Bronnitsy, RUSIA. El destino quiso que, en el país más extenso del planeta, Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, los dos mejores jugadores del mundo en la última década, estén a apenas media hora de distancia el uno del otro.
Ambos, superada la treintena y tras haberse repartido Ligas, Champions y Balones de Oro desde hace años, ya sólo tienen un objetivo en mente: festejar con sus países el título de selecciones más importante que existe.
Messi cumplirá 31 años el 24 de junio, dos días antes de que Argentina cierre su participación en la fase de grupos ante Nigeria. Para el Mundial de Catar 2022, la Pulga tendría 35 y, en una entrevista para la prensa española, ya dejó claro que no sabe si continuará más allá de esta edición. “No sé, dependerá de cómo nos vaya, de cómo terminamos”, afirmó en el diario deportivo catalán Sport.
El astro del Barcelona ha vivido los sinsabores de quedarse a las puertas del triunfo, al caer en Brasil 2014 en la final ante Alemania en la prórroga (0-1).
El portugués, por su parte, tiene 33 años y su mejor resultado data de Alemania 2006, cuando los lusos fueron cuartos, pero el del Real Madrid pudo tocar el cielo con su selección al ganar la Eurocopa de Francia 2016, a pesar de perderse la mayoría de la final por una inoportuna lesión.
Messi, en cambio, perdió las finales de las Copas América de Venezuela 2007, Chile 2015 y la Centenario, en 2016.
Cristiano, en la concentración argentina
En Rusia, ambos combinados podrían verse las caras en cuartos de final, en caso de que los dos terminen primeros o segundos de sus respectivas llaves y superen los octavos... o, directamente, citarse en la final si Portugal es segunda del Grupo B y la Albiceleste lidera el D.
Para Messi, la competición va más allá de su duelo con Cristiano. “No compito con Cristiano Ronaldo, me estimula verlos (al Real Madrid) ganar Ligas o que estén en la final de la Champions”, dijo recientemente en una entrevista para la televisión de su país.
El portugués acabó ganando la máxima competición continental de clubes, al derrotar 3-1 en la final al Liverpool, pero su futuro podría estar lejos del club español, mientras Messi asegura querer retirarse como blaugrana.
En el Bronnitsy Training Centre, el campamento base de Argentina, los futbolistas de la Albiceleste se encontraron en su llegada con la cara de Cristiano... en la tapa del videojuego FIFA 2018, el más jugado en la concentración.
Ahora, los dos ya trabajan a contrarreloj para estar al máximo en sus respectivos estrenos mundialistas. Lo hacen uno al lado del otro, en una extensión de lo que ha sido una rivalidad deportiva que los ha acompañado durante más de una década. Que los ha impulsado y los ha hecho crecer futbolísticamente hasta inscribir sus nombres con letras de oro en los libros de historia del deporte.
Menos de 30 kilómetros separan un solo sueño, el único que comparten dos leyendas coetáneas y que podría hacerse realidad el próximo 15 de julio... o desaparecer para siempre antes de tiempo.
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