{"code":"17566","sect":"Nacionales","sect_slug":"nacionales","hits":"5338","link":"https:\/\/elfaro.net\/es\/2000\/noticias\/17566","link_edit":"","name":"Migrar a Los \u00c1ngeles para ser indigente","slug":"migrar-a-los-angeles-para-ser-indigente","info":"\u00bfSe imagina a un hombre que por las noches duerme en un parque enviando $100 a su familia cada mes? \u00bfCuando piensa en el sue\u00f1o americano se le viene a la cabeza un hombre a la intemperie en un monte? Los \u00c1ngeles es la ciudad con m\u00e1s migrantes salvadore\u00f1os en el mundo, jornaleros muchos de ellos. Es tambi\u00e9n la ciudad con m\u00e1s indigentes en Estados Unidos. Muchas veces, las dos cosas no son distintas: jornalero e indigente.","mtag":"Migraci\u00f3n","noun":{"html":"Texto: \u00d3scar Mart\u00ednez. Fotos: Edu Ponces\/Ruido Photo","data":{"texto-oscar-martinez-fotos-edu-ponces-ruido-photo":{"sort":"","slug":"texto-oscar-martinez-fotos-edu-ponces-ruido-photo","path":"texto_oscar_martinez_fotos_edu_ponces_ruido_photo","name":"Texto: \u00d3scar Mart\u00ednez. Fotos: Edu Ponces\/Ruido Photo"}}},"view":"5338","pict":{"cms-image-000023251-jpg":{"feat":"0","sort":"23251","name":"cms-image-000023251.jpg","link":"https:\/\/elfaro.net\/images\/cms-image-000023251.jpg","path":"https:\/\/elfaro.net\/images\/cms-image-000023251.jpg","back":"","slug":"cms-image-000023251-jpg","text":"<p>El parqueo del Home Depot situado en el distrito de Westlake de Los \u00c1ngeles es uno de los puntos m\u00e1s concurridos por los jornaleros indocumentados. En estos lugares es habitual encontrar m\u00e1s de un centenar de hombres ofreciendo sus servicios a los veh\u00edculos que llegan al parqueo. Los bajos sueldos hacen que muchos angelinos contraten este tipo de trabajadores para obras y reformas en sus casas.\u00a0<\/p>","capt":"\u003Cp\u003EEl parqueo del Home Depot situado en el distrito de Westlake de Los \u00c1ngeles es uno de los puntos m\u00e1s concurridos por los jornaleros indocumentados. En estos lugares es habitual encontrar m\u00e1s de un centenar de hombres ofreciendo sus servicios a los veh\u00edculos que llegan al parqueo. 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Se calcula que en la ciudad de Los \u00c1ngeles hay cerca de 26 mil personas sin hogar, muchas de ellas inmigrantes indocumentados.\u00a0\u003C\/p\u003E"},"cms-image-000023256-jpg":{"feat":"0","sort":"23256","name":"cms-image-000023256.jpg","link":"https:\/\/elfaro.net\/images\/cms-image-000023256.jpg","path":"https:\/\/elfaro.net\/images\/cms-image-000023256.jpg","back":"","slug":"cms-image-000023256-jpg","text":"<p>Una de las calles de Skid Row, en el centro de Los \u00c1ngeles. Este barrio, situado a pocos metros de edificios de oficinas y costosos restaurantes, tiene una poblaci\u00f3n estable de entre 3 mil y 6 mil personas sin hogar. Aunque la mayor parte de estos indigentes son nacidos en Estados Unidos, muchos inmigrantes indocumentados terminan durmiendo en sus calles o en alguna de las misiones ben\u00e9ficas de la zona.\u00a0<\/p>","capt":"\u003Cp\u003EUna de las calles de Skid Row, en el centro de Los \u00c1ngeles. Este barrio, situado a pocos metros de edificios de oficinas y costosos restaurantes, tiene una poblaci\u00f3n estable de entre 3 mil y 6 mil personas sin hogar. Aunque la mayor parte de estos indigentes son nacidos en Estados Unidos, muchos inmigrantes indocumentados terminan durmiendo en sus calles o en alguna de las misiones ben\u00e9ficas de la zona.\u00a0\u003C\/p\u003E"},"cms-image-000023261-jpg":{"feat":"0","sort":"23261","name":"cms-image-000023261.jpg","link":"https:\/\/elfaro.net\/images\/cms-image-000023261.jpg","path":"https:\/\/elfaro.net\/images\/cms-image-000023261.jpg","back":"","slug":"cms-image-000023261-jpg","text":"<p>Henry Mej\u00eda, un nicarag\u00fcense que ha vivido 36 a\u00f1os en Estados Unidos, se lamenta mientras relata su historia el d\u00eda de su 65o. cumplea\u00f1os. Henry vive pr\u00e1cticamente a la intemperie, con solo una sombrilla como techo y con algunos pedazos de tela como paredes. \"Estoy en el hoyo\", dice, en referencia a su vida hoy comparada con la que tuvo hace a\u00f1os, cuando lleg\u00f3 a suelo estadounidense.\u00a0<\/p>","capt":"\u003Cp\u003EHenry Mej\u00eda, un nicarag\u00fcense que ha vivido 36 a\u00f1os en Estados Unidos, se lamenta mientras relata su historia el d\u00eda de su 65o. cumplea\u00f1os. Henry vive pr\u00e1cticamente a la intemperie, con solo una sombrilla como techo y con algunos pedazos de tela como paredes. \"Estoy en el hoyo\", dice, en referencia a su vida hoy comparada con la que tuvo hace a\u00f1os, cuando lleg\u00f3 a suelo estadounidense.