El Ágora /

'Soy el primer campeón mundial proveniente de un país productor de café'

Tiene 24 años, y en 2011 ya es el campeón mundial de barismo, en The World Barista Championship. Solo hay 12 campeones en el mundo, y Alejandro Méndez, salvadoreño, es el primero nacido en un país productor de café, el único de Hispanoamérica. Un barista es, en sus palabras 'un bartender de café'. Llegó al mundo del café buscando trabajo en una cafetería, sin saber nada del grano que en poco tiempo lo llevaría a recorrer el mundo. Él quería estudiar idiomas modernos, pero tuvo que interrumpir el plan porque necesitaba trabajar para ayudar en su casa. Pero pronto aprendió otro idioma que le sirve para para describir una taza de café, habla de aromas poéticos de chocolate o caramelo, de notas florales o frutales, de acidez, de cuerpo, de intensidad, de brillantez, de dulce-amargo, de limpieza y de temperaturas.

En 2010 se trajo de Londres el puesto 11 del campeonato mundial de barismo, y en 2011 sorprendió al mundo al convertirse en campeón mundial, en Colombia. Es una estrella en Japón, lo llevan a un festival militar a la Plaza Roja, en Moscú, o a las prestigiosas fincas brasileñas como una de las principales atracciones. En sus días en El Salvador, vive con bajo perfil, sigue jugando fútbol con sus amigos y trabajando junto a sus compañeros. Platicamos con él sobre su vida y su crecimiento profesional. Dice que no competirá más, así se asegura de seguir como rey en un reino que muy pocos saben que existe. 

Si usted no sabía de él, ni del barismo, ni de estos campeonatos, no se preocupe, El Salvador, pese a ser una economía que por muchos años dependió del café, ha carecido de la verdadera cultura del café, que ahora está en pleno desarrollo, y Alejandro es, hoy por hoy, quien, como campeón mundial de barismo, saca la cara por nuestro país. 


Martes, 30 de agosto de 2011
Élmer Menjívar y Sergio Arauz / Fotos: Frederick Meza


¿Cómo empezaste en el barismo?
Fue hace casi cuatro años cuando llegué a una tienda de Viva Espresso. Solo con el afán de buscar un trabajo. Necesitaba un trabajo porque estaba pasando una situación difícil con mi familia. Fui a dejar el currículo, tenía un amigo que trabajaba aquí y le pedí que me recomendara. Esa misma noche me habló Federico (Bolaños) y fui a una entrevista, ahí me empezó a hablar de qué es el barismo, de lo que se trataba, dijo que El Salvador estaba tratando de crecer en eso y que había competencia.

¿Sabías qué era un barista?
En ese momento no le daba mucha importancia a ese tema, yo lo que quería era trabajar. Fue una de las entrevistas de trabajo más largas... menos mal que al final me dijo que estaba contratado, ja, ja ja. Me dijo que iba a empezar como todos los demás, a pasar por todas la áreas, por cocina, frío, salón, y dependiendo de cómo vieran mis aptitudes para el bar, iba a entrar al bar. 

¿Qué hacías en ese entonces: estudiabas, trabajabas en otro lado...?
Antes de eso estudiaba Lenguas Modernas, en la Universidad de El Salvador.

¿Lenguas Modernas?… ¿Idiomas?
Sí, idiomas, ahora el nombre es Lenguas Modernas… Estudiaba inglés y francés. No pude terminar la carrera, pero gracias a lo que estudié puedo defenderme en inglés en las competencias, y como acá viene mucho extranjero, trato de tartamudear lo poco que puedo de inglés con ellos. Así, poco a poco iba mejorando sin que yo me diera cuenta. Ahora ya puedo entablar conversaciones más amplias, tengo un poquito más de palabras que antes me costaban, ahora ya me fluye un poquito más. 

¿Por qué escogiste Lenguas Modernas como carrera?
Porque me apasionan los idiomas, me encantan. Una de mis metas antes de morir es hablar cinco idiomas.  

¿Cómo vas con esa meta? 
Pues ahorita hay otras cosas enfrente de mí, creo que ya retomaré eso. Ahora el inglés y español ya están ganados… ja, ja, ja, ja. En un futuro sí pretendo seguir estudiando diferentes idiomas... el italiano me apasiona. Empecé francés con lo básico, pero no lo desarrollé tanto como el inglés, hace poco estuve en Brasil y me gustó el portugués... a ver qué tal. 

¿Qué te mirabas haciendo al estudiar idiomas? ¿Traduciendo, doblando, trabajando de intérprete, o era por el gusto de aprenderlo…? 
Pues yo nada más me apasioné con los idiomas. Cuando estaba en educación básica, en clases de inglés escuchábamos canciones y me pareció interesante poder expresarte en una lengua que no sea la tuya, comunicarte… de ahí nació todo eso, yo escuchaba las canciones y no sabía lo que decían, entonces las traducía por mi propia cuenta, buscaba las palabras, aunque algunas no las encontraba, por ejemplo, los verbos conjugados no están en el diccionario, y preguntando a profesores ya iba entendiendo. Muchas cosas del español lo entendí aprendiendo inglés así, porque tenía que entenderlo bien como se expresaba en español para poder decirlo en inglés. 

