El Salvador / Política

'Lo que no hacemos es meterle zancadilla al gobierno, porque creemos que es desleal”

El Partido de Conciliación Nacional (PCN) confirmó el domingo 14 de agosto el fallecimiento de María Julia Castillo, la primera mujer en presidir la Asamblea Legislativa entre 1982 y 1985. La 'doctora Castillo', como se le llamaba en el mundillo político savadoreño -ejerció como médica antes de saltar a la política- también fue directora del Instituto Salvadoreño del Seguro Social y excandidata a la alcaldía de San Salvador en 2003. En esta plática, realizada en octubre de 2007, Castillo contó sus orígenes en la política, su paso por el PCN, un partido en el que algunos de sus compañeros no dudaban en hacer públicas sus tendencias machistas; y perfiló a un mayor Roberto d'Abuisson 'entrañable, cariñoso'. La versión original de esta entrevista está disponible en este enlace. 

 


Lunes, 15 de octubre de 2007
Daniel Valencia Caravantes, Edith Portillo y Juan José Sánchez

Entró a la vida política casi por casualidad, cuando tuvo que atender como doctora a una hija del ex presidente Carlos Humberto Romero, el último militar que estuvo a la cabeza del gobierno salvadoreño. Desde entonces inició una creciente carrera política en el partido de “las manitas”, el PCN, un instituto político al que María Julia Castillo siente deberle mucho y que, según dice, ha sido castigado por los medios y la opinión pública. Ha sido viceministra de Salud, directora del Instituto Salvadoreño del Seguro Social, candidata a alcaldesa por la capital, presidenta de la Asamblea Legislativa y vicepresidenta de la Asamblea Constituyente que dio vida a la actual Carta Magna del país. Desde ese cargo, dice, conoció a un mayor Roberto d’Aubuisson muy distinto al que muchos creen que era.

Cuéntenos cómo es que usted se inicia en la política.

Mi profesión es médica, mi especialidad la neurocirugía. De hecho, la primera mujer que hizo neurocirugía en el país. Hacia 1976, tiene un accidente la hija de quien en ese momento era el ministro de la Defensa. Yo, entonces, trabajaba en el Hospital Militar. La joven tuvo un traumatismo de cráneo tremendo, y me toca a mí atenderla. Le doy seguimiento por varios meses y se salva. De ahí se generó una amistad entre la familia del general Romero y su servidora.

¿Romero el ex presidente?

Él queda como presidente de la república y me llama a configurar el gabinete. Le argumenté que no podía porque estaba en lo mejor de mi carrera y mi especialidad era muy demandante. Él me dice: “no, llegue un ratito”.

Y llegó.

Yo siempre he asumido las cosas con responsabilidad y pasión. Y empecé a ver que desde la posición como viceministra podía favorecer a muchos más que como lo hacía hasta ese momento.

Y experiencia política no tenía ninguna.

Nada. Ni política universitaria ni nada. Ni para bien ni para mal.

Cuando estaba en la facultad a usted en lo que le gustaba participar era en las veladas de Mecina.

Ahhh, sí. Si no hubiera sido médico, hubiera sido artista. Pero los artistas por aquella época se morían de hambre, pero me gustaba cantar, bailar, recitar, me gusta mucho la cocina, la Literatura. A mí me gusta el arte en todas sus manifestaciones.

¿Actuó en las veladas?

Cantaba, declamaba, hacía cualquier cosa.

Era unas señoras fiestas…

Eran unos fiestones locos, de esos sí no participábamos nosotros. El ingreso de los universitarios lo hacían cortándole el pelo aun a las señoritas, yo no me lo dejé cortar. Pero a los varones sí, después conseguían por donativos de los profesores comprar barriles de cerveza, se los llevaban al parque Cuscatlán y así se los terminaban en unos fiestones locos. La velada era sumamente simpática, esperada todos los años, era una juventud diferente.

Bueno, pero la cosa es que al final se va al viceministerio.

Cuando el Ministro me dice: tú te quedarás con los hospitales y las unidades de salud, yo, encantada de la vida. Así empiezo mi quehacer en el Estado y le pregunto al Presidente: ¿qué planes tienen ustedes para desarrollar en salud? Me los da, y le digo: mire, pero esto es algo que tiene un tinte partidario. Leo el ideario del PCN, me gusta, y entonces ingreso al partido, siendo ya viceministra. Y empieza a inquietarme esa otra faceta. Yo entro en el 77 y en octubre del 79 se da el golpe de estado, siendo viceministra y dirigente nacional del partido.

¿Cómo reaccionó?

No me fui a la casa, me fui al partido. Me dio coraje que un golpe de estado, que había sido urdido por el ex presidente Carter en aquel momento, incidiera de esa manera en la vida de El Salvador. Y junto con todos los compañeros, entre ellos el licenciado Ciro Cruz Zepeda, Machuca y otros más, decidimos quedarnos a dar la pelea por el partido. Ahí nos quedamos.

¿Cuántas mujeres había en el partido?

Como dirigente, solo yo. Había otras mujeres en otros lugares; estaba por ejemplo Vicky de Amaya, diputada suplente por Sonsonate y había otras más. Yo había alcanzado en ese momento credibilidad dentro del partido, pero en ese momento el partido estaba en la calle. Estaba siendo juzgado, analizado. Estaban midiéndole las costillas a lo que había sido el quehacer en los aspectos económicos, para buscar las sanciones que mereciera el que lo mereciera. Y yo era parte de eso. Y, sin embargo, aquí me quedé. La política quedó prohibida por decreto de la Junta de Gobierno; sin embargo, nosotros comenzamos a caminar por todo el país, buscando nuestras bases y pidiéndoles que nos quedáramos cohesionados. Hasta que finalmente autorizan la actividad política y ya nosotros teníamos organizado el país. Y entonces se dijo: vamos a la constituyente.

