El Salvador / Política

Dirigente del FMLN confiesa el uso político de la inteligencia del Estado

Miguel Sáenz Varela, miembro del Consejo Nacional del FMLN, asegura que el partido tiene acceso a información de inteligencia del Estado y dibuja una práctica en la que usan el espionaje político para presionar a sus adversarios. En una conversación grabada en marzo de 2017, el dirigente también critica al fiscal general y llama  'golpista' a la embajadora de Estados Unidos.


Lunes, 4 de septiembre de 2017
Gabriel Labrador

 

Miguel Sáenz Varela, líder histórico del FMLN. Es miembro del Consejo Nacional del partido hasta 2020. Foto: Archivo El Faro
Miguel Sáenz Varela, líder histórico del FMLN. Es miembro del Consejo Nacional del partido hasta 2020. Foto: Archivo El Faro

Un dirigente nacional del FMLN confiesa que el partido de gobierno utiliza información proveniente de los organismos de inteligencia del Estado y dibuja el uso del espionaje político para presionar a los adversarios del partido, una práctica que viola la Constitución, la ley del Organismo de Inteligencia del Estado (OIE) y los Acuerdos de Paz. 

En una conversación grabada en un audio y ocurrida el 10 de marzo de 2017, Miguel Sáenz Varela, un líder histórico, fundador del FMLN y miembro de su Consejo Nacional, le explica a dos mandos medios del partido que está inconforme con las actuaciones del presidente del Instituto Salvadoreño de Desarrollo Municipal (ISDEM), Rogelio Rivas. 

El audio tiene media hora de duración y fue entregada a El Faro en dos partes en el mes de junio. Lo que se escucha es una reunión informal convocada por Sáenz Varela, en la que comisiona a un exapoderado legal del FMLN para que hable con el presidente del ISDEM y le haga ver que “está actuando mal”.

“Que [Rogelio Rivas] no pierda de vista una cosa, nosotros estamos en el gobierno y tenemos acceso a información de los cinco organismos de inteligencia del Estado. Tenemos información y acceso a eso”, dice Sáenz Varela en el minuto 3:43.


 

La conversación gira en torno a los supuestos abusos de Rivas, a quien Sáenz Varela y dos directivos del ISDEM vinculados al FMLN y al gobierno critican por valerse de la institución para proyectar su imagen. En el audio que registró aquella plática también hay comentarios sobre personajes como el fiscal general de la República, Douglas Meléndez, y la embajadora de Estados Unidos, Jean Manes, a quien vinculan a golpes de Estado y crisis políticas en Latinoamérica.

Los que platican con Sáenz Varela son dos representantes de instituciones del Ejecutivo en la junta directiva del ISDEM: Mario García es militante del FMLN y asesor del canciller Hugo Martínez, y David Figueroa, un abogado que ha sido apoderado legal del FMLN y que, hasta mayo de 2017, representó al ministerio de Gobernación en el ISDEM. 

El presidente del ISDEM dijo a El Faro que pediría a la Fiscalía que investigue cómo es que Sáenz Varela obtuvo información de inteligencia que pueda afectarle. “Si él [Sáenz Varela] tiene ese manejo de instituciones de inteligencia yo pediría que la Fiscalía lo investigara a él y a quienes le han facilitado la información', dice Rivas, quien también pide al ministro de Obras Públicas que evalúe el nombramiento de Sáenz Varela en la junta directiva del ISDEM.  

'Está haciéndole daño no solo a su ministerio sino al gobierno poniendo en evidencia la influencia o injerencia que tiene en organismos de inteligencia del Estado”, dijo.

La información de los organismos de inteligencia, según la Ley del OIE y su reglamento, es confidencial. Que estas instituciones recaben información con propósitos políticos es una violación a la Constitución y a los Acuerdos de Paz gracias a los cuales las estructuras de inteligencia dejaron de estar en manos de la fuerza militar y pasaron a control civil.

