El Salvador / Política

“El FMLN habla de nunca más ceder el poder”

El embajador de Alemania en El Salvador se marcha del país preocupado por aquellos mensajes del FMLN -difundidos en su congreso interno y en el Foro de Sao Paulo- en los que Heinrich Haupt ve intenciones para “superar” la separación de poderes, evitar la alternancia y acercar al país a modelos como el cubano, el nicaragüense o el venezolano. Tilda de “populismo mediocre” la perenne cruzada de Guillermo Gallegos -el próximo presidente de la Asamblea Legislativa- por la pena de muerte; augura la desaparición de Arena si el partido no atraviesa una verdadera renovación; y se despide de los gastos de los diputados en la Asamblea, diciendo, bromista: “A mí me gusta la papaya, pero yo la pago, ja, ja, ja”.


Jueves, 18 de agosto de 2016
Nelson Rauda Zablah y Daniel Valencia Caravantes

Heinrich Haupt no encajó en el típico marco al que se supone deben ceñirse los diplomáticos. Durante cuatro años el embajador de Alemania en El Salvador habló mucho y de todo. Se metió al pleito para defender la tarea de la Sala de lo Constitucional, ante los constantes ataques de la Asamblea Legilativa, del gobierno y del partido en el gobierno, el FMLN. Dijo que militarizar la seguridad no era la solución para el problema de violencia en El Salvador y hasta denunció la posible compra de voluntades de diputados, cuando en la Asamblea corría el rumor de una posible reelección del exfiscal Luis Martínez al frente del ministerio público. Por eso último, Medardo González, secretario general del FMLN, se quejó públicamente y Haupt recibió un reclamo del canciller Hugo Martínez. Lejos de rehuir a la confrontación, Haupt respondió a Martínez con un recordatorio de toda la cooperación que Alemania aporta a El Salvador. Como quien defiende su derecho de opinar, aunque él prefiera usar el verbo 'observar'.

 Foto: Víctor Peña
 Foto: Víctor Peña

A escasas semanas de que termine su estancia en El Salvador (Haupt deja la sede diplomática a inicios de septiembre), recibe a dos periodistas y un fotoperiodista de El Faro en la embajada alemana. Antes de empezar, coloca sobre una mesa ubicada a su lado una pequeña escultura de un torogoz. 'Vea, a mi me gusta el ave nacional. Me gustan los pajaritos', dice. '¿Porque cuentan cosas?', preguntamos. 'Mire, este pajarito es el que me habla al oído, ja, ja, ja'. Durante la entrevista, su jefa de comunicaciones coloca un lápiz sobre los labios cada vez que quiere insinuarle, desde lejos, que hay cosas que no debería decir. Pero solo es un deseo. Aunque intenta escabullirse de sus más grandes polémicas, Haupt habla por casi dos horas de seguridad, de Arena, el FMLN y la Sala.

¿Es consciente que ha sido un embajador incómodo para el gobierno del FMLN?

No lo veo así. La tarea de cualquier diplomático es observar lo que pasa en el país, informar a su gobierno y servir de puente de cooperación e intercambio político y económico. He sentido que hay muchas similitudes entre Alemania y El Salvador, entre otras, la constitución democrática y pluralista, las instituciones fuertes, la división de poderes y respeto de los derechos humanos. También aquí tienen una Sala de lo Constitucional -y de nuestra parte una Corte Constitucional Federal- y ambas muy respetadas.

Vamos a ver: ¿Usted se va con la idea de que en este país se respeta a la Sala? Yo creo que no. Yo creo que usted se va con la idea de que aquí no se respeta a la Sala.

Bueno... Evidentemente se puede comentar y criticar en una sociedad pluralista los fallos de todos los tribunales, incluso del más alto tribunal. Pero al final, a pesar de la crítica, se cumple el fallo. Y ahí creo que hay un consenso nacional de que se deben cumplir los fallos. De vez en cuando hay un atraso, discusiones, pero siempre hay la convicción de cumplirlos. En Alemania también se pueden criticar fallos de nuestros tribunales, pero al final se cumplen. Eso es normal en una sociedad pluralista. Cuando he mencionado instancias de El Salvador como la Sala, la Fiscalía y otros, era para destacar que al fortalecer el estado de derecho esa es la mejor base para los intercambios económicos y la cooperación interestatal.