Antes de continuar, ¿cómo llegó usted a Hospital Militar?

Por mi actividad. Neurocirujanos había muy pocos. En aquel momento, solo había dos hombres y su servidora. Y ahorita, no hay neurocirujanos mujeres.

¿El Hospital Militar era el mejor hospital?

Es que, por necesidad, tenían que distribuir al neurocirujano en todos los hospitales. Tenías que prestar el servicio. En el Hospital Militar estaba ad honorem y tenía mi plaza en el Rosales.

Nos presentamos a elecciones. Eran 60 diputaciones en juego. Obtuvimos 14. Una por cada departamento. Eso nos dio por primera vez el fiel de la balanza. Y la Constituyente se hizo bajo esos términos. Llegué a la Asamblea como vicepresidenta, entré por la junta directiva. Cuando se termina la constitución, entre entendimientos y arreglos, las fracciones mayoritarias eran el PDC y ARENA, que en aquel momento tenía 15 diputados. Cuando las votaciones terminaron, los medios dijeron: ganó la derecha. Y esto porque los partidos de derecha eran ARENA que por primera vez iba a una elección, el PCN que también venía en su nueva etapa, y el Partido Popular Salvadoreño que sacó un diputado.

¿Ahí empezó el romance entre ARENA y el PCN?

Así es. Ja,ja,ja. No, la verdad es que en el campo político uno siempre tiene adversarios. Somos adversarios, buscamos los votos de la gente. La situación de nosotros no es fácil. Ser el fiel de la balanza obedece a que nosotros tuvimos a la Democracia Cristiana como adversarios. Y no fueron bondadosos con el quehacer gubernamental. Nosotros creemos que las marchas de las naciones no se pueden detener porque uno es de un partido o de otro. Por ejemplo, si nosotros en este momento no concurriéramos con nuestros votos después de discusiones con el presupuesto, la nación se para. Porque la mayor inyección económica que tiene el país es el presupuesto de la nación. Y si usted paraliza el Estado, paraliza todo el quehacer económico.

Cuéntenos de la Constituyente.

Roberto D’Abuisson quedó como presidente de la Asamblea y había una Junta de gobierno revolucionaria que presidía el ingeniero Napoleón Duarte. Y lo correcto era que cuando había Constituyente, se habla de poder completo. Cuando hay poder constituyente ese podía hacer lo que quisiera. Entonces, se decide que el país debía tener un presidente provisional mientras se llegaba a elecciones presidenciales. Eso fue motivo de complicación y por eso se eligió a don Álvaro Magaña.

¿Quiénes eran los aspirantes al cargo?

Raúl Molina, Roberto y muchos otros más. Pero para mantener el equilibrio y moderar pasiones, Roberto se apartó.

¿Quién tuvo la última palabra en esa decisión?

En realidad, tuvimos que aceptar todos. Poner un político de pinta… Como decía el doctor Álvaro Magaña: “el color de mi partido es el verde olivo de los uniformes”. Quisimos despolitizar y por eso fue él el presidente provisional. Eso hace que el ingeniero Duarte busque la elección, la cual ganó en medio de algunas cosas que también dan anécdotas que contar

A ver.

El día de las elecciones, a las seis de la tarde, estábamos recibiendo información de que D’Abuisson iba ganando. Y se fue la luz. Se quedó sin energía San Salvador y quedaba por revisar San Salvador. Yo no puedo asumir que lo que pasó fue truco, artimaña. Lo cierto es que al día siguiente las cuentas quedaron a favor del ingeniero Duarte. Y él fue Presidente de la república, y en mayo regresa a terminar su gestión como diputado.

Y usted ya era presidenta.

Cuando Roberto se va a las elecciones, hay un acercamiento de la democracia cristiana y el PCN. Y la democracia cristiana ofrece la presidencia para mi persona. Por primera vez se dan unos entendimientos parlamentarios y me convierto en la primera mujer en ocupar la presidencia de la Asamblea.

¿Fue fácil eso?

No. El entendimiento consistía en que nosotros íbamos a compartir la mesa directa, pero que las decisiones políticas no estaban ligadas en manera alguna, sino que las decisiones políticas iban a depender de los temas. Y así se hizo.

¿Era cercana a D´Abuisson?

No muy amiga, pero él era un hombre cariñoso, entrañable. Era increíblemente flexible en las negociaciones. Tan flexible que le teníamos miedo. Entregaba muy fácilmente cualquier tema. Tenía algunas características sociales que algunos desconocen. Nos sentábamos a la par y yo nunca he fumado. Pero Roberto fumaba de a maquinita. En cada chupada del cigarro dejaba grandes pocos de ceniza. ¡Pero si Roberto estaba a mi izquierda, a mi derecha tenía a don Hugo Barrera que en esa época fumaba unos puros enormes!

¿Cuál fue la decisión más trascendental de la Constituyente?

La Constitución es la primera. El cómo se iba a hacer. Hay artículos en que nos pasamos tres, cuatro días empantanados. Porque los primeros artículos son los que marcan el contenido de la Constitución. Por ejemplo, cuando se entra a la discusión de que el Estado debe estar al servicio del ser humano, tenemos la posición de la Democracia Cristiana que no, que era al revés. Lo cual era un viraje a la izquierda. Nosotros nos opusimos. No, el Estado está al servicio del ser humano y ahí nos mantuvimos. Y así otros artículos. Fuimos muy flexibles, y la Constitución se ha mantenido en el tiempo por una razón en principio. Primero, porque no dejamos una constitución cerrada. Establecimos que la Constitución podía modificarse de acuerdo al devenir de los tiempos. Eso ha permitido que se hagan algunas modificaciones, que no son extraordinarias, pero que le han permitido a otra generación de políticos, introducir algunos acuerdos.