Rivas es un ingeniero de 38 años que, durante la administración de Mauricio Funes, fue gobernador suplente y propietario por San Salvador. Su nombramiento como presidente del ISDEM, en 2015, fue gracias al alcalde de San Salvador de turno: Nayib Bukele. El alcalde capitalino es el que designa al presidente de esta institución encargada, por ejemplo, de hacer las transferencias bancarias con el presupuesto Fodes del Ejecutivo a las 262 alcaldías del país. Él considera que su vínculo con el alcalde es algo que los efemelenistas ven como una amenaza: “Considero que la única razón [de los seguimientos] es por no ser militante de su partido político, por gozar de la confianza del alcalde de San Salvador y haber tenido la idea de consensuar con los demás directores del ISDEM”, dice Rivas a El Faro.

El 10 de julio, El Faro reveló una porción del mismo audio en el que Sáenz Varela, García y Figueroa confirman que tienen diferencias político-ideológicas con Bukele , al punto de señalar que él era un proyecto político distinto al del FMLN. El alcalde y el partido han protagonizado un estira y encoge permanente desde que Bukele se lanzó al ruedo político en 2012, al grado que el alcalde terminó despidiendo a funcionarios municipales bajo el argumento de que respondían a la línea del partido. Pese a las críticas mutuas , el partido eligió llevarlo a él para que se reelija en San Salvador en las elecciones de 2018.

Rivas sostiene que desde el inicio de su gestión como presidente del ISDEM percibió un rechazo de parte de Sáenz Varela y García. “La relación con el doctor Sáenz Varela se volvió polémica, de desconfianza hacia mí y de bloqueo a mis ideas de trabajo. Tengo entendido que su actitud es, primero, porque recibo el respaldo del alcalde Nayib con quien él ya no simpatiza y, en segundo lugar, porque él esperaba ser nombrado presidente del ISDEM”, señaló.

En la conversación, Sáenz Varela expresa su incomodidad con la gestión del presidente del ISDEM, y su principal molestia es con unas publicaciones en revistas y en internet.

“He tolerado un montón de cosas en el ámbito interno pero concretamente, miren, yo creo que es claro entender que Rogelio está utilizando esta institución para sus intereses”, se escucha decir a Sáenz, mientras golpea con toques suaves la mesa en la que están reunidos.

A juicio de los interlocutores, Rivas tiene intereses políticos futuros y por eso, dicen, está explotando su imagen. “Si él quiere hacerse su imagen que se busque la manera de cómo lo hace (...) Él necesita hacer su imagen porque él tiene una aspiración política de futuro, tiene derecho a soñar. Pero somos representantes del Ejecutivo y no puede ser que sigamos tolerando esto, hombre”, dice Sáenz Varela.

A la reunión en el ISDEM, este dirigente ha llevado unas revistas y las muestra durante la plática. Los efemelenistas las hojean y cuentan las veces en las que Rivas aparece en fotografías. Se disgustan. “La revista tiene 23 páginas, de 23 páginas él sale 12 veces de manera individual, no toma en cuenta a los que estamos en el consejo… Pero hay un detalle. Yo soy acucioso, tengo formación para eso. Él aparece no con el logo del ISDEM, [si no] con el logo que él está usando, una R”, dice Sáenz Varela.

Y es en ese momento que el dirigente menciona que a Rivas lo tienen vigilado, y le pide a uno de sus interlocutores, a David Figueroa, que hable con él para que desista de autopromocionarse. “Lo que pasa es que he aprendido a ser tolerante cuando creo que hay que ser tolerantes, pero hasta cierto punto. Y además que no pierda de vista una cosa, nosotros estamos en el gobierno y tenemos acceso a información de los cinco organismos de inteligencia del Estado. Tenemos información y acceso a eso”, dice Sáenz Varela.

Luego el dirigente menciona que también ha estudiado sus publicaciones en las redes sociales, el tono de sus mensajes y sus intervenciones públicas donde, según ellos, tergiversa información de la institución. “Es que hemos sido demasiado tolerantes. Hemos tolerado demasiado”, concluye Sáenz Varela.

Rogelio Rivas no esconde su deseo de promocionar la institución y dice que es natural que él salga en primer plano como su representante. Aclara también que las revistas de las que hablan los efemelenistas en el audio las consiguió gracias al patrocinio de un amigo. “Tenemos sitio web y redes sociales pero consideré que no era suficiente para publicar un suplemento por los 30 años del ISDEM, y gestioné la impresión de la revista con un amigo”, dijo. Rivas también invirtió en redes sociales. “Me sorprende que los directores me critiquen eso porque ellos se han jactado siempre que durante la guerra, el FMLN si no tenía recursos económicos se rebuscaba para cumplir sus misiones, que de ser necesario podían utilizar hasta señales de humo, pero la cosa era informar”.

