Sala Negra / Violencia

“Decirnos que si no nos gusta busquemos otro trabajo es como acercar un fósforo a un zacatal con gasolina'

Marvin Reyes, “Siniestro”, es uno de los líderes del movimiento de agentes policiales que la última semana llegaron a sacudir los portones de Casa Presidencial en demanda de mejores condiciones de trabajo. Advierte que los policías están muy estresados y decepcionados de no encontrar respuesta a sus demandas y que valoran un paro de labores nacional. Se adelanta a cualquier oferta del gobierno y asegura que si les ofrecieran un bono de 150 dólares –“una basura”- solo serviría como un insulto a un colectivo que hoy por hoy tiene la sartén por el mango.


Viernes, 12 de febrero de 2016
Carlos Martínez

Marvin Reyes,
Marvin Reyes, 'Siniestro', uno de los dirigentes del movimiento de agentes policiales que reclama mejores condiciones de trabajo, incluido un mejor salario para el personal de nivel básico, que es solo un poco superior a los 400 dólares.

“Siniestro” es un tipo sonriente y dispuesto a hablar. Marvin Reyes heredó aquel apodo mal encarado hace muchos años y lo lleva con humor: se lo debe a un personaje del cómic X-Men, que se caracterizaba por dirigir a una banda de mutantes renegados.

Marvin Reyes es el organizador principal de la marcha que el mes pasado consiguió lo que ninguna otra manifestación ha conseguido: zarandear los portones de la mismísima Casa Presidencial; insultar al presidente de la República en la puerta de su casa hasta obligar a los oficiales de policía a salir a negociar directamente. La Unidad de Mantenimiento del Orden, normalmente tan belicosa, tan poco dispuesta a soportar una provocación de más, se hizo a un lado, permitió que se apartaran sus barricadas y en algunos casos incluso alguno de sus agentes posó para fotografías junto con los manifestantes. El gobierno –por medio de los jefes policiales- se comprometió a ofrecerles algún aumento de sueldo concreto en un corto plazo que aún no ha llegado.

Marvin se sabe seguido por una multitud harta de ser carne de cañón y que ahora mismo son los peones en una estrategia gubernamental basada principalmente en la represión policial; y como quien se sabe en posición ventajosa, Marvin se atreve a amenazar: amenaza con un paro nacional de policías, amenaza al gobierno con la insubordinación y amenaza con metáforas. Por ejemplo, 'un barril de TNT'.

En esta entrevista realizada el jueves 11 de febrero, describe a un cuerpo policial pobre, asediado por las pandillas, bajo un estrés insoportable y sin acompañamiento para evitar que ese estrés se convierta en tragedias.

Usted es una especie de líder sindical sin sindicato. ¿Cómo inició su movimiento?
Estuvimos como un año y medio trabajando. Tuvimos apoyo del sindicado de Centros Penales en el sentido de que ellos tenían ya una organización sindical propiamente establecida. Pasado ese año y medio nosotros salimos a la luz, exponiendo una serie de demandas el año pasado, el 28 de abril. Vamos donde el procurador de derechos humanos, David Morales, y le pedimos que se pronuncie sobre el artículo 47 de la Constitución, que nos inhibe para formar sindicatos. Hasta esta fecha no hemos tenido respuesta y nosotros creemos que ese artículo violenta el derecho humano de libre asociación.

¿Cuáles son las demandas de su organización?
Es importante decir que nosotros presentamos propuestas que pueden ser negociadas. Las principales son: un incentivo salarial para el policía. Un sargento con 20 años de servicio está ganando 670 dólares, y es el último escalón al que podemos optar todos los de nivel básico. Luego viene el subinspector, que gana mil 400 dólares. Me parece una diferencia muy grande entre un rango y otro. Esto crea un abismo entre los salarios.

¿Por eso piden mil dólares para los sargentos?
¿Y por qué no los agentes básicos? ¿Qué garantiza un salario de esa magnitud? Que el policía va a cuidar su trabajo, porque no va a encontrar un salario de mil dólares tan fácil. Se evita la corrupción, malos tratos a la ciudadanía, meterse en problemas de ebriedad, que hoy son tan comunes.