¿Qué más?

Hemos quitado una expresión en la Constitución que decía: se prohíben las expresiones anárquicas y contrarias a la democracia. Léase comunismo. Eso decía la Constitución anterior y lo cambiamos.

¿Quién propuso ese cambio?

Es que había que cambiarlo. Estábamos conscientes de que había una gran cantidad de salvadoreños, fuera de la sociedad, con las armas en la mano, y había que abrirles un espacio. De otra manera, era legítimo que el ejército los persiguiera, y los perseguía de acuerdo a la Constitución porque se prohibían las asociaciones anárquicas.

Me imagino que ARENA se habrá opuesto a que se derogara…

No, fíjese que no. No es tan cierto lo que se dice. Yo ese tema lo platiqué personalmente con el mayor D’Aubuisson y no quiero negarle a él el mérito de que también pensaba y me dijo “Doctora, tenemos que abrirle espacio a esta gente”.

¿De verdad? Eso sí me cuesta creerle.

Se lo juro. Podría adjudicármelo solo a mí misma, pero no.

¿Y usted qué piensa entonces cuando se habla del mayor D’Aubuisson como la cabeza de los escuadrones de la muerte?

Es algo sobre lo cual yo prefiero no opinar, porque yo, en primer lugar, tendría que haber estado allí, pero el D’Aubuisson que yo conocí no era una persona que me pareciera que fuera así. Los temas que yo tuve que platicar con él eran distintos.

Me sigue costando creer que el Mayor dijera algo como eso, cuando, por ejemplo, el himno habla de “El Salvador será la tumba donde los rojos terminarán”.

Es que ARENA maneja un mercadeo de la política que no se manejó antes. Esta música de ARENA… aquí vino una compañía… Titanes en el Ring, que tenía una música parecida, “Llegó Martín Karadagián, etc., etc.”, donde hablaba de los titanes en el ring, que eran luchadores. Esa música es muy parecida, si es que no es la misma. Pero es obsoleto que sigan teniendo ese himno. Les voy a contar: el himno que nosotros tenemos, que dice que con nosotros habrá paz, amor, etc. eso fue hecho después del golpe de Estado, y con todo y el coraje que teníamos nosotros nos sentamos a escribir un himno de amor, de paz y de conciliación.

Por lo que dice, para el PCN, que les hayan quitado ese poder, fue trascendental…

Por supuesto. Es que ahí termina una época, la de los gobiernos militares, cuando eso era lo que prevalecía. En toda América Latina y en los Estados Unidos, puede irse en esa época por todo Sudamérica y todos eran militares. Esa era la tendencia.

¿Pero fue lo mejor que se haya dado el golpe?

No creo que haya sido lo mejor, porque se ha perdido mucho. Se ha retrocedido mucho, en lo económico, en lo social, se ha retrocedido en algunas materias.

Pero también se ha ganado.

Pero no se ha ganado por el golpe. Se ha ganado porque nos ha costado a todos, a los ciudadanos y a los políticos, porque la Constitución no la escribieron en esa oportunidad extranjeros que mandaron un papel. Si antes las Constituciones las mandaban y nomás las aprobaban. Pero esta Constitución, la del 83, esa la hicimos los diputados que estuvimos adentro, y tuvimos muertos. Hubo siete diputados asesinados por el conflicto, y, a pesar de eso, escribimos ese pequeño cambio que significó un gran cambio para que la guerrilla entrara y se convirtiera en partido político. Entonces, yo creo que esos cambios no se los pueden adjudicar a un golpe de Estado, se los adjudica a todo el pueblo salvadoreño que ha concurrido, con las decepciones que a veces provocamos los políticos. Y creo que nosotros, como partido, hemos dado bastante, con sacrificios de nuestra parte a veces porque se nos considera satélites, taxis, etc. etc. Por ejemplo, ahorita, en el caso Silva, a cada rato dicen “el ex diputado pecenista”. Roberto Silva entró al partido de Conciliación allá en el departamento de La Unión, en 2006. Y este hombre hizo su mayor enriquecimiento de 2004 a 2006. Nosotros no sabíamos quién era Silva. Se coló, como hay colados muchos en cualquier organización o instituto político.

Ja, ja, ja, a ver.

Ja, ja, ja. El señor Fiscal podrá establecerlo. No, miren, no hay que irnos muy lejos. A Silva lo relacionan con 22 alcaldías, que establezcan las responsabilidades de cada alcaldía. Solo puedo decirle, por ejemplo, que según nosotros hemos sabido, Silva ya hacía negocios con la alcaldía de Santa Ana y con otros partidos, con todos los partidos. Realmente, el hombre tenía capacidad de seducir a los que involucraba en esto, y a eso agréguele la codicia. Y no solo hizo travesuras él. Hay corruptos de corruptos, y yo al último que puedo defender es a un sujeto como Carlos Roberto Silva, al cual nunca, nunca conocí.

Su planteamiento es muy diferente al que tuvo su compañero de Partido, Elizardo González Lovo.

Es que yo no conocía al diputado Silva. Nunca he sido amiga de él. Pero no descarto que a cualquiera, por vivo que sea, se le cuele alguien. Alguien que llega “que te voy a apoyar en el Partido”… si en el PCN se trabaja con grandes esfuerzos económicos. Ayer me preguntaban que si el dinero de Silva había servido para la campaña anterior del PCN. ¡Por el amor de Dios! Si lo que se ve no se juzga. ¿Cuándo estamos nosotros en los medios con spots? Que sería la mayor evidencia, nosotros no tenemos presencia en los medios porque no tenemos el dinero necesario. No es porque los despreciemos. Nosotros nos vamos al campo, por eso a nosotros no nos va bien en San Salvador, porque San Salvador es mediático, el ciudadano capitalino está pendiente de lo que le sirven los medios. A nosotros aquí nunca nos han visto, allá de vez en cuando nada más salimos con un spot.