Te gustaba mucho la materia de lenguaje, por lo visto...
La verdad no me gustaba para nada, era una más para mí. Las que me gustaban eran inglés, matemáticas y ciencias. Lenguaje y sociales, para nada me gustaban.  

¿Dónde estudiabas?
En mi colonia, en Soyapango, en la escuela Barrio El Progreso, ahí he vivido toda mi vida. 

¿Ahí vivís con tu familia?
Ahí vivo con mis papás. Ahora la casa está a cargo mío, yo pago los recibos y todo eso. 

¿Y tenés hermanos? 
Tengo dos hermanas, pero ellas viven con mi mamá... Es que yo vivo con... Es que para explicarles tengo que contarles la historia de mi vida y quizá es muy larga...

Si tenés 24 años... pero igual, para conocerte estamos aquí, así que dale... 
Lo que pasó es que cuando yo nací, mi mamá tenía 16 años, ella era una niña y no podía trabajar para mantenerme. Entonces yo me crie con los tíos de ella, que para mí son mis papás, ellos me criaron, y los amo, igual amo a mi mamá como no tienen idea. Ellos no podían tener hijos, entonces que yo llegara fue una bendición para ellos. Me dieron todo lo que pudieron, tuve una infancia bien feliz, hasta que mi papá tuvo problemas con su trabajo y se quedó sin trabajar, y pasamos unos 10 años bien difíciles...

Cuando decís tu papá hablás de... 
A mi papá biológico nunca lo conocí, mi papá es quien me crio... Entonces, cuando mi papá perdió su trabajo entramos en una etapa bien difícil. Yo estaba en bachillerato y me decía a mí mismo que tenía que trabajar, pero también quería estudiar. Metí papeles en la Universidad Nacional y quedé, y empecé también a trabajar, pero era bien difícil, porque estudiaba de 6 a 11 de la mañana, entraba a las 12 a trabajar, y salía a las 3 de la tarde, hacía las tareas y luego a trabajar desde las 6 de la tarde y llegaba a mi casa a veces hasta las 3 de la mañana... y luego levantarme. 

¿Dónde trabajabas? 
En un restaurante que está en Multiplaza que se llama Asia Grill, ahí trabajaba como cocinero. 

¿Fue tu primer trabajo?
Sí. Después de un tiempo perdí ese trabajo y pasé como dos meses buscando, me empecé a desesperar y solo me salió trabajo en Wendy’s, de hacer hamburguesas y todo eso, pero no me alcanzaba el dinero para todo lo que tenía que pagar en mi casa. En esos días ahí pasaba viendo cómo hacía para que me alcanzara... ahí fue que entré a Viva Espresso... 

¿Trabajabas en Wendy’s todavía? 
Me salí de Wendy’s para venirme aquí, que pagaban mucho mejor. La verdad, yo le tengo mucho cariño a Viva Espresso, y no solo porque me dieron el trabajo en ese momento, sino porque entrar aquí me ayudó a ordenar mi vida, no solo con el dinero sino en varias cosas que tenía que ordenar, mi vida se dio vuelta completamente, no tienen idea cuánto.

Por la experiencia que traías te habrían contratado como cocinero. ¿O no?
Mmmm no... Don Federico desde que me vio pensó en hacerme barista. Hay una historia ahí, porque él me dijo “vos vas a ser campeón, ya vas a ver”, yo no le daba importancia porque no sabía de qué se trataba todo esto, solo decía “está loco” ja, ja, ja... y ya se lo he dicho a él, porque pues sí, yo no sabía ni que había campeonatos. Luego ya empecé a ver de qué se trataba, y de que aquí eran bien apasionados con esto del café y ya me fui interesando. Porque es un mundo que está detrás de otro, nadie se da cuenta, es como el mundo del vino. Me empecé a interesar, a poner atención en todo, yo vi cómo fue el entrenamiento con Cris y con Flor, luego el entrenamiento de Flor para el campeonato mundial

¿Seguiste de cerca ese campeonato mundial?
Cuando fue el campeonato mundial (en el que participó Flor de María Góchez, quien obtuvo el noveno lugar), yo me acuerdo que había ido a jugar fútbol. En eso me llamó don Federico para contarme que Flor había quedado en el noveno lugar, él estaba bien contento, porque doña Lily (Pacas, copropietaria) había quedado en el 23o. en un campeonato anterior, que fue una buena posición, para ser la primera vez que el país participaba. Luego Flor ya quedaba entre los 10 mejores baristas del mundo. Eso me motivó y me dieron más ganas de aprender. 

¿Ya estabas en entrenamiento?
En ese entonces ya era barista.

¿Y cómo es el entrenamiento de un barista?
Es bastante duro, uno empieza con la teoría, desde cero. Desde saber cuál es el origen del café, cómo se introdujo en América, cómo fue que se llevó a Europa, cómo es en cada cultura, cómo llegó a El Salvador, a Guatemala... Cuando ya las personas tienen ese conocimiento teórico, entonces comienza el conocimiento práctico, dejamos que prueben, que empiecen a hacer espressos, comenzamos a enseñar la técnica que nosotros conocemos para preparar cafés. Cada barista tiene su técnica, para dosificar, para tampear, les enseñamos lo que nosotros conocemos. Federico tiene su propia técnica, Flor también, yo tengo la mía, igual Daniel y Brian… dejamos que pasen tiempos con cada barista para que vean cómo se trabaja y agarren las mejores cosas de cada barista. 

