Noticias  
Entrevista con Mauricio Farah, representante de la Comisión Nacional de Derechos Humanos de México

“A los migrantes los hemos entregado al crimen organizado”

Óscar Martínez

Hay funcionarios que tienen que lidiar con la diplomacia que su cargo les exige y con las siglas del organismo al que representan. Mauricio Farah habla desde esa posición. Es representante de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), encargado de una de sus cinco áreas, la que atiende el fenómeno migratorio. Es jefe de la oficina que tiene que escuchar, investigar y denunciar casos de agresión a migrantes que han llegado a alcanzar niveles de gravedad que seguro incomodan a las autoridades increpadas. La Quinta Visitaduría ha tenido que acusar al Instituto Nacional e Migración (INM) de tortura, cuando descubrieron a un hondureño menor de edad encerrado en un cuarto escondido de una estación migratoria, sin comer, esposado a una tubería, golpeado y orinado por sus custodios.

 

Farah habla con contundencia, luego matiza. Acusa, luego reconoce complejidades. Se queja, luego ve rastros de esperanza.  La CNDH solo posee un arma, las recomendaciones. Informes que tardan hasta un año en salir y que acusan a un organismo concreto de haber cometido violaciones a los derechos humanos. Esos documentos no son vinculantes. Si una dependencia estatal no reconoce el reclamo, su prestigio corre riesgo, pero hasta ahí. Con todo y tener que caminar sobre una cuerda floja, esta es la autoridad que más apoya a los organismos civiles que defienden a los migrantes. Esta es la oficina que más hace escuchar su voz. Farah es en México la persona vinculada a la migración de centroamericanos que más puede hacer valer su voz, que puede lograr que la Presidencia lea algunas líneas que hablen de estos indocumentados, que el INM se arrepienta, que las policías se sientan vigiladas.

 

Farah denuncia, nombra y adjetiva con contundencia: “autoridades corruptas”. Él intenta defender que no todo está perdido, pero la frase con la que lo hace tampoco es la que más esperanza destila: “Esto no va a pasar de un día para otro, va a ser con gotitas continuas”.

 

Cuando se despenalizó la migración indocumentada, todos hablaban de pasos posteriores necesarios. Hemos estado preguntando a los diputados y nada, no se viene nada. ¿Será que sólo fue una moneda de cambio con Estados Unidos?
No creo que haya sido una moneda de cambio nada más. En noviembre de 2006 el presidente de la CNDH fue quien exhortó a la cámara de diputados y al senado para que llevaran a cabo de manera urgente una reforma a la Ley General de Población, de tal forma que podamos contar con una ley específica en materia migratoria, pero más que todo para derogar aquellos artículos que penalizaban la migración indocumentada.  Así comenzó este proceso. Hemos señalado que nos da muchísima vergüenza  que se presuma que en la gestión de Vicente Fox (presidente de México hasta noviembre de 2006) el tema migratorio con Estados Unidos se puso sobre la mesa para llevar a cabo una reforma allá, cuando habría que haber empezado por poner el ejemplo en casa, y Fox lo tenía todo para poner el ejemplo. Claro que hay que luchar por el respeto a los Derechos de los connacionales en Estados Unidos, pero tenemos más capacidad por lo pronto sobre lo que les pasa a los migrantes en territorio nacional.

 

Lo que según los diputados los llevó a reformar la ley fue la necesidad de tener las manos limpias para pedir una reforma migratoria a Estados Unidos. En cuestión de migración, casi nunca les han hecho caso a ustedes.  El presidente de esta comisión pidió en elecciones presidenciales a todos los candidatos que incluyeran a los migrantes centroamericanos en sus plataformas y nadie lo hizo. ¿Cree que no fue una moneda de cambio nada más?
Creo que, sin duda, cuando suceden las cosas, si bien hay algo que lo detone, hay muchos factores que ayudan, y no dudo de que esto (el llamado de la CNDH) fue uno. Y lo hemos dicho muchas veces: el tema de los derechos humanos de los migrantes en México es importantísimo. Estamos hablando de los más vulnerables, de la dignidad, de la vida de las personas, sin embargo, políticamente, pareciera que no es urgente. En tanto que los que deciden políticamente, en cualquier país, no lo vean como un tema urgente, van dejando de lado lo que se puede hacer. Y sí, pudo haber incidido este interés de los diputados, pero bueno, por lo que se refiere  a las recomendaciones de la CNDH, debo comentarte que todas las recomendaciones que hemos emitido en materia de migración, han sido contestadas.