\u00a0\u003C\/p\u003E"},"cms-image-000023270-jpg":{"feat":"0","sort":"23270","name":"cms-image-000023270.jpg","link":"https:\/\/elfaro.net\/images\/cms-image-000023270.jpg","path":"https:\/\/elfaro.net\/images\/cms-image-000023270.jpg","back":"","slug":"cms-image-000023270-jpg","text":"","capt":""},"cms-image-000037601-jpeg":{"feat":"1","sort":"37601","name":"cms-image-000037601.jpeg","link":"https:\/\/elfaro.net\/images\/cms-image-000037601.jpeg","path":"https:\/\/elfaro.net\/images\/cms-image-000037601.jpeg","back":"","slug":"cms-image-000037601-jpeg","text":"","capt":""}},"pict_main__sort":37601,"date":{"live":"2015\/11\/24"},"data_post_dateLive_YY":"2015","data_post_dateLive_MM":"11","data_post_dateLive_DD":"24","text":"\u003Cp\u003ELos jornaleros celebran hoy un cumplea\u00f1os en el Centro Laboral de Pasadena, California. Es 9 de junio de 2015, un d\u00eda soleado, y m\u00e1s de dos decenas de jornaleros cantan alrededor de un pastel. \u201cSople si todav\u00eda puede, viejito\u201d, dice un migrante mexicano a Henry Mej\u00eda. El migrante nicarag\u00fcense de pelo cano sopla y algunos jornaleros empujan su cabeza y la entierran en el pastel. R\u00eden. Sacan platos de queso nicarag\u00fcense y de gallo pinto. Henry celebra sus 65 a\u00f1os de vida y sus 36 a\u00f1os de haber llegado como indocumentado a Estados Unidos. Celebrar\u00e1 un rato m\u00e1s, luego tomar\u00e1 un bus hacia la ciudad de Los \u00c1ngeles, donde subir\u00e1 un cerro cercano al estadio de los Dodgers, se meter\u00e1 entre unos \u00e1rboles y se acostar\u00e1 en una colchoneta en la tierra, a la intemperie. En su casa.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003E\u003Cbr\/\u003E \u003Cfigure class=\"pict pict_land pict_move_posc 0 cs_img cs_img--curr rule--ss_c\" data-shot=\"pict\" data-hint=\"pict\"\u003E \u003Cdiv class=\"pict__pobj text-overflow\"\u003E\u003Cimg src=https:\/\/elfaro.net\/get_img?ImageWidth=960&ImageHeight=640&ImageId=23261 class=\"pobj\" style=\"max-width: 100%\" rel=\"resizable\" alt=\"Henry Mej\u00eda, un nicarag\u00fcense que ha vivido 36 a\u00f1os en Estados Unidos, se lamenta mientras relata su historia el d\u00eda de su 65o. cumplea\u00f1os. Henry vive pr\u00e1cticamente a la intemperie, con solo una sombrilla como techo y con algunos pedazos de tela como paredes. \"Estoy en el hoyo\", dice, en referencia a su vida hoy comparada con la que tuvo hace a\u00f1os, cuando lleg\u00f3 a suelo estadounidense.\u00a0\" \/\u003E\u003C\/div\u003E \u003Cfigcaption class=\"pict__text cs_img_caption folk_content typo_buttons line--ss_s0c line--ss_s0c--auto block full-width text-overflow rule--ss_l relative\"\u003E \u003Cdiv class=\"__content block-inline full-width align-top tint-text--idle relative\"\u003E Henry Mej\u00eda, un nicarag\u00fcense que ha vivido 36 a\u00f1os en Estados Unidos, se lamenta mientras relata su historia el d\u00eda de su 65o. cumplea\u00f1os. Henry vive pr\u00e1cticamente a la intemperie, con solo una sombrilla como techo y con algunos pedazos de tela como paredes. \"Estoy en el hoyo\", dice, en referencia a su vida hoy comparada con la que tuvo hace a\u00f1os, cuando lleg\u00f3 a suelo estadounidense.\u00a0 \u003Cdiv class=\"photographer text_italic rule--ss_l tint-text--idle\"\u003E \u003C\/div\u003E \u003C\/div\u003E \u003C\/figcaption\u003E \u003C\/figure\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp align=\"center\"\u003E***\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003ELos \u00c1ngeles es la capital de los indigentes en Estados Unidos. La ciudad con m\u00e1s salvadore\u00f1os migrantes (unos 800,000 en el Condado) es tambi\u00e9n la ciudad con m\u00e1s personas sin casa en todo ese enorme pa\u00eds. Henry es uno m\u00e1s de los casi 26,000 indigentes que deambulan por la ciudad de L.A. (y casi 45,000 en el Condado). Aunque lo m\u00e1s probable es que Henry no haya sido contado en esas cifras.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EEn septiembre de este a\u00f1o, el Concejo Municipal de Los \u00c1ngeles se declar\u00f3 en estado de emergencia y pidi\u00f3 $100 millones para paliar el problema de los indocumentados que hacen que algunas de sus calles parezcan campos de refugiados. La informaci\u00f3n proviene de un estudio realizado por el Servicio para Desamparados de la ciudad que concluye que a d\u00eda de hoy hay 12% m\u00e1s de indigentes que hace dos a\u00f1os. Seg\u00fan un art\u00edculo del peri\u00f3dico hispano La Opini\u00f3n, esa entidad calcula que hay unos 5,400 latinos entre esas decenas de miles de personas sin hogar. Aunque los mismos voceros reconocen que seguramente se trata de un subregistro por una raz\u00f3n omnipresente en la vida de miles de centroamericanos que andan por all\u00e1: ser indocumentado es desaparecer, no contar, no pasearse por las estad\u00edsticas gubernamentales.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EExpertos consultados por el diario \u003Cem\u003ELos Angeles Times\u003C\/em\u003E identificaron en septiembre tres razones para que tanta gente tenga que vivir en la calle, en los montes: alquileres altos, bajos salarios y alto desempleo. Un c\u00f3ctel de razones que se tragan a diario los indocumentados centroamericanos que se hacen llamar jornaleros.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EJornaleros: hombres y mujeres que trabajan por jornal, por horas, por d\u00edas, y que negocian el pago con el patr\u00f3n de turno.