¿A vos antes de entrar a esto te gustaba el café?

Era lo que es para muchos salvadoreños, lo que me tomaba en las mañanas.

¿Café Listo y pan para remojar…?

Ja, ja, ja... ¡Y tres cucharadas de azúcar, ja, ja, ja! “¡Mamá, qué rico te quedó el café!'... Así cabal, como cualquier salvadoreño. Me pareció bien curioso, pues después de saber que yo tomaba eso y después empezar a tomar cafés de verdad, todo cambió, de esto se trata, me dije. Al principio uno no lo acepta, pero después se empieza a dar cuenta uno.

¿Qué diferencias pueden existir entre tu técnica y la de Flor, por ejemplo?
Depende de cómo uno trate el café. Por ejemplo, si está muy fresco el café, o sea que tiene pocos días de tostado, tengo que entender que tengo que hacerlo un poquito más fino, quizá no todos los baristas saben eso. Para ser más claro: nosotros echamos el café en el portafiltros, el voladito de donde sale el espresso, después lo distribuimos dentro de la canasta, así sabes si sale una extracción pareja o no. Después de eso viene el tampeo. Quizá por el tema de las competencias uno llega a valorar el tiempo, porque en un competencia son 15 minutos, pero si uno pierde dos segundos y si al final te pasa algo, esos dos segundos valen oro. Yo soy más de movimientos rápidos, el tampeo solo lo hago dos veces. Lo aprieto una vez y ya, vámonos. Hay gente que se tarda más tiempo, lo ponen una vez, luego una segunda vez. (Hace con sus manos la imagen de cómo comprime dentro de la canasta).

¿Cómo le explicás a tu gente, a tus amigos, a qué te dedicás? Es decir, ¿cómo les explicás qué es un barista?

Yo les digo: un barista es como el bartender del café, de hecho la palabra barista significa bartender. Siendo un poquito más profundos, es como la última persona que toca el café antes de llegar al cliente, es una cadena muy larga la que hay detrás, pero el barista es el que le dice: aquí está. Es como terminar el trabajo.

Alejandro, junto al molino de café y junto a la máquina de espresso, preparando un capuchino.
Alejandro, junto al molino de café y junto a la máquina de espresso, preparando un capuchino.

 

Alejandro llegó un día a Viva Espresso sin tener idea del café... solo buscaba un empleo...
Alejandro llegó un día a Viva Espresso sin tener idea del café... solo buscaba un empleo...
 

Tu trabajo está lleno de expresiones muy poéticas… se habla de aromas, cuerpo, notas… es un vocabulario extraño. A muchos les suena a paja, si al final uno se toma el café y ya. ¿Cómo has metido esa idea de café a tu casa, con tus amigos?

No soy de estar explicando esas cosas, soy más de hechos. Lo que hago es llevar café a mi casa, a cada rato, de diferentes partes.

¿Tenés métodos para prepararles?
Tengo french press, la más común quizá, y ellos notan la diferencia. Tanto es el tema de este café, que le regalé a mi mamá dos libras de café, le duraron como mes y medio. Cuando se le acabó y empezó a tomar el que regularmente tomaba ya no le gustó. Me dijo que le llevara más.

Ja, ja, ja, la costumbre. Es parte de la vida cotidiana, es bien difícil volver al café malo.
Yo digo que es como la cerveza, como cuando uno prueba la Regia y una Corona, ya no querés regresar a Regia, bueno… no sé si sea la mejor analogía.

Yo tampoco, hay gente que dice que es mejor la Regia. Pero se entiende. 

Vaya, vamos a Regia y una cerveza artesanal.

Tranquilo, se entiende. 

Ja, ja, ja, no digo que la Regia sea mala, a lo que me refiero es a que hay mejor calidad. 


¿Qué cualidades descubriste en vos para entender que tenés ese talento? O, bueno, ¿qué descubrió el entrenador?
Es difícil hablar de uno, pero según lo que ellos me dijeron, es que yo soy bastante humilde, que lo hago por pasión, que el tema del café… es que cuando uno entra en este mundo se apasiona, tiene que ver también con que uno trabaja con gente apasionada, el entorno, como Federico y Lily, todos los demás baristas que siempre están tratando… “Hey mirá…" “Hey, probá esto”... Es ensayo, es gente que quiere ver qué viene después. A mí me gusta descubrir, estar preguntando, nunca me quedo con la duda, siempre trato de preguntar, de descubrir qué más se puede hacer. 


Suena algo tonta la pregunta si tomamos en cuenta que por ahora sos el mejor barista del mundo. Pero hablando de talento, lo mejor es descubrir para qué es bueno uno y cultivarlo. ¿Creés que el barismo es definitivamente lo tuyo o habrá otro talento que no has descubierto?

