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'No nos dejan ni aspirar a la tajada más pequeña'

El Sindicato de Trabajadoras y Trabajadores del Órgano Judicial (Sittoj) es una de las organizaciones que han cerrado los juzgados y las morgues de Medicina Legal. Aunque en diciembre recibieron un alza sustancial del bono de fin de año, el Sittoj dice que quieren gozar parte de lo que según ellosl se reparte solo arriba y a unos pocos.

Miércoles, 19 de enero de 2011
Daniel Valencia Caravantes

El lunes 17 de enero, el sistema de justicia salvadoreño se fue al traste cuando los sindicatos de trabajadores del Órgano Judicial anunciaron un paro de labores en virtud de que las autoridades no les resuelven una nivelación salarial para los más de 10 mil empleados judiciales. Una nivelación que en su alcance más bajo (un incremento de 100 dólares por empleado) incrementaría el gasto en salarios en más de 17 millones de dólares; y en su punto más alto (300 dólares por empleado) lo subiría a más de 34 millones de dólares.

El lunes 17, el presidente de la Corte Suprema, Belarmino Jaime, y la Corte en pleno, cancelaron una reunión en la que se supone se intentaría resolver el conflicto. Y como respuesta, los sindicalistas radicalizaron su lucha, cerrando centros judiciales, juzgados en todo el país y las instalaciones de Medicina Legal. Esto último, en un país que ha arrancado este 2011 con 12 homicidios diarios, ha generado un caos. Dos días después del arranque de la huelga, la Fiscalía señala que 23 reos acusados de delitos leves han sido puestos en libertad. ¿La razón? No hay quien los juzgue. Fuera de grabadoras, algunos jueces dicen compartir la queja de los empleados judiciales, pero lamentan la radicalización de la lucha. Los jueces, sin embargo, todavía no saben cuál postura tomar. Si apoyar o no la queja del resto de empleados. En la tarde de este miércoles, los jueces agremiados anunciaron que darían una postura hasta el jueves 20, por la mañana. Una postura a favor o en contra del paro, y una postura que avalaría o criticaría el papel del presidente de la Corte, Belarmino Jaime, en este conflicto, según revelaron tres fuentes consultadas por El Faro.

Mientras tanto, la queja que ha orillado a los sindicalistas tiene como origen una denuncia contra los supuestos privilegios que se han otorgado los magistrados de la Sala de lo Constitucional que asumieron sus cargos en julio de 2009, contratando colaboradores con sueldos onerosos, mientras retardan las revisiones salariales del resto de empleados, según SITTOJ, la organización sindical que asegura poseer en sus filas al 70% de los más de 10 mil empleados del sector.

Ayúdenos a entender el origen de esta protesta en el Órgano Judicial.

El origen es que hay una demanda salarial. Hemos planteado desde hace mucho tiempo que desde hace seis años no se nos toma en cuenta el aumento salarial. Pero la Sala y los magistrados en menos de dos años han realizado nivelaciones salariales desproporcionales realizadas en diciembre para colaboradores. Y para añadirle, en el presupuesto 2010 y 2011 se nos ocultó las intenciones de los magistrados en el sentido de que no iban prestaciones como compra de útiles, compra de bolsones para el personal de notificadores, y que se reducía hasta en 53 mil dólares los viáticos de motoristas y de los empleados que salen de su área de trabajo.

Es decir, ¿la protesta está originada porque según ustedes los magistrados de la Sala de lo Constitucional aumentan arriba y eso afecta a las prestaciones de los de abajo?
Sí. Otro caso: ellos han contratado un seguro médico hospitalario de cerca de 1 millón 300 mil dólares. Está bien que lo tengan. No nos oponemos. ¿Pero y el resto de empleados del Órgano Judicial qué? Ellos tienen seguro hospitalario muy bueno y también queremos ese derecho. Ambos somos empleados. Tanto él como presidente de la Corte como el ordenanza. Todos merecemos ese nivel salarial.

Espero que no estén planteando que un ordenanza gane igual que un colaborador jurídico o un magistrado de Sala.
Eso está claro. No podemos exigir que una ordenanza gane lo que gana un juez de sentencia. El punto es que se respeten los salarios y aumentos en la proporción y en la medida en que ya están aprobados. Lo que sucede es que en un periodo corto de dos años ellos se han logrado beneficiar cada días más, y nosotros los empleados, a mas de dos años ni siquiera nos han lanzado una propuesta para incrementarle el 10% a todos los empleados.

Y es ahí donde su lucha no hace click con el resto de la población. Porque sin duda, los empleados del Órgano Judicial son -sino los mejores-, de los mejor pagados con dinero de los contribuyentes en el sector público. ¿No lo cree así?
Nos es cierto que los empleados del Órgano Judicial seamos los más y mejor pagados del Estado. En un tiempo sí lo fuimos. Y no es que estemos inconformes con lo que tenemos, porque gracias a ellos debemos de saber que en este órgano está la gente más profesional en los niveles del Estado. Pero lo que está pasando ahora es que dentro del órgano existe desproporción en cuanto a que unos se están sirviendo la tajada más grande, y a nosotros no nos dejan ni aspirar a tener la tajada pequeña.

Vaya, ¿en el fondo quieren denunciar lo que les parece un abuso?
Sí. Eso es precisamente.

¿Y no le parece que haciendo lo que están haciendo, obstaculizando el engranaje del sistema de justicia –que tanto necesita este país- no lo están consiguiendo? En cambio, parece que la percepción que generan en la población es otra.
Pedimos disculpas y comprendemos el malestar que esto ocasiona a la población. Por eso a través del diálogo replanteamos retomar las negociaciones con ellos, pero ellos no quieren.  