¿Por qué mil dólares evitan problemas de ebriedad, por ejemplo?
Porque el agente cuidaría su trabajo al máximo porque no hay trabajos de mil dólares a la vuelta de la esquina. Aparte de que ese salario garantiza también una vida digna a él y su familia.

Si un agente gana mil, ¿un sargento ganaría unos mil 200?
Claro, para eso se debería llegar gradualmente pero no vemos ni el principio.

Anotado. ¿Qué más?
Las condiciones en las cuales se trabaja son deplorables, son indignas: más parecieran bartolinas que una sede policial. Catres oxidados, colchonetas viejas y mugrosas, baños insalubres, no hay personal de limpieza.

¿Algún ejemplo?
En mi caso somos 75 en el 911 de Cojutepeque y solo un ordenanza y solo hay un baño para mujeres y dos para hombres y diariamente permanecen 35 personas ahí.

Ok. Entonces se trata de reivindicaciones salariales y revisión de los lugares de trabajo...
Y la logística: tenemos grandes problemas. Por ejemplo, la munición cuando el policía la gasta hay un trámite burocrático para que se le den los cartuchos y la gente los compra de su bolsa, para no andar sin cartuchos. A mí me han dado 30 balas desde hace 10 años.

¿¡En 10 años le han dado 30 balas!?
Claro, al no gastarlas se te pueden arruinar.

Ah... ¿no es que haya tenido usted que comprar sus propias balas?
No, yo no he comprado nuevas, pero hay gente que anda las mismas en cinco o 10 años sin que se revise si funcionan.

Sigamos, ¿qué más?
Los uniformes te dan tres cada tres años. Uno por año. Muy poco. Y botas dan a los tres años y un tipo de calzado que no es el adecuado, hoy han comprado unas botas supuestamente italianas tácticas que dañan el pie porque tienen un cubo en la punta que cuando el personal anda en zona rural y topan los dedos en ese metal, les daña la punta de los dedos, es bien incómodo, no es adecuado. Igual lo hacen por economía, porque al comprar los lotes se los dan más baratos.

Más.
Hay vehículos policiales que los ocupa sólo el jefe y en cambio los carros de patrulla que hay en la calle andan terminados, pero el carro bueno es para el jefe. A veces se asignan para que lleven a las esposas o a los hijos, con combustible y motoristas que pudieran ser utilizados en patrullas o convertir esos carros en patrullas. Hay un mal manejo del recurso. Computadoras obsoletas, programas obsoletos...

Sus demandas implican una erogación millonaria.
Pero lo podemos hacer gradual. Lo primero es la parte humana, porque cuando la persona está convencida de que lo que está haciendo es un trabajo importante y por ese trabajo importante le pagan un salario y este salario le produce beneficios para la familia, él hace su trabajo al 100 % sin importar las condiciones. Lo demás lo podemos arreglar despacio.

¿Hasta dónde están dispuestos a negociar? Porque ha dicho que los mil dólares es solo la cifra de arranque.
Nosotros proponemos una cifra que salió en el decreto de recomendación que la Asamblea aprobó el año pasado con 66 votos: en esa propuesta iba un aumento del 50 % del salario actual, que sería como de 200 dólares, es una cantidad alcanzable. La gente terminaría ganando 624 dólares al mes. Porque hoy, luego de pagar impuestos y préstamos, al policía le quedan como 200 al mes. Ahí viene la parte donde el policía es fácilmente corruptible, porque con 200 al mes, para una familia es imposible.

Agentes de la Policía Nacional Civil durante la marcha organizada por el Movimiento de Trabajadores de La Policía, que se concentró en la Plaza El Salvador del Mundo y recorrió hasta casa presidencial. 27/01/2016/ Foto: Carlos Martínez
Agentes de la Policía Nacional Civil durante la marcha organizada por el Movimiento de Trabajadores de La Policía, que se concentró en la Plaza El Salvador del Mundo y recorrió hasta casa presidencial. 27/01/2016/ Foto: Carlos Martínez

¿Le parece que la marcha en la que expusieron sus demandas frente a Casa Presidencial tuvo un tono proporcional?
Se salió de tono. Ese es el calificativo. Porque nos sobrepasó a los dirigentes, la marcha nos sobrepasó y al final la gente se desbordó en los ánimos. La euforia salió a flote y le decían cosas insultantes al presidente y apodos denigrantes y eso no es correcto.

