EF Foto / Coronavirus

Un Domingo de Ramos a domicilio


Domingo, 5 de abril de 2020
Víctor Peña

La procesión se topó con dos realidades: la cuarentena y el popular mercado de domingo. Cada domingo, los agricultores de las zonas rurales más remotas llegan al mercado a comerciar los frutos que han cultivado en sus pequeñas parcelas durante la semana. Es un mercado popular, una fiesta de sabores. Esta vez, las autoridades controlaron el acceso para evitar las aglomeraciones en la plaza. Los trabajadores municipales mantenían un acceso ordenado al mercado municipal y rociaban a los compradores y vendedores con desinfectante. 
La procesión se topó con dos realidades: la cuarentena y el popular mercado de domingo. Cada domingo, los agricultores de las zonas rurales más remotas llegan al mercado a comerciar los frutos que han cultivado en sus pequeñas parcelas durante la semana. Es un mercado popular, una fiesta de sabores. Esta vez, las autoridades controlaron el acceso para evitar las aglomeraciones en la plaza. Los trabajadores municipales mantenían un acceso ordenado al mercado municipal y rociaban a los compradores y vendedores con desinfectante. 

 

 

 

La procesión caminaba sola. Los fieles que salieron a verla lo hicieron desde las puertas de sus casas. La imagen de Jesús, que representa su entrada a Jerusalén, recorrió las calles y colonias de Nahuizalco. En época normal, la procesión es seguida por miles de feligreses y las calles son adornadas con alfombras hechas de aserrín y sal.
La procesión caminaba sola. Los fieles que salieron a verla lo hicieron desde las puertas de sus casas. La imagen de Jesús, que representa su entrada a Jerusalén, recorrió las calles y colonias de Nahuizalco. En época normal, la procesión es seguida por miles de feligreses y las calles son adornadas con alfombras hechas de aserrín y sal.

 

 

 

Vendedoras informales extienden sus ramos para recibir la bendición del sacerdote. La cuarentena autoriza la libre circulación de vendedores de alimentos en los mercados populares. Portaban mascarillas de tela, dada la escasez de mascarillas especiales. En el país, hasta el 5 de abril, se registraron 62 casos positivos. Entre estos, tres fallecidos y dos pacientes recuperados.
Vendedoras informales extienden sus ramos para recibir la bendición del sacerdote. La cuarentena autoriza la libre circulación de vendedores de alimentos en los mercados populares. Portaban mascarillas de tela, dada la escasez de mascarillas especiales. En el país, hasta el 5 de abril, se registraron 62 casos positivos. Entre estos, tres fallecidos y dos pacientes recuperados.

 

 

 

El coro de la Iglesia acompañó la procesión a pie y a bordo de la carroza improvisada. Entre las alabanzas también difundían un mensaje: Llamaban a los pobladores a respetar la cuarentena, permanecer en sus viviendas y acatar las medidas de prevención. 
El coro de la Iglesia acompañó la procesión a pie y a bordo de la carroza improvisada. Entre las alabanzas también difundían un mensaje: Llamaban a los pobladores a respetar la cuarentena, permanecer en sus viviendas y acatar las medidas de prevención. 

 

 

 

En la 2.ª Calle Poniente del Barrio El Calvario, una familia entera salió a ver el paso de la procesión. Entre ellos, dos ancianos mayores de 60 años, el grupo más vulnerable al COVID-19.  En esta misma calle, la Policía Nacional Civil exigió que cinco personas que seguían a la procesión con flores y ramos regresaran a sus viviendas.
En la 2.ª Calle Poniente del Barrio El Calvario, una familia entera salió a ver el paso de la procesión. Entre ellos, dos ancianos mayores de 60 años, el grupo más vulnerable al COVID-19.  En esta misma calle, la Policía Nacional Civil exigió que cinco personas que seguían a la procesión con flores y ramos regresaran a sus viviendas.

 

 

 

María Cristina, de 61 años, sale del mercado con alimentos y dos ramos para adornar su casa.
María Cristina, de 61 años, sale del mercado con alimentos y dos ramos para adornar su casa.

 

 

 

La falta de acceso a mascarillas especiales para la población es también un síntoma de la desigualdad en El Salvador. El gremio médico ha reclamado al Gobierno que, previo a la emergencia, no haya existido un control de ventas ni un sistema ordenado de distribución de mascarillas para los equipos médicos destinados a combatir la pandemia. La ausencia mascarillas especiales es  nula en lugares recónditos como la zona rural de Nahuizalco. El Gobierno ha lanzado el mensaje de que nadie salga sin mascarilla, pero no todos pueden acceder a una. A veces ni siquiera si esta es de tela (ineficaz para protegerse del virus).
La falta de acceso a mascarillas especiales para la población es también un síntoma de la desigualdad en El Salvador. El gremio médico ha reclamado al Gobierno que, previo a la emergencia, no haya existido un control de ventas ni un sistema ordenado de distribución de mascarillas para los equipos médicos destinados a combatir la pandemia. La ausencia mascarillas especiales es  nula en lugares recónditos como la zona rural de Nahuizalco. El Gobierno ha lanzado el mensaje de que nadie salga sin mascarilla, pero no todos pueden acceder a una. A veces ni siquiera si esta es de tela (ineficaz para protegerse del virus).

 

 

 

Algunos feligreses se arriesgaban y perseguían la carroza, mientras otra procesión hacía fila en las cercanías de la Caja de Crédito. En la acera, parte de una fila de personas, a lo largo de 200 metros, permanece estancada sobre la 1º Calle Poniente. Eran beneficiarios del subsidio de 300 dólares que el Gobierno aprobó para los más vulnerables en esta crisis. Esperaban cobrar el subsidio desde las 6:00 a.m.
Algunos feligreses se arriesgaban y perseguían la carroza, mientras otra procesión hacía fila en las cercanías de la Caja de Crédito. En la acera, parte de una fila de personas, a lo largo de 200 metros, permanece estancada sobre la 1º Calle Poniente. Eran beneficiarios del subsidio de 300 dólares que el Gobierno aprobó para los más vulnerables en esta crisis. Esperaban cobrar el subsidio desde las 6:00 a.m.

 

 

 

En las calles del municipio de Nahuizalco, en el departamento de Sonsonate, trabajadores de la Alcaldía desinfectaban a los pobladores. Los rociaban con germysol, un desinfectante que se mezcla con agua para eliminar bacterias.  Esta medida es implementada cerca del mercado y los agencias bancarias, lugares propensos a aglomeraciones.
En las calles del municipio de Nahuizalco, en el departamento de Sonsonate, trabajadores de la Alcaldía desinfectaban a los pobladores. Los rociaban con germysol, un desinfectante que se mezcla con agua para eliminar bacterias.  Esta medida es implementada cerca del mercado y los agencias bancarias, lugares propensos a aglomeraciones.

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