No recuerdo a otro embajador en el país que haya sido declarado persona “Non grata” por el líder del partido político en el gobierno, luego de hablar de los pleitos con la Sala y de la posible reelección del exfiscal Luis Martínez.

Estos pleitos del pasado dejémoslos a un lado (sonríe). Ya no sirve a nadie revivir pleitos y malentendidos. Hubo mucho malentendido en eso. Lo esencial es que se respeta la institucionalidad de este país, y al final sí se respetó. Se cumplen los fallos de la Sala y también se reeligió un fiscal general profesional, sin lazos partidarios, etcétera. Él cumple los requisitos, mientras que el Tribunal de Ética ha dicho que el anterior fiscal estaba diferente. Usted ya sabe lo que el presidente del Tribunal dijo...

Que vendió justicia.

No lo digo yo, lo dijo el presidente del Tribunal de Ética. Ahora tenemos una Sala profesional, independiente, altamente competente, un hito histórico para este país, que nunca había tenido antes; y un fiscal general profesional, que ha destacado que se necesita garantizar la igualdad de cada ciudadano ante la ley. Hay varias instituciones profesionales, independientes, que hacen un trabajo maravilloso.

Usted dice que 'al final de cuentas' lo positivo es que se han respetado los fallos de la Sala. Pero ha tenido que presionar una parte de la clase media, y ha tenido que mantenerse la vigilancia de la comunidad internacional, incluyéndolo, para que los partidos políticos desistan de sus acciones. Eso habla mal de nuestra democracia.

Pienso que la Constitución y el orden jurídico y social están en manos de los salvadoreños. La manifestación y el progreso de esta convivencia solo están en manos nacionales. Los extranjeros pueden dar su opinión, pero esto al final no cuenta mucho. Esta es una sociedad viva, que se manifiesta, madura. Los jóvenes de El Salvador se expresan a través de redes sociales, y ellos escuchan lo que dicen los extranjeros, pero quizá no nos toman mucho en serio. De vez en cuando quizá sí, pero lo que dicen o hacen los ciudadanos es lo que importa.

¿Usted se va satisfecho con que su voz en el tema de la Sala haya sido escuchada?

Bueno, mire, yo no fui el primero que comentó sobre la Sala. La primera que conocí que comentó sobre la Sala, en el 2012, fue la relatora para la independencia judicial de Naciones Unidas, la señora Gabriela Knaul. Ella vino al país y comentó sobre los ataques contra la Sala y dijo que hay que respetar la independencia de los órganos de estado. Yo me acuerdo que hice un solo comentario en un discurso que di en la Esen, en octubre de 2012,  y dije: tomemos en serio a las Naciones Unidas. Punto. (Sonríe).

¿Sin ninguna malicia?

Sí (sonríe), porque todos somos miembros de esta familia de 193 naciones. Si este club nuestro de las naciones envía una relatora brasileña, y si ella dice 'según las normas de Naciones Unidas” hay que respetar los órganos democráticos... Entonces yo digo: tomemos en serio lo que dice nuestra Organización de Naciones Unidas, muy conocida en El Salvador, porque promocionó el proceso de los Acuerdos de Paz. Yo solo dije: tomemos en serio a las Naciones Unidas. Y punto. Pienso que esto no era una cosa sensacionalista. Es algo común. Las reglas son claras y hay que respetarlas.

¿Cómo queda su relación con funcionarios que llegaron a criticar esa su “observación participante”? Hablo de Hugo Martínez, Roberto Lorenzana...

Pues somos los mejores amigos imaginables, ja,ja,ja.

¿O imaginarios?

Ja, ja, ja. No, no. Mire, tenemos buenas relaciones profesionales, porque todos somos profesionales. Sabemos que cada uno tiene su opinión, eso es parte de la democracia. En este contexto lo que importa es que siempre se mejoren las relaciones bilaterales. No tenemos pleitos personales. No somos tan importantes para ponernos en el foco de la atención. Estamos aquí para trabajar por una causa, y esa es promocionar, facilitar el desarrollo de las relaciones internacionales en todos los campos.

