Devota de monseñor Romero y hermana de Roberto d'Aubuisson, Marisa Martínez dice sentirse cansada por las eternas preguntas acerca de su hermano, aunque acepta una vez más contar cómo impactó el magnicidio y cómo descubrió la radicalización de D' Aubuisson. 38 años después, ella prefiere hablar de Romero y del que cree será su legado. 'Será un santo incómodo', dice.