Me imagino que eso ya lo tenía claro cuando se lanzó para la Alcaldía.

Por supuesto.

¿Y por qué se lanzó entonces?

Uno no solo debe sorber las mieles del poder, también debe dar su cuota de sacrificio al Partido. Yo hubiera querido ser alcaldesa, no hubiera querido ser candidata. Y probablemente no lo hubiera hecho mal; pero, desafortunadamente, las votaciones no siempre se dan de acuerdo a la lógica. Las votaciones a veces están alienadas por la mediatización, por la maquinaria electoral. Aquí se mueve una maquinaria electoral que está inyectada de dinero impresionantemente.

Usted competía con Carlos Rivas y Evelyn Jacir…

Sí, yo pienso que Evelyn es una mujer digna de mi respeto por el trabajo que está haciendo, y que es en un medio bastante adverso. Pero en esa campaña a mí me impresionó la cantidad de votos que sacó. Creo que no los sacó ella, sino que la maquinaria electoral. Entonces cuando a usted le pide algo el partido, si a mí el partido me ha dado la presidencia de la Asamblea, si a mí el PCN me ha dado la vicepresidencia de la Constituyente, si me ha dado un viceministerio de Salud, si todavía considera que debo estar ahí, ¿por qué no le voy a dar algo yo al PCN? Y lo hago con amor, lo hago con cariño.

¿Era un favor?

No es un favor, es el estar conciente de que al partido no solo hay que pedirle, al partido también hay que darle. Y si yo podía dar esa contribución, consciente de que aquí en San Salvador no son buenas las cuentas para nosotros, igual hay que dárselo.

Se lo pregunto de otra forma: ¿Usted no tenía intención? ¿A usted no se le hubiera ocurrido correr por la candidatura?

Claro que sí, es como si me preguntan si me gustaría correr como candidata por la presidencia. A mí me gustaría, lo que pasa es que no está dentro de lo posible, porque no me gustaría ser candidata, me gustaría ser presidenta.

Ja, ja, ja. Ok, entendido. A ver si no nos da una sorpresa.

No, no, no lo digo en ese sentido. A mí me gustaría, pero no está dentro de lo posible porque aquí va a ser un choque de trenes corriendo a gran velocidad que se van a estrellar. ¿Cuántos muertos van a quedar en el camino? Me refiero al dinero que se gasta en estas campañas electorales tan multimillonarias, y al daño que se produce un grupo político con el otro. Son daños increíbles, se maltratan. Y esa política yo no la puedo hacer. Yo soy franca, clara en el debate, y a veces eso es más contundente que gritarse, pero no sé cómo hacen para maltratarse tanto. Los insultos personales y el desmerecer tanto a la gente no es cosa que sea constructiva, el país se vuelve un ring de lucha libre en donde pelean los rudos contra los técnicos – que resultan no ser tan técnicos- … esa no es una escuela buena para el pueblo: genera violencia y no quedan informados de nada.

Usted hablaba de todo lo que le ha dado el PCN y, como mujer, supongo que se valora mucho más, porque no ha sido la regla el que haya mucha participación de mujeres…

Por supuesto.

¿Y cómo le cayó cuando Dagoberto Marroquín dijo que las mujeres eran para estar en la casa?

Je, je, je. Dagoberto es un hombre especial. Tiene un humor negro que no se lo comprende todo el mundo, aun a veces no nos quedamos muy tranquilos. Pero, como persona, puedo decir que él es muy caballero con las mujeres. Si él sale a algún sitio, a las mujeres del partido nos trae un regalito pequeño, un detallito, pero él hace ese tipo de bromas, que a veces no le salen bien. Y en ese caso, le ha afectado a él y nos afectó a nosotros.

¿No le jaló usted las orejas?

Ja, ja, ja. No, pero sí me tocó aguantar preguntas como esta, aunque a veces ha sido en un tono hasta como contestatario. Sí, fue un comentario no muy afortunado.

Mire, lograr la presidencia de la Asamblea, la vicepresidencia de la Constituyente, un viceministerio, refleja que dentro de un partido esta persona tiene cierto poder político. Parece que usted en ese momento lo tuvo…

Le voy a contar cómo fue. La vicepresidencia fue una negociación del Partido. Ahí los negociadores eran el secretario general, etc., pero en la presidencia, no. Yo estaba muy tranquila en la vicepresidencia y un día me piden platicar el Lic. Rey Prendes y el Dr. Guevara Lacayo, y me manifiestan que querían ofrecerme la presidencia de la Asamblea. Y yo, sorprendida, les dije “quiero decirles que les agradezco mucho, me conmueve, pero estas son cosas del Partido. Esto tienen que hablarlo con la dirigencia porque yo no tengo la potestad para decidir cómo voy a manejar esto”. Se llevó a pleno del Consejo Ejecutivo, que aceptó la decisión bajo los términos que he mencionado, que por primera vez históricamente la Democracia Cristiana iba a subir a conformar también la directiva. Como oposición nunca habían estado en junta directiva, entonces para ellos era como relevante, históricamente hablando. Pero la propuesta fue de la Democracia Cristiana a mi persona.