Al comisionado Mauricio Arriaza Chicas lo amenazaron.
Exactamente. Eso no lo alabamos y por eso digo que la situación se desbordó y nos rebasó a nosotros como dirigentes y la gente empezó a desconocernos a nosotros mismos. Incluso hasta yo fui víctima de un proyectil de bolsa de agua cuando estaba dando declaraciones, porque no les gustó lo que salí a decir. Ahí pude darme cuenta de que la gente se puede desbordar y si nosotros provocamos un paro nacional... si promovemos un paro nacional, hay gente que se va a desbordar y que puede hacer cosas que nosotros ni imaginamos, de cómo están ellos de frustrados.

¿Eso es una amenaza?
Nosotros no lo vemos así, es una herramienta que tienen un trabajador como último recurso. No queremos llegar a eso, porque sería un caos. Estuvimos estudiando eventos de ese tipo en España y Argentina y en Argentina fue desastroso: varios miles de millones de dólares perdidos, decenas de muertos, bandas que se organizaban en el momento de la huelga, bandas de ladrones que saqueaban supermercados completos... y como no había autoridad...

¿Cómo es que eso no es una amenaza? Si yo fuera el presidente, sus palabras me supieran a una amenaza.
Bueno, depende del punto de vista... Nosotros lo vemos como un escenario posible y no como una amenaza, un escenario que tiene que llamar al diálogo.

¿Un escenario al que están dispuestos a llegar?
Claro: en el caso de que no haya respuesta. Me sorprende grandemente y me decepciona mucho escuchar al director de la policía (Howard Cotto) en televisión diciendo que ha recibido un documento con peticiones y que no tienen ni firma y que no sabe cuáles son los argumentos legales... y él mismo ha estado en la mesa el 27 de enero, le dijimos que necesitábamos una mesa, y que le íbamos a enviar la nota, se la enviamos y está calzada al pie del documento con el sello de nosotros.

¿Han tenido acercamientos de partidos políticos?
No, ninguno. Nosotros hemos llegado a la Asamblea Legislativa a buscar a quien nos pueda ayudar.

¿Y quién les atendió?
Arena, Gana y el PCN y PDC. Menos el FMLN. Ellos mantienen el mismo discurso confrontativo. Nos damos cuenta además que el mismo FMLN ha girado instrucciones de que nos dejen solos. O sea que otras organizaciones sociales no nos apoyen, que no se involucren. Ellos están pensando que el movimiento tiene un fin político y no es así. Solo buscamos la mejora en la vida de nuestros miembros. Eso es todo.

¿Qué margen de tiempo dan a las autoridades antes de llamar a un paro de policías?
Eso lo va a determinar el desdén con el que nos sigan viendo.

¿La erogación de un bono apagaría ese fuego?
Depende. Si es un bono miserable, encendería más los ánimos.

¿Qué es un bono miserable?
150 dólares. Una basura.

¿Y si lo procesan por llamar al paro nacional?
Sería el primer preso político en tiempos de paz.

Pero usted mismo dice que ustedes no son políticos.
Pero caería en esa categoría.

¿Por qué?
Porque estoy promoviendo derechos y justicia. Si me meten preso por eso me convierto en preso político.

¿Es consciente de las consecuencias que tiene parar el trabajo de los policías en este El Salvador? ¿Está dispuesto a cargar con eso en sus espaldas, Marvin?
No, es que nosotros no vamos a ser los causantes de eso. Será el resultado de que no nos atienden. Las autoridades son las que van a propiciar ese escenario, o más bien lo están propiciando. Nos van llevando hacia ese punto. Como cuando hay una estampida y la van guiando y la van metiendo en una barranca. Somos una estampida. Son más de 30 mil gentes.

¿Cuántos están con ustedes?
Todos.