Cuando el partido de gobierno habla de intentos de golpes suaves, ¿a usted no le preocupa? ¿Es un juego del Frente?

Hay muchas insinuaciones, acusaciones, inventos verbales. Al final lo que cuenta es lo que pasa en la realidad y la realidad es que en El Salvador se finalizó la construcción democrática con la manifestación del tercer poder, que es el poder judicial, que por primera vez en la historia de este país, a partir de 2009, se manifestó como un poder independiente que no recibe órdenes de otros poderes. Es decir que ahora tenemos una verdadera separación de poderes y un balance de equidad entre los tres poderes.

Cuatro años después de su venida a El Salvador, la Asamblea sigue actuando de la misma manera contra la Sala: retando y amagando con no acatar los fallos. Por ejemplo, la amnistía. Por ejemplo, diputados suplentes.

Si la Sala se ha pronunciado y ha provocado una discusión muy fuerte, pienso que es sano. Hay voces neutras, en pro y en contra. Discutir sobre este asunto de manera abierta y controversial es algo sano y normal. Lo importante es que la discusión no resulte en violencia y cosas que transgredan el orden del estado de derecho. La discusión tiene que llevarse a cabo dentro del marco jurídico existente.

Pero es que la discusión de los partidos no es sobre el fondo de los fallos, sobre cómo abonan o demeritan la vida democrática en el país. La discusión es sobre cómo hacer para no acatarlos.

Hay un consenso en la población, en los votantes, de que los fallos tienen que cumplirse. Los políticos lo saben y al final lo van a acatar. Es la confianza que tengo en la fortaleza y democracia salvadoreña, y en la madurez de los votantes y de los políticos en este país. Discuten, dicen muchas cosas, pero al final van a cumplirlo. Al final se va a fortalecer el estado de derecho. Esas discusiones las hemos visto durante años. Hemos visto cómo algunas fuerzas políticas quisieron imponer a la Sala un presidente que estaba cerca de un partido político, y la Sala desechó dos veces a personas así. Al final se impuso la legalidad y la democracia y la institucionalidad. Y eso se hizo por la gran autoridad que tiene esta Sala dentro del electorado, y los políticos lo saben.

Hablemos de los partidos políticos. ¿Cómo ve el papel de la oposición en El Salvador?

Hay que destacar positivamente que El Salvador tiene dos grandes partidos políticos programáticos, que no dependen de una persona, pero que tiene sus programas, visión, filosofía. En otros países donde reina el caudillismo, un partido depende de una persona y si esa persona desaparece el partido. Aquí hay partidos grandes y programáticos, pero hay que decir que esos partidos tienen sus raíces en tiempos muy atrasados, de hace 30 años, de la guerra civil. Ahora tenemos una nueva generación de salvadoreños, y los jóvenes que no han vivido la guerra, a ellos no les interesa la guerra y lo que hubo antes. La generación actual y la futura les interesa construir un mejor futuro para el país. Y los partidos políticos, cuyos líderes todavía tiene su mente en los años 80, tienen que aceptar -y ya aceptaron- que hay que renovar la clase política en los partidos. Y por eso ahora estamos observando movimientos de reformar a los partidos, en especial Arena. Arena está en un proceso importante de renovación y también de democratización interna del partido. Están eligiendo un nuevo liderazgo que representará, tal vez, un relevo generacional. Este partido se está abriendo a temas de futuro para responder las aspiraciones de las generaciones modernas que determinarán la vida social, económica y política del país. En la manera que un partido no está abierto a reformarse, va a desaparecer.

¿Usted cree que Arena está alejándose de su pasado de la guerra, de d'Aubuisson?

Observo que Arena está llevando a cabo una discusión fuerte para renovarse, abrirse a la realidad actual y a la visión futura del país para tener un futuro como partido. El proceso de renovación de Arena es un proceso de sobrevivencia. Si no logran la reforma adecuada, van a desaparecer. 

Foto: Víctor Peña
Foto: Víctor Peña

Cuando uno ve las caras que han salido para la elección de la presidencia de Arena, cuesta mucho encontrar señales de ese rumbo. ¿Quiénes, según usted, son esos líderes que están empujando el partido hacia el futuro?

