Migrantes esperan durante horas poder cruzar la valla que marca la frontera entre Marruecos y enclave español de Melilla el 3 de abril de 2014. La valla se empezó a construir en 1998 para evitar que migrantes subsaharianos entren ilegalmente a territorio español. En los últimos meses, grupos de cientos de hombres han tratado de penetrar en oleadas para evitar ser atrapados por la policía española.