Honestamente creo que el café me cambió la vida, y de manera increíble. Siento que es la vocación que no conocía, me la dieron ellos.

¿Vas a cultivarte más en esta rama?

Sí, crecer. Hay solo 12 personas en el mundo que son campeones mundiales. Yo soy una de ellas. Ellos ahora son conocidos a nivel del mundo. Por ejemplo, el campeón mundial de 2004 se respeta como campeón mundial siempre. Las personas lo ven y lo respetan por los reconocimientos que él tiene. Igual con el campeón mundial del año pasado, ahora yo este año como campeón mundial... Si esto fuera una carrera solo hay 12 graduados en el mundo, ¿ya?.

¿Y tenés cuántos años en esto?
Cuatro años. 

 ¿Cómo son los demás baristas que conociste?
¿Los de diferentes partes del mundo?

Ajá. Por ejemplo: ¿Cómo es un barista japonés? Porque vi que había algunos en la competencia…
Los japoneses, por ser una cultura bien desarrollada, siento que ellos… por ejemplo, Raúl Ruedas, que quedó en segundo lugar en la competencia mundial, me dice...

¿El chapín?
Ajá, de Guatemala. Me dice: 'Tenés que ir a Japón. Tenés que ir a Japón'. En Japón a alguien que consigue un logro, un logro grande, ellos lo ven como una estrella, se podría decir. Él me dijo: 'Ellos te toman fotos hasta de los dedos de los pies si es posible'. Es bien emocionante porque, por ejemplo, este año yo no sabía nada, o sea este año yo llegué a la competencia, estaba armando mi mesa, y entonces se acercó todo el team de Japón a donde yo estaba, me saludaron, me dijeron: 'Vos sos toda una estrella en Japón'.

¡Uauu!
Y yo: 'Nooooo'. “Sí', me decían y me enseñaron una página web donde estaba yo. Eran como cuatro artículos sobre mí. O sea, fotos mías del campeonato mundial pasado, porque les encantó lo que hice en Londres el año pasado. O sea, no quedé en un lugar bueno, o sea, sí quedé en un lugar bueno porque estábamos en la semifinal de la competencia mundial, pero no como se había venido dando: Primero fue noveno con Flor, y luego undécimo conmigo. Ellos me decían que les había encantado lo que había hecho, de que me estaban echando porras por ese año.

En otro país no sé cómo funciona, pero me imagino que un japonés pasa su vida estudiando lo que vos aprendiste en un año. Hasta han de tener una universidad de barismo profesional o algo así...
Sí, en un montón de lados, en todos lados del mundo hay escuelas de barismo que son muy profesionales. Pues, yo siento que Viva Espresso es eso, una escuela de barismo, pero para nosotros, para Viva Espresso. 

¿Como ves al país en cuanto a la cultura del café?
Es sorprendente cómo El Salvador ha avanzado en tan poco tiempo. Nosotros nos podemos poner a debatir temas del café que son bien profundos con personas de Inglaterra que son los que quizás llevan la punta de la lanza, o con personas de Japón, de otras partes del mundo y estamos en el mismo nivel. Este año logramos el campeonato mundial, que no es nada fácil, son 53 países compitiendo por los mismos objetivos.

¿Inglaterra es el país más…?
Inglaterra es el que tiene como mayor... 

¿Prestigio?
Tradición. Tienen dos campeones mundiales. Han hecho otro campeón mundial de otro país ellos, trabajando con otras personas. Tienen el prestigio ese. Quedaron en sexto lugar este año.

Van tres salvadoreños quedando en las mejores posiciones, digamos, y entre ellos un campeón mundial en poco tiempo. ¿Qué percepción tiene ahora el mundo del café sobre El Salvador o sobre los salvadoreños?
Estamos en el ojo de todas las personas del mundo porque, de hecho, hay personas que todavía consideran que el café de El Salvador es malo, o sea, no malo, sino de que no tiene la calidad que tiene. No me recuerdo quién fue el que me preguntó: '¿Y ganaste con café de El Salvador?'. Le dije que sí, que con café de El Salvador. Es una pregunta como, o sea, “¿cómo pudiste ganar con ese café?'. Así la sentí yo. Porque piensan todavía que el café de El Salvador está en los niveles de calidad bajos que teníamos hace 15 años o 20 años. 

De café industrial.
Ajá. Ahora hay productores que están más comprometidos con el tema de calidad. Ellos saben que si hacen un producto de verdadera calidad, le pueden ganar a eso todavía más. Como que se apasionan con eso.

¿Los demás baristas de competencia qué café usan?
John Gordon, el inglés, él usó café de Sumatra, creo yo.

O sea, vos podrías haber usado cualquier café, de cualquier lado...
Sí. Es decisión del barista. Pero, por ejemplo, Grecia usó café de El Salvador, España y Canadá también. Hubo un montón de países que usaron café de El Salvador, porque de verdad el café de El Salvador está subiendo mucho de calidad. Vivo ejemplo de eso es que en la Taza de Excelencia (de este año) hubo 43 muestras, creo yo, en subasta. Por ejemplo, tres fincas entraron a la subasta internacional de la Taza de Excelencia, que es bastante. Creo que nunca se había dado aquí en El Salvador.