Lo positivo es el hecho de que haya más apertura democrática dentro del partido. El mismo hecho que se elige la dirigencia del partido, no importan los candidatos, el mismo hecho que hay una discusión sobre personalidades y una elección interna por voto secreto: eso ya es un avance. Si hay desconfianza en los candidatos, bueno que se presenten otros candidatos. Yo entiendo que es un proceso libre y democrático. Si son miles y miles de miembros de este partido, y si estos no están contentos con las ternas, estarían libres de presentar otra terna, quizá una de los jóvenes o no sé qué.

¿Usted ve líderes en esta derecha que quiere reformarse?

Bueno, eso no me corresponde decirlo a mí.

Pero dice que es un observador

Ja, ja, ja. Observador, sí.

¿Ha observado que hay líderes dentro de la derecha?

Bueno, claro que hay líderes de distintos tipos.

¿Por ejemplo?

No quiero mencionar nombres, después van a decir que soy arenero, ja, ja, ja.

Ja, ja, ja.

Para dejar claro eso: no tengo ningún interés de pertenecer a ningún partido salvadoreño, ni a Arena, ni al resto, ja, ja, ja.

¿Y en la izquierda ve líderes que busquen renovar al partido?

Sí, claro, hay líderes. Pero no voy a mencionar nombres. Lo importante son los procesos democráticos, abrir estos partidos para nuevos miembros, para nuevos talentos, porque hay miles de talentos políticos y económicos en este país. Hay que dar un chance a las nuevas caras y esto es cuestión, como dije antes, de supervivencia, no solo de los partidos, sino de la misma democracia salvadoreña que se abre para la participación de nuevas cabezas y cerebros, que hay miles y miles en este país.

El FMLN parece encajar más en su descripción de un partido sin intenciones de renovarse, encajado en los 80.

Observo lo que dice el FMLN. Hemos leído los documentos de su congreso, de noviembre pasado, y también sus declaraciones dentro de la reunión del foro de Sao Paulo, de finales de junio. Ahí hablan de una hegemonía, de querer superar el orden de la separación de poderes, tomarse el poder y nunca más ceder el poder. Dijeron que son alternativa, no alternancia. Esto está en la mesa. Y yo me pregunto, y quizá pregunto a ellos: ¿cómo piensan que esto es compatible con la Constitución de la República de El Salvador? Que nos expliquen, porque la Constitución no habla de una alternativa que no permita una alternancia. Eso es una pregunta que hago y no tengo ninguna razón para atacar a alguien. ¿Cómo se imagina el FMLN un futuro democrático de este país, si quieren superar la separación de poderes? Esa pregunta se la dejo a ellos, porque yo no puedo dar la respuesta. Pienso que todos los votantes salvadoreños estarían interesados en conocer las respuestas.

 ¿Cree que el FMLN busca algo parecido a lo que ha hecho Ortega en Nicaragua e hizo el chavismo en Venezuela: ¿control total del Estado?

Yo observo cuando hay contactos. Por ejemplo el del 19 de julio en Managua, con motivo del jubileo de la revolución; cuando hay contactos con Venezuela, Cuba… Siempre se está alabando lo que pasa allá y se está diciendo que están de acuerdo con lo que pasa ahí. Yo me pregunto si consideran el sistema de Nicaragua, Venezuela o Cuba como ejemplo a seguir. ¿O una mezcla de estos regímenes? ¿Consideran esto como un modelo para El Salvador? ¿Quizá no el 100% de cada uno, pero elementos esenciales? ¿Un partido casi único, la destrucción de la separación de poderes, la supresión de la libertad de expresión? Hay límites graves de la libertad de expresión en algunos de esos países. De hecho hay países como Cuba que no tienen elecciones libres. Entonces si uno pone elementos esenciales como esos como tema, yo me pregunto si quieren introducir elementos clave de esos países aquí en El Salvador. Y cómo piensan ellos que eso sería compatible con la Constitución de la república de El Salvador.

¿Ha visto en alguno de estos dos partidos elementos clave que hablen de un profundo respeto y promoción a los derechos humanos en temas claves como el aborto y los derechos a la población LGBTI?