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EEs, entre las castas del migrante, el trabajador de m\u00e1s abajo. El que no tiene empleo fijo ni salario fijo ni patr\u00f3n fijo ni oficina fija. Trabajadores esquineros les llaman tambi\u00e9n. Son los migrantes que tienen lo que sus manos pueden hacer. Pintores, alba\u00f1iles, cargadores, empleadas dom\u00e9sticas, jardineros.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EMiles de personas que se mueven por un sistema de Centros Laborales y esquinas de los almacenes Home Depot buscando una jornada de trabajo. Son el alma del mundo migrante, el punto cero desde donde se construyeron mejores tiempos para muchos.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003ETrabajan, comen. Trabajan, pagan un cuarto.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003ESi no, a la calle.\u00a0\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003E\u003Cbr\/\u003E \u003Cfigure class=\"pict pict_land pict_move_posc 0 cs_img cs_img--curr rule--ss_c\" data-shot=\"pict\" data-hint=\"pict\"\u003E \u003Cdiv class=\"pict__pobj text-overflow\"\u003E\u003Cimg src=https:\/\/elfaro.net\/get_img?ImageWidth=953&ImageHeight=640&ImageId=23251 class=\"pobj\" style=\"max-width: 100%\" rel=\"resizable\" alt=\"El parqueo del Home Depot situado en el distrito de Westlake de Los \u00c1ngeles es uno de los puntos m\u00e1s concurridos por los jornaleros indocumentados. En estos lugares es habitual encontrar m\u00e1s de un centenar de hombres ofreciendo sus servicios a los veh\u00edculos que llegan al parqueo. Los bajos sueldos hacen que muchos angelinos contraten este tipo de trabajadores para obras y reformas en sus casas.\u00a0\" \/\u003E\u003C\/div\u003E \u003Cfigcaption class=\"pict__text cs_img_caption folk_content typo_buttons line--ss_s0c line--ss_s0c--auto block full-width text-overflow rule--ss_l relative\"\u003E \u003Cdiv class=\"__content block-inline full-width align-top tint-text--idle relative\"\u003E El parqueo del Home Depot situado en el distrito de Westlake de Los \u00c1ngeles es uno de los puntos m\u00e1s concurridos por los jornaleros indocumentados. En estos lugares es habitual encontrar m\u00e1s de un centenar de hombres ofreciendo sus servicios a los veh\u00edculos que llegan al parqueo. Los bajos sueldos hacen que muchos angelinos contraten este tipo de trabajadores para obras y reformas en sus casas.\u00a0 \u003Cdiv class=\"photographer text_italic rule--ss_l tint-text--idle\"\u003E \u003C\/div\u003E \u003C\/div\u003E \u003C\/figcaption\u003E \u003C\/figure\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp align=\"center\"\u003E***\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EHenry camina unos 10 minutos para subir hasta su lugar. Retira ramas y espinas, porque no sube por los senderos hechos para los caminantes, sino por el monte. Hay diez champas m\u00e1s en esta cara del monte. Henry tiene de vecinos a un latino que se viste de payaso y a un sinaloense jornalero.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003ESu casa es un pedacito de tierra de no m\u00e1s de 5 por 5 metros. Algunas cacerolas, un colch\u00f3n tirado, una manta y una sombrilla bajo la que alguien deber\u00eda tomarse un c\u00f3ctel en la terraza de un restaurante playero. Su casa no llega a champa. Es un pedazo de tierra con cosas desparramadas.\u00a0\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003E\u2014Estoy en el hoyo \u2014dice Henry.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EEst\u00e1. No estuvo. Ahora est\u00e1. Desde hace m\u00e1s de dos a\u00f1os est\u00e1 en el hoyo. As\u00ed es esto de ser migrante.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EHenry lleg\u00f3 en 1979 tras la entrada del sandinismo en Managua. Tuvo permisos laborales (la administraci\u00f3n Reagan habilit\u00f3 permisos para los nicarag\u00fcenses que se iban a causa del sandinismo). Lleg\u00f3 a ganar $11.50 por hora en Minneapolis, pero con los a\u00f1os y la salida de los sandinistas del poder en 1990 el inter\u00e9s de Estados Unidos por los nicarag\u00fcenses decreci\u00f3. A muchos no les renovaron ese permiso laboral. Henry entre ellos.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003ELa geopol\u00edtica tambi\u00e9n jode a indocumentados en las calles de Estados Unidos.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EVivir de permisos temporales es un limbo. Estados Unidos los renueva a\u00f1o tras a\u00f1o hasta que un a\u00f1o deja de hacerlo. Migrantes que tienen una vida hecha \u2013como muchos de los m\u00e1s de 230,000 salvadore\u00f1os acogidos al TPS. O tepecianos, como se llaman a s\u00ed mismos- de repente se convierten en indocumentados.