Al margen de la institución, Rivas también promociona su marca personal. En Twitter y Facebook, donde tiene una cantidad considerable de seguidores (13, 800 en Twitter, por ejemplo) acostumbra a pagar publicidad donde se ve su imagen, y su logo, una enorme letra R. En una segunda consulta, por escrito, El Faro le preguntó si tenía intención de lanzarse como candidato a cargo de elección popular, pero Rivas no respondió.

“Este fiscal es muy bocón”

Sáenz Varela es un dirigente histórico del FMLN proveniente del Partido Comunista Salvadoreño (PCS) y uno de los 58 miembros del Consejo Nacional que han sido elegidos para dirigir el partido hasta el año 2020. Este Consejo es la autoridad permanente con más jerarquía dentro del partido y solo está por encima la Convención Nacional que sesiona una vez al año. Sáenz también dirige una de las 18 secretarías nacionales del partido, la de municipalismo.

Fue él quien convocó a la reunión informal con sus compañeros del ISDEM, para armar un plan para censurar la publicidad del presidente del ISDEM. Pero antes de tocar ese tema, en el audio se escucha que los tres efemelenistas hablan de la coyuntura nacional, del fiscal general Douglas Meléndez, del ministro de Seguridad Mauricio Ramírez Landaverde y de la embajadora de Estados Unidos, Jean Mannes.

“Ayer fui a una reunión, en el hotel Sheraton, que me mandaron del ministerio”, dice David Figueroa, el abogado que ha sido apoderado legal del FMLN, en referencia al jueves 9 de mayo de 2017. Figueroa cuenta que escuchó al fiscal salvadoreño y a su par guatemalteca, Thelma Aldana, cuando hablaban de la necesidad de investigar los crímenes de la guerra gracias al desmontaje de la Ley General de Amnistía. Dice que escuchó cuando Douglas Meléndez dijo que le hacía falta presupuesto para investigar. “Ya están contratados 100 fiscales, y el fiscal dice ‘solo tengo 2’. Vaya, yo creo que quizás él no quiere investigar y le echa la culpa al gobierno”.

Sáenz Varela toma la palabra y también suelta críticas al fiscal aunque él se refiere a la forma que Meléndez usa para dirigirse a la prensa. “Este fiscal va a terminar mal, oigan lo que les digo. Él se va equivocar. Primero, tiene unas cosas peligrosas, es muy bocón, habla más de la cuenta. Un funcionario de ese nivel en el área que se está moviendo debería tener sumo cuidado. Debiera aprender del ministro de [Mauricio] Ramírez Landaverde”, dice Sáenz Varela.

Y luego, el dirigente agrega que el fiscal Meléndez está sometido a presiones de Estados Unidos.

—Él está sometido a grandes presiones, sobre todo a la presión de la embajadora de los Estados Unidos. Esa vieja lo tiene topado, topado, esa vieja es cabrona (...) Ella ha estado en todos los países donde hubo golpe de Estado. Estuvo con el encargado de política de la embajada cuando el golpe de estado de “Mel” Zelaya, estuvo de encargada política en la embajada de Paraguay...

—Lugo -interrumpe David Figueroa.

—Estuvo un tiempo en la embajada de Brasil, como encargada política. No es cualquier cosa, no es cualquier cosa, sabe lo que está haciendo …y no es casual que ahora esté en El Salvador tampoco.

El Faro buscó a Sáenz Varela y a los dos mandos medios que se escuchan en el audio. Ninguno de los tres atendió la petición de entrevista a pesar de que se les buscó en sus teléfonos móviles y, en el caso de Sáenz, también una carta en el comando de campaña de San Salvador del FMLN. El Faro contactó a la oficina de prensa de la embajada de Estados Unidos en El Salvador para pedir una reacción sobre el tema, pero personeros de dicha oficina dijeron que la embajadora no iba a hacer comentarios al respecto.

