El Ágora /

“Decirle a D'Aubuisson que se lavara la boca con jabón fue bien planificado”

Gerardo Le Chevallier -o Gérard Le Chevallier- estuvo en El Salvador en julio de 2008, cuando calentaba la campaña electoral. En esa ocasión tuvo una entrevista con El Faro -que se publicó el 11 de agosto de ese año- en la que hizo gala de su chispeante humor, de su agudeza y de su ironía. Cuando este martes lo sorprendió el terremoto en Haití, tenía ya varios años de estar destacado en esa nación como parte de la misión de la ONU. Le Chevallier es una de las personas desaparecidas después del cataclismo que destruyó Puerto Príncipe. El Faro publica de nuevo esta entrevista, convencido de que es una de las más recientes que concedió a la prensa salvadoreña, y de que es una breve pero buena aproximación a este personaje.

 


Miércoles, 13 de enero de 2010
Sergio Arauz y Ricardo Vaquerano

 

Gerardo Le Chevalier durante plática con El Faro.net en 2008. Foto Mauro Arias
Gerardo Le Chevalier durante plática con El Faro.net en 2008. Foto Mauro Arias

Schafik no quiso seguir el camino de Marcial.
Él no quiso ir al camino de todos ellos y Schafik hasta cuando fracasa la oportunidad con Claramount en el 77 es que decide por fin abandonar la vía democrática.

¿Con Claramount Rozeville?
Neto Claramount, el que fue candidato a presidente con Toño (Morales Ehrlich) de vice. Schafik era parte de la UNO, que en paz descanse también él. Él, al fracasar esa opción democrática y producirse el exilio y todo lo demás, entonces ellos deciden tener a su propiro grupo. Creo que el de él era el PC-FAL; y, eventualmente, se produce la unidad revolucionaria que gracias a la presión de Fidel y otros contribuyentes se convirtió en el FMLN un año después. Ellos el 10 de octubre, si no me equivoco del 80, ya iniciado el proceso. A ellos se les escapa el proceso porque creen que aquí era factible reproducir el ensayo nicaragüense, y hacer de Duarte una Violeta Chamorro, y quedarse ellos con el proceso y dejar por fuera a los demás. Nosotros no aceptamos eso. Ahí es donde justamente, me acuerdo de esas discusiones con Chico Díaz y con ellos. Otro elemento que fue causa de otra enorme distorsión, fue el asesinato de Mario Zamora; porque Mario Zamora era la bisagra, el enlace entre la generación mayor de Duarte y todos ellos, Alvergue, casi todos en el exilio. El único que estaba aquí fajándose era Fidel (Chávez Mena) y la gente joven del partido. Al asesinar a Mario Zamora lo hacen con mucho tino, es decir, a propósito para romper el Partido Demócrata Cristiano y desligar el liderazgo.

¿Quiénes estaban abajo, es decir los jóvenes?
Bueno, los jóvenes como Rubén Zamora, Chico Díaz, Alberto Arene, que era presidente del Insafocoop...

¿Y Héctor Dada?
Él no era tan joven, pero estaba con este grupo. Pero si tú te fijas, ahí estaba Óscar Menjívar; todo ese grupo estaba…

Justo los que se oponían al plan contrainsurgente de Estados Unidos.
El plan contrainsurgente, ese lo podemos discutir, era digamos el sector joven del partido. Cuando matan a Mario Zamora entonces se rompe el partido, cuando menos ese grupo, se cree que ya no hay condiciones para seguir adelante y empiezan a tomar la decisiones, algunos personalmente y otros colectivamente. Por ejemplo, Héctor Menjívar todavía sigue en el Ministerio de Economía. Ese es el momento, es el clave. El proyecto contrainsurgente, como tal, así hablando muy francamente, no surge en ese momento, acuérdate que estaba Carter en Estados Unidos, aquí lo que se plantea es una propuesta alternativa que hace la Democracia Cristiana con Duarte, con Fidel y con esta gente. ¿Qué sucede? Duarte quería elecciones inmediatamente, los demás decían: no hombre, hay que tener condiciones antes de tener elecciones. Todavía la guerrilla no se planteaba como tal ni era irreversible que la guerrilla se fuera a la montaña. Acuérdate que la primera Junta renuncia el 31 de diciembre del 79, Rubén Zamora y toda esa gente que ahí si ya opta por no darle oportunidad cree que se va a producir la insurrección contra el ejército, a sabiendas, perdón... ignorantes que el ejército salvadoreño no era el ejército de Somoza, que la oligarquía salvadoreña no era el grupo de gente alrededor de Somoza, y que no era solo Somoza el que se iba y ahí muere. Aquí había toda una serie de grupos de poder con intereses claros, interesados, como sucede en cualquier lugar, no solo por sus propiedades sino que por su estilo de vida. Hoy hablábamos, casualmente, con Toño Morales, en un programa de televisión, y le decía: ¿Te acordás cuando nacionalizamos? Cuando se nacionaliza la banca, en el 79, la pataleta que armó la derecha y se les pagó. Hoy vendieron por su gusto y no han hecho pataleta. No hay un solo banco salvadoreño. De lo que decían hace 20 años, de que El Salvador funcionara sin banca, hoy ya lo vendieron y nadie se queja. Sí, Arena hizo ahora lo que nosotros quisimos hacer hace 20 años, con la diferencia de que nosotros le queríamos dar el banco a los salvadoreños de verdad y ellos sí le han dado los bancos a los extranjeros de verdad. Pero hubiéramos sido nosotros...

