El presidente Salvador Sánchez Cerén tuvo dos recepciones: la oficial, ante el pleno de la Asamblea Legislativa, y luego una organizada por su partido y por la administración, que en parte fue alimentada con la presencia de empleados estatales a quienes se instruyó que debían acudir al mitin, a pesar de que este se realizó en horas laborales. La actividad reunió también a activistas del FMLN provenientes del interior del país, incluidos empleados de algunas alcaldías gobernadas por el FMLN.