{"code":"26286","sect":"Columnas","sect_slug":"columnas","hits":"1024","link":"http:\/\/elfaro.net\/es\/202207\/columnas\/26286","link_edit":"","name":"La historia como delirio","slug":"la-historia-como-delirio","info":"Los fil\u00f3sofos han estado casi ausentes a la hora de dilucidar las propuestas de nuevos modelos pol\u00edticos y sociales. 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Y, entre tantas cosas, llegamos a saber que los fil\u00f3sofos han estado casi ausentes a la hora de dilucidar las propuestas de nuevos modelos pol\u00edticos y sociales. Son los escritores quienes han cumplido ese papel, convertidos en ide\u00f3logos.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003ELos escritores fueron capaces de contemplar una realidad por transformar, y se atrev\u00edan a buscarle una filosof\u00eda, como en el caso de Jos\u00e9 Enrique Rod\u00f3, con \u003Cem\u003EAriel\u003C\/em\u003E, o de Domingo Faustino Sarmiento con \u003Cem\u003EFacundo\u003C\/em\u003E. Sarmiento, que adem\u00e1s de novelista, fue pol\u00edtico y militar, y lleg\u00f3 a ser presidente de Argentina.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EPero, desde entonces, va a producirse una dicotom\u00eda entre el escritor que busca, y la realidad que no se transforma de acuerdo a sus sue\u00f1os y visiones. El ideal va a convertirse entonces en utop\u00eda, y la realidad de atraso y miseria se volver\u00e1 entonces un cebo literario, y al mismo tiempo ideol\u00f3gico. M\u00e1s tarde, las utop\u00edas se convertir\u00e1n en distopias. Los sue\u00f1os de la raz\u00f3n, que engendran monstruos.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EHay un momento en que el libertador que se sube al caballo para librar las luchas de independencia, contiene tambi\u00e9n al intelectual hijo de la ilustraci\u00f3n y as\u00ed mismo al escritor, basta recordar las cartas de Bol\u00edvar, verdaderas piezas literarias; o los diarios de viaje de Francisco de Miranda. Todos tienen una visi\u00f3n ecum\u00e9nica, como creadores de naciones, y son hijos de Rousseau y de Voltaire. Su pasi\u00f3n es crear un Nuevo Mundo.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EEl fundamento ideol\u00f3gico de Rod\u00f3, capital en la formaci\u00f3n del pensamiento latinoamericano, como Granes viene a mostrarlo, es la lucha planteada entre Ariel y Calib\u00e1n. Pero Calib\u00e1n tambi\u00e9n es Facundo, el salvaje al que civilizaci\u00f3n debe dome\u00f1ar para que haya naciones verdaderas. Esa formidable contradicci\u00f3n creada en el siglo diecinueve, entre proyecto de naci\u00f3n ut\u00f3pica y realidad espuria, viene a ser parte del mito americano. Y del delirio.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EOrden institucional contra dictadura cerril. La perfecci\u00f3n de los sue\u00f1os hist\u00f3ricos y la terca realidad heredada. Mundo rural y modernidad frustrada. Choque de razas y mestizaje. Orden y anarqu\u00eda. Centralismo versus federalismo. Civilizaci\u00f3n contra barbarie. Es a los escritores a quienes toca dilucidar estas contradicciones, y plantear, incluso, propuestas de cambio o reforma, como la que contiene la novela \u003Cem\u003EDo\u00f1a B\u00e1rbara\u003C\/em\u003E de R\u00f3mulo Gallegos, donde sigue campeando el esp\u00edritu de Ariel contra los apetitos oscuros de Calib\u00e1n.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EEs la novela que llega a expresar una filosof\u00eda, un deber hacer, que propone una norma. Gallegos no dur\u00f3 mucho en el poder para poner en acci\u00f3n sus propuestas civilizadoras, derrocado por los militares nueve meses despu\u00e9s de haber sido electo presidente de Venezuela.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EProgreso versus atraso. El siglo diecinueve alienta el positivismo m\u00e1s desaforado, cuya bandera alzan Rub\u00e9n Dar\u00edo y los modernistas, y alienta el darwinismo social: no solo los individuos m\u00e1s fuertes ser\u00e1n los \u00fanicos destinados a sobrevivir, sino las razas mejor dotadas. Lo europeo versus lo aut\u00f3ctono. El poder regenerador de las inmigraciones, que Dar\u00edo exalta en su \u003Cem\u003ECanto a la Argentina\u003C\/em\u003E.