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EHenry empez\u00f3 a descender. Se mud\u00f3 a Los \u00c1ngeles hace unos cinco a\u00f1os, con su hermana, que vive en San Buenaventura, a unos 100 kil\u00f3metros de la ciudad. Pero all\u00e1 hab\u00eda poco trabajo y a Henry la idea de ser \u201cun arrimado\u201d lo perturbaba. Minti\u00f3 a su hermana. Dijo que ten\u00eda un trabajo y que compartir\u00eda un cuarto con otros migrantes. Desde entonces, lav\u00f3 platos, trabaj\u00f3 en f\u00e1bricas, de jardinero, ayudante de constructor, carg\u00f3 bolsas afuera de supermercados y lava llantas en el parqueo del estadio cuando los Dodgers juegan b\u00e9isbol.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EHoy por hoy, llega a las 6 cada ma\u00f1ana al Centro Laboral de Pasadena, un centro de la Red Nacional de Jornaleros que ofrece un espacio para no estar en una esquina, arriesg\u00e1ndose a una redada o al timo de un patr\u00f3n malintencionado. En esos centros cada patr\u00f3n que busca a un jornalero debe identificarse.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EA veces trabaja, a veces no. De hecho, la mayor parte de veces, no. Calcula que tres d\u00edas cada semana logra unas horas. Cena una galleta o un taco. \u201cEstiro los d\u00f3lares\u201d, dice. Volver no es una opci\u00f3n real. Nicaragua es un recuerdo lejano. La vida adulta de Henry ha transcurrido m\u00e1s en Estados Unidos que donde naci\u00f3.\u00a0\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003E\u2014Estoy en el hoyo \u2014repite Henry debajo de la sombrilla que rescat\u00f3 de un contenedor de basura en la calle Broadway.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003E\u2014\u00bfQu\u00e9 te ha dado Estados Unidos, Henry?\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003E\u2014Nada. Tengo m\u00e1s de 30 a\u00f1os buscando el sue\u00f1o americano. Es una vil mentira. No me puedo pagar ni una renta. O quiz\u00e1 puedo pagar un mes, \u00bfpero de qu\u00e9 me sirve si el mes siguiente me tiran a la calle?\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp align=\"center\"\u003E***\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003ELa renta. \u201cLa maldita renta\u201d, refunfu\u00f1an muchos jornaleros.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003E\u201cLa vivienda es lo que jode al jornalero\u201d, dice \u00c1ngel Olvera, mexicano treinta\u00f1ero, coordinador del Centro Laboral al que va Henry a diario. \u201cCon suerte, por $350 te consigues un cuartillo\u201d. Con suerte, en Pasadena, habr\u00eda que agregar. Cerca del centro de Los \u00c1ngeles con $350 no se renta ni una pocilga compartida.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003ELlaman por tel\u00e9fono. Atiende \u00c1ngel. Informa que el m\u00ednimo para contratar a un trabajador es por cuatro horas y que se paga a $15 la hora \u2013aunque aceptan negociar hasta $12 y menos de cuatro horas si es necesario. Algo es mejor que nada-.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EHay 500 jornaleros inscritos en este centro, la mayor\u00eda mexicanos y centroamericanos (el 70% seg\u00fan \u00c1ngel). Unos pocos estadounidenses, negros casi todos, y algunos chinos y coreanos. Llegan cada d\u00eda unos 50 de esos jornaleros. El mayor de los que est\u00e1n hoy tiene 70 a\u00f1os y el menor tiene 18. Un buen d\u00eda, seg\u00fan \u00c1ngel, \u201cel m\u00e1s ching\u00f3n de los d\u00edas\u201d, 38 jornaleros salieron a trabajar. Normalmente se van unos 14 de la lista que se hace a las 6 de la ma\u00f1ana. Se anotan los que est\u00e9n puntuales. Se meten sus nombres en un bote. Cuando llega un patr\u00f3n, \u00c1ngel saca un papelito con un nombre de ese bote. Si esa persona no sabe hacer el trabajo que el patr\u00f3n se busca, saca otro papelito, y as\u00ed. Unas ocho mujeres llegan cada ma\u00f1ana a la espera de que salgan trabajos de limpiar casas. \u00c1ngel cuenta que para ellas es a\u00fan peor. Sale a trabajar una cada d\u00eda.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003E\u2014Para mucha gente ser jornalero es haber ca\u00eddo en el fondo del pozo. De aqu\u00ed es muy dif\u00edcil que puedas mantener a tu familia. Ahora, hay muchos a los que les gusta trabajar solo dos d\u00edas y llev\u00e1rsela al suave, pero la barrera m\u00e1s grande es no tener estatus legal.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EEl problema es que un jornalero promedio es alguien que acumula problemas. No logra pagar una renta, no se hace m\u00e1s joven ni menos indocumentado con el paso del tiempo. Es m\u00e1s, lo que ocurre es que muchos tienen ya un disco de la espalda da\u00f1ado o un hombro y solo pueden tomar ciertos trabajos. O se acostumbran a vivir con lo ganado en algunas horas trabajadas a la semana y una red de asistencialismo que va de centros laborales a albergues para indigentes. Migrantes con estilo de vida de desamparados.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp align=\"center\"\u003E***\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EEntra un patr\u00f3n al Centro Laboral de Pasadena. Un hombre blanco. \u00c1ngel saca un numerito del bote del sorteo. Grita un nombre. Se para un se\u00f1or moreno, bajito, con sombrero. No puede tener menos de 60 a\u00f1os. Aparenta m\u00e1s de 70. El patr\u00f3n blanco lo voltea a ver y hace un gesto negativo con la cabeza. El se\u00f1or moreno se vuelve a sentar. \u00c1ngel saca otro n\u00famero. Grita otro nombre. Se para un migrante treinta\u00f1ero. Se va con el patr\u00f3n blanco.