Información para el Presidente, no para el partido

En El Salvador hay cuatro estructuras de inteligencia oficiales. El Organismo de Inteligencia del Estado (OIE) coordina las otras tres: la Subdirección de Inteligencia Policial (Sipol, antes CIP), el Conjunto II de la Fuerza Armada y la Unidad de Inteligencia Penitenciaria del sistema carcelario. Sáenz Varela menciona que tienen acceso a la inteligencia de “cinco organismos de inteligencia del Estado”, pero no queda claro cuál es la quinta estructura a la que se refiere.

La información de inteligencia producida por el Estado debería abarcar, según la ley, aquella referida a la seguridad nacional, defensa del territorio y el desarrollo. La ley también plantea que esta información no puede ponerse a disposición de terceros, y descarga en el presidente de la República la responsabilidad del manejo de la institución. La información de inteligencia es, además,  “clasificada”.

Que los datos de inteligencia se usen con fines políticos también rompe con la Constitución y también con el mandato de los Acuerdos de Paz con los que se dio fin a la guerra civil salvadoreña en 1992. Con la firma de los Acuerdos, el aparato de inteligencia del Estado pasó bajo control civil y se extinguió así la Dirección Nacional de Inteligencia que se había caracterizado por proveer información para la persecución política de los considerados enemigos del Estado. La nueva doctrina del OIE quedó plasmada en los Acuerdos de Chapultepec de 1992: “El régimen legal, la formación del personal, las líneas organizativas, las directrices operativas y, en general, la doctrina del OIE se enmarcarán centro de los principios democráticos; de la noción de la Inteligencia de Estado como una función de éste para el bien común, ajena a toda consideración política, ideológica o de posición social o a cualquier discriminación; y del estricto respeto a los derechos humanos”, reza el apartado 7 del capítulo 1 sobre la Fuerza Armada.

El OIE, creado en 1992, se supone, tendría plena observancia de las garantías constitucionales, entre ellas, el de la “intimidad personal y familiar” de la que habla el artículo 2 de la Constitución. El artículo 3 de la Ley de OIE también establece que el organismo “es un ente de carácter civil, profesional y apolítico al servicio de la sociedad y el Estado”.

“No es correcto que esa información vaya para alguien que no sea el presidente”, dice Héctor Rodríguez, exsubdirector del OIE de la administración Funes. “Ahora, el presidente es miembro de un partido político siempre… ya si el presidente quiere compartir información está en su derecho. La ley de la OIE dice que es información clasificada”, dice Rodríguez, actual director de Migración y Extranjería.

Durante la administración de Mauricio Funes, el OIE protagonizó un capítulo de intrigas políticas según la cual el organismo, entonces dirigido por Eduardo Linares, un excomandante guerrillero, espiaba al presidente, según denunció el mismo Funes a la embajada de Estados Unidos. Cables diplomáticos dan cuenta de que Funes consideraba que el FMLN lo espiaba, y la embajada llegó a llamar al gobierno como un gobierno esquizofrénico , por las diferencias político ideológicas que existían entre el gobernante y el partido que lo había llevado al poder.

Mientras estuvo en el cargo, entre junio de 2009 y diciembre de 2011, Linares vio como el presidente Funes también se quejaba de sus informes de inteligencia y de la calidad de su trabajo ante la embajada de Estados Unidos, entonces manejada por el encargado de negocios Robert Blau. Las quejas de Funes llegaron a tal nivel que este pensó en recortarle presupuesto y funciones , según se desprende de un cable de Wikileaks.

El director actual del OIE, Edgar Lizama Rivera, no quiso atender una solicitud de entrevista de este periódico. “Solo hablo con la autorización del presidente”, dijo. El Faro también escribió Carlos Argueta, enlace de la Presidencia con el gabinete de seguridad pero hasta el cierre de esta nota no había respuesta.

Eduardo Linares, exdirector del OIE, tampoco quiso comentar sobre la relación entre el partido y la comunidad de inteligencia. “Es información confidencial, no puedo hablar”, se excusó.

El ministro de Seguridad, Mauricio Ramírez Landaverde, no contestó una solicitud de este periódico para abordar el tema. Consultados al respecto, el director de la Policía y el ministro de Defensa negaron que hubiera filtración de información hacia el FMLN, aunque el comisionado Howard Cotto mencionó que la única salvedad para compartir información de inteligencia es cuando la vida o la integridad de una persona está en peligro.

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