 

Hablamos de unas 20 recomendaciones ante un flujo de cientos de miles de migrantes centroamericanos.
Claro, dista mucho la situación que vive el migrante en México de la que debería de vivir. Hemos constatado que continúan tratos indignos, abusos, robos, maltratos por parte de las autoridades, y que el abandono a hacer una reforma migratoria integral existe. No hay política de estado en materia migratoria. Tenemos un andamiaje jurídico de más de 34 años, y un andamiaje institucional obsoleto. Ese abandono lo que ha hecho no es solo que abusen las autoridades, sino la delincuencia común y la delincuencia organizada. Los hemos entregado a la delincuencia común y organizada. Creo que nosotros no hemos logrado que las cosas cambien como quisiéramos, pero hemos logrado pasos, este es uno de los pasos, y va a contracorriente de lo que está sucediendo en Europa, que la migración indocumentada no se penalice. Ahora, la meta es que esta medida surta efectos reales en el día a día, en los pasos de los migrantes. Hemos logrado romper con un círculo vicioso, donde las autoridades municipales y estatales detenían a los migrantes y los llevaban a las cárceles municipales, que se habilitaban como estación migratoria. Hemos roto el círculo, hoy por hoy ya no se habilitan las cárceles municipales. Es un gran avance, claro, ante una serie de exigencias y desequilibrios y abusos que sufren los migrantes, pero es un avance. No hemos logrado que de manera inmediata las corporaciones policíacas dejen de detener al migrante, pero va imponiéndose una cultura de que saben que no deben de hacerlo, porque la comisión se entera y pueden ser sancionados. Hemos conocido de corporaciones policíacas donde ellos señalan que no pueden participar en la revisión de la calidad migratoria de estas personas. Se rompió un círculo vicioso, hoy se presenta menos esta situación.

 

Pero se presentan otras.
La situación del migrante viene complicándose, van surgiendo otro tipo de situaciones, que van haciendo un vía crucis el paso de migrantes por territorio mexicano. Nos hemos referido al abuso de las autoridades, el maltrato, la agresión verbal y física, al robo, a la extorsión, que se daba mucho más cuando existía la pena de prisión, y que esperamos que vaya decantando.  Pero van surgiendo otras cosas, como el secuestro de migrantes. Es alarmante lo que está pasando en muchas ciudades mexicanas, donde los migrantes están expuestos al secuestro. Donde se pretende sacarle al que menos tiene. Continuamente se te multiplican las denuncias y testimonios de las personas que son secuestradas. Es alarmante el descaro con el que se hace. Lo hacen a plena luz del día, a migrantes que no se encuentran solos, ni caminando por veredas, lo hacen a grupos grandes de migrantes. Llegan con armas, se llevan a algunos, los secuestran, piden el rescate. Lo importante es que la autoridad haga lo que tiene que hacer. El estado mexicano es responsable de la seguridad, integridad y vida de quienes se encuentren en su territorio, y hemos hecho llamados enérgicos al estado mexicano. Así como culpamos al gobierno estadounidense de que se vayan muriendo los migrantes en el desierto cuando caminan por su territorio, así somos también responsables de lo que les pasa a los que transitan nuestro país.

 

En esos testimonios, ¿los migrantes les han contado que a veces las autoridades son cómplices en el secuestro?
Es muy grave la situación, pero lo que tenemos son testimonios, muy pocas quejas, no quieren quejarse. Confían en nosotros para darnos el testimonio, pero para que podamos venir conociendo, pero no se quieren quejar.

