Tokio, JAPÓN. Japón proseguirá con la caza de ballenas, una actividad que “forma parte de nuestra cultura”, declaró a la agencia AFP el ministro japonés de Agricultura y Pesca, Yoshimasa Hayashi: “Es una cultura y una larga tradición histórica. Japón es una isla y conseguir proteínas en el océano es importante para la alimentación”.
“Soy de Shimonoseki”, un puerto pesquero del oeste de Japón de donde salen muchos buques balleneros hacia la Antártida, recordó Hayashi.
“Nunca hemos dicho que todo el mundo debía comer ballena. En todo caso, ¿por qué no ponerse de acuerdo en torno a nuestros desacuerdos? Tenemos nuestra cultura que no es la de ustedes”, dijo el ministro.
Las críticas internacionales contra Japón “son ataques culturales, son prejuicios sobre la cultura japonesa”, agregó.
“En algunos países comen carne de perro, en Corea por ejemplo. En Australia se come canguro. Nosotros no comemos esos animales, pero sin embargo no les pedimos que dejen de hacerlo porque entendemos que forma parte de su cultura. Por eso digo: por favor comprendan la nuestra”, dijo Hayashi.
La posición de Japón “nunca varió” con relación a la Comisión Ballenera Internacional (CIB), por lo cual “no creo que Japón termine con la caza de ballenas”, dijo el ministro.
En las últimas semanas, balleneros japoneses y los barcos de la asociación ecologista Sea Shepherd se han enfrentado en altamar.
La CBI prohíbe la caza comercial de ballenas, pero tolera la caza de los balleneros japoneses con fines de investigación, aunque la carne de ballena termina en los escaparates.
Pugna con ecologistas
La oenegé Sea Shepherd aseguró el pasado 20 de febrero que un ballenero japonés chocó voluntariamente contra varios de sus barcos, en el peor enfrentamiento en los últimos tres años entre pescadores japoneses y ecologistas. “Hubo un ataque escandaloso contra los barcos de Sea Shepherd Australia por parte de un barco fábrica que chocó voluntariamente contra estos navíos”, dijo Bob Brown, uno de los directores de la campaña ecologista.
Según la asociación, el Nisshin Maru chocó contra el Steve Irwin y el Bob Barker, dos de las cuatro embarcaciones que a finales de 2012 zarparon para impedir la caza de ballenas durante la temporada nipona de captura.
El Bob Barker quedó atrapado en medio del ballenero japonés y de un petrolero surcoreano que le estaba abasteciendo y en el choque quedó destruido un bote salvavidas del petrolero, explicó Bob Brown.
El Nisshin Maru chocó varias veces contra el Bob Barker, destruyó uno de sus radares, todos sus mástiles y provocó un corte de electricidad, añadió Sea Shepherd en un comunicado.
Australia se opone a la pesca de las ballenas y en 2010 presentó una demanda ante el Tribunal Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya para impedir que Japón siga pescando este animal.
© Agence France-Presse