En el bulevar Luis Poma, en Antiguo Cuscatlán, lo que parece un resguardo de algún indigente es una caseta de agentes de la PNC. Desde hace siete meses, dos agentes permanecen en el lugar y son sustituidos por otros dos al cabo de cuatro horas. En la zona era muy común el hallazgo de cadáveres, explicaron los agentes en el sitio, pero desde que hay presencia policial los casos se han reducido significamente. Los policías lamentan las condiciones a las que se exponen: no tienen acceso a un servicio sanitario ni a un resguardo estable que los proteja de las tormentas.