A ver: ¿se da cuenta de que en un país como este, con las precariedades que existen, ustedes lo único que están haciendo es provocar un problema mucho más grave para los más afectados de todos? ¡Hablamos de homicidios, de reconocimiento de cadáveres, de entorpecimiento del aparato de justicia! ¿No le parece que con cerrar Medicina Legal, los juzgados, ustedes hacen más mal que bien?
Esto ha generado inconvenientes y crisis...

¿Por qué la gente que nada debe en este problema debe pagar un pleito interno del Órgano Judicial?
Le reitero nuestras disculpas a la población. No pretendíamos cerrar Medicina Legal, sino que decidimos ir a un tiempo de  espera. Pero ellos decidieron que aquí no se negociará nada con nosotros, cuando ellos para sus acuerdos propios sí lo hacen. Lo único que hicieron fue generar el descontrol.

Recapitulemos: ¿todo esto parte porque según ustedes mientras unos privilegiados reciben aumento del salario, otros no han visto mejorado su salario en seis años?
Sí.

¿Cuál es el problema en que los magistrados de la Sala contraten colaboradores con buenos sueldos? Jugando a abogado del diablo, y conociendo la mora judicial que dejaron las anteriores administraciones, sin duda podría decir que ahí se necesita gente idónea para ir evacuando los expedientes.
Okay. Y nosotros lo entendemos también. Lo que pasa es que los magistrados seleccionan sólo gente de confianza. Señoritas, que no las estoy desprestigiando, que las presentan como expertas y con doctorados, pero que uno nota que son jovencitas que se acaban de graduar. Estas personas fueron ascendidas a sala y en menos de un mes se les niveló el salario con los antiguos empleados en un aproximado de 400 dólares. Y mientras, nosotros seguimos esperando, desde hace un año, que nos resuelvan el tema de la agenda salarial. Ahora, debo aclarar que hay magistrados honestos que reconocen la lucha y labor sindical. Pero hay magistrados que en este período han iniciado, y basta con que ustedes los medios se den un paseo por el último piso del edificio de la Corte, y verán un selecto personal de señoritas bien pagadas. El ajuste salarial tiene que ser equitativo.

¿El problema es directamente con los magistrados de la Sala de lo Constitucional?
Sí.

¿De dónde sacan ustedes que ahí se ha contratado nuevo personal, con nivelación de salarios, y aumentos de salario “desproporcionales” a antiguos empleados?
Detrás de nuestro sindicato tenemos asesores técnicos en materia financiera y de presupuesto. Y con gusto concertamos una cita para que ellos le enseñen los documentos que tenemos a la mano, basados en el presupuesto actual, que comprueban nuestras denuncias.

¿Por qué un tema que no debería afectar a la población termina haciéndolo: afectando a los que nada tenemos que ver con lo que parece un ajuste de cuentas, un ver quién consigue más adentro del Órgano Judicial?
Estamos con esta lucha desde enero de 2010, y al finalizar el año, advertimos que si para enero no éramos tomados en cuenta en la nivelación salarial, tomaríamos medidas más radicales. Lamentamos mucho lo que está sucediendo y le pedimos disculpas a la población, pero el presidente de la Corte, Belarmino Jaime, demostró cuánto le interesa solucionar este conflicto suspendiendo la Corte plena, donde en teoría íbamos a ser escuchados. Eso nos obligó a tomar medidas de hecho. Y luego, el presidente del Órgano Judicial menciona medidas más radicales para aplacar la huelga. Considero que mucha paciencia habríamos tenido de soportarle esos atropellos.

Ustedes han dicho que en el saco de las nuevas bonificaciones también caen los jueces y juezas de la república, con un incremento más. Pero según algunos jueces que he tenido la oportunidad de consultar, eso solo existe en la imaginación del sindicato. Es más, ellos comparten algunas de sus quejas, pero no comparten las acciones radicales que han tomado. ¿Podría explicarme este evidente divorcio en las dos posturas?
Nosotros no tenemos pleito contra los jueces. Un juez de paz, por ejemplo, tiene un sueldo de 2 mil 500 dólares. Más 500 dólares en gastos de representación. Así estaba. Pero sabemos que este enero les fueron aprobados 400 dólares más sin descuento de renta aparte de lo que ya tienen. A eso súmele que ellos cuentan con 70 vales de combustible de 5.71 dólares cada vale. Y todavía más grave, la Corte, en diciembre, invirtió 55 mil dólares en cambio de placas para que muchos vehículos nacionales pasen a la flotilla de particulares. Y esos carros ahí andan los fines de semana, en horas laborales, y ya nadie registra esos carros. Nadie dice nada.

Los jueces dicen: no existe tal aumento.
Bueno, según nuestras cuentas sí ha existido ese incremento aparte de lo que ya tenían.

Si sus demandas no se cumplen, ¿hasta adónde llegará esto?
En una oportunidad le hicimos la propuesta a la gerencia general: nos conformamos con mantener los salarios actuales, pero entonces ustedes dejen de percibir todas las prestaciones y beneficios que se han aprobado. Estamos claros en eso y si se hace no habría más problema.

¿Y si no?
Ya no tenemos alternativa más. Si no que nos nivelen los salarios a nosotros también o seguimos en pie de lucha. Y le digo algo: si solo fuéramos un grupito de empleados exigiendo mejoras salariales o un alto a los beneficios exagerados en le Corte, tal vez hoy fuera favorable parar esto. Pero toda la comunidad judicial piensa que es hora de poner un alto.

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