Nacionales / Pandillas

“Me acusarán de gorilismo y no les voy a responder yo, sino el pueblo'

El ministro de Defensa, general David Munguía Payés, pide que la visión de que se enfrenta un problema de seguridad pública dé paso a una visión de que El Salvador enfrenta un problema de seguridad nacional. Por eso propone medidas incluso más radicales que las que se oyeron durante los gobiernos de derecha: que se suprima la libertad de tránsito en algunos lugares y que se permita allanamientos sin orden judicial. Cree que la ley es excesivamente garantista y es partidario de que los particulares tengan armas. 'Si el Estado no te puede proporcionar seguridad, tenés que tener la elección de poder hacerlo tú solo'.


Jueves, 21 de enero de 2010
Carlos Martínez y Óscar Luna

 

¿Qué hace usted hablando de seguridad pública? ¿No cree que las fuerzas armadas, representadas por usted, están excediendo sus competencias constitucionales?
No, porque hay un decreto ejecutivo número 70, en donde el señor presidente ordena que la fuerza armada apoye a la PNC, en problemas de paz interna.

Pero ya esto no es apoyar. Lo que está haciendo es proponiendo transformaciones en el sistema legal y en el enfoque del problema.
Cualquier ciudadano lo puede hacer y de alguna manera nosotros también somos una caja de resonancia de los municipios donde estamos desplegados.

Lo que usted propone es darle la vuelta a la manera en que se aborda el problema de violencia y criminalidad. En la medida en que este gobierno siga manteniendo un enfoque de seguridad pública ustedes siguen siendo perfectamente prescindibles, pero si se transforma en un asunto de seguridad nacional, ustedes pasan a ser los titulares del asunto.
Así lo sentimos. Sin embargo, estamos jugando en este momento el rol que nos han mandado cumplir, pero además de eso, acuérdate que nuestro sistema legal establece que la fuerza armada, después de tres meses de estar apoyando a la seguridad pública, tiene que dar un informe, y en ese informe van conclusiones y recomendaciones, o sea que yo no creo que me estoy saliendo de mi rol.

En su análisis, ¿sacar a las fuerzas armadas de la jugada después de seis meses sería un error?
Tendríamos que evaluarlo, ver los resultados, el costo-beneficio. Por el momento, si le preguntas a la población si quieren que las fuerzas armadas estén el territorio, el 90% te va a decir que sí.

Sabe que lo que está proponiendo va a generar, de inmediato, reacciones de organizaciones de derechos humanos, de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, que han de acusarlo de...
¡Gorilismo! “Que lo que quiere este hombre es represión”... no les voy a responder yo, sino que el pueblo: pregúntenle a la gente qué quiere, si es normal que haya 12 muertos al día, que comiencen a hacer terrorismo: lanzar granadas. O sea: ¿con qué vamos a neutralizar ese tipo de actividades? ¿Con consejos? Tiene que ser a través de la acción directa, tenés que ser efectivo desarticulando la delincuencia.

¿El presidente de la República le ha ordenado comentar públicamente estas propuestas?
No, el señor presidente no me ha ordenado comentar ninguna propuesta. Como tú me preguntas, yo te respondo. Tenemos que hacer nuestra propuesta y esta se va a discutir y si no pasa vamos a seguir operando en las mismas condiciones en las que lo estamos haciendo, pero sentimos que el camino se hace mucho más largo y si no se toman medidas en este momento, dentro de algunos años lo estaremos lamentando.

En algunas otras ocasiones usted ha sido muy reservado y ha argumentado que no puede opinar sobre algunos temas porque son decisión del presidente. ¿Por qué ahora se ha saltado el tradicional silencio obediente?
Es que igual yo estoy haciendo un análisis y estoy haciendo una propuesta y serán los superiores míos, en este caso el señor presidente, quien decidirá si la propuesta que estamos haciendo nosotros tiene fundamento; si no, igualmente vamos a seguir trabajando.

También creo que la gente estará contenta con que haya un soldado parado en los pasajes de su colonia. Supongo que habrá presupuestado que haciendo pública esta propuesta pone en una situación difícil al presidente: si él decide no hacerle caso, la sensación será: “el ministro quería que hubiera un soldado cuidándome, pero el presidente no lo dejó”.
Noooo, no. Si fuera cierto lo que tú planteas, este general lo que tendría que hacer es quedarse callado, bajar la cabeza y no dar ninguna recomendación para no meterse en problemas. La idea es ser honesto con nuestra visión. Si la propuesta que hacemos nosotros no prospera, igual vamos a seguir trabajando con los límites que nos han dado... y los resultados obviamente los vamos a ver más adelante.

Alguien que participa eventualmente en las reuniones de consejo de ministros nos comentó que esto ha causado algunos roces con el ministro de Seguridad Pública.
Yo creo que no hay pugnas entre las instituciones. Pudiera haber puntos de vista diferentes y al final los conciliamos. Yo no puedo ni debo hacer punto de honor en esto, pero sí puedo hacer las recomendaciones del caso, porque siento que es mi responsabilidad. Tampoco me creo el detentor de la única verdad que hay aquí. De eso estoy totalmente claro, pero con honestidad digo que si no se toma este tipo de medidas, el avance de la lucha en contra de la delincuencia va a ser lento y regresivo. Yo quiero aclararte: aquí no hay disputa entre fuerza armada ni policía, ni entre ministro y ministro, lo que hay es debate de ideas y al final se toman decisiones. Algunas veces se toman las decisiones que presenta uno y a veces las que presenta el otro y eso no nos tiene que molestar.

Si de usted dependiera, ¿en cuánto tiempo debería echarse a andar su propuesta?
Yo creo que debería ser aplicada ya. Si queremos tener resultados, este asunto debe ser discutido y si se toma la decisión de hacerlo, hay que hacerlo ya.

General, ¿cómo se explica usted tantos homicidios en los municipios en los que ustedes tienen presencia?
El 85% de las muertes tienen que ver con disputas territoriales de pandillas por el tráfico de drogas o gente que le han entregado la droga para la venta y se queda con el dinero, y también asesinatos por ser de la pandilla contraria. También hay mucha muerte de los que son iniciados por las pandillas. Casi el 85% tiene que ver con pandillas y droga. No está separado.

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