Dos tenientes sufrieron lesiones graves la mañana de este lunes 28 de septiembre, cuando los trabajos de soldadura que unos obreros realizaban al lado de granadas de mano y explosivos privados bajo resguardo de la Fuerza Armada, provocaron la detonación de tres polvorines ubicados en el Regimiento de Caballería, unos 25 kilómetros al occidente de San Salvador.
Las explosiones, según el Ministerio de la Defensa, se registraron a las 11:05 de la mañana, y hubo reportes de personas que desde 12 kilómetros de distancia del cuartel militar -como habitantes de Ciudad Arce- dijeron haber percibido un fuerte estallido.
El ministro de la Defensa, general David Munguía Payés, dijo que la explosión en el Regimiento de Caballería, ubicado en el municipio de San Juan Opico, se debió al irrespeto de medidas de seguridad en la custodia de explosivos y que están en el proceso de deducir responsabilidades.
Según el funcionario, se había contratado a una empresa privada para que realizara mejoras en una de las bodegas en la que se almacenan armas y explosivos de la Fuerza Armada de El Salvador, pero también material explosivo de empresas privadas, que es utilizado en minería. Este explosivo, conocido como ANFO (una mezcla de nitrato de amonio y combustible), es un material gelatinoso parecido al C-4, que es de uso militar. Una de las diferencias entre el ANFO y el C-4, según el ministro, es que el ANFO no necesita una cápsula de detonación para explotar, y basta con que esté expuesto, por ejemplo, a otras explosiones.
En esa misma bodega también había granadas de mano, de uso privativo de la Fuerza Armada. Resulta que parte de las mejoras a la bodega incluían labores de soldadura, así que al parecer uno de los obreros se puso a soldar lo suficientemente cerca del explosivo como para que una chispa iniciara las detonaciones.
“Estos seis elementos civiles le avisaron a los soldados y todos salieron corriendo porque ya comenzaron a haber explosiones más fuertes”, dijo el ministro.
A la 1:34 p.m., la cuenta en Twitter de la Fuerza Armada informó sobre las personas lesionadas: 'A causa de la onda expansiva se ha evacuado a seis personas civiles trasladadas al Hospital San Rafael (de Santa Tecla) y a cinco militares'. Posteriormente, en llamada telefónica, el ministro dijo a El Faro que dos tenientes, que fueron los últimos en salir, tuvieron lesiones de alguna gravedad y que uno de ellos sería intervenido en quirófano este lunes porque se le detectó hemorragias internas.
El titular de Defensa reveló que de los 10 sectores de la bodega perjudicada se quemaron tres. “Lo más significativo fue el explosivo ANFO y algunas granadas de mano”, precisó. En esa misma bodega se guardan también armas y material pirotécnico decomisado por la Policía y remitido para la custodia militar por parte de los juzgados.
Cuando este periódico le preguntó por qué se estaba haciendo un trabajo que produce calor intenso en un lugar donde hay material explosivo, el ministro dijo que las soldaduras son una labor factible si se cumple medidas de seguridad básicas que esta vez no se respetaron. “Se debía evacuar el material o blindarlo, ha habido una clara violación a los protocolos de seguridad”, dijo.
Hace poco más de 15 años una mujer civil falleció cuando estalló el polvorín de la Brigada Especial de Seguridad Militar, instalaciones donde hasta 1992 funcionó la Guardia Nacional, en Ciudad Delgado. Ese 10 de mayo del año 2000 la explosión sacudió a la vecina colonia Atlacatl cuando el arsenal almacenado en una bodega subterránea estalló y provocó la muerte de esa mujer y daños materiales en decenas de viviendas en los alrededores. Tras esa explosión, Defensa anunció que comenzaría un proceso para sacar de zonas habitadas los polvorines militares.
Este lunes, la Carretera Panamericana estaba cerrada en la zona del Sitio del Niño y el ministro dijo que mientras se aseguraba el polvorín el acordonamiento podría mantenerse durante 12 horas.
La Fuerza Armada reportó daños materiales en viviendas y otras edificaciones en un radio de un kilómetro respecto del polvorín.