El tema del aborto debe discutirlo cada país según sus valores. En Alemania tenemos una ley que permite indicaciones para hacer juicios diversificados sobre hechos de abortos. El tema LGBTI y otras minorías, pienso que las posiciones del FMLN fueron bastante avanzadas y compatibles con lo que dice la comunidad internacional, por ejemplo la ONU. La política del FMLN es más cercana a la de la discusión y de los estándares internacionales, ha tenido posiciones modernas, avanzadas, humanas.

¿Estaría de acuerdo con esta sentencia: 'la derecha conservadora impide avances en la promoción de los derechos humanos de la comunidad LGBTI'?

Algunos conservadores tienen opinión sobre tal o cual derecho, y es su derecho tener esa opinión. Al final hay que conseguir una decisión que respete tanto el derecho de la mayoría de decidir,  como el de la minoría de tener garantizados estándares mínimos de protección. Hay que salir de esas cajas de derechas e izquierdas. 

Vaya, sin etiquetas de derechas o izquierdas: cuando usted llegue a Alemania, ¿contaría esta historia: “no se imaginan cómo hay diputados en la Asamblea salvadoreña que, biblia en mano, incluso llegan a pedir que desaparezca la comunidad LGBTI”?.

Hay opiniones totalmente irreales que nunca se van a materializar. Si una persona dice 'yo quiero que desaparezcan esas personas” nunca va a lograr su objetivo. No vale la pena tomar en serio estas opiniones extremistas. También en Alemania hay extremistas terribles, y estos hay que combatirlos con medios y medidas democráticas. También aquí hay un importante político que repite que aquí se instaure la pena de muerte…

Guillermo Gallegos, el próximo presidente de la Asamblea.

Esta persona lo dice, pero ya sabe que no tendrá ningún chance. Esto es en contra de los compromisos internacionales que tiene El Salvador, causaría problemas muy graves con el resto de la comunidad internacional. En Europa, por ejemplo, consideramos un gran logro haber abolido la pena de muerte, porque se ha abusado considerablemente en la historia. Esta persona tiene el derecho de decirlo sabiendo que nunca se va a materializar. Espero. Eso es populismo puro y mediocre.

¿Qué le parece que él sea el futuro presidente de la Asamblea?

Bueno, él merece su chance de llevar este cargo y mostrar que puede actuar dentro del orden jurídico establecido y hacer un buen trabajo en favor de la población. 

Foto: Víctor Peña
Foto: Víctor Peña

Supongo que habrá cosas que usted va a extrañar de El Salvador. ¿Entre esas estarán las reuniones del Consejo de Seguridad? Una entidad que no generó más resultados que un plan de seguridad completamente desfinanciado.

Es positivo que haya esos consejos porque presentan un foro de discusión abierto sobre problemas esenciales. Hay un Consejo de Seguridad, de Medio Ambiente, de Educación. No todo gobierno crea tales instancias donde los ciudadanos, la academia, las iglesias, -incluso los extranjeros como yo- pueden participar en discusiones sobre temas que son esenciales para el país. El Consejo ha producido el Plan El Salvador Seguro, que ha llevado algunos frutos. Pienso que es una buena base, tiene buenas prioridades: prevención de la violencia, represión, reforma de centros penales y atención a las víctimas. Todas esas son bases importantísimas, valores claros establecidos en un documento claro. También hay lineamientos financieros. Este plan debería implementarse con más fuerza y con más consecuencia. El Plan, por ejemplo, habla de actuaciones en 50 municipios prioritarios, pero en los primeros dos años, solo se ha trabajado en 10 municipios.

Cuando la política de seguridad del gobierno es completamente lo opuesto a todo lo que se discute en ese Consejo, ¿no es una pérdida de tiempo avalar una cosa que pareciera ser un cascarón?

