Londres, REINO UNIDO. Pablo Ibáñez acabó con un tiempo de 52 segundos y 72 centésimas, en la última posición de la primera serie. En el global de la primera ronda, el joven vallista fue 36º, también último entre todos los atletas de la prueba, sin contar los que fueron descalificados.
Pese a ello y a no mejorar su marca personal (51.29), el joven Pablo Ibáñez estaba exultante por haber podido competir en el Estadio Olímpico de Londres y en una cita tan importante.
“Es una gran experiencia. Estuve en dos Mundiales juveniles, pero no es lo mismo, esto son las Grandes Ligas. Es el lugar con más gente de los que he competido. Sólo estar aquí ya es lo mejor para mí”, reconoció este joven bachiller.
Desde la capital británica, el joven atleta, el único representante que envió El Salvador a Londres-2017, lamentó las malas condiciones que hay en su país para poder progresar, por lo que espera poder ir pronto a Estados Unidos.
“El atletismo no despega en mi país. No hay apoyo para los atletas. En El Salvador hay sólo dos pistas, y ambas están horribles; tienen más de 15 años y no se han cambiado, y no parece que se vayan a cambiar. La pista se ve fea, fea, con hoyos, partes que están infladas por el agua... Está fea”, señaló.
El Salvador nunca consiguió una medalla en el Mundial de atletismo y ni siquiera se acercó, sin poder entrar nunca en finales.
Entre los países centroamericanos, únicamente Panamá ha conseguido inscribir su nombre en el medallero histórico del Mundial, con un oro y una plata.
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