El Ágora /

'Antonio Saca es el papá de Gana: que se vaya a mojar los pies'

Aunque el presidente de su partido haya abierto la posibilidad al regreso de Antonio Saca a Arena, ella se resiste. 'Es un traidor', dice. Con más de cinco cargos diferentes en política, Milena Calderón Sol de Escalón ha pasado una tercera parte de su vida ejerciendo en el sistema político del país. Su participación ha ido desde la formación del partido Arena, Vicepresidenta de Organización del Consejo Ejecutivo Nacional (COENA), diputada suplente y propietaria hasta llegar a ser la única jefa de bancada de Arena en la Asamblea Legislativa hasta la fecha.

Domingo, 13 de febrero de 2011
Patricia Carías y Sergio Arauz. Fotografía: Frederick Meza

 

Ya. ¿O sea que para usted el general Martínez, el dictador, hizo lo que tenía que hacer? Ahí no había democracia, libertad, cero derechos. ¿Me entiende? Por lo que metieron preso a su papá es que metía presa a la gente el general Martínez.
Bueno. Todos somos humanos y podemos cometer errores. Yo lo único que sé es que la defensa a la soberanía del país para que no entrara un Estado totalitario fue clara.

Pero era un Estado totalitario el del general Martínez…
Era un Estado totalitario, en aquel momento tal vez hubo que llegar a eso para poder detener ahora. Para los políticos en un momento dado, la sabiduría viene de cuando saber hasta donde llega mi papel, ahora, cuando se han dado los pasos democráticos, fue por eso que cuando sale Roberto D’aubuisson lo seguimos. En ese momento se estaba viviendo esto. Aquí lo que pintaba era que íbamos a llegar a un Estado totalitario.

Llegamos a la guerra reciente… pero sigamos en el 32…
Yo no había nacido ja, ja, ja.

No es solo el 32, es todo lo que sabemos. Yo oí de la boca de mi abuela y de otras personas de esa época: es que en ese momento dejábamos las puertas abiertas, era seguro…
No había ladrones… eso lo cuenta la gente de ese tiempo.

Yo digo, ¿por qué debe ser contradictoria la democracia con la seguridad. ¿Por qué la gente asocia la seguridad con régimen militar?
Te voy a poner el otro lado de la moneda. Aquí hay algunos comunistas que apoyan el Estado socialista totalitario de Cuba, te dicen, allá es bueno por que tienen buena educación, tienen seguridad, salud…

Claro, claro. Cierto.
Sí, pero para comer hay que ir a hacer cola y comen salteado. Entonces, ¿eso es bueno o es malo? Yo creo que no hay que irse a los extremos, pero yo sí soy una convencida de que el respeto a la democracia, es un sistema que podrá tener algunos defectos, pero es un sistema donde nos respetan las libertades como individuos.

Para entenderla a usted necesito hablar más de cómo interpreta usted la historia.  Vaya, a mí por ejemplo, me dicen General Martínez, yo pienso en algo feo, nefasto, nadie civilizado quiere dictadores, ni de izquierda ni derecha…
Ni a Fidel Castro ni a Hitler…

Así es. Por eso quiero que me comente qué piensa de la matanza del 32. ¿Fueron indígenas hambrientos o un ejército de comunistas?
Fíjate que siempre cuentan la historia de él maltratando a los campesinos, pero mucha gente de Sonsonate cuenta también de los campesinos maltratando a la población, siempre hay dos lados de la moneda, lo que debemos de ver es que es lo superior que es haber logrado detener que el comunismo viniera al país.

Recuerdo que su abuelo ocupaba un cargo público en el tiempo de Martínez, ¿cuál fue la posición de él al momento de la matanza del 32?
En ese momento él tuvo que cumplir órdenes, él era un militar disciplinado, estaba en defensa de su patria, tenía que cumplir las órdenes. Así es que él fue un hombre militar de carrera y cumplió con lo que se le ordenó en el momento que se le ordenaba.

¿Usted cree que no eran campesinos hambrientos, para usted eran comunistas armados?
No, pero había agitadores que los llevaron a ellos a cosas que tampoco que se podían hacer en ese momento. Yo a unas señoras que nos tocó conversar con ellas en Izalco, nos contaban que sus mamás y abuelas les habían contado lo que ellas habían sufrido. Entonces, cuando tú oís eso, decís: bueno se sufrió de un lado y se sufrió del otro.

