Un grupo de jóvenes ahuachapanecos se arremolina en las escaleras del estilizado quiosco del parque La Concordia, el corazón de la más occidental de las cabeceras departamentales salvadoreñas. Cada uno con su respectivo smartphone. Como ocurre en otros espacios públicos en diferentes ciudades del país, una empresa telefónica brinda servicio de wifi gratuito, un poderoso reclamo para la juventud que no puede costearse planes con internet en su celular. Ahuachapán ofrece además una ventaja nada desdeñable en El Salvador: entre las ciudades de más de 100,000 habitantes, es de las que en la primera mitad de 2016 presenta unas cifras más amables tanto denuncias de robo como en homicidios registrados; sus números son más bajos incluso que los de Santa Tecla, referente de ‘tranquilidad’ dentro del área metropolitana de San Salvador.