Managua, NICARAGUA. El ministro de Defensa ruso, Serguei Shoigu, afirmó el pasado 26 de febrero a la agencia noticiosa RIA Novosti que Rusia planeaba ampliar su presencia militar en varios países, incluyendo a Venezuela, Cuba y Nicaragua, con la instalación de bases para abastecer de combustible a los aviones militares rusos.
La información causó inquietud en sectores de oposición, empresariales y religiosos de Nicaragua, que advirtieron que la Constitución del país prohíbe la instalación de bases militares extranjeras.
“¿De qué preocupaciones se habla?”, dijo este miércoles el embajador ruso en Managua, Nicolai Vladimir. Los nicaragüenses “por el momento no tienen de qué preocuparse”, agregó el diplomático. “Yo no conozco esas negociaciones, hay muchas especulaciones”, afirmó a periodistas después de participar en una actividad del Ejército nicaragüense.
En la misma línea se pronunció el pasado 4 de marzo el jefe del Ejército nicaragüense, general Julio Avilés, quien señaló que la Constitución solo permite el “tránsito” por el país de fuerzas y medios militares extranjeros con fines humanitarios o de adiestramiento.
Sin embargo, hasta ahora ni Moscú ni Managua han aclarado si existen conversaciones encaminadas a facilitar el tránsito de aviones rusos por territorio nicaragüense, en el marco de la cooperación que ambos países reactivaron en 2007.
Al respecto, el jefe del ejército nicaragüense se limitó a decir este miércoles que Nicaragua tiene “excelentes relaciones con las Fuerzas Armadas de Rusia”, como las tiene con Taiwán, Francia, México, Venezuela y Cuba.
“El principal material militar que tenemos en el Ejército es de fabricación rusa (...), de tal manera que los lazos con la Federación de Rusia son fuertes”, explicó el jefe militar.
© Agence France-Presse