Por eso es que a mí cuando Ana Vilma de Escobar, un poco candorosamente, dice “vengo a aplanarles el camino a las mujeres”, no deja de darme un poquito de risa, porque realmente algunas lo aplanamos hace ratos y sin apoyos políticos ni económicos poderosos, sino que por otras razones. Porque a veces las cosas ocurren y uno ni sabe ni por qué, la política es un arte, es una ciencia, y a veces no es ni las más estilizada ni la más bonita, ni la que tiene más respaldos. Si yo supiera que puedo levantar pasiones políticos e irme con una maquinaria electoral como la del Frente o la de ARENA… pero eso no ocurre en este país, todos andamos muy ocupados, todos andamos corriendo, nadie va a salir detrás de un candidato…

Entonces sí, la mujer viene esforzándose y viene haciéndose camino desde hace ratitos. Bienvenida la precandidatura de Ana Vilma pero el camino ya se empezó a limpiar hace un rato. Gloria Salguero era diputada y después se convierte en Presidenta de la Asamblea y además Presidenta de su partido que es un cargo que no cualquier mujer lo tiene. De hecho, yo creo que Gloria es la única mujer que ha sido presidenta de un partido. Un partido poderoso como lo es ARENA, entonces Gloria tiene enormes méritos.

Hay un paréntesis que quiero hacer. Me quedé con la duda cuando comenzamos a platicar. ¿Usted ingresa al PCN en el 77?

Si.

Estamos hablando de la época dos años antes del golpe. ¿Qué la lleva a usted en su visión política a meterse en este partido? Un partido de arrastre, llevaba unos 15 años quizás con el PDC como oposición…

Veintitantos.

…reclamando la opresión, reclamando a estos gobiernos autoritarios. Usted en esos parámetros, ¿cómo decide ajustarse al Partido?

Yo le conté, en primer lugar, que a los estudiantes de Medicina no nos importaba la política. Al revés de ahora. En la antigua Escuela de Medicina está la parte que da a la Avenida Roosevelt. Nosotros nos sentábamos a estudiar en las gradas y veíamos pasar a los estudiantes de Derecho con siglas revolucionarias y nos decían “apatridas” o “reaccionarios” porque el estudiante de Medicina era indiferente a la política nacional, ya no se diga a la política universitaria. No nos interesaba. La situación cambia cuando se van para el nuevo edificio. La verdad es que yo nunca tuve interés en la política nacional. Me daba cuenta de que había elecciones, que “hay va Duarte” pero no era algo que a mí me quitara el sueño o que me distrajera. La Medicina es un quehacer muy duro y la Neurocirugía y el poder tener la dicha de entrar a un quirófano, abrir un cráneo, abrir una columna, que nunca lo había hecho una mujer en El Salvador, era una emoción que trascendía a cualquier otra. Para mí, mi mundo era de otro modo. Lo que yo todavía no alcanzo a entender es cuando Dios, la providencia, el destino o llámele como quiera, me saca de este mundo y me lleva a un ministerio en donde me doy cuenta que mucha gente se favorece a través de acciones constructivas. Por ejemplo, ahí se manejaba el llevar acueductos en el país. En el ministerio de Salud había un área en donde había ingenieros que tenían estudiado todo el mapa del país para llevar agua por medio de tuberías, gravedad, etcétera. Se hacía una cantidad de cosas buenas a favor de la gente que a mí me llenó de gusto el ver el ejercicio del poder sin haber entrado a la política en sí.

Es decir, ¿cuando fue viceministra todavía no era nada del partido?

No. Ahí es donde yo le pregunto al Presidente sobre el programa de gobierno. Yo quiero saber cuál es el programa de gobierno para cumplirlo. Ahí es donde me dan el ideario del Partido y además el programa de gobierno. En ese entonces, había un ministerio de Planificación, el cuál desapareció hace poco. El ministerio de Planificación emitía la planificación quinquenal y eso se cumplía. Para decirles, “vamos a hacer la presa del Guayabo”, “vamos a hacer el Cerrón Grande”. Eso se hacía y son todavía las que están dando energía.

En el tiempo de Conciliación, ja, ja, ja.

En el tiempo de Conciliación, la salud era un renglón que estaba muy bien atendido. Educación era un renglón que estaba muy bien atendido. Esas son las cosas a invertir. Son las cosas que debemos volver a recuperar porque son las cosas más importantes para el pueblo. Salud y educación necesitamos nosotros.

Usted fue también directora del Seguro Social…

Sí, ahí fui llamada por el doctor Calderón Sol. Es un amigo al que cultivé en el devenir de la política. Él y su familia son personas de mi enorme cariño y aprecio. Él me llamó y recibí de él todo el respaldo.

Supongo que es una institución bastante desgastante.

Es una institución difícil de llevar pero a mí me dejó un saldo positivo porque dejé dinero. La encontré quebrada. Le dejé dos hospitales, el hospital Lamatepec y negocié el hospital Roma que dejó de ser de ANTEL. Le dejé una infinidad de unidades que son la red que hoy tiene el seguro. Ahora, han cultivado dos conceptos nuevos que yo no comparto mucho que son la clínica del adulto y la clínica metabólica que quizá voy a tener que estudiarlas para entenderlas porque yo creo que un médico general debe tener la capacidad de resolverle al paciente todos los problemas.

¿Usted salió justo al terminar el período del presidente Calderón Sol? ¿En el 99?

Si. Yo llevé la dirección los cinco años. Es que el Seguro Social cambiaba directores muy seguido, y sigue cambiando muy seguido. En términos generales, aun con todo lo turbulento que es trabajar…

¿No le tocó lidiar mucho con los sindicatos?

Mire, solo le voy a contar algo. Yo solo necesito un insumo hospitalario cada dos o tres días. Se dio hace poco una huelga. Yo necesitaba el insumo, llegué, sabía que estaban en huelga y: “pase doctora, usted puede entrar”. Me atendieron, di los vales de lo que yo necesitaba. Me atendieron como que no hubieran estado en huelga y llegué como a las once y media de la noche, que a esa hora iba saliendo de la asamblea. Mi relación con los trabajadores es excelente. Tuve problemas con los profesionales pero yo no voy a otro lugar que no sea el Seguro Social a atenderme porque mis colegas me tratan con un gran afecto. En términos personales. no tengo problemas con ninguno. Sí tuve huelgas…

¿Al final del período, verdad?