Nacionalistas.
Son tan nacionalistas que han internac... le han entregado la banca a los extranjeros. Así es que todo es relativo.

¿Cuánto tiempo estuvo de Secretario de Comunicaciones?
Yo fui... estuve en los dos años de Magaña, luego tres años con Duarte y después me ascendió a Secretario Privado, y el último año fui Viceministro de Comunicaciones. Y el año que estuve destacado por Turismo en la Junta.

¿Antes de Fito Rey Prendes?
A mí me tocó ver nacer el Ministerio de Comunicaciones y, dicho sea de paso, oponerme.

¿Por qué?
Fito quiso hacer ese Ministerio para que fuera su plataforma y yo le dije: “Mirá, Fito, te equivocás, el que toma la foto es el único que no sale en la foto. ¿Vos creés que porque Göbbels fue famoso...?” Göbbels fue famoso en las películas y en los libros, pero no era famoso en su momento. Se echaba un su discursillo de vez en cuando, pero él era quien le organizaba el tinglado a Hitler para él mismo. Fito creyó que él se iba organizar su propio rollo y yo le dije: “Estás frito”. De veras, le dije eso, el que toma la foto no sale y él creyó que no iba tomar la foto e iba a salir bien chévere y armar un equipo de propaganda.

¿Ya para entonces él tenía aspiraciones presidenciales?
Yo creo que él tiene aspiraciones...

¡Desde que fundó el PDC!
¡Desde antes! Ja, ja, ja.

¿Y aún estando con Duarte?
Es que Duarte era una cosa espectacular. Francamente, don Napo era...

Fue espectacular antes de regresar del exilio, ¿no?
Mirá, yo, mi primer contacto con Duarte fue en el 79, cuando regresa después del golpe. Él regresa el 22 de septiembre... de octubre. Y yo me acuerdo porque fui en moto, con unos amigos a recibirlo. Mirá, hubo más gente que llegó a recibirlo que al mismo Papa. Me refiero a la visita, la cobertura... en febrero o marzo del 83. Lo de Duarte fue espectacular. Él ya tenía el liderazgo. Él tuvo el valor de ser candidato a alcalde, de jugarse, de ir ganando poco a poco y después...

Como alcalde fue un gran éxito...
Y como presidente también, lo que pasa es que no se lo han reconocido. Es parte de las injusticias y de los errores que cometimos, porque, como consecuencia de nuestra inmadurez y de no sabernos manejar, el partido se divide en el 88, cuando Fito pierde las internas y él decide irse al MAC (Movimiento Auténtico Cristiano, el partido que creó Rey Prendes), porque él quiere, a huevo, ser candidato.

¿Y cuáles eran los grupos de entonces? ¿El de Fito Rey Prendes...? Porque después hubo otra disputa con Abraham Rodríguez y Fidel Chávez...
Ah, sí. Eso fue después, pero en ese entonces, en el 88, acuérdate que Fidel participa en primarias contra Duarte en el 83. Yo estaba con Fidel, soy fundador del Fidelismo...

¿Y en verdad ganó Duarte esas primarias?
Ganó, sí.

No, no digo formalmente: ¿en verdad la gente apoyó más a Duarte que a Chávez Mena o hubo trampa?
No, no. La convención... A Don Napo uno le puede reclamar muchas cosas, pero era un tipo honesto, íntegro, un demócrata al 100%. Por ahí tuvo sus errores y sus aciertos, pero era... te cuento, la convención se decidía... eran 181 delegados. La decisión de la convención era que si él sacaba dos tercios, él era candidato y ya. Y él sacó... acuérdate que a él en el PCN le decían “el candidato que votó por él mismo”, porque en la convención, él votó por sí mismo y Fidel votó por Duarte.