A qué lados se refiere. ¿Pobres contra ricos?
Lado de la ciudadanía, verdad, estaban sufriendo también las embestidas, también las personas que estaban queriéndose tomar esa a través de las armas porque les habían dado armas a los campesinos. Por el otro lado, los militares que tenían que cumplir, es lo mismo que pasó con la guerra, la que ya vivimos nosotros, habían dos bandos. Hubo cosas horribles de un lado y del otro.

¿Usted cree que los que tienen más deben pagar más?
Sí, claro, si es la única manera de poder llevar desarrollo a la gente, cuando hablás de redistribución esa es la redistribución. El que tiene debe pagar para que pueda llegarle más obra al que no tiene. Te voy a contar algo, cuando se dio el IVA, uno de los problemas del IVA era que lo pagaban los pobres, pero después se llegó a la conclusión de que si tú lograbas subir la recaudación a base de apretar y de ir quitando elusión y evasión fiscal lograbas hacer que fuera la renta la que empezara a subir y se logró. En los gobiernos de Arena. Los del FMLN andaban diciendo que ellos tenían la lista de los evasores. ¿Y ahora dónde están los evasores? ¿Por qué no los sacan? ¿Y por qué no los van a agarrar? Yo me acuerdo de cuando estuvimos en la negociación del libre comercio, en Washington, Salvador Arias dijo, delante de todo el mundo en una conferencia de prensa, que tenía el número, las personas y los nombres de gente que evadía impuestos. Y ahora que es su partido el que está gobernando, ¿por qué no se las da?

En esa época, ya para aprobar el TLC, hubo un momento que fue un poco incómodo, cuando usted estaba hablando, tenía el micrófono en la mano y llegó Humberto Centeno y se lo arrebató…
Síííí…

¿No se acuerda cómo fue eso?
Me quitó el micrófono porque no quería que pasáramos el dictamen. Él llegó después a decirme: “Esto es así”. Pero, Donato Vaquerano se levantó y yo me puse nerviosísima y le dije, por favor, Donato. Déjame que yo voy a hablar. Porque se hubieran agarrado ahí a pelearse.

Ja, ja, ja.
Y yo, ¡ay, Dios mío! No, por favor Donato, yo te agradezco, pero yo sé cómo lo voy a manejar. Se hubiera armado, hubiéramos terminado como en Taiwán.

Sí, en Taiwán y en Japón se han agarrado a trompones.
Ay no, era una aflicción horrible. Ja, ja, ja.

Pero, ¿y usted cómo se metió en política?
¡Ya no les conté! Pues cuando veía a Roberto, y vi que decía que el país estaba en peligro y que esto y lo otro, hablé con Armando y le dije, mirá, Armando, acabo de ver a Roberto y esto, y yo creo que debemos de meternos.

¿Su hermano era amigo de Roberto?
Ya era amigo.

¿Cuántos años se llevan con el ex presidente?
Nos llevamos como seis años. Entonces, le dije, mirá, aquí va a haber que hacer un partido político. No va a quedar de otra. Si no, esto se va a ir. Y él me dijo sí, yo te voy a avisar porque nos vamos a reunir y queremos tener gente en todos los departamentos para ir formando. Así empecé. No al partido en aquel momento, sino que a organizarnos. Nos organizábamos por células. Se tiró la bola de que me quería matar la guerrilla allá y entonces empezamos a hablarnos por radio. Nos hablábamos en términos médicos.

¿Los códigos?
Los códigos eran, la cirugía tal va a ser en tal lugar o la unidad de salud, cualquier término de esos lo usábamos.

¿Y su esposo estaba de acuerdo?
Fíjate que mi esposo estaba de acuerdo, me ayudaba pero me decía a mí no me hablés de político porque yo no sirvo para eso. Ni me meto en esas carambadas. Pero a la hora de las horas, me apoyaba. Pero él me decía: pero a mí no me vas a poner a hablar, porque yo no nací para eso.

¿Cómo se llama su esposo?
Mauricio Escalón Pacas.

¡Ah, la Finca Pacas!
De los del café Pacas. Su abuelo fue el que lo hizo. Siempre ha estado metido en esto del café.

Y con el mayor y su hermano, ¿eran de la misma generación o su hermano era el que se hizo amigo de él?
Más que todo, Armando y de ahí, todos. Porque mi papá, a la hora de las horas, terminó siendo parte del equipo asesor de Roberto, en la parte legal. Roberto absorbía muchísimo, decía mi papá. “Este baboso debería de haber sido abogado”, decía, porque captaba rápidamente esas cosas. Entonces, cuando entró él a la Asamblea Legislativa, le ayudaban en la parte de conceptos legales y todo eso.

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