Fue una huelga en la cual ellos reclamaban un incremento de salario, lo cual es justo. Lo que no es justo es que se utilice a los pacientes para hacer reclamos de ninguna índole porque el paciente es la persona más indefensa. El paciente llega a que su médico lo cuide, lo atienda, lo proteja, le confía su vida. En la comunicación sólida, sí merecen el incremento salarial pero en las armas y en los caminos a que acudieron no son los que yo entiendo. Entonces sí, cuando se negociaron los incrementos yo estuve detrás dando la información hasta donde podíamos darla porque sí lo merecían y lo necesitaban. Pero sí, yo creo que la huelga médica no es política, no es justa, no es humana.

Usted regresó a la Asamblea para esta legislatura…

He regresado para esta legislatura porque yo pude haber sido asesora pero el asesor no tiene derecho a hablar. Sólo le permiten hablar cuando se le solicita. Pero el diputado, aunque sea diputado suplente, sí puede tomar la palabra. Yo no tenía interés en la diputación propietaria, cada quien tiene sus espacios. Pero sí tenía interés en entrar en la discusión de las reformas y los temas médicos porque hay muchos temas médicos.

Yo quería hacer la pregunta, ¿usted cómo calificaría la evolución del PCN?

Yo creo que ha sido un partido valiente. No siempre bien reconocido. Yo no me sentiría bien en otro partido porque yo soy de derecha pero no de una derecha ultra economicista. Yo no quiero ser colectivista tampoco porque amo la libertad. Mucha gente es pobre porque quiere, porque no le gusta estar amarrada a un horario. Sé de mucha gente muy poderosa económicamente que no duerme, que no come. Incluso, el señor Poma, cuando relataban su muerte, el padre de los actuales Poma, siempre estaba trabajando y se quedó sentado mirando fijo. Trabajando. Esta gente recibe fortunas a cambio de un sacrificio que otros no están dispuestos a hacer. Si lo que pasa es que la gente económicamente poderosa debe tener la sensibilidad social para actuar con justicia con aquellos a los que les da trabajo, que es una bendición. Una persona con una fuente de trabajo es una bendición y si progresa, qué bueno, bendito sea Dios, pero no pasando encima de los derechos.

Pero, políticamente, ¿cómo ve al PCN? Tenemos un PCN que, en el devenir de los años, lo hemos visto en negociaciones muy directas o con ARENA o con el FMLN. Un PCN que ratifica una de las reformas más trascendentales de los últimos años, por ejemplo, la dolarización.

Usted le jala a dolarización. Es que nosotros somos legisladores, no operativizadores de la ley. La ley es ley de bimonetarismo. En la ley queda establecido que iban a circular las dos monedas. Lo que pasa es que usted vaya a buscar un colón en los bancos…

¿Se los engancharon entonces?

Pues, no nos engancharon porque la ley está suscrita que van a circular las dos monedas.

Entonces, por ejemplo, el presidente en ese entonces, ¿Ciro Cruz Zepeda ni siquiera leyó la ley?

En la ley está escrito que va a haber circulación de las dos monedas. ¿Cómo ejecuta usted la ley? Yo le voy a poner un caso de la impunidad que existe, ya no hablemos del ejecutivo. De seres comunes, del señor Lacayo que fue ministro de Economía, que fue el dueño de fábricas RECORD y que su familia es ahora la dueña, él no aparecía como dueño. Este señor ahorita tiene un negocio, según dicen, no sé si dijo 26 o 56 farmacias en donde tiene instalado un médico dentro de la farmacia al cual le paga y al paciente le cobra dos dólares por la consulta para que compre la medicina ahí dentro. Hay una ley que se llama Ley de Funcionamiento de Farmacia y ahí está explicito y claro en un artículo que dice que un médico no puede ser dueño de una farmacia y si el médico se convierte en farmacéutico, tampoco puede hacerlo. El otro dice que se prohíbe la presencia de consultorios médicos dentro de una farmacia y aunque sean gratuitas. Sin embargo, ahí están. Entonces aquí hablemos de otras cosas, ese tipo de empresarios no son los que necesita El Salvador.

¿Ya ha denunciado eso?

¡Por supuesto que sí!

Volviendo a lo del PCN, ¿cómo se siente usted en el PCN? Por ejemplo, cuando el presidente del Partido, cuando se aprobó el TLC y salió Ciro Cruz Zepeda diciendo que no había legislado la ley pero que su Partido estaba dispuesto a rescatar el TLC y eso se aprobó cuando ni siquiera había habido una discusión.

En un partido hay como sectorización y responsabilidad. De hecho, puedo decirle que ningún presidente de ningún país del mundo…y no digo Bush, porque Bush no es muy lúcido…

Ja, ja, ja.

Estamos hablando del país más poderoso. Cualquier otro presidente de cualquier país del mundo tiene un ente que le analiza los temas de su país, y está correcto. Este es el caso también del PCN, sobre todo porque nosotros tenemos una gran responsabilidad porque movemos la balanza. A mí no me gusta: “que bien, tenemos 43 votos”. Ahí hay nueve votos, porque uno se nos fue porque decidió irse con otro partido, pero esos votos son del Partido Conciliación Nacional y a veces se equivocan, de tal manera que para nosotros no es fácil que nos comprendan. Es bien difícil que nos comprendan pero afortunadamente tenemos un voto que nos acompaña. En estas últimas elecciones tuvimos 320 mil votos para alcaldes. Es gente a la que no le lleganspots publicitarios, a los que no les llegan los grandes promocionales. Ellos hacen inversiones tremendas y no solo ARENA. La gente del Frente mete furgonadas de camisetas, de promocionales, etcétera. Son dos grandes monstruos. Eso deforma la política nacional, pero cómo hacer que el pueblo salvadoreño entienda que no es así la cosa.