Y bueno, ya ha habido varias ocasiones en que el café salvadoreño es el que sale mejor preciado.
Sí, en la zona de Centroamérica sí, ya ha habido varias veces en que el café de El Salvador ha salido con mayor prestigio, de hecho, creo que hace tres años atrás, el café de la finca Los Planes quedó en la séptima posición de los cafés más caros del mundo y es un orgullo que sea salvadoreño, y tenerlo nosotros acá en Viva Espresso.

Alguien me contó que en tu tarjeta de presentación dice que sos tostador también.
Sí, de hecho, yo empecé a tostar antes que a competir.

¿Cómo así?
Yo comencé a competir en 2010, en 2009 yo ya estaba tostando. A todos los baristas les tratamos de enseñar todo. O sea, que aprendan de la mayor parte de este mundo. A mí me gustaba el tema del tostado porque es un paso antes de que el café llegue al barista. Entonces el tostado es donde se empiezan a desarrollar todos los sabores. Es como cocinar: el buen chef tiene que cocinar bien algo antes de servirlo. Entonces empecé a tostar, a saber cómo se tostaban las diferentes variedades de café. 

Ah, pero no es que sea tu especialidad, ni que te vas a dedicar a eso, ¿o sí?
No, no. Sí tengo conocimientos básicos de eso y sé que se pueden ampliar un montón más. De hecho, yo le ayudo a la tostadora que hay aquí, le ayudo a Federico también. Nos complementamos entre todos. Vemos qué funciona mejor, cómo funciona mejor.

¿El barista tiene que ser catador?
Sí.

Porque hace un tiempo entrevistamos a un catador, y él decía que para ser catador es algo que se trae fisiológicamente. Él hablaba de tener más papilas gustativas, cosas con las que se nace. Pero no sé qué tan cierto creés vos que sea eso...
Lo que pasa es que el paladar se adapta a lo que probés. Es decir, si estás acostumbrado a probar todos los días el mismo café, te acostumbrás a ese café. Cuando probás otro, lo sentís diferente. Es como un músculo. Entre más entrenás un músculo es como más resistente a algo o podés desarrollarte mejor en esa área. Entonces, si estás probando constantemente café y estás tratando de evaluarlo entonces vas desarrollándote. Es algo que con la edad se va desarrollando y vas empezando a distinguir sabores, por ejemplo, yo al principio al café no le sentía nada, fíjense, me decía: “¿Dónde está el chocolate? ¿Dónde está el caramelo?', pero conforme va pasando el tiempo uno va registrando.

¿Cuántos cafés de tomás al día?
Pues depende de dónde esté. Si estoy en mi casa, son pocos, si estoy en mi día libre, son dos o tres...

¿Y si estás trabajando?
Unas ocho tazas al día, depende de qué tan largo sea el día...

Ja, ja, ja... ¿pero qué tomás: un café americano o qué?
A mí me gusta bastante el café negro, me encantan los métodos, preparado en chemex, es bien especial. Ese método le da más control a la artesanía del barista: le controlás más las variables, controlás qué tan molido lo querés, qué tanta cantidad de agua, qué tanta presión de agua, qué tan caliente, o sea, el barista controla más las variables.

¿Pero te gusta el café que vos te hacés?
Sí, sí...

¿O el café que otro prepara? ¿Tenés un barista preferido para alguna preparación, es decir,  si querés un espresso, lo preferís por tal persona, o si es una prensa tal persona?
No, yo pruebo cafés de todos, y yo les digo, o sea, si alguien me sirve un café, yo le digo “hey, fijate que esta vez no estaba como la última vez que me lo serviste”, o si estaba rico, les digo: “hey, qué rico estaba este café”. Porque ya han habido ocasiones, como en La Gran Vía, donde Jackeline me preparó una drip una vez y estaba delicioso, pero delicioso. Es igual en Galerías, una vez Daniel me preparó también una drip que estaba dulce, lo probabas y decías 'no, esto no es café'.

Te preguntaba si te gusta el café que te preparás vos porque hay mucha gente que cocina y no le gusta probar lo que cocina.
¿En serio? No, yo tengo que, o sea, mi trabajo es eso, pues...

Cuando estás trabajando se entiende, ¿pero cuando es por placer?
Prefiero que otro lo haga... ja, ja, ja.

¿Qué placeres te das vos en tus días libres?
Me encanta comer.

¿O sea, cocinás, o te concinan?
Sí, regularmente. No acostumbro mucho hacerlo, pero sí me gusta salir con mis amigos y comer algo. Por ejemplo, soy fanático de las costillitas y me encantan las hamburguesas y eso...

Y tu grupo de amigos, ¿son de Viva, o los de la colonia?
Pues yo tengo amigos de todas partes, tengo amigos de la universidad, tengo amigos de mi colonia, que son con los que crecí, ya tengo 16 años de estar fregando con ellos. Me gusta ir a acampar, de hecho este fin de semana creo que vamos a ir a acampar. También tengo amigos acá, en Viva Expresso, o sea en todas partes.