\u00a0\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003ELos jornaleros conversan en el centro, toman caf\u00e9, tocan guitarra. Esperan. Levantan todos la mirada cada vez que entra un patr\u00f3n. Se decepcionan los que no escuchan su nombre. Ven un rato algo en internet en las tres computadoras del centro. Toman m\u00e1s caf\u00e9. Tocan guitarra. Esperan.\u00a0\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EEl centro les procura lo que puede: algunas clases de ingl\u00e9s, algunas charlas, algunas proyecciones de pel\u00edculas. El centro hace malabares con el poco presupuesto que les da la municipalidad de Pasadena.\u00a0\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EEn una esquina del centro dormita el salvadore\u00f1o Nelson, de 45 a\u00f1os. Lleg\u00f3 a los 18, siguiendo a sus hermanos, que huyeron de la guerra.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003ENelson no sab\u00eda hacer ning\u00fan trabajo de obrero. Viv\u00eda con su hermana y le ayudaba a cuidar a sus hijos por algunos d\u00f3lares y techo. Nelson se acompa\u00f1\u00f3 y su hermana le pidi\u00f3 que se fuera. Uno en casa, bien. Dos en casa es demasiado. Porque aqu\u00ed en Los \u00c1ngeles, cuando se habla de casa, se habla de un cuarto compartido normalmente; de un cuarto y una sala compartidos, con suerte; de una casita para el migrante suertudo que ya tiene papeles desde hace algunos a\u00f1os.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003ELa familia es un flotador fundamental para no caer en el hoyo angelino, pero es un flotador que aguanta poca carga. Y aqu\u00ed se aplican a rajatabla las reglas de la flotaci\u00f3n: mientras menos carga, m\u00e1s se respira; m\u00e1s carga y te hundes. Te vas al fondo. A veces, la carga es carga querida, pero carga al fin: hermanos, padres, hijos.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003E\u2014Logr\u00e9 agarrar un depa en 1994 all\u00e1 en Lincoln Heights, cerca del parque de La Raza, pero con los \u003Cem\u003Ebiles\u003C\/em\u003E llegaba a 1,000.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003ELos \u003Cem\u003Ebiles\u003C\/em\u003E, otra palabra b\u00e1sica en el diccionario migrante. Las cuentas, los recibos, las facturas de luz, de agua, de cable.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003ECon el tiempo -y el tiempo ac\u00e1 pasa r\u00e1pido- tuvo tres hijos con una mexicana que ya ten\u00eda tres hijos. Esa mexicana llev\u00f3 a vivir a su casa a una cu\u00f1ada y varios sobrinos. Llegaban a ser m\u00e1s de 12 en algunas ocasiones.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003E\u2014Yo digo que un departamento de una sola rec\u00e1mara es solo para una pareja \u2014reflexiona Nelson.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EAquello parec\u00eda una cuadra militar. Dos literas, una cama matrimonial, una divisi\u00f3n de tablaroca que part\u00eda la sala repleta de colchones.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EHubo problemas. Ten\u00eda que haber problemas. Nelson termin\u00f3 echando a los sobrinos de su mujer, ya mayores de 15 a\u00f1os, porque una de sus hijas de seis los acus\u00f3 de insultarla y desnudarla.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EMucha gente. Muy poco espacio.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EAlgunas de las organizaciones que trabajan con indocumentados aseguran que este es uno de los principales males que acompa\u00f1a el hacinamiento en Los \u00c1ngeles. El abuso sexual de menores de edad es com\u00fan en apartamentos donde la privacidad es m\u00e1s escasa que el aire fresco.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003ELa discusi\u00f3n de los sobrinos no termin\u00f3 ah\u00ed. Nelson ten\u00eda dos trabajos entonces, uno de coser en una f\u00e1brica que lo ten\u00eda ocupado de 8 de la ma\u00f1ana a 3 de la tarde, y otro de vigilante que llenaba su tiempo hasta las 3 de la madrugada. La tolerancia y el cansancio son enemigos.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EHubo gritos. Hubo insultos. Hubo amenazas.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003ELa mujer de Nelson decidi\u00f3 irse con sus hijos. Si mi familia se va, yo tambi\u00e9n, le dijo. Luego ocurri\u00f3 algo que Nelson no relata directamente, pero que no es dif\u00edcil de intuir.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003E\u2014Lleg\u00f3 la Polic\u00eda, me acusaron de violencia dom\u00e9stica.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003ETermin\u00f3 seis meses en la c\u00e1rcel del condado.