¿El PCN es el comodín de ARENA?

¿O el comodín del Frente? ¿Ah? Puede ser el comodín de ARENA o el comodín del Frente, depende de los temas. Nosotros hemos acompañado al Frente en votaciones que no han sido del gusto de ARENA. De hecho, hemos estado de acuerdo. En el Frente no todo es de horrorizarse, mientras no sea colectivizar al país. Por ejemplo, en materia de justicia para la gente del campo, nosotros hemos estado acompañando al Frente. Algunas veces la votación se hace unánime porque el PCN empuja y motiva a los otros partidos. Es que las cosas no se dan si el PCN no inclina la balanza o hace que todos caminen juntos. Primero Dios y esa disposición del votante se mantenga porque eso le da tranquilidad al país.

Es que las cosas no se dan si el PCN no incide en el fiel de la balanza. Primero Dios que esa decisión de los votantes se mantenga, porque eso le da tranquilidad al país, solo póngase a pensar en las próximas elecciones, Dios no lo permite, solo quedan enfrentados ARENA y el FMLN. Se estanca el país, se para. Hay que saber negociar, la política es el arte de la negociación.

¿Usted diría que la llave principal del PCN es la Corte de Cuentas, para poder negociar?

No, aquí puedo decir y asegurarle con todo aplomo que al señor Fiscal General se le han enviado infinitos expedientes acerca de irregularidades en instituciones y alcaldías que no son del PCN y no les ha dado el trámite debido. Perla está donde está porque la Corte hizo el trabajo respectivo, no lo hizo el Ejecutivo. Pero esas son las cosas que la gente o se le oculta, o no se le dicen. O se le deforma.

¿Usted defiende que la Corte de Cuentas es transparente?

Le puedo asegurar con todo aplomo que hay una infinidad de expedientes enviados a la Fiscalía General que no son considerados, no son tomados en cuenta. Es más, hay una cantidad de cosas que están ahí, pendientes, volando. Y que ni siquiera está el caso. Hablemos con más claridad todavía, el ex ministro de Obras Públicas: ya desvaneció 10 millones, hoy hablamos de 30 millones, es una cantidad importante de dinero, ¿y qué pasa? Y la Fiscalía General, muy bien, muchas gracias. Caso de baterías Record, la Asamblea llama al Fiscal y dice: yo no soy experto en plomo. Pero tiene una unidad de fiscales de medioambiente que pagamos los salvadoreños y si le diera la gana se fuera a leer el informe del Ministerio de Medio Ambiente, que es verdaderamente impresionante. Lo que ahí describe el mismo ministerio de Medio Ambiente es para que pare el pelo a cualquiera. Solo necesita saber leer y escribir, no necesita ser experto en plomo. Estamos hablando de que nosotros tenemos el equilibrio en la Asamblea, pero no tenemos la operatividad del Ejecutivo, ni del ministerio público, ni de los juzgados. No hay justicia para nosotros, cuando se habla del PCN yo siento que no hay santos, que hay gente, hay personas, todos. Gente con virtudes y con cualidades, lo que no hacemos es meterle zancadilla al gobierno, porque creemos que es desleal hacerlo.

¿Usted creo que es sano que gente del mismo partido esté por tantos años en la cabeza de la Corte de Cuentas, siempre se habla de la repartición de instituciones?

De las magistraturas, el PDC y ARENA tienen magistraturas. El presidente de la Corte en sí, no es el que decide, quizá la decisión viene muy de abajo para arriba, y empieza desde los auditores que son los que van construyendo las auditorías, por eso es el caso de corrupción de aquel señor que capturaron en San Miguel es un acto en que se ve involucrado un auditor, no es el presidente de la Corte. Quienes empiezan a estudiar los casos son los auditores, ellos son, y llegan indiferentemente a los tres magistrados, lo importante, la decisión final, queda en manos del presidente de la Corte de Cuentas. Ahí hay gente de todos los partidos, debo decirle que entre los auditores hay gente de todas las tendencias políticas. No hay gente de corte partidario, hay gente de todas las tendencias. Hay gente del FMLN, un montón.

Siempre en la prensa salen reportajes de los dinosaurios en política, sobre todo en la Asamblea Legislativa. Usted ve bien que hay funcionarios que han estado eternamente de diputados.

Le voy a contar lo que he visto en Suramérica, Asia; en Estados Unidos no tengo experiencia, pero le puedo decir que hay gente con experiencia. Hoy se ha vuelto una moda que los candidatos son personas muy jóvenes, de apariencia física agradable y con capacidad de comunicar, no siempre estás personas son las más adecuadas para un perfil de político. Pueden tener atractivo, carisma, pero de eso a que su funcionamiento sea el correcto…es como la carrera de relevos, según yo lo veo, uno debe estar ayudando y cooperando con las nuevas generaciones, para que ellos en su momento tomen la estafeta, y sigan adelante. Pero si deja solo a la bandada de jóvenes, van a ser presa fácil de políticos que no tienen nada de lentos, y que fácilmente pueden… ustedes son muy jóvenes, pero en 10 años se van a ver así mismos como unos viejos, la vida lo va dejando a uno con cada situación, en la piel y en la mente, lo que se llama experiencia. La política está hecha con base en experiencia y conocimientos.

¿Y donde la vamos a ver en 2009?

No sé. Ja, ja, ja. La verdad es que yo disfruto del quehacer político, lo sufro también, no siempre estoy contenta con lo que pasa, a veces estoy crispada, a veces contenta. Amanecí tranquila el día en que cerraron Record, pero no fui a Record: “miren yo los estuve defendiendo”, no fui donde esa gente. Eso es algo que se debe hacer porque es necesario defender la salud, los intereses de la población. En la medida en que yo pueda seguirlo dando se lo voy a dar, o al partido o al país, con mucho gusto. Pero me gusta la política.