¿Y cuáles son tus expectativas, no solo en Viva Expresso, sino que qué soñás en la vida?
Pues desde que tengo uso de razón, siempre he soñado con hacer algo mío, un patrimonio, hacer algo para mí y que me dure toda la vida.

¿Pondrías un café o un restaurante?
O sea, no sé, mi sueño es siempre como barista, pero yo siento que si lo hago lo haría de la mano con Viva Espresso. 

El sueño de todos es ser el mejor del mundo en lo que hacen, y vos ya sos el mejor barista del mundo... je, je, je... ¿Qué más podés querer, querés seguir concursando?
Sí se puede seguir concursando, pero los campeones mundiales son campeones mundiales y mejor se quedan como campeones mundiales, y no se exponen a que les ganen... de hecho, el segundo lugar, a veces ya no compite porque es tan difícil llegar hasta ahí...

¿Y vos ya decidiste si vas a seguir compitiendo?
No, ya no.

Y si ya sos campeón mundial, ¿qué estás haciendo para el nuevo reto?
Voy a seguir en Viva Espresso, tenemos más sueños nosotros como Viva Expresso, tenemos más metas...

Decís que ha cambiado bastante tu vida. ¿Cómo ha cambiado fuera del trabajo?
Bueno, uno tiene que aprender de cada cosa que viva, independientemente de si es buena o mala. A mí me tocó vivir cosas un poco difíciles antes y ahora que han pasado bastantes sucesos en mi vida, de las dos cosas, buenas y malas, las cosas buenas me las estoy tratando de disfrutar, tratando de tenerlas para mí, haciendo que mi familia las disfrute, que mis amigos las disfruten y las personas de Viva Espresso. Creo que este triunfo ellos se lo merecen mucho más que yo, o sea ellos han trabajado mucho más que yo en este tema, y para mí quizá fue como que me llegué a poner ahí enfrente e hice todo.

Pero no ha de ser tan fácil ponerse enfrente y hacer todo...
Ja, ja, ja, eso de controlar mis nervios, porque era un estadio lleno, no se pueden imaginar cuánta gente había el día de la final, y tratar de controlar tus nervios ahí, y hacer que las cosas te salgan bien, además era una competencia en inglés, tenía que expresarme así como yo hablo en español...

¿En inglés lo dijiste todo?
O sea, tenía que explicarte todo así como que fuera en español, y yo de inglés sé como un 60%.

¿Y los que no hablan inglés?
Los que no pueden hablar inglés lo hacen en español pero hay un intérprete porque la mayoría de personas y jueces solo entienden inglés. Entonces tiene que haber un intérprete, pero el intérprete no le pone la misma pasión a lo que vos estás diciendo.

¿Cuando fuiste a Londres era la primera vez que competías?
En campeonato mundial, sí.

¿Y ya habías tenido entrenamiento fuera del país?
Todo mi entrenamiento ha sido aquí adentro, atrás de esas máquinas.

Has ido a Londres, a Bogotá... ¿a dónde más te ha llevado el café?
Londres, Bogotá, Brasil, Argentina… Bueno, Argentina solo pasé… A Chile, a Nueva York y Guatemala.

¿Creés que aquí, como barista, llenarías un estadio?
O sea, no hablo de un estadio de fútbol como el Cuscatlán, sino de un estadio pequeño, pero había un montón de gente ahí, es increíble…

Ahora que es campeón mundial, es una estrella. En lo que falta del año irá a Rusia, Japón, Corea, Australia...
Ahora que es campeón mundial, es una estrella. En lo que falta del año irá a Rusia, Japón, Corea, Australia...

 

Se retira... Alejandro no volverá a competir como barista, porque quiere que su nombre quede escrito en el máximo peldaño del mundo... no se arriesgará a quedar de segundo en otra contienda.
Se retira... Alejandro no volverá a competir como barista, porque quiere que su nombre quede escrito en el máximo peldaño del mundo... no se arriesgará a quedar de segundo en otra contienda.

Tenés 24 años ahorita… ¿Vas a retomar los estudios de idiomas algún día o vas a hacer otra cosa?
Sí, quiero seguir estudiando idiomas, porque quiero aprender sobre otros idiomas, pero igual y quiero seguir en esto del café, seguir innovando. Yo soy el primer campeón de Latinoamérica, o sea el primer campeón de un país productor de café también. Entonces soy el primer campeón mundial hispano. La mayor dificultad que tiene la gente como yo, que quizá no somos tan buenos con el inglés, es que cuesta encontrar información, buena información, en español. Toda la buena información, todos los temas profundos y todos los temas concretos están en inglés. Entonces estuve tratando, llamándole a Federico y con unas personas de Inglaterra, de Irlanda, de Estados Unidos, que tienen blogs que son bien interesantes en ese tema y se aprende un montón. Entonces agarrar esos temas, los más interesantes que ellos tienen, y traducirlos al español y postearlos en mi blog y después poner la dirección de la página para que los baristas de toda Latinoamérica que no pueden hablar inglés empiecen a aprender.

¿Vos escribís?
No, todavía no, está difícil ahorita hacerlo, pero sí estamos pensando hacerlo. No sé, no lo he descubierto que maneje temas profundos.