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003ESali\u00f3 como normalmente se sale de una c\u00e1rcel: peor que como se entra. Su familia desapareci\u00f3 y no la ha vuelto a ver. Ya no ten\u00eda casa. Ten\u00eda depresi\u00f3n, ansiedad y estr\u00e9s. Nelson viaja con una enorme bolsa de pl\u00e1stico en su mochila donde guarda ocho botes de pastillas para el dolor y la ansiedad. Naproxen, Ciclobenzaprina, Venlafaxine\u2026\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EEntr\u00f3 pobre, sali\u00f3 indigente. Nelson no es deportado porque tiene un proceso abierto en contra de un mexicano que lo amenaz\u00f3 de muerte luego de que \u00e9l denunciara que el mexicano beb\u00eda mientras trabajaba en un destazadero.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003E\u2014Duermo en Misi\u00f3n Dolores (un albergue cat\u00f3lico) o me quedo a dormir en el tren, pero vale $7. Mucha gente lo hace. O te vas a Santa M\u00f3nica en bus, en el 733 desde la Union Station. A eso de las 10 salen. Van y vienen. A veces no te bajan del bus cuando llega a Long Beach. \u00bfPara comer? Hay muchos lugares donde dan comida. Aqu\u00ed en Pasadena a la una te dan \u003Cem\u003Elunch, \u003C\/em\u003E aqu\u00ed hay caf\u00e9 y galletas y cena te dan en Misi\u00f3n Dolores. Todos hemos pasado por ah\u00ed.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003E\u003Cbr\/\u003E \u003Cfigure class=\"pict pict_land pict_move_posc 0 cs_img cs_img--curr rule--ss_c\" data-shot=\"pict\" data-hint=\"pict\"\u003E \u003Cdiv class=\"pict__pobj text-overflow\"\u003E\u003Cimg src=https:\/\/elfaro.net\/get_img?ImageWidth=960&ImageHeight=640&ImageId=23268 class=\"pobj\" style=\"max-width: 100%\" rel=\"resizable\" alt=\"Un hombre de origen mexicano se prepara para dormir en su cama improvisada junto al altar de la iglesia de Misi\u00f3n Dolores, en East Los \u00c1ngeles. Se calcula que en la ciudad de Los \u00c1ngeles hay cerca de 26 mil personas sin hogar, muchas de ellas inmigrantes indocumentados.\u00a0\" \/\u003E\u003C\/div\u003E \u003Cfigcaption class=\"pict__text cs_img_caption folk_content typo_buttons line--ss_s0c line--ss_s0c--auto block full-width text-overflow rule--ss_l relative\"\u003E \u003Cdiv class=\"__content block-inline full-width align-top tint-text--idle relative\"\u003E Un hombre de origen mexicano se prepara para dormir en su cama improvisada junto al altar de la iglesia de Misi\u00f3n Dolores, en East Los \u00c1ngeles. Se calcula que en la ciudad de Los \u00c1ngeles hay cerca de 26 mil personas sin hogar, muchas de ellas inmigrantes indocumentados.\u00a0 \u003Cdiv class=\"photographer text_italic rule--ss_l tint-text--idle\"\u003E \u003C\/div\u003E \u003C\/div\u003E \u003C\/figcaption\u003E \u003C\/figure\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EEsa es su vida desde hace cuatro a\u00f1os. Se rebusca. A veces solo almuerza o solo logra llegar a la cena. Algunos d\u00edas no logra ba\u00f1arse y de las rondas en bus llega directo a anotar su nombre al centro laboral.\u00a0\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003ENelson voltea a ver a su alrededor en el Centro Laboral de Pasadena. \u201cAquel de all\u00e1 es otro turista de los buses y los trenes\u201d, se\u00f1ala a un mexicano cuarent\u00f3n. \u201cY aquel tambi\u00e9n\u201d, se\u00f1ala a Carlos, un salvadore\u00f1o de 37 a\u00f1os al que todos conocen como Diablito. Tiene doce a\u00f1os aqu\u00ed, tuvo dos trabajos para poder alquilar una cochera por $500. Se hart\u00f3. Se hizo jornalero. Vive a veces en un carro donde le dejan pasar la noche, a veces en buses, a veces en albergues, a veces en el monte o debajo de alg\u00fan puente.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003E\u2014Mucha gente se tira a la droga \u2014dice Nelson.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003ESurge la pregunta l\u00f3gica. \u00bfPor qu\u00e9 no regresa a El Salvador?\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003E\u2014Por orgullo. \u00bfQu\u00e9 va a decir la gente?\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EEl Salvador ha construido la imagen del migrante que vuelve triunfal al aeropuerto y es recibido por una camionada de familiares que esperan aunque sea una camiseta. El migrante debajo de un puente en Estados Unidos o dormido en un bus no es la figura sobre la que se dan discursos pol\u00edticos en campa\u00f1as electorales o se hacen nost\u00e1lgicos anuncios televisivos.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003ESin embargo, el migrante debajo de un puente tambi\u00e9n manda remesas. Nelson saca de su mochila ocho recibos de Western Union. Dinero enviado a su hermana. $70 el 5 de junio de este a\u00f1o mientras \u00e9l dorm\u00eda en albergues de indigentes. $100 el 12 de mayo de este a\u00f1o mientras \u00e9l com\u00eda galletas y caf\u00e9 como almuerzo\u2026 All\u00e1, al otro lado de las remesas, no solo hay pupuser\u00edas exitosas y camisas de Los Angeles Lakers.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EAl otro lado de las remesas tambi\u00e9n hay indigentes.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003E\u2014Ya le dije, todos hemos pasado por ah\u00ed.