Algunos le reprocharon eso...
Sí, pero eso era el PCN, pero si alguien no tiene derecho a dar lecciones de democracia son ellos. Tal vez ahora que el partido verde se hizo azul, pero antes no.

¿Por qué habla así del PCN? El PCN ganó la elección del 77 con récord de votos: ¡un millón de votos, ja, ja, ja! Ese récord solo se alcanzó en la última presidencial, ya con...
¡Schafik! No, si son buenos, de eso estoy seguro. Lo que no digo es buenos para qué... Pero no. A él ya no. Como Dios quiere que Fidel... en ese momento, Fidel vota primero. Él vota Duarte. Y Duarte, que viene después, vota Duarte.

Y no tenían necesidad, de seguro.
¡Ah, cómo no, porque ese voto hizo la diferencia! Porque ellos ganaron por 121 a 60. Si él hubiera votado por Fidel, como Fidel por él, hubiéramos quedado 120 a 61. Ahí se trababa la convención y había que negociar.

Pero, entonces lo tenían todo bien cuadriculado...
Claro. Cada quién tenía los delegados en el hotel...

¿Pero por qué Chávez Mena se arriesgó así?
Porque era un momento de demostrar su calidad y de jugársela, porque teníamos varios delegados que estábamos con Duarte y dijimos en primera vuelta vamos por don Napo, en segunda, platicamos. Entonces, Fidel tenía que demostrarles que los que podían votar por nosotros, no sabíamos que... es decir, ni Duarte, ni Fidel, ni yo, que estaba en la aritmética, sabíamos que la cosa era tan así, que la cosa se iba a decidir por un voto.

Y para entonces Arena era ya un monstruo.
No, hombre.

Digo, electoralmente...
No, qué va. Si Arena, si no es por su alianza con Acción Democrática, con el PCN y con el PPS, nosotros teníamos mayoría en las elecciones del 82 y ganamos en el 84. Ahí el problema, justamente -aunque no he leído el libro de Fito- es que él pensaba que nos convenía levantar a Arena en lugar de levantar a partidos democráticos. Él busco la polarización con Arena, como Arena ahora busca la polarización con el Frente, la convicción de Fito era que la Democracia Cristiana siempre le podía ganar a Arena y siempre él podría ganar a D´Aubuisson, en cambio tenía miedo que gente como René Fortín (Magaña) se subiera y tuvierámos competencia en el centro democrático. Arena ha hecho lo mismo, ha polarizado con el Frente a propósito, para que no suban los demás partidos.

Entonces no hay originalidad en estos dos partidos, con lo de la polarización.
No. No. Es igual. Tu escogés a quién levantás por la vía de decidir a quién atacás. Imaginate que ahorita dice, qué sé yo, o Mauricio o Rodrigo, dicen: vamos a debatir, pero yo solo debato con Rubén (Zamora), de CD o quién sea el candidato, el de Arena me vale. Cambia la polarización. Aunque ahora ya no es posible, Arena en aquel tiempo no estaba tan alta y era la expresión de grupos más radicales que se fueron saliendo de la política, algunos por exilio, unos militares de los escuadrones de la muerte que fueron exiliados y otros porque se fueron calmando y lograron convertir a Arena en un partido conservador pero democrático. Al menos que participa en el juego democrático, porque lo democrático es tener elecciones internas, y no las tienen ni el FMLN ni Arena.

Tengo la imagen de que usted era un político que usaba y disfrutaba mucho la ironía.
Cierto. Me encanta.

Ja, ja, ja. Y el sarcasmo.
El sentido del humor puede ser ácido o constructivo, adoro la vida profundamente y todo me parece, si no divertido, digno de reírse. Creo que una persona que no tiene capacidad de reírse de sus errores y celebrar sus aciertos se toma en serio...

Recuerdo la jugada del jabón. (La ocasión en que en un programa de televisión, en vivo, le dijo al mayor Roberto d'Aubuisson que se lavara la boca y le dio una pastilla de jabón frente a las cámaras)
Ese fue el día anterior, andaba buscando...

¿De cuándo estamos hablando?
Fue enero del 89. En plena campaña presidencial.

Fue premeditado.
En realidad fue bien planificado. Por varias cosas, yo ya tenía mucho tiempo estudiando a D´Aubuisson, su involucramiento en los escuadrones de la muerte, en el asesinato de Romero, los desfalcos en el Banco de Fomento, varias cosas que había hecho él en su momento, los barcos que habían hundido para cobrar el seguro, barcos pesqueros.