¿Vos ya te sentís en capacidad de empezar, no solo de traducir sino que también de dar tus propias ideas?
Fijate que sí, yo quizás como que me menospreciaba... Aunque, bueno, no es que me menospreciaba, yo siempre he sido bien seguro de mí mismo, porque conozco mis habilidades y mis límites, porque yo siempre he considerado que todas las personas son iguales y Federico me lo decía: “Puya”, me decía, “vos no te sentís intimidado cuando tenés al campeón mundial a la par tuya”, cuando yo solamente era un competidor. “Vos te ponés y lo ves como que fuera cualquiera”, me decía. Lo que pasa es que él fue igual que yo, le digo, él ha aprendido igual que yo. Entonces, ¿por qué sentirme menos o más que él? Siempre he sido así en todos los aspectos de mi vida, y me menospreciaba en el sentido en que yo sentía que ellos tenían más conocimiento en algunas cosas y no opinaba mucho. Hace poco en Brasil fui a un tour en unas fincas, que era un premio de café, entonces en ese tour andaban los seis campeones regionales de los Estados Unidos y el campeón nacional de los Estados Unidos, e iban a invitar al campeón mundial, o sea, el campeón mundial era yo ja, ja, ja... andaba como con 13 personas americanas y yo, entonces, empecé a ver que ellos eran los campeones regionales de Estados Unidos y la competencia de Estados Unidos es casi una competencia mundial.

¿Los mejores baristas de los Estados Unidos son de grandes cadenas o no tiene nada que ver?
No, son de cafeterías así como Viva Espresso, son cafeterías, no son franquicias grandes sino que son cafeterías pequeñas que se basan nada más en el sentido de servir buen café, de tratar de cuidar la calidad, de ver siempre la artesanía del barista.

Si yo quisiera aprender, ¿Cuánto tiempo se tarda para ser barista?
Bueno, depende de qué tanto compromiso le den.

¿Tiene que ver con práctica?
Tiene que ver con práctica, pero también con conocimiento. O sea, vos podés ser el barista más hábil de todo el mundo pero si no tenés mucho conocimiento en el tema como que te cuesta.

¿Cómo es la relación de un barista con su entrenador?  ¿Qué especialidad tiene el entrenador?
En este caso Federico, que fue mi entrenador, y ha sido entrenador de los mejores baristas de acá para campeonato mundial, me empecé a llevar muy bien con él desde antes de empezar con el tema de competencia, empezamos a ser más amigos que otra cosa, nos sirvió mucho para conocernos, o sea, estábamos solo nosotros dos allá en ese país y él se convirtió en un buen amigo mío, lo considero uno de mis mejores amigos, lo conozco, él me conoce y él siempre ha estado ahí para mí, no solo en café sino que en temas de mi vida, me ha ayudado un montón y creo que eso nos ayudó también en la competencia. Tener la confianza de decirle esto no me gusta, no lo quiero hacer, o mire, si lo hacemos de esta manera creo que va a ser mejor. Igual él. Teníamos la confianza de decirnos cómo se pueden hacer bien las cosas.

¿Vos te sentís en la capacidad de entrenar a alguien? Porque imagino que van a seguir mandando gente a competir.
Sí, ojalá que se pueda seguir mandando a alguien, o sea independientemente de Viva Espresso o alguien del país, ojalá que se sigan haciendo competencias aquí a nivel nacional porque ahora ya El Salvador se posicionó, o sea ya saben que El Salvador es bueno, independientemente de si es Viva Espresso u otra cafetería, y pues, ese tema de entrenar a alguien más, siempre acá en Viva Espresso como ya te dije, lo bueno de acá es que no es una sola persona ordenando “vos vas a hacer esto”, sino que aquí es “¿qué pensás, Alejandro?” “¿Está bien?” “¿Qué piensa Federico, está bien?” “¿Qué pensás, Daniel?” Los que estábamos en el entrenamiento, de repente llamamos a los otros baristas y se les enseña lo que estamos haciendo, y ellos opinan, o sea bastantes ojos están viendo lo que nosotros estamos haciendo y así trabajamos.

Ahora sos un joven de 24 años que vive en un país como El Salvador, quizás el mundo del café es una pequeña parcela dentro de esta realidad, un país con violencia, con la historia que ha tenido. En ese sentido, fuera de este mundo del café, ¿cómo te sentís en este país?
Sí, estoy bien consciente de eso, pero yo siempre trato de tener un perfil bajo de todo, no me gusta llamar la atención, igual en la colonia, yo sigo siendo el mismo, yo no me considero… es más, mis amigos bromean, “puya, estoy a la par del campeón mundial”, cosas así. Yo no lo veo… sigo siendo yo, independiente de ese título, sigo siendo yo, sigo siendo el mismo con el que ellos crecieron. Con el tema de lo peligroso que pueda estar, yo siempre voy a sentir miedo de que sí algo va a pasar en Italia, en Rusia, en Japón y donde sea.

Pero, ¿te preguntan mucho eso fuera?
¿De que si tengo miedo viviendo aquí o algo así?