 

El gran problema: nadie quiere denunciar ante el ministerio público.
No, nadie. Tienen miedo. En Tamaulipas, por ejemplo, afuera de la casa donde se quedan los migrantes están rondando los secuestradores, y no podemos explicarnos de ninguna manera que esté proliferando este delito, que no conozcamos por parte de las autoridades investigaciones, persecuciones, detenciones y sanciones, no podemos explicarnos nada de esto sin la participación, permisividad y colusión de las autoridades. Y hemos recibido testimonios de que las autoridades municipales están totalmente coludidas. Hemos logrado emitir esto en una recomendación, en la del año pasado, en el caso del secuestro de 12 personas, entre ellos tres menores de edad, en Ixtepec, Oaxaca, donde estuvo metida la policía municipal. Sí, por supuesto que al hablar del secuestro no podemos omitir por ningún motivo una actitud de omisión, si no es en varios casos de participación directa (de las autoridades).

 

¿Ustedes han hecho saber esto al gobierno?
Hubo un congreso en noviembre del año pasado en Tapachula. Ahí, frente a las autoridades, y algunos sacerdotes que asisten a los migrantes, hemos dicho puntualmente, y también en entrevistas, documentos y foros, en dónde se llevan a cabo los secuestros. Hemos pedido a las instituciones de seguridad pública de los estados que brinden la seguridad. En el caso de Chiapas se le dirigió un oficio al secretario de seguridad pública, en donde señalábamos la situación que los migrantes sufren ahí, en distintas rancherías, en La Arrocera, en distintos lugares. Exigimos seguridad y garantías a su seguridad física y que cesen los secuestros, que intervengan de manera directa. Lo hemos hecho oficialmente en comunicados a las autoridades competentes.

 

Pero los secuestros siguen…
La respuesta que obtenemos es que van a hacer más rondines, y procurar brindar más seguridad, pero el secuestro viene proliferando. Lo mismo pasa en Tenosique (en el estado sureño de Tabasco), donde de un jalón agarran a 100 migrantes, los llevan a Tamaulipas (estado fronterizo con Estados Unidos), los amenazan con armas de fuego y piden el rescate. Sí nos hemos dirigido a las autoridades, para que tengan una mayor participación en lugares muy específicos.

 

¿Le han prometido más rondines ante una situación de miles de secuestrados?
Eso hay. Yo he recibido el testimonio, y les pedí si querían hacer una queja de un par de jóvenes secuestrados en Tenosique. Cien hombres fueron secuestrados, seducidos por traficantes que se hacían los que los ayudaban y los transportaron a Tamaulipas, e inmediatamente los sometieron, a las mujeres las violaban en el piso de arriba, pedían el rescate de las personas. Recibí un testimonio de un joven que estuvo 33 días secuestrado.

 

Nosotros tenemos varios testimonios parecidos, acusando a Los Zetas. ¿Hablamos de crimen organizado?
Es difícil de saber, sobre todo si no contamos con una investigación adecuada de las autoridades que deberían perseguir a los delincuentes. Nosotros contamos con el testimonio de los migrantes y ellos sí mencionan que son Zetas. Creo que vienen dándose las dos cosas. Por una parte, pequeños grupos de traficantes de personas dedicadas a esta industria delictiva del secuestro, y también escuchamos que son Los Zetas. El crimen organizado viene integrándose más, viene participando más. Esta pregunta la deberían de responder las autoridades competentes, deberían de darnos cuenta de las acciones que están llevando a cabo. Sin embargo, poco nos enteramos de que estén persiguiendo a los delincuentes.

 

Hasta ahora, el punto más temido por los migrantes era La Arrocera, ese pueblito en Chiapas donde los pobladores asaltan y violan a indocumentados cuando pasan por las rancherías. Si no se ha podido hacer nada contra ellos, a pesar de que ustedes denunciaron, ¿no cree que hay pocas esperanzas contra el crimen organizado?
No quisiera caer en ese escenario, porque es lamentable, pero las autoridades son responsables de lo que sucede. Las autoridades municipales y estatales saben por dónde pasan los migrantes y lo que les sucede. El INM debe de tener perfectamente mapeado lo que pasa con los migrantes, deben de saber dónde los asaltan. A eso me refiero, necesitamos tener una política migratoria, si simplemente los queremos dejar pasar y entregarlos a las malas autoridades, o entregarlos al crimen organizado, o convencernos de que estamos en un estado de derecho y no podemos permitir que el crimen organizado y las autoridades comunes abusen de los migrantes.  No puede pensarse tampoco que sólo el INM va a poder depurar, debe de ser una acción concertada por parte de diferentes autoridades, a todos los niveles. La pregunta es: ¿estamos viendo que esto está sucediendo, o está proliferando el secuestro de migrantes?