¿Como ve al PCN de acá al 2009? ¿Lo ve solo?

Le voy a contar lo que he estado sintiendo, he estado viajando por todo el oriente del país, el partido está fortalecido, muy fuerte, los veo más consolidado que en las anteriores elecciones, creo que hay hechos que hablan por si mismos. Más allá de enunciados, de cosas, de un malandrín que se nos coló por ahí… más allá de eso, está la gente que viste la camisa azul, la ha llevado con orgullo, con dignidad y va a seguir siendo azul.

¿Ve al PCN en esa alianza de derecha de la que habló hace algún tiempo el presidente Saca?

No, es que nosotros no vamos a ir a cruzar los diputados con ARENA, nosotros buscamos nuestros propios diputados, nuestras propias alcaldías.

¿Y la Presidencia?

La Presidencia podría verse como una materia pendiente, es una materia pendiente. El problema es de ARENA, no es de nosotros.

… Ja, ja, ja
A nosotros no nos tiene apresurados eso. Nosotros, la verdad, nunca hemos dejado de correr en ninguna elección.

¿Qué ganaría el PCN al ir en alianza con ARENA?

En primer lugar, hay que estar dentro de un partido para comprender, que me perdonen mis compañeros políticos en funciones, son una especie de tribus, que se visten de colores cuando tienen sus confrontaciones tribales, nosotros podemos permitir que nuestra tribu salga sin líder, tiene que tener su propia lucha, aunque la lucha sea tribal, por eso es que decía Ciro: si quieren que el PCN los siga, tiene que haber un líder, así los va a seguir la tribu azul, pero si no, la verdad, si conversa alguna vez con un pecenista del interior de la república, lo va a seguir si lo convence de que es PCN.

¿La experiencia política los salvó en las elecciones de 2004?

Se puso un recurso ante la Corte Suprema de Justicia, recurso que después copió el PDC, para poder también ampararse. Nosotros somos una derecha con un rostro más humano, aunque nos hayan copiado la frase. Nosotros podemos hablar de que hicimos una cancha por semana, una escuela por día. Hasta este momento no han podido hacer una obra que genere energía como las obras que heredó Conciliación Nacional. Conciliación Nacional extendió su cobertura a la gente de todas las clases sociales, protegió la empresa privada, pero le ponía atención al pueblo, no era una cosa tan abierta. Yo celebro una frase del Papa cuando dijo que no estaba de acuerdo con el capitalismo salvaje, aquí ha habido gente verdaderamente maravillosa, filántropos que ya no veo. Hasta hace poco tiempo vi que Roberto Kriete donó una importante suma para efectos sociales. Pero otro Benjamín Bloom, el señor Rosales, del Hospital, otra persona que hizo la escuela de ciegos, otra Sara Zaldivar, dígame donde están. Son gente que tuvo poder económico, pero lo derramaba por las manos y dejaba obras sociales. Este país necesita que el capital derrame.

Las reglas del juego eran claras, eran hechas por el PCN y no cumplió las reglas.

Mire, el problema del PCN fue la guerra fría.

Me refiere a las elecciones. Para 2004, no alcanzaron el porcentaje.

No lo alcanzamos, pero hablemos de la pluralidad política. Ahí, por eso me refiero a la diferencia entre ARENA y PCN. Nosotros no somos la derecha, la Constitución habla de que esta es una sociedad plural, por eso está el Frente, por eso lo dejamos entrar en la Constitución, aunque teníamos siete diputados asesinados.
Superamos ese dolor, y abrimos la puerta a que hubiera pluralidad. Quisiera yo que el país tuviera un gobierno colectivista.

¿Cuál es el peso dentro del Partido?

Creo que nadie es predominante en el Partido, quién tiene un peso específico importante es el licenciado Ciro Cruz Zepeda, que es un hombre muy humano, escucha a todos, nos permite hablar a todos, nos deja hacer nuestras propias apreciaciones y saca sus propias conclusiones y luego votamos. Yo no tengo más peso que otros, ni otros tienen más peso que yo. Todos son iguales. Y el que se equivoca se equivoca también, bajo su propia responsabilidad, quiero decirle que cuando se va a elecciones a diputados, el propietario elige a su suplente, hay libertad en ese sentido. Elige a su propio suplente, el Partido no está encima imponiéndole candidatos.

Elizardo entonces…

Es cierto. En el caso de Elizardo, lo que pude apreciar es un hombre que se maneja con lealtad a una persona. Cuando expulsamos al señor Will Salgado, él dijo: “yo no firmo porque él es mi amigo, yo lo llevé”. Igual con el bendito Silva, él lo acompañaba, eso lo comprometió y lo molestó a él, pero observe que eso no lo hace cualquiera. Yo creo que el caso de Elizardo, es que él muestra un exceso de lealtad a los que le han dado apoyo. Y en política quizá hay que ser más analítico, porque nosotros lo de Will lo decidimos con mucha razón. Eso va a ser otra plática.

Ja, ja, ja.

Yo me he divertido mucho esta tarde con ustedes.

Entendemos que a usted le molestaba que la llamaran la Juliona, y que cuando la presentaron como candidata a alcalde, la presentó Ciro Cruz Zepeda así.

Yo pregunté si era cierto, que me llamaban así, y algunos me llaman así. Pero la verdad a mí me dicen la Julita, ja,ja,ja. Así que me sorprendió cuando Ciro lo dijo, pero pasan ese tipo de apodos, llamémoslo así, y como yo no soy chiquita, soy corpulenta. Soy corpulenta en este momento, pero no siempre he sido así. Repito, en política no es eso, en política son otros valores los que pesan al final; si no, la equivocación la paga el pueblo, no es desfilar modelos.

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