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp align=\"center\"\u003E***\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EEn el otro extremo de la migraci\u00f3n de obreros centroamericanos est\u00e1 el que consigui\u00f3 papeles y trabajo fijo, siempre de obrero, pero fijo.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EMaribel, una jornalera hondure\u00f1a que se especializa en pintura y que paga $700 por compartir un cuarto con una estadounidense retirada en el centro de la ciudad, trabaja en pintar una casa. Ella tiene 22 a\u00f1os de indocumentada y ha logrado comprar una vieja camioneta Ford de ocho cilindros que le permite no depender de que un patr\u00f3n la lleve y la traiga. Maribel, como la gran mayor\u00eda, manda remesas.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EHoy Maribel pinta una casa y ha llevado a un ayudante, un exparacaidista del Ej\u00e9rcito salvadore\u00f1o que lleg\u00f3 en 1993 a Estados Unidos. Pintan la casa de un se\u00f1or salvadore\u00f1o de Usulut\u00e1n que tambi\u00e9n lleg\u00f3 al pa\u00eds hace 22 a\u00f1os. El se\u00f1or tiene papeles, trabaja en una recicladora y vive con su mujer. Ha conseguido alquilar una casa, una muy parecida a una vivienda m\u00ednima de El Salvador: un ba\u00f1ito, una salita, un cuartito. \u00c9l y su mujer. Pagan $750 al mes en la casa que alquilan desde 1994. Viven en Terrace, East Park, en un barrio dominado por pandillas negras en el que ha habido cuatro homicidios hasta la mitad de 2015. \u201cAqu\u00ed, despu\u00e9s de las 7 no se sale de casa\u201d, dice el se\u00f1or. A su mujer la asaltaron hace tres a\u00f1os frente a su casa. Hace dos a\u00f1os \u00e9l tuvo que pelear con dos negros que quer\u00edan robarle.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EEl se\u00f1or usuluteco no est\u00e1 en el hoyo como aquel migrante nicarag\u00fcense, pero vive en un lugar muy parecido a muchas colonias pobres de su pa\u00eds.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp align=\"center\"\u003E***\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003ELos jornaleros son la fuerza econ\u00f3mica desde la que despeg\u00f3 \u2013despega- la mayor\u00eda de migrantes centroamericanos. Es un oficio legendario para los indocumentados. Ahora se paran afuera de los Home Depot. O se afilian a un Centro Laboral. En los 90, fue en las esquinas del bulevar Pico y la calle Main. Antes, cuando en Centroam\u00e9rica arreciaban las guerras civiles, estaban afuera de los Seven Eleven de Pico Union. Los centroamericanos han sido esquineros en Los \u00c1ngeles y desde ah\u00ed se han levantado. O no.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp align=\"center\"\u003E***\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003ELa calle Los \u00c1ngeles en el centro de la ciudad divide la noche angelina de lentejuelas, minifaldas y sonrisas blancas de la de carpas improvisadas, latas de at\u00fan y bocas desdentadas.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EEsto es un \u00e1rea conocida como Skid Row, 15 cuadras que por el d\u00eda est\u00e1n llenas de negocios y por la noche de carpas de indigentes, una tras otra. Se considera una de las mayores concentraciones de indigentes del mundo. Se calcula que unos 4,000 se re\u00fanen aqu\u00ed cada noche.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EEsto es el fondo del hoyo. Miles de indigentes de todo el mundo, drogadictos muchos de ellos, se re\u00fanen en estas cuadras cada noche a la espera de que alguien les regale una dona, un caf\u00e9 o un poco de crack. Varias misiones religiosas visitan cada noche Skid Row ofreciendo chocolate caliente y a Cristo.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EEdwin es un salvadore\u00f1o del Ministerio Pan y Chocolate, que reparte eso mismo en Skid Row. Vino en 2004. Fue esquinero en un Home Depot. Era chequeador de buses en el departamento de Sonsonate y huy\u00f3 un 3 de junio porque pandilleros del Barrio 18 amenazaron con matarlo.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003E\u2014En Skid Row ves gente que viene llegando, j\u00f3venes de Guate o El Salvador, de 16, 17 a\u00f1os que no saben qu\u00e9 hacer. O gente que ya lo perdi\u00f3 todo en el intento \u2014dice Edwin.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003ELa tolerancia es una calle aqu\u00ed en Skid Row. A un lado de la calle empiezan los indigentes desparramados en el suelo. Al otro lado, escasos 20 metros, hay un restaurante franc\u00e9s que ofrece bar de quesos y vinos.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003ELa mayor\u00eda en Skid Row son negros, pero hay decenas de hispanos. Gente de todas partes.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EUn hombre dice que es de Guadalajara y vuelve a cubrirse la cara con la manta. Una se\u00f1ora asi\u00e1tica que parece estampa del T\u00edbet murmura sola mientras mueve la cabeza como autista afuera de su tienda de campa\u00f1a. Un puertorrique\u00f1o dice que estudi\u00f3 bellas artes y pide otra dona. Un guatemalteco que aparenta m\u00e1s de 50 a\u00f1os llega por otro caf\u00e9. Responde molesto que lleg\u00f3 en los 80. No quiere hablar mucho m\u00e1s.