 

Todos los diputados de México acusaron al INM de ser de las autoridades más corruptas en el país. ¿Cómo es posible que se reconozca al corrupto y no se depure?
Es que no podemos tener una depuración efectiva si no tenemos una política migratoria, que tiene que ver con acciones específicas para hacer frente a esto que ocurre dentro del instituto. No se le puede pedir a quien encabece el instituto que encabece una depuración exitosa. Tiene que ver con acciones coordinadas: autoridades fiscales, hacendarias, la Procuraduría General de la República, para saber quiénes son los delincuentes uniformados e ir contra ellos. Nosotros hemos querido romper este círculo vicioso por tres ejes: uno, eliminar cárceles municipales; otro, evitar que corporaciones no facultadas hagan verificación migratoria, porque por ahí vienen los abusos, desde la agresión verbal hasta el abuso sexual y el secuestro; y tres, que dejara de existir esa excusa para extorsionarlos: la pena corporal (la pena de cárcel).

 

Sí, ustedes denuncian, pero ya todos saben que los secuestran. ¿Qué más hay que esperar para que actúen? ¿No lo abruma la burocracia?
El problema es tan grave y profundo que no es una recomendación lo que va a solucionar las cosas, pero sí va a aportar a la solución. Lo importante es que todos, las autoridades, la sociedad civil y nosotros, aportemos con lo que nos toca. Esto no se va a dar de un día para otro, sino que van a ser las gotitas continuas que cada quien aporte las que lograrán que el vaso se llene y hablemos de un cambio. Si vamos a esperar a ver qué pone el otro para ver qué pongo yo, no vamos a lograr nada. Y quiero insistir: las autoridades son los principales responsables, porque siendo los responsables de garantizar la seguridad, a veces no solo no la garantizan, sino que tienen que ver con los delitos.  El problema es grave, y a veces se tiene que actuar contra las mismas autoridades, pero también los ciudadanos tienen una obligación que cumplir. Es importante contar con una ley específica en materia migratoria. México debe dar el ejemplo, y el ejemplo no era la reforma migratoria, sino llevar a cabo aquí la reforma migratoria integral, para que cualquier migrante pueda hacer valer sus derechos, con o sin papeles.

 

Luego de enviar tantos oficios a las autoridades, ¿no le parece muy cansino el proceso?
Sí, solo con saber lo que pasa debería de bastarles, pero nos estamos enfrentando a autoridades que no son lo eficientes que quisiéramos, y a autoridades corruptas. Pero seguiremos exigiendo los cambios.

 
CUADERNO DE VIAJE
Todo se va al carajo

Escribo esto mientras un tren desgarra su potente pito a unos metros de aquí. Ese horrible gusano lleva a unos 50 indocumentados centroamericanos prendidos como garrapatas de su lomo. Viajarán ocho horas y lo más probable es que cuando lleguen a la siguiente estación los secuestren. 


+Ver Más

DESTACADOS

SLIDESHOW
El inquietante silencio de la muerte
Por Toni Arnau

GUARDIANES DEL CAMINO
Aquí se viola, aquí se mata

CUADERNO DE VIAJE
El día de la furia
Por Óscar Martínez

 

MULTIMEDIA
Sobreviviendo al sur

El sur de México funciona como un embudo para los miles de migrantes centroamericanos. Ahí, muchos de ellos declinan aterrorizados de su viaje a Estados Unidos. Secuestros masivos, violaciones tumultuarias, mutilaciones en las vías del tren que abordan como polizones, bandas del crimen organizado que convierten a los indocumentados en mercancía. Este es el inicio de un viaje. Esta es apenas la puerta de entrada a un país que tienen que recorrer completo.


+Ver Más

El muro de agua

Nadie sabe ni de cerca cuántos cadáveres de migrantes se ha llevado el río Bravo. Este caudal que cubre casi la mitad de la frontera entre México y Estados Unidos suele arrojar cada mes algunos cuerpos hinchados. Enclavado entre uno de los puntos fronterizos de más constante contrabando de drogas y armas, el río, cumple su función de ser un obstáculo natural. Uno letal.


+Ver Más