El Estado salvadoreño acusó al joven Miguel Ángel Deras Martínez de ser un asesino desalmado; la Fiscalía General de la República lo identificó por error como uno de los autores materiales de la masacre de Opico, ocurrida en marzo de 2016. Aunque aún está siendo procesado, a la espera de la audiencia preliminar, recuperó la libertad después de que en una rueda de reconocimientos se comprobara que él no es el Slipy de la Santa María, un pandillero de 18-Revolucionarios que el testigo criteriado de la Fiscalía involucra en la matanza. Miguel ha tenido que pasar, cortesía del Estado, 59 días y 59 noches en unas bartolinas de la Policía Nacional Civil hacinadas al extremo, rodeado por pandilleros, y en unas condiciones denigrantes que él mismo detalla en este vídeo. Desde agosto de 2015 y, como consecuencia de una resolución de la Sala de lo Constitucional, las pandillas son 'grupos terroristas'.