¿En Jiquilisco?
Sí, todas esas cosas yo las venía vigilando, si algo tiene que hacer uno en política es investigar a los adversarios. Ya lo teníamos monitorado. Yo ya había tenido el famoso debate con Mario Aguiñada.

¿Cuál?
Ya ven. Ese para mí fue más importante que el debate con D´Aubuisson. Cuando Mario Aguiñada regresa para las elecciones del 89, hasta le querían... en el 88 creo que regresa. En octubre o noviembre. Nacho (Castillo) sabe bien, el debate fue en canal 12. Querían darle golpe de estado a Duarte, traían al mero mero del Partido Comunista, y hasta ahí llegó el golpe, yo lo hice pastilla.

¿Pero cómo fue lo del jabón?
Entonces D´Aubuisson ya me tenía fichado, porque ya me conocían, yo armé el Tele 10 y todos esos volados. Ya me conocían desde hacía tiempo, de que yo podía bastante.

¿Era un piricuaco para D'aubuisson o un sandía?
Era un piricuaco, por supuesto. A mucha honra, pero no era rojo por dentro.

Ja, ja, ja.
Era democrático.

¿Y entonces?
Lo curioso es que iba a haber dos debates al mismo tiempo, el de la Revista Semana y uno que se llamaba... era en Canal 10, de un doctor, Punto... no me acuerdo. Habían tenido la misma idea de hacer un debate sobre la expulsión del fiscal. Porque al Pato Guerrero lo habíamos echado nosotros y a Girón Flores lo habían echado ellos. Para que no se hicieran las investigaciones de monseñor. Cuando Mónica llamó para confirmar...

La entrevista era en el Doce.
Sí, en la entrevista Semana. Ella no tenía pensando que yo fuera, porque pensaba que yo fuera al debate de canal 10. D´Aubuisson le dijo a Mónica, si no va Le Chevallier a ese debate, nunca nadie de Arena va a tu revista. Entonces ella me llamó toda asustada y me dijo: mire, el mayor D´Aubuisson dijo que tenía que ir a este debate. ¡Aah!, dije yo.

O sea que fue por orden de D'Aubuisson, ja, ja.
Por exigencia de D´Aubuisson, órdenes no me dio  nunca. Él le daba órdenes a Cristiani, que le fuera a comprar cigarros y otras cosas, a mí no.

Ja, ja, ja.
Mónica me llamó toda asustada. D´Aubuisson se ha equivocado con el otro programa, pero si él quiere probar suerte conmigo, no hay problema, dije. Él ya había ahuevado literalmente a Fito Rey Prendes y a Guevara Lacayo en sus debates y los había aplastado. Entonces, él dijo, este pescadito me lo voy a echar también. Pero no sabía con cuál se había metido. Lo del jabón fue simplemente una manera de concretar lo que para mí era importante, eran las mentiras que él decía y que me iba a decir en ese programa.

¿Fue su idea?
Claro. El día anterior pensé: ¿Cómo carajos le gano la moral a este? Yo tenía todos los expedientes, se los enseñé, saqué mi maletín.

¿Y los tiene todavía?
La cosa del Banco de Fomento y eso, sí, sí, eso ha de estar ahí.

A ver si platicamos luego. Ja, ja.
Es que vamos a escribir un libro. Ya que todo el mundo está escribiendo libros, vamos a escribir uno.

Yo lo edito.
Encantado. La cosa es que era un jabón que yo había traído de Washington y dije: ¿Cómo le gano la moral e este? Porque cabal empezó a insultar, lo que hacía siempre, tratar de ganar la moral.Si tú ves el vídeo, también lo tengo, ya lo iba sacando de quicio, ya le había enseñado las pruebas que tenía sobre la corrupción, de hecho el programa lo empiezo diciendo: “Bienvenidos al juicio público del mayor D´Aubuisson por el asesinato de monseñor Romero”. Nada de que le anduve con amagues. Lo primero que dije fue eso, de entradita. ¡Estuvo hermoso, si estaba todo nervioso! Lo empecé a topar al poste, ya de último, cuando me salió con otra cosa...

Mire, y ¿después no se desquitaban?
Al contrario, ganas de matarme no le han de haber faltado, pero todo el mundo hubiera sabido que era él, además él se lo tomó... si de ahí en adelante él me demostró un gran aprecio, un gran respeto. Él reconoció,  y me lo dijo, que yo era el único que le había ganado en la cancha.

¿Hablaron después del programa?
Sí, me lo dijo. Pero no fue ese día, ese día se fue. A la semana siguiente. Hubo una revancha y se corrió, se inventó que tenía un mitín en San Julián, se corrió. Encontró más macho que él.

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