Al inicio me dijo que 3 mil 500.
No, ese es el número de personas afiliadas al movimiento. Pero el resto se suman, porque no hay policías que piensen distinto a lo que nosotros pedimos. Si el policía vela por el derecho de una nación, del político, de los corruptos y de los honestos... ¿quién vela por los derechos del policía y su familia? ¡Nadie! El año pasado hubo 63 policías muertos y más de 40 lesionados... hay unos que están incapacitados de por vida, decenas que se han tenido que ir de donde vivían por acoso de las pandillas y abandonaron su patrimonio de toda la vida... Nosotros tenemos que ser una organización que vele por ellos. Poder llegar a ser una organización que les ayude a moverse de casa, por ejemplo.

¿Eso no debería hacerlo la institución?
No, eso no les interesa. Yo mismo salí expulsado de mi casa y la dejé y la sigo pagando, pero mi casa ahí está abandonada.

¿La Policía no da respaldo cuando alguien es amenazado?
No, ninguno, y es mentira que el Fondo Social para la Vivienda (FSV) te ayuda, siempre te ofrecen opciones en Chintuc, Valle del Sol... que mejor de una vez te dieran el ataúd. Cuando Tomás Chévez (director del FSV) dijo que tenían planes para ayudar a policías, un compañero se fue corriendo y le dijeron que lo que hacían es intercambios de casas y solo tenían en Valle Verde, Popotlán... mejor enterrarse vivo uno.

Ser policía es vivir con estrés e irónicamente es vivir con miedo en estos días. Eso es un polvorín...
Es un barril de TNT.

Un policía armado y bajo ese estrés es también un polvorín.
Uno está hecho de sentimientos, el policía uniformado no es un robot. Él en su cabeza anda un montón de problemas. Vea los mensajes que me llegan: “hay que darles”, “eliminemos” (a los pandilleros), es una cuestión de erradicarlos a como dé lugar. Esa no es la solución, la solución no es exterminar. Tenemos que atacar el problema en su punto de origen y el policía se ve bajo ese estrés increíble. Dentro de la Policía no hay un programa de salud mental. Hay un departamento que se llama Bienestar Policial que debería llamarse “malestar policial”.

¿No hay sicólogos que atiendan agentes?
Hay un grupo, de Bienestar Social, pero no hacen nada, no van viendo delegaciones. Ellos no hacen nada, si uno llega ahí lo atienden, pero no salen a buscarnos. Si alguien que está bajo estrés no va a aceptar nunca que tiene un problema, y peor si es un sicólogo, porque dicen que no están locos. Ahí hay un problema serio. Hay un compañero que toma medicamentos para controlar la ansiedad y cuando no los toma se vuelve histérico, se vuelve violento y grita. Imagínese qué va a pasar si este tipo no toma los medicamentos y anda en la calle.... ¿qué cree que va a pasar?

La Policía es la punta de lanza en la estrategia del gobierno antipandillas. ¿Diría que los policías que andan en la calle son policías emocional y sicológicamente sobrios en el cumplimiento de la ley?
No, no. Desde ningún punto de vista. El policía reacciona porque sabe que si no actúa va a morir él, pero no está preparado.

Uff... volvamos a sus demandas: ¿Tienen un plazo para esperar respuestas claras?
Sí, se vence hoy (este jueves 11 de febrero) y no hubo ningún planteamiento serio, solo la divagación de que van a dar un bono trimestral, pero pueden salir con 50 dólares o un dólar... formalmente ya es un bono.

Plazos.
Dependen de algunas maniobras que vamos a agotar estos días.

¿Cuáles?
Vamos a ir a la Asamblea y vamos a buscar el acompañamiento político para que sea a través de un decreto legislativo que se entreguen esos bonos, para que haya certeza y no estar dependiendo de la voluntad de alguien.

¿Tienen algún indicio de respaldo para esta jugada?
Sí. Hemos logrado anteriormente un recomendable, que ya es algo. Llegar en una marcha y que lo acompañe a uno una fracción ya es algo.

¿Quién les acompañó?
Arena... y por ser ellos quienes nos acompañaron se especula de todo, que nos están pagando, que Jorge Daboub me está asesorando... jajajajaajajajaja.

Bueno, digamos que Arena no le paga y que Daboub no es su asesor, pero aun así su inconformidad podrá ser una victoria utilizable políticamente.
Claro, ellos ven eso así, porque ellos buscan encontrar la raja política.