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EEl mestizo empieza, entonces, a luchar contra s\u00ed mismo. Luchamos a partir de Facundo contra el salvaje que todos llevamos dentro. Queremos elevarnos a las alturas espirituales de Ariel. Llevamos dentro las semillas envenenadas del mestizaje, que son tambi\u00e9n semillas de redenci\u00f3n. Somos el doctor Jekyll y tambi\u00e9n somos M\u00edster Hyde. Y mientras buscamos con delirio nuestra identidad americana, intentamos dilucidar los modelos pol\u00edticos, mediando las constantes frustraciones de la democracia y mediando golpes de estado, revoluciones y alardes populistas.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003ELos atributos de guerrero, intelectual, escritor, que al principio se presentan juntos, como en Bol\u00edvar o Miranda, o como en Sarmiento, se separan con el tiempo, y los intelectuales, desarmados, entran en contradicci\u00f3n con los caudillos, que nunca dejan las armas y las vuelven su raz\u00f3n de ser, y de poder.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EAlguien que es s\u00f3lo poeta, y pensador, como Jos\u00e9 Mart\u00ed, carece de credenciales suficientes y tiene que legitimarse, subi\u00e9ndose al caballo, frente a las armas y quienes las empu\u00f1aban como caudillos militares. Y le va la vida en ello. Al rev\u00e9s, someter el poder militar al poder pol\u00edtico ha sido uno de los grandes delirios de nuestra historia, y la frustraci\u00f3n m\u00e1s relevante.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EEs precisamente con el modernismo, que representa la modernidad a finales del siglo diecinueve, una vanguardia antes de las vanguardias, que se da la separaci\u00f3n de papeles entre escritores de oficio y pol\u00edticos de oficio. Salvo Mart\u00ed. Escritores, poetas, que son a la vez pensadores y tienen sus propias visiones americanas, contrarias al creciente dominio de los Estados Unidos. El antiimperialismo pasar\u00e1 ahora a encarnar la lucha entre Ariel, el esp\u00edritu de la Am\u00e9rica indohispana, y Calib\u00e1n, con sus legiones avasalladoras de \u201cb\u00fafalos de dientes de plata\u201d.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EUno de los grandes aciertos del libro de Granes es fijar el papel de las vanguardias dentro del contexto pol\u00edtico latinoamericano. Al llegar el siglo veinte, Am\u00e9rica est\u00e1 todav\u00eda por hacer, y por interpretar, y las vanguardias ensayan a darle un sentido al futuro que a\u00fan no ha sido dilucidado.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EY, a la vez que revolucionan las letras y las artes, los vanguardistas toman posiciones ideol\u00f3gicas que no se quedan nunca sin consecuencias, y terminan aline\u00e1ndose en los dos grandes polos que vendr\u00e1n a surgir en el siglo veinte, fascismo y comunismo, hasta llegar a las propuestas totalitarias que se consolidan en v\u00edsperas de la segunda guerra mundial, y que arrastran a unos del lado de Stalin, y a otros del lado de Hitler, Mussolini y Franco.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003ELas propuestas atrevidas de renovaci\u00f3n art\u00edstica, la insolencia de las protestas contra el \u003Cem\u003Estatu quo\u003C\/em\u003E, vendr\u00e1n a acomodarse a los moldes pol\u00edticos ortodoxos, de los que los vanguardistas parecen no tener escapatoria. Son parte del gran delirio de la utop\u00eda que se despe\u00f1a hacia la entrop\u00eda en el siglo veintiuno. Revoluciones que han terminado en involuciones, escenograf\u00edas triunfales en harapos, sue\u00f1os de redenci\u00f3n pervertidos por dictaduras y populismos de pesadilla.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Chr \/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003E\u003Cem\u003E*Sergio Ram\u00edrez, escritor nicarag\u00fcense. Premio Carlos Fuentes, Premio Alfaguara de Novela y Premio Miguel de Cervantes.\u003C\/em\u003E\u003C\/p\u003E"}