Como dije, el plan también considera la represión policial (aunque) no considera participación militar, eso es verdad. Pero sí considera acciones policiales y de la Fiscalía represivas. Y es necesario porque hay mucha criminalidad en el país, incluso hay estructuras de crimen organizado y hay que actuar también para proteger a los ciudadanos contra los criminales que los atacan, que incluso les quitan la vida. Ahora son 12 muertos al día, cuando yo vine eran también 12, 13 o 14, solo reducido por el tiempo de la Tregua. Entonces, sí, la gente está en peligro directo y la represión policial es necesaria. Pero, al mismo tiempo, hay que obrar desde las bases y desde arriba y desde abajo en la prevención de la violencia, y estamos con nuestros proyectos. Quizá estas miles de obras que se hacen en la prevención no se mencionan tan claramente en los medios, como la represión que causa mucha bulla. Porque las obras de prevención son obras de cada día que necesitan mucho tiempo para tener frutos, entonces no tienen el mismo eco en los medios que las obras de represión. Pero ambas son necesarias.

Entiendo que Usted se va preocupado por las ejecuciones extrajudiciales y por la constante represión de la Policía, en actuaciones que parecieran no estar dentro del marco legal. ¿Esas cosas se planteaban dentro del Consejo?

El Consejo no ha tenido una reunión recientemente. Según recuerdo, no ha sido discutido. Pero el hecho es lo siguiente: en El Salvador hay 25 mil policías y algunos seis mil militares que les apoyan. Hay un fiscal general profesional, independiente, serio. Todo eso es importante, porque hay autoridades de seguridad que tratan de hacer un trabajo profesional. Dentro de toda esa maquinaria de seguridad, puede haber algunos casos de abuso, puede haber alguna gente que no observa las reglas, incluso comete actos ilegales, hasta asesinatos. Esto puede ser el caso. Hubo señalamientos de ese tipo por parte del Procurador de Derechos Humanos y de algunas organizaciones de protección de derechos humanos. También hubo declaraciones de parte del señor ministro de Justicia y de Seguridad, que hay investigaciones basadas sobre tales acusaciones. Hay que tomar en serio tanto las acusaciones como hay que respetar los procesos investigativos. También hay que esperar que al final haya resultados de estas investigaciones. Si estas acusaciones se confirman, es importante que haya castigos porque, como dijo el señor fiscal general, cada ciudadano es igual ante la ley; y si un policía o militar o una persona privada que participa en grupos de exterminio comete crímenes, tiene que ser castigado según la ley. Es importantísimo. Pero pienso que estos serían casos aislados y que no deberían dañar la imagen de todas las autoridades de seguridad. Hay que distinguir entre los criminales y los que están haciendo su trabajo bajo condiciones muy difíciles. Ellos están arriesgando su vida para la protección de los derechos de los ciudadanos en los territorios. Es importante, también, para la gran mayoría de los policías y militares -que son honestos y que hacen su trabajo bajo tales condiciones- que se separen de los criminales. También para ellos es importante que los criminales encuentren su castigo. Para demostrar la diferencia que existe entre los honestos, serios, profesionales y los criminales.

Cuando estaba la Tregua, usted apoyó mucho ese proceso. Luego que desapareció, usted ha apoyado, como testigo, algunos intentos por revivir un proceso similar. ¿Cometió un error el gobierno al alejarse de un proceso como la Tregua y dedicarse a otra cosa?

Mire, olvidémonos de las etiquetas. Ya no utilizamos el término 'Tregua'. Hablemos de diálogo inclusivo de todos los ciudadanos. Es decir que si se habla en este país de un número muy elevado, de 60 mil mareros, más 500 mil de sus familias, amigos y entorno social, se está hablando de casi el 10 % de la población salvadoreña. El 10 % de la población salvadoreña no son terroristas, me niego a (creer) eso. Si el 10 % de la población salvadoreña están en ese entorno, es un fenómeno social más que criminal. Y por eso, el Plan El Salvador Seguro preveé en primer lugar medidas de prevención. ¿Cómo actuar en la manera en que esta gran parte de la población se incorpore a la vida nacional honesta y legal? ¿Cómo llegamos a un punto en que ningún joven sienta ninguna atracción de juntarse a las maras? ¿Qué puede hacer el gobierno? Medidas de prevención, es decir que en los territorios en que ahora reina la mara tendrían que llevar infraestructura social, por ejemplo, reforzar la escuela, los centros de salud, los caminos, instigar actividad económica sostenible, para que estos jóvenes y sus padres que viven ahí encuentren perspectivas económicas y sociales. Si una persona tiene perspectivas realistas de llevar una vida normal, no va a sentir la tentación de juntarse a una mara. Así se va a secar la reserva humana para llenar las filas de las maras. Esto se llama prevención: que el gobierno toma posesión de los territorios. Quizá en el primer momento debería ser con la fuerza de la policía, pero después que construye toda una infraestructura económica, social, comercial, educación -un gran tema- salud, etcétera, para que toda esta gente se sienta incluida en la sociedad salvadoreña. Incluso después formalizar sus negocios.