Si me pongo en los zapatos del presidente podría decir que ustedes son títeres de ese partido.
Sí, podría dar una lectura de esas, pero no es así. Lamentablemente este gobierno es el que está, pero a nosotros no nos interesa el color político.

¿Han evaluado la posibilidad de que Arena les utilice como tontos útiles para atacar al gobierno?
De ninguna manera somos eso. No somos eso. De todas maneras si se aprueba eso nosotros no veríamos nada este año, sino hasta el presupuesto del otro año. El problema sería calmar a las bases.

¿Calmar a las bases?
Nosotros tendríamos que vivir miserablemente todo este año. Tendríamos que soportarlo, pero tendríamos que calmar a la gente, porque está demasiado encendida y con esas declaraciones de que si no nos gusta busquemos otro trabajo o que nos van a aplicar la ley disciplinaria, es como si le pusieran gasolina Jet A-1, de la de avión, a un zacatal que está solo de acercarle un fósforo para que estalle. Y el descontento no es con el pueblo, ojo.

El que terminaría pagando las consecuencias no es el vicepresidente, ni el presidente, ni los diputados del Frente. Va a ser aquel señor que trabaja poniendo gasolina, o la que está haciendo ese hot dog.
Es un costo muy alto. Por eso insisto en que no queremos llegar a ese escenario y por eso vamos a agotar hasta lo último para no llegar a eso.

¿Tocaron las puertas del FMLN?
Sí, pero no nos atendieron, no entendemos por qué. Necesito hablar con alguien de peso para plantearles la situación que no es como ellos piensan: no obedecemos a un plan de desestabilización de nadie, no tenemos financiamiento de nadie, ni injerencia de nadie. En las marchas la gente se bolsea para venir.

Llevaron buses.
Pero los han conseguido con contactos con empresarios de buses. Nos los prestaron sin gasolina. Es la misma gente que te presta buses para ir de excursiones. Es una colaboración de la gente en el entendido de que nosotros no queremos un escenario como el de un paro. La dirigencia, y yo en particular, no queremos eso.

¿Cuántos son la dirigencia?
Unos 10.

¿Tienen nombre los cargos que ocupan?... Vocales, secretarios, presidente...
No, la dirigencia es una en que todos tienen el mismo valor y todo lo que decidimos lo decidimos entre todos. Nadie es más que nadie.

¿Todos son de nivel básico?
Todos. No incluimos a nadie con más rango que el de sargento. El problema es que cuando llega un tipo de estos (un oficial) a una estructura creen que llegan a una estructura que es extensión del trabajo y busca imponerse. Y lo pude ver yo ese día de la reunión en Casa Presidencial, cuando entró el director y él se dirigió a mí: con su forma de expresión quiso imponerse y ahí no estábamos de jefe a subalterno, sino de igual a igual. Yo iba en representación de miles de compañeros.

Pero de hecho él es su jefe.
En el trabajo. Pero fuera de eso, no lo es, porque estamos actuando como elementos de la sociedad civil. Nosotros fuera de nuestro trabajo podemos hacer lo que nos dé la gana.

¿Los rangos solo funcionan en horario laboral?
Claro, porque no está ejerciendo funciones de policía. Si ahora mismo yo me encuentro al director de la Policía y me ve... él no puede venir a ordenarme algo, o a preguntarme qué estoy hablando. No puede. Todas las concentraciones que hemos hecho, las hemos realizado con gente que está de licencia, de vacaciones o de permiso. A nadie sacamos de una delegación. Indisciplina es solo cuando estás en el trabajo.

¿Los acompañaron militares en la marcha?
Sí. Unos días antes me llamó alguien y me dijo que querían acompañarnos. Le dije que sí, siempre que no llevaran armas ni uniformes y les dije que si querían podían llevar pancartas. Me dijo que sí, que estaban viendo los grupos de licencia para ir. En la marcha se me acercó un tipo joven, alto, cubierto de su rostro, que me dijo que él era militar. Andaba con cinco más. Supuse que eran ellos.

¿Pero no hay ningún asocio institucional?
No, ellos manejan una página que se llama Los Militares También Tenemos Derecho, pero solo a nivel de redes sociales, y no a nivel real. Porque a nivel de redes uno tiene publicaciones de 200 mil vistas, pero no llegan 200 mil personas a la calle.

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