De la violencia…
Pues sí, El Salvador tiene su propia reputación afuera, pero hay países que tienen más reputación que El Salvador, y pues, más que de eso me preguntan de fincas, o si las playas son bonitas aquí, o cosas así…

¿Qué música oís?
Pues en el tema de la música si soy bien multifacético. Escucho casi de toda, la que voy descubriendo.

¿Tenés algún artista favorito?
Si es en español, quizás Ricardo Arjona, me gusta bastante. En inglés, me gusta The Killers, el grupo inglés, King of Lyon, Maná, Andrea Bocelli, cosas así…

¿Y qué hacés cuando salís a divertirte?
Pues, me gusta acampar, de hecho; me gusta jugar fútbol, me gusta salir a comer, hablar con mis amigos, qué sé yo…

¿Y tu película favorita? ¿O no te gusta el cine?
Sí, me encanta… me costaría decirte qué película es mi favorita porque disfruto casi de todo. Al cine voy casi cuando me da el horario, dos veces a la semana voy a ver una película. Pero vaya, mi película favorita… no sé si vieron Hachiko, es de un perrito con Richard Gere… “Siempre a tu lado”, creo que se llama en español.

No es tan nueva, ¿verdad?
Ajá, tiene como dos años, pero es de las películas que más me han gustado.

No la he visto, la voy a ver, je, je.
Sí, es buena.

¿No leés?
Cómo no, ahorita estoy leyendo. Pues el tema de la lectura no es como un tema tan viejo para mí, o sea, hasta hace unos años he empezado a leer bastante.

¿Qué te gusta leer?
Casi no tengo tiempo, pero sí, de repente, tengo mi libro y lo leo en estos viajes, porque los vuelos son algo tediosos, entonces sí, sí leo de vez en cuando. Más que todo he leído un montón de… bueno, yo digo un montón porque no he leído mucho también, de Paulo Coelho, ahorita estoy leyendo Padre Rico, Padre Pobre… pues eso.

¿Tenés mascota?
Sí, tengo un perro, un par de tortugas, un pescado…

¿Y tenés planes de casarte? 
Sí, creo que toda persona… o sea, no es que sí ya me voy a casar, pero sí me gustaría tener una familia, tener hijos, darles bastantes cosas a mis hijos. Vaya, por ejemplo, yo amo a mi papá, y él ha sido el mejor ejemplo que yo he tenido en términos de superación, de estar ahí siempre para la familia, y sí quiero ser cómo él, quiero tener un hijo y ser como él. Yo bromeo con él, creo que Dios me dio el mejor regalo dándome la familia que tengo, creo que el mejor que he tenido en ellos como amigos. Gracias a ellos yo soy quien soy, por eso estoy bien agradecido y por eso quiero hacer lo mismo con mis hijos.

(En eso llega Fréderick y comienzan a platicar sobre las fotografías que hay que tomarle a Alejandro y acuerdan que serán fotos posadas. Alejandro bromea que quizás se va a ver cansado porque viene de jugar fútbol. “Estuvo chivo, perdimos”, dice un campeón)

¿A dónde juegan fútbol?
Fijate que hace poco me metí en un equipo de fútbol, este era mi segundo partido ayer, perdimos pero eché un gol.

Sos bueno, entonces. En esa área necesitamos algún campeón también, ja, ja, ja.
Más o menos ja, ja, ja.

¿Sos delantero?
Delantero.

¿Y a qué equipo le vas aquí en El Salvador?
Al Alianza.

Je, je, je (Sergio ríe sospechosamente).
Soy fanático del Alianza como no tenés idea. Yo voy al estadio. Mi jefe es del FAS, ja, ja, ja.

Ahí tenían un problema.
En la final yo estaba en un lado del estadio y él estaba en el otro.

Y de…
¿España?

¿Sí?
Madrid. Súper Madrid.

Casi se me olvidaba preguntarte, ¿y a Rusia a qué vas?
Pues es un evento de café (International Coffee Festival - Moscow Russia), dentro de un evento de bandas militares en la Plaza Roja, y hay una empresa de café, que se llama Soyuz y que me ha invitado por ser el campeón mundial, y me han pagado todo, absolutamente todo, y entonces va a ser bien chivo porque este es un evento bien grande en Rusia. Es como… no podría compararlo con un evento acá, pero llegan 35 países, y van a haber cuatro estaciones de café ahí en esa plaza, con 35 mil personas, también habrá música, artistas, gente VIP, y como que la atracción principal para ellos voy a ser yo, ja, ja, ja.

¿En serio? Qué raros son los rusos... ja, ja, ja.
Sí, je, je. Entonces va a haber campeones nacionales de Grecia, de Estados Unidos, o campeones de Eslovaquia, campeones de Italia, de Rusia.

Qué chivo suena.
Sí.

¿Y tenés más planes de viaje?
Sí, ahorita tengo un montón de planes de viaje en la agenda. Primero está Rusia, después está Japón, después está Italia, después está Australia. Después está Corea. Este año solo esos tengo. Me han invitado a Qatar también.

¿Solo esos? Ja, ja, ja (y parece que le recordamos que tiene mucho que hacer)
Ok, bueno... Si quieren procedan con las fotos. 

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