Todo eso suena muy bien, ¿pero no le parece que el mensaje que el gobierno manda es que hay que erradicar a esa población?

Sí, pero eso es inconstitucional porque la Constitución habla de la protección de la vida humana, ¿no? Es uno de los primeros artículos de la Constitución, porque la vida humana es sagrada, ninguna autoridad tiene el derecho de llevar a cabo acciones de exterminio. Es totalmente ilegal, inconstitucional. Esto no puede ser un camino. Tampoco es la política oficial del gobierno. Estas son voces extremas que no tendrán eco, espero. Y la comunidad internacional y la cooperación nuestra nunca podrían apoyar un Estado donde el exterminio de personas sea parte de la estrategia. Es impensable totalmente. Esto violaría todas las normas nacionales e internacionales. Entonces, hay que distinguir entre las voces extremistas, insensatas que hay y el camino serio que tenemos que perseguir. Pero no podemos cambiar cada año la estrategia. Hay que definir la estrategia y después seguir claramente el camino: en la seguridad y también en la educación.

 ¿El gobierno llegó a explicarle a usted o a la comunidad internacional por qué se alejaron de la tregua, por qué ya no siguieron con ese proceso?

No, nosotros observamos el discurso nacional y tiramos las conclusiones. Parece que la llamada Tregua fue una política del presidente anterior. Incluso, este presidente (Funes) prometió $33 millones para apoyar el proceso, en el Banco Mundial en Washington, pero no aquí y nunca llevó a cabo este plan. Pienso que esto era en el contexto de los municipios libres de violencia, que fue una iniciativa muy interesante de 11 alcaldes, incluso el alcalde (Óscar) Ortiz de Santa Tecla y alcaldes de varios partidos políticos, alcaldes que en su territorio tenían un diálogo inclusivo de todos los habitantes del territorio. Ahora los alcaldes y las ADESCO han establecido planes de prevención de la violencia, planes municipales de prevención. Tengo aquí…

El embajador se levanta, camina hacia una estantería y regresa cargado de documentos. Los pone en el suelo.

… son los planes municipales de Santiago Nonualco y de muchas otras comunidades. Ahí se sientan en una mesa todas las fuerzas vivas del pueblo, definen acciones concretas como pacificar la situación, crear empleo, mejorar la infraestructura, etc. Esto es la fuerza viva que existe en el país. Cada pueblo, desde abajo, puede construir paz.

De la pila de documentos regada a sus pies, recoge cuadernillos elaborados por el gobierno central. Levanta tres de ellos con la mano derecha.

Mientras aquí, el gobierno también publicó un plan dentro del plan El Salvador Seguro, en varios municipios publicó un plan de prevención de violencia, de 10 páginas, siempre con el mismo texto para cada municipio, solo cambiando los nombres de las colonias, de los barrios. Entonces, dice lo mismo, esto es lo que produce el gobierno y esto es lo que producen los municipios desde abajo, que es mucho más amplio y adecuado, y toma en cuenta todas las necesidades y las capacidades de cada municipio. Pienso que tendrían que tomar lo que hacen los municipios mucho más en serio, porque lo que se hace desde arriba solo resulta en repeticiones de textos precalificados. Si quieren se los regalo ja, ja, ja.

¿A Usted qué le dice eso?

Hay una fuerza increíble de construir paz desde abajo y esta fuerza no se ha utilizado todavía porque quizá hay algunos responsables en el gobierno que solo piensan desde arriba. Siempre hablan del mismo municipio modelo -que no quiero mencionar ahora- pero siempre repiten lo mismo, mientras que los otros 250 municipios nunca se mencionan. Esto hay que revisar: la implementación del plan y amplificar la base de la prevención. Y quería decir algo para Educación.

