fica que quema los fusibles frecuentemente. Seg&amp;uacute;n la SIGET el interruptor 'tipo cuchilla', como el de la fotograf&amp;iacute;a, se retir&amp;oacute; del mercado hace m&amp;aacute;s de 10 a&amp;ntilde;os.&lt;/p&gt;

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Los tomacorrientes abiertos suelen ser causa de accidentes el&amp;eacute;ctricos. La exposici&amp;oacute;n de los cables facilita el contacto entre ellos, lo que puede causar cortocircuitos. La instalaci&amp;oacute;n el&amp;eacute;ctrica de la fotograf&amp;iacute;a es de un negocio de mantenimiento a equipo electr&amp;oacute;nico en el centro comercial Santa Fe, en el centro hist&amp;oacute;rico de San Salvador. Un empleado dice estar consciente de la mala instalaci&amp;oacute;n, pero no la percibe como una amenaza. Hace unos cuatro meses, todo el centro comercial con 60 locales era abastecido por una sola conexi&amp;oacute;n de 110 voltios, lo que ocasionaba constantes sobrecargas.

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No siempre las malas instalaciones terminan en un cortocircuito, pero siempre son, eso s&amp;iacute;, una amenaza latente, especialmente para los ni&amp;ntilde;os, como sucede con este tomacorriente en la cafeter&amp;iacute;a VIP's, en el centro de San Salvador. La instituci&amp;oacute;n encargada de vigilar este tipo de riesgos es el Cuerpo de Bomberos, pero se limita a recomendar, y si la poblaci&amp;oacute;n no acata las recomendaciones, pueden imponer multas, aunque... seg&amp;uacute;n el sargento de Bomberos Sergio Henr&amp;iacute;quez Castaneda, 'los Bomberos tienen el poder de multar si la poblaci&amp;oacute;n no acata sus recomedaciones con montos de 500 a 25,000 colones (de 57.14 a 2,857.14 d&amp;oacute;lares), pero como la visi&amp;oacute;n de los Bomberos ha sido la de tener a la poblaci&amp;oacute;n como aliada y no como enemiga...' En los 22 a&amp;ntilde;os que tiene de ejercer su labor, dice Castaneda, nunca ha sabido de que a alguien se le haya multado.

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El edificio Gadala Mar&amp;iacute;a en el centro de San Salvador, alberga 10 negocios, los cuales usan un sistema obsoleto que se sobrecarga constantemente. Seg&amp;uacute;n el vigilante del inmueble, hace un par de meses uno de los negocios utilizaba un aire acondicionado que echaba un olor a &amp;ldquo;hule quemado&amp;rdquo; y arruinaba los fusibles. El mismo vigilante era el que deb&amp;iacute;a reemplazarlos por nuevos.

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Al preguntarle al encargado del establecimiento de comida a la vista ubicado sobre la 5a. Calle Oriente y 2a. Avenida Norte sobre la posibilidad de que ocurra un accidente el&amp;eacute;ctrico en su negocio, &amp;eacute;l dice no tener ninguna preocupaci&amp;oacute;n. El sargento Sergio Henr&amp;iacute;quez Castaneda, del Cuerpo de Bomberos de El Salvador, advierte sobre el peligro de inciendio que significan las instalaciones el&amp;eacute;ctricas mal protegidas o descubiertas, como esta.

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Ra&amp;uacute;l Alvarado es el propietario de una venta de refrescos en el Mercado Central de San Salvador. Dice estar muy consciente del peligro de las instalaciones el&amp;eacute;ctricas improvisadas, como esta, a la que conecta su refrigerador, porque no hay un soporte que garantice que los cables que conducen electricidad se mantengan fijos y no se desgasten.

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Los materiales combustibles -como los pl&amp;aacute;sticos- cerca de instalaciones el&amp;eacute;ctricas son un factor que aumenta la probabilidad de que un cortocircuito termine en un incendio. En la pupuser&amp;iacute;a Bendici&amp;oacute;n de Dios, sobre la 6a. Calle Oriente, en el centro de San Salvador, el interruptor mal instalado es utilizado para colgar bolsas pl&amp;aacute;sticas.

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&lt;p&gt;Alfredo Estrada tiene esta instalaci&amp;oacute;n el&amp;eacute;ctrica en su local de reparaci&amp;oacute;n de calzado en el centro de Mejicanos. Para encender una l&amp;aacute;mpara conecta sus cables sin protecci&amp;oacute;n directamente en los contactos del interruptor de cuchilla. Los papeles agravan la amenaza porque ser&amp;iacute;an un combustible al alcance de un posible cortocircuito en el interruptor de cuchilla.&lt;/p&gt;

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Algunos de los inmuebles antiguos del centro hist&amp;oacute;rico de la capital son ahora mesones. Las instalaciones el&amp;eacute;ctricas son desfasadas y no cumplen con la demanda de estos d&amp;iacute;as llenos de electrodom&amp;eacute;sticos. Esta es una casa ubicada en la Avenida Independencia, de San Salvador.

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El sargento Sergio Henr&amp;iacute;quez Castaneda del Cuerpo de Bomberos de El Salvador, recalca que la instituci&amp;oacute;n muchas veces debe ser extremista en las medidas de seguridad o de precauci&amp;oacute;n que recomienda. Por ejemplo, lo que muestra esta fotograf&amp;iacute;a no pasar&amp;iacute;a una prueba: dos cajas destapadas en un negocio de un zapatero en la Avenida Independencia, de San Salvador. Los gases que emanan de los pegamentos industriales para calzado son inflamables y con la chispa de un cortocircuito pueden ocasionar un incendio.

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