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003E\u2014Me perd\u00ed, me perd\u00ed \u2014dice y se pierde entre los dem\u00e1s indigentes.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003E\u003Cbr\/\u003E \u003Cfigure class=\"pict pict_land pict_move_posc 0 cs_img cs_img--curr rule--ss_c\" data-shot=\"pict\" data-hint=\"pict\"\u003E \u003Cdiv class=\"pict__pobj text-overflow\"\u003E\u003Cimg src=https:\/\/elfaro.net\/get_img?ImageWidth=960&ImageHeight=640&ImageId=23256 class=\"pobj\" style=\"max-width: 100%\" rel=\"resizable\" alt=\"Una de las calles de Skid Row, en el centro de Los \u00c1ngeles. Este barrio, situado a pocos metros de edificios de oficinas y costosos restaurantes, tiene una poblaci\u00f3n estable de entre 3 mil y 6 mil personas sin hogar. Aunque la mayor parte de estos indigentes son nacidos en Estados Unidos, muchos inmigrantes indocumentados terminan durmiendo en sus calles o en alguna de las misiones ben\u00e9ficas de la zona.\u00a0\" \/\u003E\u003C\/div\u003E \u003Cfigcaption class=\"pict__text cs_img_caption folk_content typo_buttons line--ss_s0c line--ss_s0c--auto block full-width text-overflow rule--ss_l relative\"\u003E \u003Cdiv class=\"__content block-inline full-width align-top tint-text--idle relative\"\u003E Una de las calles de Skid Row, en el centro de Los \u00c1ngeles. Este barrio, situado a pocos metros de edificios de oficinas y costosos restaurantes, tiene una poblaci\u00f3n estable de entre 3 mil y 6 mil personas sin hogar. Aunque la mayor parte de estos indigentes son nacidos en Estados Unidos, muchos inmigrantes indocumentados terminan durmiendo en sus calles o en alguna de las misiones ben\u00e9ficas de la zona.\u00a0 \u003Cdiv class=\"photographer text_italic rule--ss_l tint-text--idle\"\u003E \u003C\/div\u003E \u003C\/div\u003E \u003C\/figcaption\u003E \u003C\/figure\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp align=\"center\"\u003E***\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003ESon las 5 de la tarde en el albergue Dolores Mision. Es 10 de junio de 2015. Aqu\u00ed los dejan quedarse entre 30 y 90 d\u00edas. De d\u00eda tienen que irse, temprano a las 6. Deben volver antes de las 6 de la tarde si quieren entrar. Hoy hay 45 hombres y 15 mujeres. Les dan cena y desayuno. Hoy, el 80% son centroamericanos y mexicanos. Son jornaleros. Migrantes indocumentados.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EMezclarse entre ellos es aprender lecciones: un patr\u00f3n hispano es terrible, pero uno chino o armenio te reventar\u00e1. Hay que aprender a poner pasta de yeso con esp\u00e1tula, se paga bien y pocos saben hacerlo. Si eres reci\u00e9n llegado, ac\u00e9rcate a alguien con experiencia o paga la cuota de la ingenuidad. En la esquina, el trabajo es del que agarra primero la manecilla del carro del patr\u00f3n, pero cuidado, algunas esquinas tienen l\u00edder y agarrar la manecilla primero puede traerte problemas. Hay un hoyo m\u00e1s profundo que Skid Row: prostituirse por hambre en la calle 71 o la Figueroa.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EMisael, salvadore\u00f1o, miguele\u00f1o treinta\u00f1ero, ocho a\u00f1os en Los \u00c1ngeles. Manda remesas \u201ca veces s\u00ed, a veces no\u201d. La semana pasada envi\u00f3 $150 a su mam\u00e1. Lleva un a\u00f1o y medio viviendo \u201cen la calle\u201d. En ocasiones, \u201cen la calle sin cobija\u201d. Tuvo \u201cdepresi\u00f3n por un a\u00f1o\u201d. Es jornalero, esquinero del Home Depot. Se medica porque se lastim\u00f3 la espalda subiendo un mueble a un edificio. Cuando mejor le fue, gan\u00f3 $600 en cuatro d\u00edas. Cuando peor le fue recogi\u00f3 latas. Tres hijos con tres mujeres.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003E\u2014Hay tiempos que se ponen duros \u2014dice Misael que en un momento menos duro lleg\u00f3 a vivir solo en un cuarto en Pico Union que le costaba $450 al mes.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003EMisael es un ejemplo claro del di\u00e1logo poco honesto entre muchos de los migrantes y sus familias en El Salvador. Sus hermanos, ayudantes de alba\u00f1il, ven que su hermano migrante env\u00eda hasta $150 al mes a su madre. El sueldo m\u00ednimo legal para un campesino salvadore\u00f1o es menor que eso. Misael pag\u00f3 $450 por embutirse en una \u201ccasa\u201d, que es un precio de alquiler en zonas de El Salvador que sus hermanos quiz\u00e1 ni conocen. Sigue sonando a buena idea eso de migrar.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003ELa pregunta vuele a surgir: \u00bfpor qu\u00e9 se quedan los que ya tienen a\u00f1os probando la desilusi\u00f3n? Henry en su champa del monte, Nelson durmiendo en los buses. Misael responde.\u003C\/p\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cbr\/\u003E\u003Cp\u003E\u2014Para hacerla bien, para hacerla un d\u00eda.\u003C\/p\u003E"}