Adelante.

Hay un plan nacional de educación que habla de dedicar el 7% del PIB a la educación. 7%. Por el momento, el gobierno dedica 2 % del PIB a la educación. Y ahora el señor presidente ha recibido con agrado este plan de educación elaborado por el Consejo Nacional de la Educación y este plan habla del 7 % del PIB. Es decir, triplicar al menos el presupuesto para educación. Es excelente esa idea. La UNESCO y la UNICEF hablan de que cada Estado debería dedicar a la educación más presupuesto, y si El Salvador ahora dedica el 7% del PIB a la educación, tanto mejor. Entonces, vamos a ver qué  presentan como presupuesto de 2017 y si dedican en este presupuesto el 7 % del PIB, es decir, más de 1,200 millones de dólares a la educación.

Sería una tremenda sorpresa, porque esa es una de las promesas incumplidas del presidente.

Yo veo que en la mesa está este plan nacional, que fue adoptado en mayo o junio de este año y habla del 7 % del PIB para la educación. Entonces, le tomo la palabra que a la hora  de escribir el nuevo presupuesto de 2017 le dé el 7% del PIB.  A ver si $1,200 millones de este presupuesto se dedican a la educación. Mientras, que el año pasado redujeron el presupuesto de educación por $5 millones. Sería importantísimo definir las prioridades nacionales y, una vez definidas las prioridades, que se reflejen en el presupuesto. Entonces desaparecerían estas dádivas de gasolinas para diputados, y la papaya para la presidenta y eso sería dedicado a la educación.

¡Ja,ja,ja! Sería genial

A mí me gusta la papaya, pero yo la pago ja, ja, ja.

Mire, una última: dentro de dos años, ¿cuál de estas dos noticias cree que escuchará sobre El Salvador: 'Asamblea elige una Sala de lo Constitucional incómoda, como su antecesora' o 'Asamblea elige una Sala de lo Constitucional cómoda para los intereses políticos'.

Esta Sala, la presente, los cinco magistrados son un hito histórico de este país. Este periodo, en los libros de historia de El Salvador, va a aparecer como el periodo de la Sala, cuando la Sala finalizó el proceso democrático de este país. Y es de esperar que la nueva Sala que se va a elegir en 2018, los otros cuatro magistrados nuevos, tendrían la misma calidad como la Sala actual.

Ese es su deseo

Pero ¿qué le dice su olfato?

Yo estoy siendo optimista (Sonríe). Creo que los salvadoreños y su proceso democrático es tan avanzado y tan maduro que van a elegir una sala de igual o de mejor calidad como la existente.

Voy a intentar contagiarme de su optimismo

Sí, por favor. Si usted escribe que nunca será posible, que los partidos políticos van a acaparar la Sala, eso se va a pasar. Si ustedes escriben así...

Ja,ja,ja. Ya quisiera que ocurra lo que escribo.

Ja, ja, ja.  Pero si usted escribe: hagamos un esfuerzo nacional para mantener o mejorar la calidad de la Sala en 2018, entonces así va a ser, porque la posibilidad y la capacidad existe. Hay cerebros excelentes en este país que pueden llegar a llenar este sueño.

Un embajador nos dijo una vez que mientras uno más sabe, más cínico se vuelve.

No, esto no es cinismo. Es una creencia en las capacidades y potencial que tiene este país. Compárenlo con otros países. Este es uno de los países más democráticos, pluralistas, con más esperanza en América Latina. Hay que tener esta confianza en sí mismos, los salvadoreños deberían discutir mucho más sobre las grandes posibilidades que tienen, que sobre las cosas negativas. Incluso ustedes cuando me ponen preguntas siempre en negativo…

Así debe de ser.

Siempre críticos, ¿por qué no hablamos del gran potencial que tiene este país? Puede ser un país modelo para la región, puede ser la Singapur de Centroamérica, ¿no? Aunque la Singapur es un poco autocrática…

…Ja,ja,ja.  Y tiene pena de muerte...

...O digamos la Suiza.

Ja, ja, ja.

Hay que emitir más sentimiento positivo, ¿no? (Sonríe). ¡Por favor!

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